Este artículo es copia fiel del publicado en la revista Nueva Sociedad No 282,
julio-agosto de 2019, ISSN: 0251-3552, <www.nuso.org>.
Enemigos internos:
democracia y
amenazas de
autocratización
La actual crisis de la democracia a
escala global puede distinguirse de
anteriores olas de retrocesos
democráticos. En la mayoría de
los casos, los quiebres provienen
de líderes políticos surgidos de
elecciones, que intentan
concentrar el poder deteriorando
los sistemas institucionales,
más que de golpes de Estado
tradicionales. Por eso resulta
importante pensar una metodología
dinámica para identificar y
caracterizar estas «tomas
Melis Gülboy laebens
graduales del poder».
L
a actual crisis de la democracia no se parece a las anteriores «olas» de
retroceso democrático. Más de la mitad de los países del mundo siguen
siendo democracias. Además, en comparación con anteriores periodos históricos de retroceso democrático, el cambio a escala global ha sido lento y cuantitativamente modesto1. Sin embargo, la crisis es real. A pesar de que pocos
regímenes democráticos pasaron a ser autocracias, muchas más democracias
están afectadas por la erosión gradual y por procesos de «autocratización»2,
que alcanzan incluso a algunas de las democracias más antiguas y pobladas
del mundo3. En muchos casos, este retroceso gradual es provocado por los
propios líderes elegidos democráticamente.
Melis Gülboy Laebens: se graduó en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales y Economía
en la Universidad de Boğaziçi (Estambul) y actualmente cursa el doctorado en la Universidad
de Yale. Analiza de manera comparativa los procesos de autocratización en Turquía, Europa del
Este y América Latina.
Palabras claves: autocratización, democracia, Poder Ejecutivo, toma del poder.
1. Anna Lührmann y Staffan I. Lindberg: «A Third Wave of Autocratization is Here: What Is New
about It?» en Democratization vol. 26 No 4, 2019.
2. Ibíd.
3. A. Lührmann et al.: «State of the World 2017: Autocratization and Exclusion?» en Democratization vol. 25 No 8, 2018.
Nueva Sociedad 282
136
Melis Gülboy Laebens
Los líderes del Poder Ejecutivo se vuelven una amenaza autocrática cuando
para mantenerse en el poder intentan restringir libertades, así como debilitar
sistemas de control políticos y administrativos. A diferencia de los periodos
previos de retroceso democrático que se registraron en Europa entre las guerras mundiales y a escala global durante la Guerra Fría, hoy la amenaza principal para la democracia no está constituida por la polarización ideológica de
la población, las elites tradicionales que intentan proteger sus privilegios o los
militares4. En el mundo contemporáneo, la mayor amenaza para la democracia
proviene de los líderes elegidos bajo reglas de juego democráticas, algunos de
los cuales buscan apropiarse gradualmente de poderes cada vez más amplios.
Estos líderes no solo llegan al gobierno y se mantienen en él mediante elecciones, sino que además utilizan el apoyo popular para ampliar sus poderes.
Paradójicamente, instrumentalizan el proceso electoral para desmantelar las
normas e instituciones que permiten que las elecciones sean justas y libres. En
algunos casos, como en Venezuela o Turquía, los abusos del gobierno llegan a
tal punto que a pesar de tener elecciones que pueden incluso ser competitivas,
el régimen político termina siendo fundamentalmente autocrático.
Ciertamente, no todos los gobernantes que se propusieron debilitar las instituciones que ponen límites a su poder causaron un quiebre de la democracia.
Los métodos de Hugo Chávez o Recep Tayyip Erdoğan, quienes expandieron
sus poderes apoyándose en su popularidad y su control del Poder Legislativo, no siempre funcionaron en otros contextos. Y de hecho, la mayoría de los
gobernantes que intentaron aumentar y extender su poder debilitando el control que ejercen los otros poderes del Estado, la oposición y la sociedad civil
terminaron perdiéndolo debido a derrotas electorales, por no haber logrado
extender el límite a la reelección presidencial o porque se vieron forzados a
renunciar. O sea, no se convirtieron, o no pudieron convertirse, en autócratas.
