Uno lleva el corazón en la mano, lo usa, lo siente, lo daña; el otro lo lleva, como una rosa, metido en una urna, lo protege, lo evita, lo atrofia. Uno vive cargando con el pasado, el otro evitando el futuro. Uno elige la piedra más grande que encuentra porque quiere dejar claro que él estuvo ahí, el otro la más pequeña, para no quitar sitio a los demás. Uno no sabe a donde va, por eso vive lento, el…