Llegué con las expectativas tan bajas que podría decir que no la odio, incluso hubo canciones que me gustaron, dentro de lo absurdo me reí bastante y la pasé bien.
Les perdono el retrato superficial de México, que la personaja transicione y mágicamente sea buena, hasta que nadie tenga acento mexicano. Lo que sí es una falta de respeto inmensa es el tratamiento que se le da al tema de las desapariciones.
Uno no espera que las películas solucionen problemas…