En este artículo analizo la amenaza autocrática que constituyen líderes dispuestos a cambiar el régimen democrático para expandir sus poderes. Me
enfoco en gobernantes elegidos democráticamente que intentan eliminar en
forma gradual las restricciones a su poder, lo que incluye tanto a quienes lograron mantenerse en el poder incluso a costa del régimen democrático como
a aquellos que no lo lograron. El estudio de estos últimos casos «fallidos» es
importante para entender la crisis actual de la democracia y para evitar el
fatalismo frente a la ola de autocratización.
4. Esto no significa que no haya similitudes. Nancy Bermeo argumenta que también durante la
década de 1930 fueron las elites políticas, incluyendo en algunos casos los líderes de los partidos
políticos, las culpables de los quiebres de la democracia. N. Bermeo: Ordinary People in Extraordinary Times: The Citizenry and the Breakdown of Democracy, Princeton up, Princeton, 2003.
137
Tema CenTral
Enemigos internos: democracia y amenazas de autocratización
© Nueva Sociedad / Sol Undurraga 2019
Sol Undurraga Machicao nació en Chile y es ilustradora. Su libro La plage (L’Agrume, París,
2017) fue premiado en Italia y en Corea y fue traducido a varios idiomas. Ha trabajado para
editoriales de México, Suiza, Inglaterra, Francia, España, Chile y Colombia y para periódicos como El País (España) y revistas de Alemania, Chile y México. Vive en Berlín y es representada por la agencia Pencil. Página web: <www.solundurraga.com>.
Nueva Sociedad 282
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Melis Gülboy Laebens
Antes de seguir, es necesario aclarar algunos conceptos. A pesar de que la
autocratización impulsada por presidentes y primeros ministros elegidos democráticamente es reconocida como uno de los factores más relevantes para
la presente crisis de la democracia5, no hay consenso sobre cómo nombrar a
este fenómeno. Nancy Bermeo propone el concepto de «expansión del Poder Ejecutivo» (executive aggrandizement). Otros han propuesto términos más
accesibles pero que adscriben a los líderes un carácter autoritario antes de
que se despliegue el fenómeno. Estos incluyen «autócrata democráticamente
elegido» (elected autocrat)6 o «democrador», un término acuñado por Kim Lane
Scheppelle7. Entre los latinoamericanistas, Laura Gamboa Gutiérrez utiliza
«presidentes con aspiración hegemónica»8 y Aníbal Pérez-Liñán, Nicolás
Schmidt y Daniela Vairo, «hegemonía presidencial».
Para el presente análisis es apropiado usar un concepto que evite el determinismo. Los líderes no tienen un carácter intrínsecamente autoritario, sino que
de lo que se trata es de poner de relieve su aspiración a tener más poder y las
vías que utilizan para avanzar en su realización. Propongo usar el concepto
de «toma gradual del poder por parte de los
Hablar de «toma gradual
gobernantes» (gradual incumbent takeover)
modificando el concepto «toma del poder
del poder por un
por parte de los gobernantes» (incumbent
gobernante» pone el
takeover) de Milan W. Svolik9 para describir
acento en el agente y en la
retrocesos democráticos impulsados por
gradualidad del proceso
un líder que ocupa un cargo de elección
popular, y que suceden gradualmente, sin
de autocratización n
interrupción repentina del proceso electoral o suspensión de las instituciones del régimen democrático. Hablar de
«toma gradual del poder por un gobernante» pone el acento en el agente
y en la gradualidad del proceso de autocratización. Este concepto no evita
5. Larry Diamond: «Facing Up to the Democratic Recession» en Journal of Democracy vol. 26 No 1,
2015; N. Bermeo: «On Democratic Backsliding» en Journal of Democracy vol. 27 No 1, 2016, pp. 5-19.
