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Reactivando el Dinamismo de MERCOSUR. Un Enfoque Monetario

2019, Documentos de Trabajo FCEA

Este artículo analiza desde el enfoque monetarista la propuesta de crear una nueva moneda en el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) como opción para recuperar el dinamismo observado en la década precedente. La hipótesis sugiere que la creación de una nueva moneda es deseable si se consigue aumentar la tasa de crecimiento del producto real y disminuir la volatilidad de los precios. Los resultados obtenidos permiten concluir que la alternativa de crear e implementar una nueva moneda a nivel regional es una opción deseable y altamente factible debido a la correlación positiva entre los ciclos económicos y en las tasas de depreciación de las monedas de los países del bloque, así como por la posibilidad de crear una institución comunitaria responsable de la política monetaria común con bajo sesgo inflacionario

Año 2019 DOCUMENTOS DE TRABAJO FCEA No.45 ISSN 1909-4469 / ISSNe 2422-4642 Departamento de Economía Reactivando el Dinamismo de MERCOSUR Un Enfoque Monetario José U. Mora Mora Alberto J. Hurtado Briceño Sadcidi Zerpa de Hurtado 1 Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, FCEA Año 2018 DOCUMENTOS DE TRABAJO FCEA No.45 ISSN 1909-4469 / ISSNe 2422-4642 Documento de Trabajo FCEA ISSN 1909-4469 / ISSNe 2422-4642 Año 2019 No. 45 Reactivando el Dinamismo de MERCOSUR. Un Enfoque Monetario Autores: Jose U. Mora Mora [jose.mora@javerianacali.edu.co] Departamento de Economía, Pontificia Universidad Javeriana – Cali, Colombia Alberto J. Hurtado Briceño [ajhurtado@ula.ve] Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales. Universidad de Los Andes, Venezuela Sadcidi Zerpa de Hurtado [smzerpa@ula.ve] Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales. Universidad de Los Andes, Venezuela WEBSITE: wp_fcea.javerianacali.edu.co Comité editorial Alina Gómez Mejía Julián Piñeres Luis Fernando Aguado Correspondencia, suscripciones y solicitudes Calle 18 No. 118-250 Vía Pance Santiago de Cali, Valle del Cauca, Colombia Pontificia Universidad Javeriana Cali Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas Teléfonos: (57+2) 3218200 Ext.: 8694 Correo electrónico: dt.fcea@javerianacali.edu.co Sello Editorial Javeriano - 2019 Coordinador: Iris Cabra icabra@javerianacali.edu.co Concepto Gráfico: William Fernando Yela Melo Formato 28 x 21 cms. ©Derechos Reservados ©Sello Editorial Javeriano Junio de 2019 La serie de Documentos de Trabajo FCEA pone a disposición para el análisis, discusión y retroalimentación de la comunidad académica los avances y resultados preliminares del trabajo académico de los profesores de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Estos documentos no han sido sometidos a procesos de evaluación formal por pares internos ni externos a la Facultad. Se espera que muchos de estos documentos posteriormente sean sometidos a evaluación en publicaciones especializadas. Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no comprometen institucionalmente a la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, ni a la Pontificia Universidad Javeriana Cali. 2 Reactivando el Dinamismo de MERCOSUR Un Enfoque Monetario Jose U. Mora Alberto J. Hurtado Briceño Departamento de Economía Pontificia Universidad Javeriana - Cali E-mail: jose.mora@javerianacali.edu.co Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales Universidad de Los Andes, Venezuela E-mail: ajhurtado@ula.ve Sadcidi Zerpa de Hurtado Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales Universidad de Los Andes, Venezuela E-mail: smzerpa@ula.ve Resumen Este artículo analiza desde el enfoque monetarista la propuesta de crear una nueva moneda en el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) como opción para recuperar el dinamismo observado en la década precedente. La hipótesis sugiere que la creación de una nueva moneda es deseable si se consigue aumentar la tasa de crecimiento del producto real y disminuir la volatilidad de los precios. Los resultados obtenidos permiten concluir que la alternativa de crear e implementar una nueva moneda a nivel regional es una opción deseable y altamente factible debido a la correlación positiva entre los ciclos económicos y en las tasas de depreciación de las monedas de los países del bloque, así como por la posibilidad de crear una institución comunitaria responsable de la política monetaria común con bajo sesgo inflacionario. Palabras clave: integración monetaria, política monetaria, tipo de cambio, MERCOSUR. JEL: E52, E61, F15, F33, F41. 3 Reactivating the dynamism of MERCOSUR A monetary approach Jose U. Mora Alberto J. Hurtado Briceño Department of Economics Pontificia Universidad Javeriana – Cali, Colombia E-mail: jose.mora@javerianacali.edu.co Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales Universidad de Los Andes, Venezuela E-mail: ajhurtado@ula.ve Sadcidi Zerpa de Hurtado Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales Universidad de Los Andes, Venezuela E-mail: smzerpa@ula.ve Abstract Considering the monetary approach, this article analyzes the feasibility of creating a new currency in the Common Market of South America (MERCOSUR) as an option to recover the dynamism observed in the previous decade. The hypothesis suggests that the creation of a new currency is desirable if it is possible to increase the growth rate of real GDP and to reduce price volatility. Empirical evidence suggests that the alternative of creating and implementing a new currency in the bloc is desirable and highly feasible due to the positive correlations observed among their countries business cycles and their domestic currency depreciation rates, as well as the possibility of creating a Central Bank responsible for the common monetary policy with low inflationary bias Keywords: monetary integration, monetary policy, exchange rate, MERCOSUR. JEL: E52, E61, F15, F33, F41. 