Presentada como un cuento pero con algunos mensajes irónicos hacia elementos de guerra y política, pocas películas se sienten como una verdadera carta de amor hacia su tema principal pero Porco Rosso irradia asombro hacia el arte que son los aviones, toda la película parece ser creada como excusa para mostrar un despliegue de respeto con la mecánica detrás de estos vehículos aéreos, siendo la trama lo menos importante, pero te quedas por el detalle que entrega por la aeronáutica.
Chistosa, simple y un producto que solo podía provenir de un completo amor a la ingeniería de volar y este lindo sentimiento se te queda impregnado.