6. Robert Kaufman y Stephan Haggard: «Democratic Decline in the United States: What Can
We Learn from Middle-Income Backsliding?» en Perspectives on Politics vol. 17 No 2, 2019; Steven
Levitsky y Daniel Ziblatt: Por qué mueren las democracias, Ariel, Barcelona, 2018.
7. K.L. Scheppele: «Worst Practices and the Transnational Legal Order (Or How to Build a Constitutional ‘Democratorship’ in Plain Sight)», University of Toronto, 2016.
8. L. Gamboa Gutiérrez: «Opposition at the Margins: Strategies against the Erosion of Democracy
in Colombia and Venezuela» en Comparative Politics vol. 49 No 4, 2017; A. Pérez-Liñán, N. Schmidt
y D. Vairo: «Presidential Hegemony and Democratic Backsliding in Latin America, 1925-2016»
en Democratization vol. 24 No 5, 2019.
9. M.W. Svolik: «Which Democracies Will Last? Coups, Incumbent Takeovers, and the Dynamic
of Democratic Consolidation» en British Journal of Political Science vol. 45 No 4, 2015.
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Tema CenTral
Enemigos internos: democracia y amenazas de autocratización
completamente el determinismo, pues describe el proceso en relación con su
punto de llegada: la toma del poder. Sin embargo, es preciso y transmite más
claramente el significado deseado.
n■■Tentativas de toma del poder: definición y usos
Hablar de tentativas de toma del poder supone dos distinciones teóricas. La
primera es entre aquellos líderes que intentan cambiar las reglas del régimen democrático para mantenerse en el poder y aquellos que no lo hacen.
La distinción es necesariamente simplista; sería más preciso decir que cada
gobernante se ubica en un continuo en función de su disposición a cambiar
las reglas del juego por interés propio y de los medios que está dispuesto a
usar para hacer esos cambios. Esa disposición latente puede ser consecuencia
de la personalidad y experiencia política del líder, y se verá favorecida o limitada por las circunstancias políticas. Sin embargo, como solo podemos medir
los intentos que se traducen en una iniciativa públicamente visible (y no la
disposición), la distinción binaria es más relevante en la práctica. La segunda
distinción es entre aquellos líderes cuyo intento resulta exitoso, lo que deriva
en una transición autocrática, y aquellos cuyo intento resulta fallido y que
terminan dejando su puesto sin que haya un quiebre de la democracia.
Conviene precisar qué debe hacer exactamente el titular del Poder Ejecutivo
para que se considere que intentó «tomar el poder gradualmente». Bermeo
describe la «ampliación del Poder Ejecutivo» como una erosión gradual de
los controles, lo cual impide la posibilidad de desafiar al líder desde la oposición10. Además, los cambios institucionales que llevan a la expansión del
Poder Ejecutivo se tienen que legitimar «democráticamente», por lo común
mediante el apoyo de una mayoría de los votantes o de los legisladores11.
Siguiendo la bibliografía disponible, defino la toma gradual del poder por
el presidente o primer ministro como una erosión de los controles del Poder
Ejecutivo que se efectúa en gran parte por el proceso institucional y/o gracias
al apoyo de mayorías electorales.
La definición divide en tres grupos a los presidentes y primeros ministros
elegidos en contiendas democráticas. El primer grupo lo conforman gobernantes que por lo general se contentan con los poderes demarcados por las
normas vigentes. Este grupo engloba a la gran mayoría de quienes fueron
10. N. Bermeo: «On Democratic Backsliding», cit., p. 10.
11. R. Kaufman y S. Haggard: ob. cit.
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Melis Gülboy Laebens
presidentes o primeros ministros en países democráticos. Los demás, es decir, los líderes que intentan hacer cambios institucionales para acumular más
poder y limitar la capacidad de otros actores para controlarlos, se dividen
en dos tipos: los que intentan hacer esos cambios basándose en mecanismos
democráticos disponibles y quienes están dispuestos a usar la fuerza militar
para lograrlo. En este artículo estudio el primero de estos subtipos, por lo que
dejo afuera casos de autogolpe como como el de Alberto Fujimori en Perú,
donde se usó el apoyo de las Fuerzas Armadas para suspender el proceso
democrático.