4 1. Introducción El Mercado Común del Sur (MERCOSUR) sufre uno de los peores momentos desde su creación en 1991. MERCOSUR se encuentra estancado debido a que no se observan dinámicas que mejoren su crecimiento hacia afuera y, peor aún, es que estas oportunidades pareciera que se han desvanecido (Hurtado y Mora, 2018), a pesar de los esfuerzos de Brasil por insertarse en la dinámica de las negociaciones del Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (TISA, en inglés), el cual se fundamenta en el Acuerdo General sobre Comercio de Servicios de la Organización Mundial del Comercio (Ramírez, 2017). En particular, el aislamiento de la economía brasilera de las principales cadenas productivas de la economía mundial, causado por la pérdida de competitividad con China y otros países, y por la apreciación del real brasilero durante la primera mitad de la década 2010 – 2020, se han traducido en un estancamiento de las dinámicas que experimentó Brasil durante los años 2000 - 2010. Este aislamiento puede observarse a partir de la falta de más tratados o acuerdos de libre comercio norte-sur (Veiga, Rios y Naidin, 2013; Giacalone, 2015; Mora, 2016). Ante esa situación, el MERCOSUR debe reinventarse y tomar decisiones importantes que le permitan recuperar el dinamismo perdido y consolidarse como un bloque de integración más fuerte ante el mundo globalizado (Hurtado y Mora, 2018) y en el que la posición hegemónica de Estados Unidos está cambiando. En este sentido, considerando los cambios políticos que se han suscitado durante los últimos cuatro años en Brasil y Argentina, el presente trabajo analiza la propuesta de mirar hacia otras alternativas, como la integración monetaria, que pudieran profundizar la integración entre los países de MERCOSUR. Esta no es la única opción; por el contrario, la necesidad del mercado común de insertarse en la dinámica de la integración con seguridad traerá nuevas propuestas. Pero esta es una de ellas. Con la firma del Protocolo N° 20, sobre moneda y financiamiento entre Brasil y Argentina, el 17 de julio de 1987, se dio el primer avance en el cono sur latinoamericano para la unificación de criterios en torno a temas monetarios y financieros. Este protocolo tenía por objetivos, mediante la creación y uso de una moneda común denominada Gaucho, minimizar los costos del intercambio comercial, mejorar los resultados del comercio intrarregional, incentivar la desdolarización de la región, asegurar la estabilidad cambiaria y forzar la convergencia de los ciclos de las economías del bloque comercial, como paso inicial para lograr la moneda única. No obstante, el avance del proceso de integración comercial y la discusión de los asuntos constitutivos de lo que luego se llamó MERCOSUR, limitaron la puesta en práctica y el desarrollo de la alternativa del Gaucho (Lavagna y Giambiagi, 1998). Las negociaciones se vuelven a retomar entre 1997 y 2006 cuando se discuten acuerdos sobre esquemas de coordinación de políticas económicas y de convergencia de los indicadores macroeconómicos. En esos momentos los conceptos estructuralistas dominaban los ámbitos académico y político (Hurtado, Zerpa y Mora, 2018, 2019). No obstante, la radicalización y resurgimiento de las ideas de izquierda en América Latina, la crisis financiera internacional de 2008 y sus efectos sobre las economías latinoamericanas y la crisis de la Unión Europea 5 prácticamente detuvieron los avances que se habían logrado en los primeros años de la década anterior, con las consecuencias que se mencionaron antes. La evidencia ha mostrado que, al menos en el caso de los países de MERCOSUR, la propuesta de convergencia desde el enfoque estructuralista no ha sido eficaz en el alcance de los objetivos propuestos y además ha sido un proceso relativamente muy lento. En ese sentido, la alternativa que se propone en el presente documento es la convergencia económica a partir de la unificación monetaria en un todo de acuerdo con los criterios de la Teoría de las Áreas Monetarias Óptimas sugeridos por Mundell (1961), McKinnon (1963) y Kenen (1969). La creación de una unión monetaria y de una moneda regional común produciría estabilidad y disciplina cambiaria que favorecería la integración comercial y financiera, haciendo que se eliminen los shocks asimétricos y se logre la convergencia de los ciclos económicos sin necesidad de realizar ajustes a las paridades cambiarias (Nogueira, 1998). El cambio en la estrategia de integración de MERCOSUR hacia una integración monetaria podría considerarse como una opción que, particularmente, permitiría eliminar la volatilidad cambiaria, corregiría la inestabilidad de los precios, disminuiría las asimetrías de los ciclos económicos y facilitaría el avance hacia la coordinación de las políticas