"El mal no tiene por qué nacer de la ira o del maniqueísmo mitológico, también brota de la avaricia, la envidia, la clase y el bienestar que aporta lo ostentoso"
"El mal no tiene por qué nacer de la ira o del maniqueísmo mitológico, también brota de la avaricia, la envidia, la clase y el bienestar que aporta lo ostentoso"