Operacionalizar la definición de tentativa de toma gradual del poder es complejo, porque la gradualidad y la legitimidad procedimental del proceso hacen
difícil ser concluyentes sobre las verdaderas intenciones de los gobernantes.
¿Cuáles son, entonces, los cambios institucionales críticos y observables para que
un titular de la rama ejecutiva pueda desprenderse gradualmente de restricciones institucionales sin suspender elecciones o cerrar la Legislatura?
Según los estudios disponibles, se configura una amenaza al régimen democrático cuando los gobernantes hacen cambios institucionales que a) debilitan
la rendición de cuentas (accountability) horizontal expandiendo sus propios
poderes12 y b) crean un desbalance en la competencia electoral en favor del
gobierno13. Esto significa que la autocratización causada por las ambiciones de
líderes elegidos democráticamente compromete dos pilares de la democracia
«liberal», aun cuando se sigan respetando los procedimientos institucionales
del régimen democrático, en particular, las limitaciones al poder del Estado
(especialmente el del Poder Ejecutivo) y los derechos civiles (principalmente
la libertad de expresión).
La rendición de cuentas horizontal, es decir, los controles que ejercen las otras
ramas del gobierno, la administración y las agencias estatales independientes
sobre la rama ejecutiva, tiene que ver con la capacidad de supervisión que
ejercen estas instituciones. Las estrategias para reducir esa capacidad incluyen,
entre otras, la injerencia del Poder Ejecutivo en el Judicial, cambiando la estructura de las cortes o sus reglamentos internos; el debilitamiento de la capacidad
12. Gamboa Gutiérrez solo considera cambios constitucionales. Ver L. Gamboa Gutiérrez: «Opposition at the Margins: the Erosion of Democracy in Latin America», tesis de doctorado, Universidad de Notre Dame, 2016 y «Opposition at the Margins: Strategies against the Erosion of
Democracy in Colombia and Venezuela», cit.
13. L. Gamboa Gutiérrez: «Opposition at the Margins: Strategies against the Erosion of Democracy in Colombia and Venezuela», cit., p. 460.
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Tema CenTral
Enemigos internos: democracia y amenazas de autocratización
del cuerpo legislativo y/o de legisladores individuales para oponerse a iniciativas del Ejecutivo o investigar sus decisiones y acciones; y un debilitamiento
de la supervisión fiscal para facilitar el uso político del gasto público.
Este tipo de cambios institucionales se vuelven realmente perniciosos para la
democracia cuando los líderes además socavan la capacidad de la oposición
para competir en elecciones. En otras palabras, cuando «inclinan la cancha» electoral14
El componente
en favor del partido en el poder. El compoelectoral le permite
nente electoral importa porque le permite al
al líder mantener la
líder mantener la apariencia de legitimidad
apariencia de legitimidad
democrática y disfrazar la acumulación personal de poder como la expresión política de
democrática n
la mayoría popular. Aumentar el control oficial sobre los medios de comunicación (muchas veces forzando cambios en
el mercado de medios), cambiar las reglas electorales y criminalizar la oposición (en una escala que se extiende desde acusaciones de difamación hasta
procesos por terrorismo) han sido los métodos más comunes para intentar
asegurar la superioridad electoral del partido de gobierno.
n■■Tentativas de toma gradual del poder
¿Cómo identificar a los gobernantes que intentaron tomar gradualmente el
poder? La estrategia a utilizar es un desafío porque queremos determinar
las tentativas, independientemente de si causan o no un quiebre de la democracia. Además, dada la multiplicidad de estrategias institucionales que los
gobernantes pueden usar, es difícil establecer una regla de inclusión basada
en la presencia de reformas institucionales específicas. Para desarrollar un
criterio sistemático, conviene empezar con una estrategia cualitativa basada
en el análisis de casos que ya han sido identificados por la bibliografía. Incluyo a todos los líderes mencionados por Alexander Baturo como casos de
«continuismo»15, por Larry Diamond como casos de «degradación del Poder
Ejecutivo» (executive degradation)16, por Bermeo como casos de «ampliación del
Poder Ejecutivo»17, por Scheppele como «democradores»18 y por Gamboa
14. Steven Levitsky y Lucan A. Way: Competitive Authoritarianism: Hybrid Regimes after the Cold
War, Cambridge up, Cambridge, 2010.