macroeconómicas en la región. Esta opción podría ser interpretada como una ruta que logre el avance del proceso de integración regional ya que induciría a una reducción de los costos del intercambio de bienes y servicios, el aumento de la credibilidad en la política antiinflacionaria de los países y la eliminación del riesgo cambiario (Hurtado, 2014). Para el análisis, de si esta propuesta es conveniente para MERCOSUR, es necesario hacer un balance entre los costos y beneficios que se puedan derivar de la integración monetaria. Para ello se debe tener presente, en primer lugar, el peso relativo que cada gobierno local asigne a los objetivos de empleo y de estabilidad de precios. Mientras mayor sea la prioridad al control de la inflación, mayor será la preferencia por el anclaje cambiario. En segundo lugar, la apreciación sobre la efectividad de los mecanismos de ajuste; mientras más escépticas sean las autoridades sobre la capacidad de la tasa de cambio nominal para incidir sobre la economía, mayor prioridad se le dará a la rigidez cambiaria. Y, en tercer lugar, la percepción que tengan las autoridades sobre la incidencia de la flexibilidad de precios y salarios, así como de movilidad de factores para lograr ajustes internos no cambiarios (Purroy, 2014). La decisión de crear y sostener un área monetaria en el MERCOSUR requiere evaluar implícitamente la viabilidad de dos alternativas: 1) cada país mantiene un régimen monetario independiente o 2) un régimen de moneda única, a través de la sustitución de las monedas nacionales por una divisa común para la región, diferente de las monedas de los países miembros o del dólar de Estados Unidos, por ejemplo. En este sentido, se reconoce teóricamente que la rigidez cambiaria, derivada de la adopción de un régimen con una moneda única creada, trae consigo la minimización de los costos de las transacciones que se realizan a lo interno de la región debido a la eliminación del riesgo 6 cambiario y del intercambio de monedas. De igual manera, facilita una mejor asignación de los recursos del sistema financiero ya que el sistema estabiliza las tasas de interés y la inflación. Y, por último, crea un entorno que favorece el desarrollo del comercio y de los flujos de inversión y estimula el crecimiento económico, mejora la credibilidad de la gestión pública sobre la economía y fortalece la estabilidad política de los países. No obstante, entre los costos asociados a la adopción de una moneda común, a diferencia de un régimen monetario independiente, se encuentra la eliminación de la discrecionalidad de los bancos centrales para la implementación de la política monetaria y cambiaria, debido a que esta es delegada a una autoridad monetaria (el banco central de la unión monetaria) responsable de emitir y poner en circulación la nueva moneda común. Esto aumentaría las pérdidas de los países cuando existan shocks asimétricos que afecten las economías de maneras diversas o en periodos de tiempo diferentes. Así, el presente trabajo se encuentra organizado de la siguiente manera: a continuación, se presenta el modelo donde se comparan teóricamente los costos y beneficios de la adopción de una moneda común versus los de una política monetaria independiente. En la sección 3 se describe la información estadística, mientras que en la cuarta sección se discuten los principales resultados de la investigación empírica. Y, finalmente, en la última sección se presentan las principales conclusiones. 2. Discusión teórica El análisis empírico de este trabajo se sustenta en el modelo propuesto por Clarida, Galí y Gertler (1999) y utilizado más recientemente por Karras (2002, 2003, 2003b, 2005, 2012), Mora (2006), Furceri y Karras (2008) y Hurtado y Mora (2018). Este modelo permite reconocer las características de una política monetaria óptima, entendiendo que esta influye de manera significativa en la evolución de la economía real a corto plazo y que la elección entre las alternativas de gestión monetaria que tiene un país o un grupo de estos genera importantes consecuencias en la actividad agregada. El modelo permite identificar los costos y beneficios de formar parte de una unión monetaria, tomando en cuenta la variabilidad del producto del grupo de países interesados en avanzar hacia la moneda única versus los costos y beneficios de llevar a cabo una política monetaria a discreción. Considerando los efectos de la integración económica en el nivel de autonomía e independencia de la política monetaria, este enfoque metodológico, a diferencia de otras alternativas para evaluar la posibilidad de conformar un área monetaria óptima, incluye una oferta agregada con mayor especificación y una estructura dinámica más amplia (Karras, 2002, 2003, 2003b, 2005). En este sentido, siguiendo a Karras (2002, 2003, 2003b, 2005, 2012), Mora (2006), Furceri y Karras (2008), y Hurtado y Mora (2018) se supone que existen N economías ( 𝑖 = 1, 2, … , 𝑁) y en cada una de ellas la función de pérdida de la autoridad monetaria toma la forma de: 7 1 𝐿𝑖 = 2 𝐸𝑡 {∑ ∞ 𝛽 𝑗 [𝑎𝑖 (𝑦𝑖,𝑡+𝑗 − 𝑘𝑖 )2 + 𝜋 2 𝑖,𝑡+𝑗 ]} 𝑗=0 (1) Donde yi es el producto real (en desviaciones de su tendencia), πi es la tasa de inflación, ai es el peso relativo otorgado a las desviaciones del producto (ai > 0) y ki es la distancia con respecto a la meta de producción de cada país i. En este particular se supone k ≥ 0 cuando se evidencian distorsiones