Una de las mejores películas habidas y por haber; podría hablar horas de ella y de cada detalle que la hace tan única. Michael Corleone siempre mira fijamente a cada persona con la que interactúa, de una manera penetrante, misteriosa e incluso persuasiva. El único momento en que no vemos sus ojos es cuando Fredo lo traiciona y se tapa la cara. De eso es de lo que hablo.
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