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SOBRE LA CULTURA Y LA SALUD PÚBLICA

Ensayo sobre la relación entre cultura y salud pública

SOBRE LA CULTURA Y LA SALUD PÚBLICA Ypanaque Luyo, Pedro Josué En el Perú la cultura ha mostrado de muy diversas formas que posee un peso específico sobre la situación sanitaria, dando lugar a distintas corrientes de opinión que según el carácter del interlocutor, sea este del Estado, la sociedad civil o las universidades, siguen insistiendo en su utilización instrumental como parte de las estrategias de salud pública, principalmente de aquellas que buscan la modificación de comportamientos de riesgo. Sin embargo, este enfoque utilitario demuestra limitaciones en un contexto de gran diversidad cultural y con importantes procesos sociales e históricos como el de nuestro país. Por ello, resulta necesario proponer una teoría sobre la relación cultura y salud pública, que brinden elementos para una interpretación del proceso salud-enfermedad-atención y otorguen pautas para el diseño de políticas de salud pública. Actualmente, predomina en el pensamiento sanitario la “teoría de los factores determinantes” la cual propone que existen factores y condiciones que mejoran la salud y el bienestar de la población, estando estos factores en una interacción compleja, por ende las estrategias deberán abordar un amplio rango de factores. En el año 2000, la OMS1 publicó un informe que daba cuenta de cómo el gobierno de Canadá usando la evidencia científica había desarrollado un marco conceptual en salud pública teniendo en cuenta cinco categorías de factores determinantes: Entorno socio Cf. OPS/Salud Canadá (2,000) “Salud de la Población. Conceptos y estrategias para políticas públicas saludables: La perspectiva canadiense”, Washington: OPS. pp.54-56. (128pp). 1 1 económico, entorno físico, servicios de salud, hábitos personales de salud, capacidad individual y aptitudes de adaptación. Asimismo, el citado informe manifiesta la necesidad de incidir en los siguientes “factores determinantes claves”: a) Ingreso y nivel social b) Redes de apoyo social c) Educación d) Empleo y condiciones de trabajo e) Entornos sociales f) Entornos físicos g) Prácticas de salud personales y aptitudes de adaptación, h) Desarrollo del niño sano i) Características biológicas y genéticas j) Servicios de salud k) Género l) Cultura. El citado informe consideraba que “algunas personas o grupos pueden enfrentarse a riesgos adicionales para la salud debido a un entorno socioeconómico, el cual está determinado en gran parte por valores culturales dominantes que contribuyen a la perpetuación de condiciones tales como la marginación, la estigmatización, la perdida del valor del idioma y la cultura, la falta de acceso a la atención de salud y a los servicios culturalmente apropiados2”. Sobre el particular, debemos señalar que la cultura como factor determinante no es suficiente para explicar y predecir resultados sobre las condiciones de vida, toda vez que 2 Cf. Ibídem, pp. 56. 2 la variable cultura tiene un comportamiento complejo frente al proceso salud-enfermedadatención. En ese sentido, el análisis del comportamiento de los factores determinantes en salud soporta una medición de la relación de causalidad, donde la presencia o ausencia de un factor son causa suficiente o insuficiente de un resultado en las condiciones de vida, para lo cual se vienen investigando evidencias que refuerzan una relación de causa-efecto casi lineal. Así por ejemplo, a mejor nivel educativo más acceso a los servicios de parto institucional; a más empleo digno más bienestar familiar; a mejores condiciones de saneamiento básico menor riesgo por enfermedades diarreicas; y la lista se puede volver interminable. Por lo tanto, este enfoque de multicausalidad basado en la teoría de los determinantes en salud, no es suficiente por sí misma, para entender la relación compleja que existe entre la cultura y el proceso de salud-enfermedad-atención, pues se trata una relación que conjuga - además de los factores- múltiples dimensiones, debilitando cualquier intento de racionalizar instrumentalmente esta relación con el propósito de generar acciones de salud pública. Al respecto, en los términos que propone Edgar Morín3, entendemos esta complejidad como la necesidad de captar la “incertidumbre”, la “incompletud” y la “multidimensionalidad” del conocimiento frente al pensamiento determinista unidimensional. 3 MORÍN, Edgar y Col. (2003), Educar en la era planetaria. Barcelona: Gedisa Editorial, pp. 67. (140 pp.). 3 Por ejemplo, la religión es una expresión cultural en las sociedades de todos los tiempos, sin embargo, se percibe la presencia de ciertas religiones como actores sociales que influyen negativamente en los usuarios de los servicios de salud. En otros casos se percibe el pensamiento mágico religioso de nuestros pueblos como creencias irracionales que sustentan comportamientos de riesgo. Por otro lado, aceptar que los “valores culturales dominantes” contribuyen a la perpetuación de condiciones tales como “la falta de acceso a la atención de salud y a los servicios culturalmente apropiados”, se corre el riesgo de caracterizar a la cultura como una barrera, donde a un lado del muro se vive la modernización y en el otro lado se sobrevive en el atraso y el subdesarrollo. De esta manera sembramos la idea que la buena salud depende de la existencia de establecimientos de salud de alta tecnología, cuando la salud más que un suceso individual es un acontecimiento comunitario. En ese sentido, la teoría de los factores determinantes de salud es de carácter etnocentrista pues se construye desde un enfoque que aspira a expandir el modelo de sociedad moderna occidental, quizás de convivencia multicultural, pero donde no se admiten otras formas de desarrollo. Palabras clave: Cultura, Salud Indígena, Interculturalidad Datos de contacto: PEDRO J. YPANAQUE LUYO Médico Especialista en Medicina Integral y Gestión en Salud Lima, Perú Email: pedro.ypanaque@pucp.pe Blog: http://blog.pucp.edu.pe/blog/saludintercultural 4