15. Alexander Baturo: Democracy, Dictatorship, and Term Limits, University of Michigan Press, Ann
Arbor, 2014.
16. L. Diamond: ob. cit.
17. N. Bermeo: «On Democratic Backsliding», ob. cit.
18. K.L. Scheppele: ob. cit.
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Melis Gülboy Laebens
Gutiérrez como «presidentes con aspiraciones hegemónicas»19. Dado que esos
estudios tienen enfoques y alcances diferentes, aplico los siguientes criterios
de inclusión a todos los casos mencionados en alguno de ellos:
a) el gobernante ha sido originalmente electo en el marco de reglas democráticas (según la clasificación «Regimes of the World», desarrollada por Anna
Lührmann, Marcus Tannenberg y Staffan Lindberg20);
b) el gobernante ha intentado debilitar la rendición de cuentas horizontal y
crear un desbalance en la competencia electoral a favor del gobierno (según
los reportes anuales de Freedom House)21;
c) esas transformaciones se hicieron o se intentaron a través del proceso institucional o con el apoyo de mayorías electorales o legislativas.
El cuadro 1 presenta la lista de casos identificados al aplicar estos criterios
limitando el análisis al periodo posterior a 1989. El primer criterio resulta
en la exclusión, entre otros, de Vladímir Putin. «Regimes of the World» no
considera que Rusia fuera una democracia en 1999, cuando Putin asumió la
Presidencia tras la renuncia de Boris Yeltsin, ni en 2000, cuando fue elegido presidente por primera vez. Fujimori (Perú) y Mamadou Tandja (Níger)
quedan excluidos por el tercer criterio, ya que llevaron a cabo autogolpes.
Podemos confiar en que los casos identificados por el método cualitativo realmente son tentativas de tomar gradualmente el poder, por lo que para cada
caso se analizó el contexto político y las medidas tomadas por los gobiernos.
Hay poca posibilidad de incluir «falsos positivos». Sin embargo, la dificultad
de revisar la actuación de todos los líderes del mundo democrático con la
misma profundidad hace que el método sea propenso a dejar afuera otros casos que también son tentativas de tomar gradualmente el poder, pero que no
fueron señalados en ninguno de los estudios mencionados. Además, resulta
dificultoso mantener la lista de casos al día con este método.
Para remediar esos problemas, propongo una estrategia alternativa de medición usando datos cuantitativos. Desarrollar una estrategia de medición
cuantitativa requiere describir lo que esencialmente los casos identificados
19. L. Gamboa Gutiérrez: «Opposition at the Margins: The Erosion of Democracy in Latin America», cit.
20. A. Lührmann, M. Tannenberg y S. Lindberg: «Regimes of the World (RoW): Opening New
Avenues for the Comparative Study of Political Regimes» en Politics & Governance vol. 6 No 1,
2018.
21. Freedom House: Freedom in the World, reportes anuales para cada país, disponibles en
<https://freedomhouse.org/report-types/freedom-world>.
