La ineptitud crasa de Sunshine Logroño como guionista y director hace que se siente más larga de lo que es. Entre los mismos 5 chistes de sexo, chillerías y homosexuales, hay un sinnúmero de cameos que terminan siendo distracciones que ni risa dan ni aportan a la trama.
A Logroño se le olvidó echarle sazón a su receta. Los personajes son arquetipos subdesarrollados que ni siquiera los hace graciosos. Se queda cortísimo de su deber como supuesto parodista y cinéfilo.…