De las mejores películas de 2021, cruda, intensa y agobiante, básicamente te hace sentir lo mismo que podría sentir un camarero trabajando un sábado por la noche en fin de año.
El principal punto de la película es obviamente su único plano de casi una hora y media, seguido por el trabajo titánico de los actores.
Aunque esto también tiene su lado negativo, ya que limita en ciertos momentos el potencial del suspense, pues se tiene que imponer la continuidad. Por lo que tal vez se hubiera conseguido un mejor resultado usando cortes invisibles como en 1917.
Aun así el resultado final es muy bueno.