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Santo Tomás en s. XX, Palabra Julio (2014) 70-72

2014, Palabra

Santo Tomás de Aquino ha ejercido una relevante influencia en todas las épocas, incluido el siglo XX: no sólo como teólogo, sino también en la filosofía. Aunque muchos autores han recogido su legado, aún ha de ser incorporado a la cultura filosófica común.

Teología del SIGLO XX Por Juan Luis Lorda Santo Tomás en el siglo XX Santo Tomás de Aquino ha ejercido una relevante inluencia en todas las épocas, incluido el siglo XX: no sólo como teólogo, sino también en la ilosofía. Aunque muchos autores han recogido su legado, aún ha de ser incorporado a la cultura ilosóica común ¿ Es Santo Tomás el teólogo más inluyente del siglo XX? Es una pregunta provocativa, que necesita una respuesta matizada. Está claro que Santo Tomás vivió en el siglo XIII. Pero está claro también que tiene una inluencia incomparable en la teología católica a partir del XV, y, muy en particular, en el siglo XX. Es el teólogo más citado, más estudiado y sobre el que se han hecho más tesis doctorales, incluso en la época posconciliar. Santo Tomás de Aquino dejó dos obras monumentales: la Suma teológica y el conjunto de comentarios a las obras de Aristóteles. Se puede decir que la Suma teológica ha organizado la arquitectura de la teología católica, mientras que los comentarios a Aristóteles son la base sobre la que se ha desarrollado el pensamiento ilosóico católico. Son dos inluencias paralelas, pero no del todo simétricas. La Suma Teológica es una obra muy ordenada, y precisamente, uno de sus mayores méritos, a veces ignorado, es haber dado orden y concierto a todos los temas que se manejaban y a toda la teología que se sabía en su tiempo. Lo más original e importante de la Suma no son las brillantes respuestas a sus muchas cuestiones, sino, precisamente, lo que menos se ve: la estructura. 70 | Palabra, Julio 2014 Santo Tomás puso en su sitio toda la teología. Todavía hoy el orden de los tratados teológicos y muchas de sus principales cuestiones dependen de él. LA FILOSOFÍA DE SANTO TOMÁS La inluencia de sus comentarios ilosóicos a Aristóteles, en cambio, ha seguido otro curso. Se suele decir que Santo Tomás cristianizó a Aristóteles, de forma semejante a como los Padres de la Iglesia cristianizaron a Platón. Hay algo de eso. Tanto los Padres de la Iglesia, que leían a Platón, como Santo Tomás, que leía a Aristóteles, lo entendían en un contexto profundamente nuevo. Las ideas cristianas sobre Dios, la creación, la libertad humana, el origen y destino del hombre, la persona humana, el pecado, y el horizonte de su felicidad crean un marco de referencia distinto para la metafísica, la psicología y la ética. Platón y Aristóteles son personalidades creadoras y originales, pero también son deudores de su marco cultural. Pueden hablar de “Dios”, pero no lo conocen personalmente, ni saben qué hacer con la multitud de dioses de su cultura griega. Pueden pensar en una causa última, pero un judío se trata de tú con un Dios personal y creador, y un cristiano sabe, además, que es Padre y cómo nos quiere salvar. Platón y Aristóteles pueden pensar en el alma o sobre la buena conducta de un ciudadano, pero no lo reieren a un Dios creador y bueno, ni a un salvador, Jesucristo; ni a una vida eterna, que ya ha empezado en la tierra y que se maniiesta en la caridad. Ellos no lo pueden hacer, pero los cristianos que los leen lo hacen sin darse cuenta. Cuando los Padres de la Iglesia comentan las ideas de Platón, o cuando Santo Tomás comenta las de Aristóteles, las ven con otra luz y las ponen en otro marco. Santo Tomás redeinió y recolocó las nociones ilosóicas de Aristóteles en un marco cristiano, pero, a diferencia de lo que hizo en la Suma Teológica, no construyó la estructura general del pensar ilosóico cristiano ni puso en orden los temas. Algo hizo en la Suma contra Gentiles, pero, sin quitarle su valor, no es comparable a la ordenación general de materiales de la Suma Teológica. LA MANUALÍSTICA FILOSÓFICA La tarea de poner en orden aquel importante