Pensar que es el primer largometraje de Nolan, que dirigió, escribió, consultó la fotografía y montó me parece algo absolutamente alucinante. Con un presupuesto de tan solo 6000 dólares esta película es una auténtica genialidad, una obra que con todas sus fallas (lo cual es absolutamente normal) se avanza al inmesurable y distintivo estilo de Cristopher Nolan. Muy buena.