Esta es una de esas veces que no sé muy bien qué decir sobre una película. Para mí, Anora no es esa obra deslumbrante que recomendaré a todos mis amigos, pero tampoco es que no haya visto peores ganadoras del Óscar. Supongo que hay que dejarla reposar un poco para procesarla mejor.
Lo que sí me queda claro es que su primera parte es muy entretenida y su segunda muy perturbadora. La idea funciona, es poco ortodoxa y Sean Baker…