3.2 Mano de obra directa.
Mano de obra directa1
Esta expresión se reserva para aquellos costos laborales que pueden ser físicamente asignados a la producción de bienes y
servicios y pueden ser seguidos sin costos o dificultades adicionales. Los carpinteros que elaboran la mesa, las costureras
que cosen las telas en las camiserías, los operadores de equipos de rayos X, son ejemplos claros de mano de obra directa.
Los costos de trabajo humano que no pueden rastrearse físicamente en la fabricación del producto, o que de hacerlo
traerían costos adicionales o inconvenientes prácticos, son denominados mano de obra indirecta y tratados como parte de
los costos indirectos de producción. La mano de obra indirecta incluye: los costos de salarios de aseadores, supervisores,
bodegueros, ingenieros y personal de vigilancia. Aunque la labor de estos trabajadores es esencial para la producción o
prestación del servicio, serían sus costos imprácticos o imposibles de asignar a las unidades específicas de producto o
servicio; por esta razón, son tratados como mano de obra indirecta.
Medición del costo de la mano de obra directa2
Los costos de la mano de obra directa se miden y acumulan como se hace con los costos de los materiales directos. Los
materiales directos incluyen los costos cargados por este concepto, que son asignados de manera directa a una orden
particular en proceso. Asimismo, aquellos costos de mano de obra que no pueden asignarse de forma directa a un trabajo
particular, se tratan como parte de los costos indirectos de fabricación; esta última categoría de costos de la mano de obra
se denomina mano de obra indirecta e incluye actividades como mantenimiento, supervisión y aseo.
Los costos del trabajo (mano de obra) en general se acumulan por medio de alguna forma de registro preparado día tras
día por cada empleado. Estos registros, con frecuencia denominados tarjetas de tiempo u hojas de tiempo, constituyen un
resumen hora por hora de las actividades y asignaciones realizadas durante el día por cada empleado. Cuando se trabaja
en una orden determinada, se registra en la orden respectiva el número de horas incurridas en cada tarea particular.
Cuando la tarea no se identifica con una orden en particular, se acumula como mano de obra indirecta.
Al final de la semana o del mes, según la práctica de cada compañía, las tarjetas de tiempo se suman y el departamento de
costos, después de analizar con cuidado las horas asignadas, determina lo que corresponde a mano de obra directa y a
mano de obra indirecta. Las primeras se llevan a las tarjetas individuales de costos con su respectivo valor a la columna
titulada “Mano de obra directa”. Después se suman y se incluyen en el resumen. Estas tarjetas o formatos de tiempo
constituyen, en esencia, una fuente básica de información para la mano de obra.
La mano de obra indirecta, por no identificarse en una orden en particular, se acumula en una cuenta control de los costos
indirectos.
Aplicación de los costos indirectos de fabricación
Los costos indirectos de fabricación deben considerarse junto con los materiales directos y con la mano de obra directa,
para la determinación de los costos unitarios de las órdenes. Sin embargo, la asignación de los costos indirectos de
fabricación a las unidades de producto es una tarea más difícil que la realizada con los materiales directos y la mano de
obra directa. Hay tres razones para que esto sea así.
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Primera: los costos indirectos de fabricación son un costo indirecto para las unidades de
producto y por esta razón no pueden asignárseles directamente a un producto o trabajo en
particular.
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NIF C4
C.Cuevas (2010) Contabilidad de Costos.3ª Ed. Editorial Pearson
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Segunda: los costos indirectos de fabricación constan de muchos ítems diferentes, los cuales
involucran costos fijos y variables, en rangos tan dispares que van desde el costo de la grasa
para los equipos hasta el salario del superintendente de producción.
Tercera: las compañías con fuertes variaciones estacionales en la producción encuentran que,
no obstante estas variaciones en producción, los costos indirectos de fabricación tienden a
permanecer constantes. La razón es que los costos indirectos de fabricación fijos constituyen
parte importante del total de costos indirectos de fabricación.
Por todos estos problemas, la manera más aceptable de asignarles los costos indirectos de
fabricación a las unidades del producto o a las órdenes de producción es hacerlo de manera indirecta a
través de alguna forma base que permita su asignación. Esto ocurre al seleccionar un volumen de
actividad que pueda relacionarse con los productos que se mueven a través del proceso productivo
para el período o al relacionarlos con todos los servicios ejecutados (si se trata de una compañía de
servicios). El punto central es, por supuesto, escoger la base correcta para aplicar los costos indirectos
de fabricación de manera equitativa entre los trabajos. Las bases de mayor uso son las horas de mano
de obra directa y las horas máquina, aunque los costos de la mano de obra son también de amplia
utilización. Una vez escogida la base, ésta se distribuye entre los costos indirectos de fabricación
presupuestados para el período, y se obtiene así una tasa que debe usarse para aplicar estos costos
indirectos de fabricación a los trabajos a medida que se procesen. En resumen, la expresión para
calcular la tasa es:
Costos indirectos de fabricación totales presupuestados
Unidad relacionada de base (horas de mano de obra directa u horas máquina, etcétera)
= tasa de costos indirectos de fabricación predeterminada
La necesidad de los datos estimados En la anterior expresión, las cifras estimadas se usan en los cálculos de la tasa
de costos indirectos de fabricación. Los costos indirectos de fabricación reales casi nunca se utilizan en el costeo de los
productos. La razón es que los costos indirectos de fabricación reales no están disponibles hasta después de la finalización
del período. Lo cual es igualmente tarde para calcular los costos unitarios relacionados, pues la gerencia debe tener los
costos unitarios disponibles para determinar los precios de los productos y tomar las decisiones operativas y de mercadeo
necesarias. Posponer tales decisiones hasta final del período (para tener los costos indirectos de fabricación reales
disponibles) podría afectar la capacidad y la habilidad de la organización para competir de manera efectiva. Por esta
razón, más que usar costos indirectos de fabricación reales en el desarrollo de la tasa de aplicación de los costos indirectos
de fabricación, la mayor parte de las firmas presupuestan el total de los costos indirectos de fabricación al comienzo del
período, estiman las horas de mano de obra directa (o cualquier otra base que esté usándose), que serán trabajadas durante
el año, y desarrollan una tasa de costos indirectos de fabricación predeterminada, con base en estos estimados. Como se
mostró en la expresión anterior, una tasa de costos indirectos de fabricación basada en cifras estimadas se conoce como
una tasa de costos indirectos de fabricación predeterminada. Esta tasa es muy utilizada para asignarles los costos
indirectos de fabricación a las órdenes de producción.
Uso de la tasa de costos indirectos de fabricación predeterminada Al asignar los costos indirectos de fabricación a
las tarjetas de costos en las órdenes de trabajo (y por tanto a las unidades del producto), la tasa predeterminada se
multiplica por el número de horas de mano de obra directa (o la base usada) trabajadas durante el período. La cantidad
que resulta de costos indirectos de fabricación se coloca en las tarjetas como uno de los costos involucrados en la
terminación del trabajo.
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