Toda manifestación de arte puede ser política y no puedes juzgar una obra solo por lo que quiere contarte. La forma y el fondo tienen peso en cómo es expresada una idea y cuál es la resolución.

En Poor Things vemos a un Yorgos que se ha adaptado al mundo de Hollywood, que a pesar de querer continuar con un estilo transgresor, se enfoca más en una estética bella y específica, que ante los ojos del espectador resulta acaramelada y gustosa.…

Entre tantas narrativas sobre la migración y los desaparecidos en nuestro país, esta película resulta -sin caer en sentimentalismos- una representación real y compasiva. El silencio parece ensordecedor y los fragmentos que se desenfocan son capaces de mostrar todo con una claridad deslumbrante. 

Y es que el efecto proyecta hasta poético el miedo, por eso es que con esta cinta me fue inevitable pensar en una frase de Brenda Navarro y en los paralelismos, en cómo la desaparición es una pausa…