debido a las imperfecciones de los mercados y al impacto de los impuestos en el funcionamiento de la economía real y Et y β son, respectivamente, la esperanza matemática y el factor de descuento. Para cada economía, supóngase que la oferta agregada está dada por la siguiente curva de Phillips aumentada por expectativas: 𝜋𝑖,𝑡 = λ𝑖 𝑦𝑖,𝑡 + 𝐸𝑡 𝜋𝑖,𝑡+1 + 𝑢𝑖,𝑡 (2) 𝑦𝑖,𝑡 = 𝜗𝑖 (𝜋𝑖,𝑡 − 𝐸𝑡 𝜋𝑖,𝑡+1 ) + 𝑣𝑖,𝑡 (3) donde λ𝑖 > 0, 𝑢𝑖,𝑡 = ∅𝑖 𝑢𝑖,𝑡−1 + 𝑧𝑖,𝑡 , 0 < ∅𝑖 < 1 y 𝑧𝑖,𝑡 ~𝑖𝑖𝑑(0, 𝑡𝑖2 ). Esta ecuación también puede escribirse en forma de oferta agregada como: donde 𝜗𝑖 = 1/λ𝑖 y 𝑣𝑖,𝑡 = −𝑢𝑖,𝑡 /λ𝑖 . Tomando en cuenta que 𝑣𝑖,𝑡 = ∅𝑖 𝑣𝑖,𝑡−1 − λ𝑖 −1 𝑧𝑖,𝑡 , ello implica que: σ2𝑖 ≡ 𝑉𝑎𝑟(𝑣𝑖,𝑡 ) = 𝑡𝑖2 [λ2𝑖 (1 − ∅2𝑖 )]−1 (4) Utilizando esta información, a continuación se describen las implicaciones teóricas de los efectos de ejercer a discreción una política monetaria independiente versus los efectos de la adopción de una moneda común en la región. 2.1 Política Monetaria Independiente En esta primera alternativa los bancos centrales mantienen su independencia y autonomía para implementar la política monetaria. Dentro del contexto del modelo antes esbozado, ello implica minimizar la ecuación (1) sujeta a la restricción (2) lo que permite derivar la siguiente función de la acción discrecional de las autoridades monetarias: y 𝑎 𝑎 𝜋𝑖,𝑡 𝐼𝑁𝐷 = 𝑎𝑖 𝑞𝑖 𝑢𝑖,𝑡 + λ𝑖 𝑘𝑖 = −𝑎𝑖 𝑞𝑖 λ𝑖 𝑣𝑖,𝑡 + λ𝑖 𝑘𝑖 𝑖 𝑦𝑖,𝑡 𝐼𝑁𝐷 = −λ𝑖 𝑞𝑖 𝑢𝑖,𝑡 = λ2𝑖 𝑞𝑖 𝑣𝑖,𝑡 𝑖 (5) (6) donde el superíndice IND describe los resultados obtenidos en materia de inflación y producción mediante el uso de política monetaria independiente y 𝑞𝑖 = [λ2𝑖 + 𝑎𝑖 (1 − 𝛽∅𝑖 )]−1. El comportamiento de la economía se explica por el promedio (tendencia) de la tasa de inflación, que es igual a: 8 𝜋̅𝑖𝐼𝑁𝐷 = 𝑎𝑖 𝑘𝑖 λ𝑖 (7) y la volatilidad del producto (ciclo de la economía) dada por: 𝑉𝑎𝑟(𝑦𝑖𝐼𝑁𝐷 ) = λ4𝑖 [λ2𝑖 + 𝑎𝑖 (1 − 𝛽∅𝑖 )]−2 𝜎𝑖2 (8) De acuerdo con estos resultados, se espera que el sesgo inflacionario aumente con el peso relativo asignado a las desviaciones del producto (𝑎), la meta de producción que tengan las autoridades (𝑘) y la pendiente de la oferta agregada (𝜗𝑖 = 1/λ). En este sentido, aquí se plantea una disyuntiva entre la tasa de inflación y la variabilidad del producto: si 𝑎 es muy baja, denotando que el banco central es muy conservador en el sentido de otorgar un mayor peso relativo a la inflación que al producto, el promedio de inflación será muy bajo pero el producto será muy inestable. Por su parte, cuando la autoridad monetaria da un mayor peso relativo al producto, 𝑎 será alto, lo que implica que la evolución de la producción será más estable, pero con una mayor tasa de inflación. 2.2 Moneda común Supóngase ahora que el conjunto de países del MERCOSUR decide avanzar hacia la integración monetaria. La alternativa que se plantea en este documento consiste en la creación de una nueva moneda, llámese Sureño1 y el ejercicio de la política monetaria es delegada a una autoridad monetaria supranacional, un banco central común para todos los países miembros. Como resultado de esta propuesta y generalizando las ecuaciones (1) y (2), la función de pérdida del banco central común podría ser escrita como: ∞ 1 𝐿𝑀 = 𝐸𝑡 {∑ 𝛽 𝑗 [𝑎𝑀 (𝑦𝑀,𝑡+𝑗 − 𝑘𝑀 )2 + 𝜋 2 𝑀,𝑡+𝑗 ]} 2 𝑗=0 donde el subíndice M indica los valores de las variables y parámetros del MERCOSUR. Y la oferta agregada regional se convertiría en 𝜋𝑀,𝑡 = λ𝑀 𝑦𝑀,𝑡 + 𝐸𝑡 𝜋𝑀,𝑡+1 + 𝑢𝑀,𝑡 Así, para el país i, en equilibrio, la ecuación (5) se reduce a 𝜋𝑖,𝑡 𝑁𝑀 = 𝜋𝑀,𝑡 = 𝑎𝑀 𝑞𝑀 𝑢𝑀,𝑡 + 𝑎𝑀 𝑎𝑀 𝑘𝑀 = −𝑎𝑀 𝑞𝑀 λ𝑀 𝑣𝑀,𝑡 + 𝑘 λ𝑀 λ𝑀 𝑀 A finales de la década de los 80s se presentó la primera propuesta de unificación monetaria con una moneda denominada Gaucho (Protocolo N° 20 sobre moneda y financiamiento entre Brasil y Argentina, 17 de julio de 1987). 1 9 que al sustituirse en la ecuación (3) resulta en: 𝑁𝑀 𝑦𝑖,𝑡 = −𝑎𝑀 𝑞𝑀 (1 − ∅𝑀 )𝑣𝑀,𝑡 + 𝑣𝑖,𝑡 (9) donde el superíndice NM describe los resultados de la adopción del sureño como la nueva moneda común del bloque. Así, bajo el Banco Central Común del MERCOSUR, el producto de cada país del bloque es afectado por sus propios shocks, 𝑣𝑖,𝑡 , y también por los shocks regionales, 𝑣𝑀,𝑡 , esto debido a que los choques que afectan a la región son transmitidos a todos los países del bloque mediante la gestión de política monetaria que realiza el banco central común. De esta manera, la tasa de inflación de cada uno de los países participantes de la unión monetaria vendría dada por: 𝜋̅𝑖𝑁𝑀 = mientras que la volatilidad del producto por: 𝑎𝑀 𝑘𝑀 λ𝑀 2 2 (1 2 𝑞𝑀 − ∅𝑀 )2 𝜎𝑀 𝑉𝑎𝑟(𝑦𝑖𝑁𝑀 ) = 𝑎𝑀 + 𝜎𝑖2 − 2𝑎𝑀 𝑞𝑀 (1 − ∅𝑀 )𝜌𝑖,𝑀 𝜎𝑖 𝜎𝑀 (10) (11) donde 𝜌𝑖,𝑀 ≡ 𝑐𝑜𝑟𝑟(𝑣𝑖,𝑡 , 𝑣𝑀,𝑡 ). Estas ecuaciones permiten identificar los costos y beneficios de la implementación del sureño en el marco de creación de una unión monetaria en MERCOSUR. Así, destaca que, al comparar las ecuaciones (7) y (10), la unión monetaria reduciría la tasa de inflación promedio de los países participantes si el Banco Central Común del MERCOSUR sigue una política conservadora (𝑎𝑀 < 𝑎𝑖 y 𝑘𝑀 < 𝑘𝑖 ), en comparación a la tasa de inflación que cada país alcanzaría si la política monetaria fuera conducida por los bancos centrales locales de manera independiente. Por otra parte, destaca de la ecuación (11) que la variabilidad del producto de cada país que participa de la unión monetaria esta inversamente relacionada a la correlación de los ciclos económicos de los distintos países que conforman la región. En este sentido, la integración monetaria puede aumentar la volatilidad del producto de cada país en la medida que estos tengan grandes diferencias en sus ciclos económicos. La reducción de este costo de la unificación monetaria pasa por reconocer una mayor correlación de los ciclos económicos de los países participantes, mientras que son beneficios de este tipo de integración económica el efecto en las tasas de inflación y la mayor estabilidad de precios entre estos. Desde la perspectiva monetarista, la creación de una unión monetaria, además de los beneficios cambiarios y de costos de transacción, puede convertir los costos en beneficios al disminuir las asincronías de los ciclos económicos, promoviendo así la convergencia económica. 