La idea es buenísima: mezclar el archivo de todo lo referente a la liberación del Congo con el jazz de finales de los sesenta. Explicar una de las últimas revoluciones del mundo contemporáneo a ritmo de Louis Amstrong o Dizzi Gillespie.
Por la pantalla (en este caso minúscula, una proyección mierdosa en el Caixa Fórum de Madrid) pasan Krushev, Malcom X o Fidel Castro, en un caótico collage, como si de un standard de jazz se tratara en el que…