5,7
La película se toma demasiado en serio casi hasta el final, como si pudiera ser completamente realista. Por eso, su ritmo lento tenía sentido. Sin embargo, el desenlace es cero realista. Ningún adolescente actuaría así, incluso en esa situación, y ahí es donde me pierde.
Es cierto que el hijo podría creer que está haciendo algo bueno al matar a su padre, especialmente después de lo que este le dice. Desde una perspectiva religiosa, podría interpretarse como un acto…