Mad Men meets Deutsche Grammophon
Empieza muy lenta; escribe el terreno por el cuál se va a desarrollar toda la trama. Dibuja el laberinto, y hasta después de 1 hora y 3 minutos, suelta a los perros para salir a jugar.
¿Era necesario tanto tiempo de cocción para disfrutar ese final?
Me parece que no, pero dudo que el público general tenga tanta paciencia.
Una vez cursado esa curva tan estrépito, la película se mueve por si sola.