Park Chan-wook te quiero.
Comedia negra y fantasía combinadas en un preciosísimo romance de locos encantadores.
Es un visionado esquizofrénico, y como de costumbre nuestro amigo no rebaja el nivel de bizarrismo ni por un segundo. Hay momentos muy grotescos, mientras otros tantos te llegan a la patata con toda su potencia emotiva.
Es trágico, extraño, reconfortate, incómodo, imaginativo, perverso. El último plano es una maravilla... El amor plasmado en el amanecer tras la tormenta, sobre dos seres humanos envueltos en un abrazo de carne.
Poesía única en su especie.