La película empieza muy costumbrista y sin que prácticamente pase nada, pero te va envolviendo en su atmósfera gracias a unos personajes interesantes y bien construidos (impagable la presencia de Dafoe) y a la naturalidad de las escenas y diálogos, especialmente los infantiles (los niños me han recordado por momentos a los de Bluey, si estos vivieran en un entorno mucho más disfuncional).
Para cuando empiezan a pasar cosas y los protagonistas empiezan a tener reacciones fuertes, tú estás reaccionando…