Las películas comunican lecciones que son difíciles de ver en el confuso transcurso de nuestras vidas, y elogiamos las películas que parecen tener algún mensaje claro y profundo sobre cómo y en que preciso momento debemos vivir.
Pero hay cierta perversidad en aprender lecciones de las películas. A riesgo de decir lo obvio, las películas no son reales. Son una proyección de la realidad, estructuradas intencionalmente con un principio y un final y con personajes que pasan por alguna situación.…