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Tema CenTral
Enemigos internos: democracia y amenazas de autocratización
Cuadro 1
Tentativas de toma gradual del poder: medición cualitativa
Líder
País
Periodo
de gobierno
Mencionado por
Hugo Chávez
Venezuela
1999-2013
Rafael Correa
Ecuador
2007-2017
Recep Tayyip Erdoğan
Daniel Ortega
Viktor Orbán
Jarosław Kaczyński*
Abdoulaye Wade
Viktor Yanukóvich
Álvaro Uribe
Carlos Menem
Evo Morales
Didier Ratsiraka
Hipólito Mejía
Turquía
Nicaragua
Hungría
Polonia
Senegal
Ucrania
Colombia
Argentina
Bolivia
Madagascar
República
Dominicana
Filipinas
2003-presente
2007-presente
2010-presente
2015-presente
2000-2012
2010-2014
2002-2010
1989-1999
2006-presente
1997-2002
2000-2004
Baturo, Diamond,
Scheppele, Bermeo, Gamboa
Baturo, Scheppele, Bermeo,
Gamboa
Diamond, Scheppele, Bermeo
Baturo, Diamond, Gamboa
Scheppele, Bermeo
Scheppele, Bermeo
Baturo, Bermeo
Diamond, Bermeo
Baturo, Gamboa
Baturo, Gamboa
Baturo, Gamboa
Baturo
Baturo
2001-2010
Diamond
Gloria Macapagal Arroyo
* Aunque no tiene un cargo ejecutivo, es líder del partido Ley y Justicia y ejerce el poder real en
Polonia.
tienen en común, para que sea posible diferenciar las tentativas de tomar el
poder gradualmente tanto de otros tipos de formas de autocratización, como
de las fluctuaciones institucionales que pueden ser normales en democracias,
sin tener mucha información de contexto. Analizando en detalle las estrategias particulares que usaron estos líderes, es visible que no hay dos vías
idénticas de autocratización22. Además de ser variados, los cambios institucionales pueden ocurrir lentamente, en el curso de varios ciclos electorales,
o suceder en unos pocos años. Sin embargo, es posible identificar que prácticamente todos los líderes de la lista hicieron presión sobre los medios de comunicación, es decir aumentaron la censura o la autocensura. Las estrategias
para reducir la rendición de cuentas horizontal son más complejas y variadas,
pero su objetivo es siempre similar: reducir la capacidad de otras instituciones estatales para escudriñar las acciones del líder.
22. Michael Coppedge: «Eroding Regimes: What, Where, and When?», V-Dem Working Paper No 57,
Universidad de Gotemburgo, 11/2017, p. 4.
Nueva Sociedad 282
144
Melis Gülboy Laebens
La base de datos «Varieties of Democracy» (V-Dem) permite medir, para cada
país y durante todo el periodo de interés, cambios en aspectos particulares de
la democracia, incluyendo componentes de las dos dimensiones que resaltan
en mi análisis (censura y rendición de cuentas horizontal)23. La base V-Dem
concibe la democracia como una cualidad continua, conformada por distintas dimensiones. Cada dimensión tiene asociada una lista de indicadores.
Para cada país y año, expertos del país evalúan cambios en cada indicador. El
modelo de medición de V-Dem agrega las evaluaciones de expertos en una
medida continua de cada indicador y calcula, agregando combinaciones de
indicadores, múltiples índices de democracia.
Entre los indicadores de base de V-Dem, identifico tres para medir cambios
en la rendición de cuentas horizontal: la independencia de los altos tribunales (v2juhccomp), la posibilidad real del Poder Legislativo de investigar
al Ejecutivo (v2lginvstp) y la supervisión del Poder Ejecutivo por diferentes
entes además de la Legislatura (v2lgotovst). Reducciones significativas en
cualquiera de esos tres indicadores señalan un cambio negativo en la rendición de cuentas horizontal. Para medir cambios en la libertad de prensa
utilizo dos indicadores que miden el esfuerzo del gobierno para censurar
los medios (v2mecenefm) y el acoso a periodistas (v2meharjrn). La regla
de selección requiere que haya un cambio significativo en por lo menos un
indicador en cada dimensión, dentro de un periodo de cinco años. Usar
una ventana de tiempo extensa permite capturar cambios que ocurren más
lentamente. Cinco años cubren por lo menos un ciclo electoral entero en la
mayoría de los países democráticos.
¿Qué umbral de cambio debe traspasarse en los indicadores continuos VDem para considerar que hay un cambio real en el aspecto del régimen que
nos interesa medir? La decisión del umbral es un ajuste entre la posibilidad
de errores de tipo 1 (falsos positivos) y errores de tipo 2 (falsos negativos).
