-“Entre el amor y el temor divino: la religiosidad del arzobispo don Alonso de Aragón”, en Eliseo Serrano y Juan Postigo (coords.), Élites políticas y religiosas, devociones y santos (ss. XVI-XVIII), Institución Fernando el Católico, Zaragoza, 2020, pp. 31-46., 2020
This paper explores the personal devotions of archbishop don Alonso de Aragón, bastard son of Fer... more This paper explores the personal devotions of archbishop don Alonso de Aragón, bastard son of Ferdinand the Catholic
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Uploads
Papers by Jaime Elipe
El presente artículo analiza las relaciones mantenidas por Carlos V y su entorno cortesano con los miembros de su familia, el linaje de los Aragón, entre la muerte de Fernando el Católico y la elección imperial (1516-1519). Los distintos miembros de esta familia conformaron un conjunto muy poderoso, poseyendo los principales señoríos, diócesis y abadiados en la Corona de Aragón. Por ello mismo, fueron vistos con desconfianza. La política seguida con buena parte de ellos fue la erosión directa de su posición de predominio mediante tres formas distintas. Estas fueron la reducción de su patrimonio, principalmente el eclesiástico, el arrinconamiento político y el ataque por la vía judi- cial. Esto acarreó distintas respuestas, desde la inacción a la desobe- diencia abierta de las órdenes reales.
Las nobles que tuvieron el rol de amantes de personalidades políticas relevantes apenas han sido tratadas por la historiografía hispana. El presente trabajo aborda las relaciones familiares que sostuvo doña Ana de Gurrea (ca. 1475-1528), concubina durante casi dos decenios del arzobispo de Zaragoza don Alonso de Aragón. A diferencia de otros personajes similares del renacimiento europeo, su incidencia política fue casi inexistente así como el nulo interés en acrecentar las posiciones de su familia de origen. Sin embargo, vivió volcada en el cuidado de sus 4 hijos y la atención a sus nietos. Mediante el empleo de variadas fuentes archivísticas, se reconstruyen las relaciones de esta noble con su familia. Se trata de una figura fundamental para conocer las relaciones sociales generadas por esta peculiar familia y constatar la necesidad de futuras investigaciones sobre este tema.
A comienzos del siglo XVI la situación en el reino de Sevilla era profundamente turbulenta. Con el fin de solucionar los conflictos nobiliarios existentes y dotar a su nieta de un patrimonio acorde a su sangre, Fernando el Católico decidió casar a doña Ana de Aragón con los duques de Medina Sidonia. El matrimonio con el V duque don Juan Alonso tuvo lugar en 1515; por el severo retraso cognitivo del contrayente, este acabó teniéndose por inválido en algún momento incierto. Doña Ana, libre así, se casó con el que había sido su cuñado. Esto dio lugar a una serie de problemas por averiguar la validez de este segundo matrimonio. Las buenas relaciones con la familia imperial facilitaron el proceso que sin duda fue irregular. Así se consiguieron borrar las sospechas de ilegitimidad que planeaban sobre la familia, plenamente justificadas.
El presente artículo analiza las relaciones mantenidas por Carlos V y su entorno cortesano con los miembros de su familia, el linaje de los Aragón, entre la muerte de Fernando el Católico y la elección imperial (1516-1519). Los distintos miembros de esta familia conformaron un conjunto muy poderoso, poseyendo los principales señoríos, diócesis y abadiados en la Corona de Aragón. Por ello mismo, fueron vistos con desconfianza. La política seguida con buena parte de ellos fue la erosión directa de su posición de predominio mediante tres formas distintas. Estas fueron la reducción de su patrimonio, principalmente el eclesiástico, el arrinconamiento político y el ataque por la vía judi- cial. Esto acarreó distintas respuestas, desde la inacción a la desobe- diencia abierta de las órdenes reales.
Las nobles que tuvieron el rol de amantes de personalidades políticas relevantes apenas han sido tratadas por la historiografía hispana. El presente trabajo aborda las relaciones familiares que sostuvo doña Ana de Gurrea (ca. 1475-1528), concubina durante casi dos decenios del arzobispo de Zaragoza don Alonso de Aragón. A diferencia de otros personajes similares del renacimiento europeo, su incidencia política fue casi inexistente así como el nulo interés en acrecentar las posiciones de su familia de origen. Sin embargo, vivió volcada en el cuidado de sus 4 hijos y la atención a sus nietos. Mediante el empleo de variadas fuentes archivísticas, se reconstruyen las relaciones de esta noble con su familia. Se trata de una figura fundamental para conocer las relaciones sociales generadas por esta peculiar familia y constatar la necesidad de futuras investigaciones sobre este tema.
A comienzos del siglo XVI la situación en el reino de Sevilla era profundamente turbulenta. Con el fin de solucionar los conflictos nobiliarios existentes y dotar a su nieta de un patrimonio acorde a su sangre, Fernando el Católico decidió casar a doña Ana de Aragón con los duques de Medina Sidonia. El matrimonio con el V duque don Juan Alonso tuvo lugar en 1515; por el severo retraso cognitivo del contrayente, este acabó teniéndose por inválido en algún momento incierto. Doña Ana, libre así, se casó con el que había sido su cuñado. Esto dio lugar a una serie de problemas por averiguar la validez de este segundo matrimonio. Las buenas relaciones con la familia imperial facilitaron el proceso que sin duda fue irregular. Así se consiguieron borrar las sospechas de ilegitimidad que planeaban sobre la familia, plenamente justificadas.