3. Información estadística Para cuantificar los costos y beneficios de las alternativas de integración monetaria que tiene el MERCOSUR se utiliza la información estadística de las variables Producto Interno Bruto real per-cápita (𝑃𝐼𝐵𝑝𝑐), tasa de cambio nominal (𝑒) y tasa de inflación (𝜋), disponible en 10 los Indicadores de Desarrollo Mundial del Banco de Datos del Grupo Banco Mundial2 y en las Estadísticas Financieras Internacionales del Fondo Monetario Internacional.3 El conjunto de datos así compilados incluye cuatro economías: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay para el periodo 1980 a 2017. No se incluye a Bolivia y Venezuela, porque la primera todavía no es miembro pleno del organismo y la segunda porque se encuentra sancionada por el MERCOSUR desde el 2017. Para la construcción de las tasas de depreciación e inflación se utilizó el método tradicional, mediante la tasa de crecimiento simple: (xi,t- xi,t-1 )/xi,t-1, obteniéndose el dato anual del nivel de las tasas de inflación y de la tasa de depreciación de la moneda local respecto al dólar estadounidense, ∆𝑒. En cuanto a la estimación del componente cíclico del 𝑃𝐼𝐵𝑝𝑐, este se realizó de dos maneras: 1) mediante la tasa de crecimiento, 𝑔, del 𝑃𝐼𝐵𝑝𝑐, por diferencia simple, (𝑃𝐼𝐵𝑝𝑐,𝑖,𝑡− 𝑃𝐼𝐵𝑝𝑐,𝑖,𝑡−1 )/𝑃𝐼𝐵𝑝𝑐,𝑖,𝑡−1 ; y 2) mediante el filtro de Paso de Banda propuesto Baxter y King (1999). Dado que se cuenta con observaciones de frecuencia anual, para la extracción del componente cíclico mediante este filtro se usó un valor de 2 para la frecuencia baja, 8 para la frecuencia alta y 3 como orden de aproximación. 4. Resultados La creación y uso de una nueva moneda común, que no sea el dólar ni ninguna de las monedas de curso legal de las economías del bloque, implica que los países miembros de MERCOSUR deben hacer, por un lado, sacrificios a lo interno de cada economía y, por el otro, deben alcanzar acuerdos políticos y consensos en materia económica con los otros países. En ese sentido, todas las decisiones de política monetaria y de coordinación de políticas económicas se deben delegar al banco central común, que es y será la institución responsable de la emisión de la nueva moneda, así como el encargado de velar por el crecimiento económico y la estabilidad de los precios en todas y cada una de las economías participantes. El cuadro 1 presenta los promedios y desviaciones estándar de las variables que miden el ciclo económico, la depreciación de las monedas locales frente al dólar y el comportamiento de los precios en cada uno de los países durante el periodo 1980 - 2017. De acuerdo con estos resultados, los países miembros de MERCOSUR no han mostrado un elevado crecimiento económico interanual promedio en general; no obstante, se puede destacar que Uruguay y Paraguay muestran las tasas de crecimiento económico del PIB per-cápita más elevadas. De igual manera, también son Brasil y Argentina (intercambiando posiciones) los países que muestran la menor estabilidad de los precios y la mayor depreciación de sus monedas de curso legal; sin embargo, Paraguay es ahora el país que ha presentado durante el periodo 2 Integrado por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), la Asociación Internacional de Fomento (AIF), la Corporación Financiera Internacional (IFC), el Organismo Multilateral de Garantía e Inversiones (MIGA), y el Centro de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI). Dicho Banco de Datos está disponible en: http://databank.bancomundial.org/data/home.aspx 3 http://data.imf.org/?sk=4C514D48-B6BA-49ED-8AB9-52B0C1A0179B 11 mayor estabilidad de los precios y menor tasa de depreciación de su moneda. Claramente se observa una división del grupo en dos bloques a partir del alcance a nivel doméstico de los objetivos de baja inflación y crecimiento económico, donde Uruguay y Paraguay comparten el hecho de una historia de estabilidad de precios, de tasa de cambio y de crecimiento económico, mientras que Argentina y Brasil se han caracterizado por su baja credibilidad en la ejecución de su política antiinflacionaria. En ese sentido, la adopción del sureño representa para Uruguay y Paraguay costos elevados al entregar la discrecionalidad de su política monetaria a un banco central común mientras que Argentina y Brasil, por el contrario, podrían verse altamente beneficiados. Cuadro 1. Crecimiento económico, ciclo económico, tasa de cambio nominal e inflación. 