El deseo contenido solo puede acabar en frenesí.
Con una trama redonda -el inicio y el final tipo Gone Girl es god- y una actuación de Nicole (Romy) a la altura, la película cumple con creces con su cometido: mostrar una perspectiva retorcida y explícita de las relaciones de poder, traumas, segundas caras y deseos más que comunes, pero siempre cohibidos.
Necesito el análisis psicológico de los dos protagonistas porque es que sus capas de personalidad dan mucho para cortar.…