Como seres sensibles, es importante dejarnos asombrar por la fuerza de una imagen, una serie de ellas, y, luego, el ardor de los signos más elementales que emanan de ellas y constituyen nuestra estancia en la vida. No necesariamente para entenderlos, sino para experimentarlos. Signos de movimiento, reconocimiento en el otro, autoreconocimiento, soledad, cariño, lo sagrado.
En Flow están estas capas, estos signos.