1980-2017 Argentina 𝑔 0,740 √𝑣𝑎𝑟(𝑔) 5,51 𝐶𝐵−𝐾 0,687 √𝑣𝑎𝑟(𝐶𝐵𝑃 ) 291,0 Δ𝑒 454,0 √𝑣𝑎𝑟(Δ𝑒) 2180 𝜋 216,0 √𝑣𝑎𝑟(𝜋) Brasil 0,869 3,33 19,9 184,0 272,0 547,0 317,0 682 Paraguay 1,60 3,46 3,16 78,2 13,4 28,4 12,5 8,79 Uruguay 1,89 4,79 3,41 241,0 28,8 40,1 31,1 30,7 País 589 Fuente: Cálculos propios basados en información extraída de las bases de datos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. g: Tasa de crecimiento promedio del 𝑃𝐼𝐵𝑟𝑝𝑐. ∆e: Tasa de depreciación promedio de la moneda local respecto al dólar. π: Tasa promedio de inflación. CB-K: Componente cíclico calculado a partir del filtro de paso de banda de Baxter y King (1999). Otro aspecto por considerar para que una nueva moneda común sea efectiva está relacionado con las simetrías de las economías. Las sincronías entre los ciclos económicos y la presencia de shocks comunes pueden representar grandes beneficios derivados de la adopción del sureño. Los cuadros 2 y 3 muestran las correlaciones entre las tasas de crecimiento y las variaciones cíclicas del producto real per-cápita. De acuerdo con estos cuadros se puede destacar que, en primer lugar, todos los países exhiben coeficientes de correlación positivos; en segundo lugar, Uruguay tiene con el resto de los países los coeficientes de correlación más elevados y, finalmente, Argentina es el país que exhibe los menores coeficientes de correlación con sus vecinos. En este sentido, es importante señalar que el hecho de que las fluctuaciones cíclicas estén positivamente correlacionadas implica que estas economías tienden a enfrentar shocks comunes y, por tanto, la adopción de una moneda común podría representar beneficios importantes para todos. 12 Cuadro 2. Correlación de las tasas de crecimiento del 𝑃𝐼𝐵𝑝𝑐 entre los países del MERCOSUR. 1980 – 2017 Argentina Brasil Paraguay Uruguay Argentina 1,000 Brasil 0,305 1,000 Paraguay 0,217 0,380 1,000 Uruguay 0,548 0,451 0,590 1,000 Fuente: Cálculos propios basados en información extraída de las bases de datos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Cuadro 3. Correlación del componente cíclico del 𝑃𝐼𝐵𝑝𝑐 entre los países del MERCOSUR utilizando el filtro de Baxter-King. 1980 - 2017 Argentina Brasil Paraguay Uruguay Argentina 1,000 Brasil 0,297 1,000 Paraguay 0,220 0,512 1,000 Uruguay 0,559 0,511 0,572 1,000 Fuente: Cálculos propios basados en información extraída de las bases de datos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Por otra parte, en el cuadro 4 se presenta el nivel de correlación de las tasas de inflación entre los países del mercado común suramericano. Los resultados muestran: 1) Tasas de correlación elevadas y positivas; 2) Uruguay, Paraguay y Brasil tienen ciclos inflacionarios más correlacionados entre ellos que con Argentina; y 3) Paraguay y Uruguay presentan la correlación entre los ciclos de la inflación más elevada de todos los países. Estos resultados sugieren que la gestión de política monetaria a nivel regional disminuye la vulnerabilidad de la zona a los shocks asimétricos. Cuadro 4. Correlación de tasas de inflación entre los países del MERCOSUR. 1980 - 2017 Argentina Brasil Paraguay Uruguay 1,000 Argentina 0,582 1,000 Brasil 0,587 0,663 1,000 Paraguay 0,583 0,659 0,923 1,000 Uruguay Fuente: Cálculos propios basados en información extraída de las bases de datos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. 13 Cuadro 5. Correlación de tasas de depreciación entre los países del MERCOSUR. 1980 - 2017 Argentina Brasil Paraguay Uruguay 1,000 Argentina 0,349 1,000 Brasil 0,664 0,249 1,000 Paraguay 0,265 0,339 0,384 1,000 Uruguay Fuente: Cálculos propios basados en información extraída de las bases de datos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Con respecto a la correlación de las tasas de depreciación de las monedas locales frente al dólar de Estados Unidos, el cuadro 5 muestra que todos los países tienen coeficientes de correlación positivos. Por un lado, destacan Paraguay y Uruguay y, por el otro, Argentina y Brasil como los países con ciclos del tipo de cambio nominal más correlacionados. En este sentido, se puede concluir que la región es susceptible a enfrentar las mismas perturbaciones del tipo de cambio nominal. El análisis comparado de los costos y beneficios permite destacar que existen correlaciones positivas en el ciclo económico, en la tasa de inflación y en la tasa de depreciación de las monedas entre los países del MERCOSUR. Esto fortalece la viabilidad de la creación de una moneda única y del banco central regional en el marco de la integración monetaria del bloque. Para potenciar los beneficios que traería la implementación de esta propuesta de unificación monetaria es necesario destacar que la existencia de shocks comunes que influyen de manera simétrica en las economías de la región debe ser atendida mediante un banco central regional con un bajo sesgo inflacionario, capaz de corregir las diferencias en los ciclos inflacionarios del bloque, garantizando baja inflación y estabilidad de precios para todos los países miembros. Ante estos resultados, esta alternativa es deseable y potencialmente viable. Los resultados presentados previamente se basan en una muestra de 38 años en los que las economías del bloque se han visto severamente afectadas por diversos problemas, en especial durante la primera y gran parte de la segunda década del periodo en estudio. Por esta razón, se considera que estos fenómenos pudieran estar influyendo negativamente en los resultados obtenidos y obliga necesariamente a dar una mirada más profunda a periodos específicos. En ese sentido se propone dividir la muestra en dos periodos de tiempo de igual longitud. El primero abarca los años comprendidos entre 1980 y 1998 y el segundo cubre el periodo 1999 – 2017. Periodo 1980 – 1998. Inestabilidad, hiperinflación y bajo crecimiento económico El cuadro 6 presenta resultados muy similares con respecto a los mostrados en el cuadro 1: bajo crecimiento. Por un lado, Uruguay y Paraguay presentan las tasas de crecimiento 14 promedio más elevadas, las menores tasas de depreciación de las monedas locales y las menores tasas de inflación. Y, por otro lado, elevada variabilidad de los precios y profundas crisis cambiarias observadas en Argentina y Brasil durante el periodo. Cuadro 6. Crecimiento económico, ciclo económico, tasa de cambio nominal e inflación. 