Una comedia negra sobre karate, machismo y cultos disfrazados de disciplina.
Jesse Eisenberg es perfecto como Casey, un tipo inseguro que busca defenderse pero termina atrapado en un dojo con reglas absurdas y un sensei que da malas sensaciones.
Humor, violencia inesperada y una crítica brutal a la masculinidad tóxica. Extraña, tensa y genial.
Súper recomendable.