Si por el diálogo y reflexión final (que se incrustan como un martillo) fueran, serían 5*.
Un guión y un reparto que llevan una idea a un éxtasis de sentimientos de verdad y de reflexión sobre la educación en los niños y como son los mundos que viven capitaneamos por internet.
Pero si todo esto no fuera suficiente, el recurso técnico de que cada capítulo sea un plano secuencia que al principio me pareció un adorno, se acaba convirtiendo en…