conjunto de ideas la hicieron sus comentaristas, por las necesidades de la enseñanza, cuando tuvieron que construir los teólogo del siglo XX? Ya lo hemos distintos tratados. Es una obra colectiva, con muchos protagonistas, dicho. Santo Tomás tiene una inluencia relevante en todas las épocomo los Salmanticenses y Complucas, también en el siglo XX. Sobran tenses del XVI, Juan de Santo Tomás testimonios. y, señaladamente, Francisco Suárez Pero lo que llevamos dicho plan(Disputationes metaphysicae) aunque tea otra cuestión: ¿se puede sepase aparte de Santo Tomás en puntos rar, en Santo Tomás, al teólogo del importantes. De esta ordenación proceden los cursos de ilosofía, que, a partir del XVII, eran conjuntos de manuales de todas las disciplinas ilosóicas que se enseñaban en los seminarios y universidades eclesiásticas. En paralelo a la tradición “manualística” teológica, hay una “manualística” ilosóica, que tiene parecidos virtudes y defectos. Son materiales de escuela, hechos más o menos “según la mente de Santo Tomás”, pero sin mucho escrúpulo histórico. Se copian unos a otros y proporcionan una enseñanza muy ordenada y clara, transmitiendo un importante bagaje de nociones. Ese es su principal mérito. Pero apenas dialogan con el pensamiento contemporáneo ni saben integrar a otros pensadores cristianos que no pertenecen a esa tradición (Pascal, Newman, Kierkegaard). Ese es su principal demérito, y la causa de que esta tradición manualística se haya disuelto en el siglo XX dejando, por cierto, un vacío difícil de llenar. Los defectos se pueden disculpar por las difíciles circuns- Santo Tomás de Aquino, por Carlo Crivelli (siglo XV) tancias del XIX, que desbaratan tanto los estudios cristianos. Tamilósofo? Cualquiera podría responbién se puede alegar que son unos der que sí, porque la ilosofía y la simples libros de texto, y no se les teología son dos cosas distintas: la puede pedir mucho. Pero, en reailosofía se hace a la luz de la razón lidad, hay que pedir mucho a los y la teología a la luz de la fe. Tienen libros de texto, porque esos libros presupuestos distintos, métodos son los que dan forma al saber codistintos y temas distintos. mún. La forma pública del saber Es verdad: metodológicamente ilosóico cristiano la han dado y la y en abstracto, son perfectamente dan los manuales. separables. Pero históricamente y en concreto, no son tan separables. FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA Acabamos de decir que los Padres de la Iglesia transformaron las ideas Pero volvamos a la pregunta origide Platón, y Santo Tomás las de nal: ¿es Santo Tomás el principal Aristóteles, por sus presupuestos teológicos. Los pensadores cristianos del siglo II llegaron a una idea ilosóica de Dios como ser personal y causa última que hoy nos parece evidente (al menos como noción obvia de Dios), pero que, en realidad, no tenían ni Platón ni Aristóteles. Y Santo Tomás llegó a una noción unitaria de la persona (alma y cuerpo), que tampoco tenían los grandes ilósofos griegos. Y lo mismo pasaría con las nociones éticas de in último, felicidad o amor como don de sí, por no hablar de la cuestión del pecado, que pone de maniiesto las profundas divisiones psicológicas del ser humano, muy difíciles de identiicar e interpretar. La fe cristiana provocó una profunda remodelación de las nociones de la metafísica, la psicología humana y la ética. Pero, ¿esto es ilosofía o teología? LA FILOSOFÍA CRISTIANA El 21 de marzo de 1931 tuvo lugar una reunión de la Sociedad Francesa de Filosofía, para tratar precisamente de esto: ¿en qué sentido se podía hablar de “ilosofía cristiana? Y más en concreto: ¿se trata de ilosofía o de teología? El ponente fue Étienne Gilson, ya entonces un reconocido especialista en historia medieval y en Santo Tomás de Aquino. Participaron muchos miembros importantes como Bréhier y Brunschvicg, famoso editor de Pascal. E invitaron también a Jacques Maritain, ilósofo tomista. Y da envidia leer con qué categoría se trataban los temas y con qué respeto actuaban los que intervenían. La expresión “ilosofía