Un umbral muy bajo puede resultar en la inclusión de casos en que no hay
tentativa de tomar el poder gradualmente. Por otro lado, un umbral muy
alto resultaría en la exclusión de casos donde sí hubo una tentativa, pero fue
contenida antes de generar cambios grandes en los indicadores. Una ventaja
de V-Dem es que su metodología de la inferencia bayesiana hace posible
adecuar los intervalos de confianza (o intervalos de credibilidad)24. Como
punto medio entre la posibilidad de errores de tipo 1 y de tipo 2, propongo
23. aavv: V-Dem Country-Year Dataset v9. Varieties of Democracy (V-Dem) Project, 2019.
24. Ibíd.
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Tema CenTral
Enemigos internos: democracia y amenazas de autocratización
registrar cambios que son significativos con un nivel de confianza (o credibilidad) de 68%25.
La regla de selección identifica 29 periodos-países desde 1990 (solo para
regímenes democráticos). Refiriéndome a los reportes Freedom in the World
de Freedom House para información sobre el contexto, identifico 22 de
ellos como tentativas de tomar el poder gradualmente. Siete de los 29 casos,
es decir 24%, son periodos de retroceso democrático que tienen causas
diferentes del intento del presidente o primer ministro de expandir sus
poderes. Eso significa que el método no elimina los errores de tipo 1 (el
problema de falsos positivos), aunque reduce drásticamente su cantidad
comparado con una regla de medición que incluye todos los cambios en
los indicadores26.
El cuadro 2 muestra casos de tentativa de tomar el poder gradualmente
que identifico usando la regla de medición cuantitativa. La lista es preocupante porque además de ser larga, incluye países muy poblados, como
así también democracias antiguas. La estrategia de medición es exitosa en
identificar la mayoría (71%) de los casos señalados por la medición cualitativa. Los cuatro casos del cuadro 1 que no se repiten en el cuadro 2
son los de Abdoulaye Wade, Hipólito
La medición cuantitativa
Mejía, Álvaro Uribe y Carlos Menem.
identifica mejor aquellas
Todos son casos en los que el esfuerzo
de tomar el poder fue moderado o no
tentativas que fueron
pudo avanzar mucho. Las democrarelativamente «exitosas» n
cias de Senegal, República Dominicana,
Colombia y Argentina sobrevivieron a esos líderes. Es decir, la medición
cuantitativa identifica mejor aquellas tentativas de tomar el poder que
fueron relativamente «exitosas».
A pesar de que la medición cuantitativa no elimina del todo ni los falsos negativos (tomando como referencia la lista de casos identificados
cualitativamente), ni los falsos positivos, permite identificar fácilmente
25. Usar el intervalo de credibilidad de 95% da un resultado similar con la excepción de dos
casos. Agradezco al equipo de V-Dem las sugerencias y correcciones metodológicas, incluyendo la idea de usar un intervalo de credibilidad de 68%. Esa regla significa que si los índices
fueran distribuidos normalmente, hablaríamos de un cambio estadísticamente significativo
entre dos mediciones cuando los promedios de las dos distribuciones estimadas del indicador
no se encuentran dentro de dos desviaciones estándar una de la otra.
26. Cuando no se impone un umbral de significancia estadística a los cambios en los indicadores, solo 25% de los casos seleccionados son casos de tentativas de tomar el poder
gradualmente.
