medianamente competente.
efectivamente, por momentos, se siente como una película.
medianamente competente.
efectivamente, por momentos, se siente como una película.
La desesperanza no tiene forma, es intangible, es color gris. Esta en el aire, en la contaminación, en el ajetreo diario, en los desencuentros con los demás, en las pequeñas derrotas diarias interminables.
Es un hilo conductor invisible que permea toda la existencia de estos personajes, totalmente carentes de agencia, y hace que se complementen el uno con el otro, quitandoles su individualidad y volviendolos un solo ente singular que absorbe y devuelve dolor indiscriminadamente.
La hermosa contraparte a esto…