cristiana” suscitaba algunas confusiones. Mucha gente, empezando por el historiador de la ilosofía Chevalier, defendía que los autores medievales eran sobre todo teólogos. En cambio Gilson y Maritain defendieron Palabra, Julio 2014 | 71 la libertad en Descartes, donde la que, aunque usaran la ilosofía en la idea era precisamente mostrar el teología, no cabía duda de que hacían ilosofía, defendían argumenenorme salto que se podía encontrar entre la ilosofía griega y el tos ilosóicos y los apoyaban (o modo de pensar de Descartes. Salto pretendían apoyarlos) en la razón. que se debía a la evolución de las Desde el punto de vista del método había que distinguir claradoctrinas cristianas, y señaladamente, de Santo Tomás. mente la ilosofía y la teología. Pero Gilson fue profesor de las univerera indudable, y en esto llegaron al sidades de Estrasburgo, de París y de acuerdo los presentes, que había Harvard, así como, muchos años, del que reconocer un impacto muy importante de la fe y la teología crisInstituto Pontiicio de Historia Medieval de Toronto (fundado en 1929), tiana en el pensamiento ilosóico inspirado en la encíclica de León XIII de Occidente. Bastaba comparar los Aeterni Patris. Fue un gran estudiograndes sistemas griegos con la iso medieval, con una multitud de losofía moderna, para observar que muchos temas habían evolucionado por el impacto de las ideas cristianas. En esos primeros decenios del siglo XX, se hicieron multitud de interesantes estudios históricos que mostraron ese cambio de mentalidad. El dominico Sertillanges escribió un estupendo ensayo sobre el impacto de la idea de creación, y Jolivet sobre el cambio de mentalidad ilosóica. Tresmontant hizo una bonita Étienne Gilson y Jacques Maritain comparación obras. Dedicó una atención especial entre el espíritu bíblico y el de la a Santo Tomás de Aquino, haciendo ilosofía griega (Ensayo sobre el pensamiento hebreo) y estudió los orígepara sus alumnos tres brillantes sínnes de la metafísica cristiana. Más tesis del pensamiento ilosóico de tarde, los patrólogos Armstrong y Santo Tomás. La más voluminosa, Markus recorrieron brillantemente El Tomismo; y además, Elementos de los principales temas (Fe cristiana y Filosofía cristiana e Introducción a la Filosofía cristiana. Así puso en orden el pensamiento griego). inmenso material que Santo Tomás había generado y con más idelidad ÉTIENNE GILSON que la manualística. Pero la obra de su vida fueron el Pero la igura que más ha aportado a este estudio ha sido, sin duda, conjunto de conferencias reunidas Étienne Gilson (1884-1978). Comenen El espíritu de la Filosofía medieval. zó sus estudios con una tesis sobre Allí, tema por tema, va recorriendo 72 | Palabra, Julio 2014 la evolución que las grandes ideas ilosóicas deben al cristianismo, desde la cultura griega. Sólo una persona con su capacidad intelectual, sus inmensos conocimientos históricos y su dominio sobre el pensamiento de Santo Tomás podía hacerlo. Es un clásico del pensamiento cristiano. JACQUES MARITAIN También Maritain (1882-1973) prestó un notable servicio a la formación ilosóica cristiana. Siendo un entusiasta converso, tuvo que dar los cursos de ilosofía del itinerario ilosóico cristiano. Y escribió muchos de ellos: Elementos de Filosofía, Lógica, Filosofía de la naturaleza... Recogió lo mejor de la tradición manualística, pero sin caer en sus defectos, porque era un gran intelectual y un hombre de diálogo. Además, su experiencia americana (como profesor en Princenton), le hizo superar el tradicionalismo político tan frecuente en el catolicismo francés, en obras tan importantes como Humanismo integral, Democracia y cristianismo y El hombre y el Estado. Así, de una manera más bien inesperada, el pensamiento de Santo Tomás de Aquino se hizo presente en el siglo XX, no sólo en la teología, donde nunca ha dejado de estar presente, sino también en ilosofía. Muchos otros autores han recogido y renovado ese legado, pero, en gran parte, sigue pendiente de ser transformado en los manuales que forman la cultura ilosóica cristiana común. Es tarea para el siglo XXI. n