Mucho queso y en realidad hablan muy poco sobre el queso. Es más sobre las experiencias diarias de personas que almacenan, producen o trabajan el queso, pero no sobre el proceso.

Aunque hable de un tema muy concreto, lo hace desde fuera de lo cliché y mucho más desde la confusión y la disociación. Hace que sea muy fácil empatizar con lo que sienten aunque no hayas pasado por lo mismo. La mezcla del proceso de un trauma durante el crecimiento, la identidad, la soledad y la cultura pop, son elementos que rápidamente te transportan hacia tus propias experiencias y te hacen entender las del protagonista.

Podrían haber pasado más cosas y no llegas a empatizar con la tensión de no saber cuando va a morir.