Tenía muchas expectativas. Me encantan las películas absurdas, las que no se toman en serio y se sumergen en lo grotesco sin miedo. Pensé que esta sería una de esas joyas extrañas que te dejan riendo incómodamente mientras te preguntas qué demonios acabas de ver. Pero, lamentablemente, no fue así. Aunque tiene momentos que brillan, en general, la película se siente como un guion que no supo aprovechar su propio potencial.
Las escenas del francés son tan teatrales y su…