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A vida em pedacos pelo mundo repartida

Mientras seguía la excelente ponencia de la Profesora Joao me invadía una sensación a la vez extraña y familiar. Según iba profundizando en su exposición de las diversas fases de la emigración portuguesa, no podía por menos que apreciar el gran paralelismo que existe entre los procesos migratorios de Portugal y Galicia. Intentaremos analizar, de forma sintética, las principales similitudes y diferencias que pueden, en nuestra opinión, apreciarse entre ambos:

Mientras seguía la excelente ponencia de la Profesora Joao me invadía una sensación a la vez extraña y familiar. Según iba profundizando en su exposición de las diversas fases de la emigración portuguesa, no podía por menos que apreciar el gran paralelismo que existe entre los procesos migratorios de Portugal y Galicia. Intentaremos analizar, de forma sintética, las principales similitudes y diferencias que pueden, en nuestra opinión, apreciarse entre ambos: 1.-En la fase trasatlántica (S. XIX-1950) la emigración portuguesa se dirige principalmente a Brasil, en pleno proceso de desarrollo económico, si bien algunos emigrantes (portugueses de las Azores) eligen otros destinos (EE.UU.), y, en menor medida, a Argentina, Venezuela y Canadá. La emigración gallega, por el contrario, tiene como destinos preferentes  Cuba y Argentina (especialmente el área de Buenos Aires) siendo destacables, también, Venezuela, Uruguay y Brasil. Como curiosidad señalar que, a principios del siglo XIX, se producirá una corriente migratoria significativa de gallegos hacia Portugal. La emigración masiva de portugueses a Brasil llevó aparejada una disminución trascendente de la mano de obra disponible en la región vitivinícola del Douro y en la propia Lisboa. "La proximidad geográfica con Galicia, la similitud de la lengua, las injusticias que se cometían con los temporeros gallegos en Castilla y los superiores salarios de Portugal" hicieron el resto (GONZÁLEZ LOPO, 1999). 2.-En la fase intraeuropea (1950-1974) la emigración portuguesa tiene como principales destinos Francia y Alemania. La emigración gallega también, con el añadido de Suiza. En ambos casos, los emigrantes se convierten en una fuente de ingresos muy potente para sus países de origen a los que retornan sus salarios en monedas "fuertes" (las remesas del exterior). La emigración sirve, además, a los regímenes de Franco y Salazar, para aliviar la presión demográfica interna y disminuir los índices de desempleo. Tras la crisis del petróleo los emigrantes retornan y sus perspectivas laborales y económicas se complican. 3.-Fases posteriores (1980-actualidad) La emigración portuguesa vuelve a repuntar en los años 80, recuperándose los destinos anteriores (Alemania, Suiza y Reino Unido) e incorporándose otros nuevos (Australia, Angola y Mozambique). Algo similar ocurre con la emigración gallega espoleada por la brutal reconversión industrial del sector naval, principalmente en las comarcas de Vigo y Ferrol. Los destinos de los emigrantes gallegos serán principalmente europeos (Francia, Suiza y Reino Unido). A finales de los años 90 se produce en Galicia un hecho singular en relación con las corrientes migratorias: el retorno de los descendientes de los gallegos emigrados a América a principios del siglo XX. En este supuesto concreto, la fuerte vinculación familiar de los retornados con su nueva tierra de acogida va a facilitar de forma muy significativa su integración. Este hecho, y el que, además, España se convierta, en ese momento de bonanza económica, en un país receptor de emigrantes va a elevar el número de extranjeros empadronados en Galicia desde los 93.679 de 1998 hasta los 177.221 del año 2007 (PADRÓN MUNICIPAL DE HABITANTES-PMH-INE). Tras la grave crisis económica global del 2008, y el rescate financiero de Portugal por la "Troika" (Comisión Europea, BCE y FMI) de nuevo los portugueses se ven obligados a emigrar. Otro tanto ocurre con sus vecinos gallegos. Esta vez el perfil de los emigrantes es radicalmente distinto son jóvenes con estudios superiores, idiomas y que buscan, más que un trabajo, (que también) una serie de oportunidades profesionales de las que carecen en sus países. Nos decía la Profesora Joao que la emigración en Portugal es "una constante estructural" en palabras de MAGALHAES GODINHO. Esa similitud estructural con Galicia es, en nuestra opinión, patente: la causa principal de la emigración es "un sistema arcaico de economía primaria de pequeños agricultores de subsistencia que perdura en Galicia como una reliquia del sistema económico preindustrial (EIRAS ROEL, 1989). Si bien la integración de Portugal y España en la Unión Europea, en 1986, llevó aparejada, en las décadas posteriores, una mejora muy sustancial en los niveles de desarrollo y bienestar social de ambos países, no es menos cierto que el diseño de las políticas industriales en Portugal y España adolece de parecidos defectos. En los años previos a la crisis, la apuesta política por un modelo de crecimiento basado en el urbanismo expansivo y un sector de la construcción sobredimensionado sentó las bases de una descomunal burbuja inmobiliaria que agravó aún más los efectos de dicha crisis. Estas políticas económicas erróneas están en el núcleo de todo proceso migratorio. El hecho de que tanto Portugal como España seamos, a la vez, países de inmigración y de emigración viene a poner de manifiesto, entre otras cosas, esa disfunción: nuestros jóvenes con perfiles profesionales más cualificados se ven obligados a emigrar (no hay un tejido productivo que absorba esa mano de obra cualificada) mientras los inmigrantes que llegan proveen de mano de obra no cualificada a sectores productivos que no precisan esa cualificación (agricultura y ciertas industrias y servicios). Son las dos caras de una misma realidad: la emigración en la sociedad contemporánea.