Dudo que haya algo más difícil que hacer entrar en razón a un racista, al cuñado de turno y a un panenkita del beisbol. Así que sus cojones.
Evidentemente el chaval mató a su padre, pero entiendo que el bueno del arquitecto quisiera que estos hombres trabajasen un poco el cerebro. Para variar vaya.
En cuanto a la peli hay que tener en cuenta su año, cómo utiliza el espacio y ese ritmo tan dinámico a partir de 12 hombres discutiendo sobre si un cojo es cojo, la vecina es miope o el metrosur tarda más o menos en pasar por Hospital de Fuenlabrada.
Cine.