1980-1998 Argentina 𝑔 0,559 √𝑣𝑎𝑟(𝑔) 5,08 𝐶𝐵−𝐾 -18,30 √𝑣𝑎𝑟(𝐶𝐵𝑃 ) 253,0 Δ𝑒 909,0 √𝑣𝑎𝑟(Δ𝑒) 3110,0 𝜋 414,0 √𝑣𝑎𝑟(𝜋) Brasil 0,524 3,8 8,23 223,0 551,0 687,0 645,0 873,0 Paraguay 1,52 3,42 14,00 82,90 22,6 35,40 18,7 8,51 Uruguay 1,58 5,49 -6,11 269,0 51,9 42,50 55,3 27,8 País 795,0 Fuente: Cálculos propios basados en información extraída de las bases de datos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. g: Tasa de crecimiento promedio del 𝑃𝐼𝐵𝑟𝑝𝑐. ∆e: Tasa de depreciación promedio de la moneda local respecto al dólar. π: Tasa promedio de inflación. CB-K: Componente cíclico calculado a partir del filtro de paso de banda de Baxter y King (1999). Con respecto a los coeficientes de correlación de los ciclos económicos (véanse los cuadros 7 y 8), durante este periodo se observa, primero, que las tasas de correlación no son todas positivas; Paraguay y Argentina tienen una tasa de correlación de -0,298 (-0,276 en el caso del componente cíclico). Segundo, las tasas de correlación positivas son relativamente bajas, con excepción de Uruguay y Paraguay (que es superior a 0,50) y, finalmente, Uruguay es la economía que tiene los coeficientes de correlación más elevados con el resto de los países. Cuadro 7. Correlación de las tasas de crecimiento del 𝑃𝐼𝐵𝑝𝑐 entre los países del MERCOSUR. 1980 – 1998. Argentina Brasil Paraguay Uruguay Argentina 1,000 Brasil 0,145 1,000 Paraguay -0,298 0,401 1,000 Uruguay 0,391 0,448 0,540 1,000 Fuente: Cálculos propios basados en información extraída de las bases de datos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. 15 Cuadro 8. Correlación de los componentes cíclicos del 𝑃𝐼𝐵𝑝𝑐 entre los países del MERCOSUR. 1980 – 1998. Argentina Brasil Paraguay Uruguay Argentina 1,000 Brasil 0,174 1,000 Paraguay -0,276 0,521 1,000 Uruguay 0,366 0,569 0,639 1,000 Fuente: Cálculos propios basados en información extraída de las bases de datos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Con relación a las tasas de correlación entre las tasas de inflación que se muestran en el cuadro 9, se observa que estas son muy bajas y no significativas, con excepción de la de Paraguay y Argentina. No obstante, lo contrario se observa con respecto a los coeficientes de correlación entre las tasas de depreciación de las monedas locales (ver cuadro 10). Estos coeficientes son todos positivos y estadísticamente significativos, patrón que coincide con los resultados mostrados en el cuadro 5. Cuadro 9. Correlación de tasas de inflación entre los países del MERCOSUR. 1980 – 1998. Argentina Brasil Paraguay Uruguay Argentina 1,000 Brasil 0,290 1,000 Paraguay 0,710 0,107 1,000 Uruguay 0,200 0,071 0,118 1,000 Fuente: Cálculos propios basados en información extraída de las bases de datos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Cuadro 10. Correlación de tasas de depreciación entre los países del MERCOSUR. 1980 – 1998. Argentina Brasil Paraguay Uruguay Argentina 1,000 Brasil 0,504 1,000 Paraguay 0,550 0,564 1,000 Uruguay 0,531 0,528 0,889 1,000 Fuente: Cálculos propios basados en información extraída de las bases de datos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Periodo 1999 – 2017. Cambios políticos Los cambios políticos dominaron el escenario de América Latina y en especial de los países miembros de MERCOSUR durante este periodo. Esto retrasó las negociaciones sobre la dirección y los cambios necesarios para llevar a cabo una integración mucho más profunda a lo interno del mercado común. A la luz de esas condiciones, se evalúa cómo estos cambios 16 políticos pudieran haber afectado las condiciones que hoy son elementos importantes para la conformación de una unión monetaria en el bloque. De acuerdo con los resultados presentados en el cuadro 11, las tasas de crecimiento promedio y del comportamiento del ciclo económico mejoraron sustancialmente con respecto al periodo anterior, aunque se mantuvo el patrón de ser Uruguay el país con la mayor y Argentina con la menor tasa de crecimiento. La variabilidad de este crecimiento también disminuyó. De igual manera, las tasas de inflación y las tasas de depreciación de las monedas de los países miembros de MERCOSUR se redujeron a dos dígitos o menos, a pesar de la crisis cambiaria de Argentina durante los últimos años de la década de los 90s y los primeros años de este siglo. Cuadro 11. Crecimiento económico, ciclo económico, tasa de cambio nominal e inflación. 