La idea es brillante, la introducción es rápida y sin vueltas, el conflicto se vuelve interesantísimo y va escalando hasta llegar a esa dinámica de paralelismos constantes entre ellos (ambos van a la casa del otro, forman vínculo con la chica, el gesto de la moneda, etc) generando casi que una guerra intelectual. Algo así como un Kira vs L de Death Note.
El problema es que estás por llegar al clímax y te pinchan el globo, todo lo que…