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Nueva Sociedad 282
Melis Gülboy Laebens
Cuadro 2
Tentativas de toma gradual del poder: medición cuantitativa
País
Periodo
seleccionado
Periodo de
gobierno
Líder
Incluido por
la medición
cualitativa
Benín
2006-2014
2006-2016
Thomas Yayi Boni
Benín
2018
2016-presente
Patrice Talon
Bolivia
2010-2018
2006-presente
Evo Morales
Botsuana
2017
2008-2018
Ian Khama
Bulgaria
2018
Boiko Borísov
Ecuador
2010-2016
2009-2013,
2014-2017,
2017-presente
2007-2017
Estados
Unidos
2017-2018
2017-presente
Donald Trump
Filipinas
2004
2001-2010
Gloria Macapagal
Arroyo
Filipinas
2016-2018
2016-presente
Rodrigo Duterte
Hungría
2010-2018
2010-presente
Viktor Orbán
India
2017-2018
2014-presente
Narendra Modi
Macedonia
2009-2011,
2013, 2015-2016
2006-2016
Nikola Gruevski
Madagascar
1998-2001
1997-2002
Didier Ratsiraka
Moldavia
2001-2004
2001-2009
Vladímir Voronin
Nicaragua
2006-2011
2007-presente
Daniel Ortega
Polonia
2016-2018
2015-presente
Jarosław Kaczyński *
(partido: piS)
República
Dominicana
2015-2017
2012-presente
Danilo Medina
Serbia
2013-2015
2012-2017
(Nikolić), 2014presente (Vučić)
Tomislav Nikolić (presidente) /
Aleksandar Vučić (primer
ministro), (partido: SNS)
Sudáfrica
2015-2018
2009-2018
Jacob Zuma
Turquía
2013
2003-presente
Recep Tayyip Erdoğan
x
Ucrania
2012
2010-2014
Víktor Yanukóvich
x
Venezuela
1999-2007
1999-2013
Hugo Chávez
x
Rafael Correa
x
x
x
x
x
x
x
* Aunque no tiene un cargo ejecutivo, es líder del partido Ley y Justicia y ejerce el poder real en Polonia.
147
Tema CenTral
Enemigos internos: democracia y amenazas de autocratización
un número alto de casos y suma 12 casos nuevos a la lista. Estos incluyen
tentativas más recientes que aún no han concluido ni con un cambio de
régimen ni con la salida del líder. El incremento en el número de casos se
da a pesar de que la medición cuantitativa identifica con dificultad casos
como los de Menem o Uribe, en los que el líder exhibe el deseo de quedarse en el poder después del fin de su periodo constitucional, pero no atenta
significativamente contra las instituciones que lo inhiben.
n■■Conclusión: tentativas de toma del poder y autocratización
Los gobernantes elegidos democráticamente que intentan expandir sus poderes y mantenerse en el cargo son hoy la principal amenaza a la democracia.
En este artículo, he definido el concepto de tentativa de toma gradual del
poder y he sugerido una operacionalización del concepto. He propuesto un
método cuantitativo para identificar tentativas de tomar gradualmente el poder y presentado una lista de casos.
Analizar estas tentativas es importante para entender los procesos de autocratización contemporáneos. Como también lo señalan Levitsky y Ziblatt, la
llegada al poder de un líder dispuesto a desmantelar las instituciones y garantías democráticas para obtener más poderes no necesariamente significa
el fin del régimen democrático27. Mi análisis de la evolución de la democracia
bajo los líderes que intentaron tomar gradualmente el poder demuestra que
ellos han causado un quiebre de la democracia solo en una minoría de los
casos. Entre los 14 casos que identifico con el método cualitativo, solo tres
han pasado a ser autocracias (Venezuela, Turquía y Nicaragua) y un cuarto
(Hungría) parece moverse en esa dirección. En muchos casos, el nivel de democracia se ha mantenido o ha tenido un cambio menor.
Aunque la situación presente parece alarmante, no es todavía el momento de
dar por muerta a la democracia liberal. Vale recordar el llamado del historiador Timothy Snyder: no pasemos del optimismo injustificado que proclamó el fin de la Historia («la política de la inevitabilidad») al fatalismo («la
política de eternidad»), en este caso un fatalismo que proclamaría la imposibilidad de la democracia en nuestros tiempos28. El análisis de las tentativas
de toma del poder nos enseña que se puede lidiar con líderes hostiles a la
democracia y ganar.
27. S. Levitsky y D. Ziblatt: ob. cit.
28. T. Snyder: El camino hacia la no libertad, Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2018.