1999-2017. Argentina 𝑔 0,92 √𝑣𝑎𝑟(𝑔) 6,05 𝐶𝐵−𝐾 -11,8 √𝑣𝑎𝑟(𝐶𝐵𝑃 ) 333,0 Δ𝑒 22,60 √𝑣𝑎𝑟(Δ𝑒) 53,00 𝜋 18,40 √𝑣𝑎𝑟(𝜋) Brasil 1,21 2,85 25,9 161,0 7,77 23,60 6,56 2,53 Paraguay 1,68 3,58 -18,4 74,2 4,72 16,50 6,55 3,21 Uruguay 2,21 4,10 -17,4 203,0 6,93 21,60 8,23 3,48 País 12,10 Fuente: Cálculos propios basados en información extraída de las bases de datos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. g: Tasa de crecimiento promedio del 𝑃𝐼𝐵𝑟𝑝𝑐. ∆e: Tasa de depreciación promedio de la moneda local respecto al dólar. π: Tasa promedio de inflación. CB-K: Componente cíclico calculado a partir del filtro de paso de banda de Baxter y King (1999). Tornando la atención a los coeficientes de correlación de los ciclos económicos (véase los cuadros 12 y 13), es importante destacar, en primer lugar, que las tasas de correlación son positivas y mucho más elevadas que durante el primer periodo. Es decir, que los ciclos económicos de estas economías están bastante sincronizados. En segundo lugar, son Uruguay y Argentina los países cuyos ciclos se han alineado más con los ciclos de sus vecinos. Y, tercero, que Brasil es el país con los coeficientes de correlación más bajos, destacándose que no llega a superar el 40% con Paraguay. Cuadro 12. Correlación de las tasas de crecimiento del 𝑃𝐼𝐵𝑝𝑐 entre los países del MERCOSUR. 1999 - 2017 Argentina Brasil Paraguay Uruguay Argentina 1,000 Brasil 0,499 1,000 Paraguay 0,628 0,365 1,000 Uruguay 0,754 0,447 0,672 1,000 Fuente: Cálculos propios basados en información extraída de las bases de datos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. 17 Cuadro 13. Correlación de los componentes cíclicos del 𝑃𝐼𝐵𝑝𝑐 entre los países del MERCOSUR. 1999 - 2017 Argentina Brasil Paraguay Uruguay Argentina 1,000 Brasil 0,477 1,000 Paraguay 0,564 0,569 1,000 Uruguay 0,687 0,516 0,448 1,000 Fuente: Cálculos propios basados en información extraída de las bases de datos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Contrario a lo que se observó en el periodo anterior con respecto a la correlación entre los ciclos de la inflación, el cuadro 14 muestra que la tasa de inflación en la Argentina no está significativamente correlacionada con las del resto de los países y que, de hecho, se observan cambios importantes en los signos de esas correlaciones, como ocurre entre Paraguay y Argentina cuyo coeficiente alcanzó el valor de -0,298. Uruguay sigue siendo el país que tiene las mayores tasas de correlación con el resto de los países, aunque con la de Argentina es relativamente muy baja. Por último, la historia es completamente diferente cuando se miran los coeficientes de correlación entre las tasas de depreciación de las monedas de estos países, tal como muestra el cuadro 15; estas son todas positivas y bastante elevadas siendo Uruguay el país que presenta los más altos coeficientes. Cuadro 14. Correlación de las tasas de inflación entre los países del MERCOSUR. 1999 – 2017. Argentina Brasil Paraguay Uruguay Argentina 1,000 Brasil 0,055 1,000 Paraguay -0,298 0,453 1,000 Uruguay 0,304 0,768 0,463 1,000 Fuente: Cálculos propios basados en información extraída de las bases de datos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Cuadro 15. Correlación de las tasas de depreciación entre los países del MERCOSUR. 1999 - 2017 Argentina Brasil Paraguay Uruguay Argentina 1,000 Brasil 0,547 1,000 Paraguay 0,735 0,782 1,000 Uruguay 0,886 0,731 0,824 1,000 Fuente: Cálculos propios basados en información extraída de las bases de datos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. 18 5. Conclusiones El análisis empírico aquí realizado permitió identificar los costos y beneficios de las alternativas de unificación monetaria que tiene el MERCOSUR ante la propuesta de adoptar una moneda común como el sureño. Crear e implementar una moneda común a nivel regional es una opción deseable y altamente factible debido a la correlación positiva entre los ciclos económicos, el bajo sesgo inflacionario observado en el segundo periodo de la muestra y en la elevada correlación positiva entre las tasas de depreciación de las monedas de los países del bloque. La creación de una institución supranacional responsable de la política monetaria común puede producir más beneficios que costos a los países de la región debido al bajo sesgo inflacionario, la baja volatilidad cambiaria y a la mayor sincronización de los ciclos económicos. Estos beneficios podrían traducirse en un aumento del crecimiento económico y del comercio intra-bloque debido a la disminución de los riesgos cambiarios y los costos de transacción. No obstante, es importante señalar que la aceptación de esta propuesta implica necesariamente que los acuerdos políticos y el diseño de las instituciones debe ser cuidadosamente estudiado y trabajado. La crisis del Euro y el debilitamiento de la Unión Monetaria Europea de los últimos años deben ser referentes que deben tenerse muy presentes en el diseño y creación de instituciones regionales fuertes, donde se destaque la necesidad de un mayor control fiscal por parte de los países miembros y sea imperiosa la necesidad de coordinar las políticas macroeconómicas a lo interno del MERCOSUR para disminuir así los impactos que las asimetrías pudieran generar en la región. 6. Referencias Baxter, M. y King, R. G. (1999). "Measuring Business Cycles: Approximate Band-Pass Filters for Economic Time Series". Review of Economics and Statistics, 81, November, 575-593. Clarida, R.; Galí, J. y Gertler, M. (1999). “The Science of Monetary Policy: A New Keynesian Perspective”. 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