Cuando le preguntan por su pasado, Dylan inventa una historia. No le importa explicarse, así como a Mangold no le importa explicarlo. Pero mientras no explicar el pasado es una virtud de la película ("no hace falta saber de dónde venís para ser quien querés ser"), no explicar el presente es un error.
Dylan es lo menos protagonista que puede ser en su propia película. Es apenas un vehículo que interpreta el mundo cambiante a su alrededor. El problema es…