En esta película ponen a mismo nivel matar a una persona, sabiendo que es innocente, en la silla eléctrica y "permitir" que tu novia aborte o tu madre elija la eutanasia al estar en un estado de cáncer terminal. Es imposible cuestionarse quién está detrás de esta película.
Lo que más me ha marcado de este visionado con coloquio/homilía es que al acabar, en un cine, espacio público, el cura que tenía el micrófono dijo "terminemos con una oración" y les hizo ponerse de pie y rezar. Quizás una invitación a que se proyecten películas en su parroquia. Fue muy marciano.