Esta película se siente plástica, pero plástica como los juguetes del kinder sorpresa.
Que curioso que el weon que se tiro a la mamá de la Elphaba tenía la voz de Jeff Goldblum. A este punto es más un plot twist de que el Mago de Oz no sea su papá.
Uno sabe que esta película es ficción porque Ariana Grande es sorora.
Eso, chau.