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Pandillas en Guatemala y centroamericana.

2019, Pandillas en Guatemala y la región centroamericana

Sistematización del encuentro de COCODEs y CCPC, así como del Foro Público sobre Pandillas y Maras, celebrados el 23 de abril de 2018. Incluye valoraciones de la autora de la sistematización acerca del fenómeno de la criminalidad y en anexo, varios enlaces a publicaciones y documentos relativos a la criminalidad en Centroamérica.

Sistematización del Encuentro de COCODES y CCPC, y Foro Público Hotel Holiday Inn -Salón Arecas- y Hotel Hilton Garden -Salón Bristol Plus23 abril 2018 Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (IEPADES) Directora Ejecutiva Carmen Rosa De León-Escribano Sub Directora Maribel Carrera Sistematizadora Isabel Soto Mayedo Ciudad de Guatemala Abril de 2018 IEPADES 2 ÍNDICE PRESENTACIÓN ............................................................................................................ 4 POBLACIÓN IMPACTADA .......................................................................................... 5 I. ENCUENTRO DE CONSEJOS COMUNITARIOS DE DESARROLLO (COCODES) Y COMISIONES COMUNITARIAS DE PREVENCIÓN Y CONVIVENCIA (CCPC) ................................................................ 7 1.1. APERTURA ...................................................................................................................................... 7 1.2 JOSÉ MIGUEL CRUZ Y EL NUEVO ROSTRO DE LAS PANDILLAS ....................................................... 8 a. PERFIL DEL PANDILLERO ......................................................................................................... 9 b. EL CAMINO EMPEDRADO DE LA DESISTENCIA ..................................................................... 11 c. REPRESIÓN VERSUS PREVENCIÓN ........................................................................................ 12 d. DEBATE ................................................................................................................................. 13 1.3 FRANCISCO JIMÉNEZ: PANDILLAS, EXTORSIONES Y NUEVAS LEYES PROPUESTAS PARA AFRONTAR ESTE FENÓMENO EN GUATEMALA............................................................................................... 16 e. DIFERENCIAS ENTRE PANDILLAS Y MARAS ........................................................................... 17 f. RESPUESTA DEL ESTADO ...................................................................................................... 18 g. MEDIOS Y PANDILLAS ........................................................................................................... 21 h. DEBATE ................................................................................................................................. 22 1.4 CONCLUSIONES DEL ENCUENTRO .................................................................................................. 22 II. FORO PÚBLICO: PANDILLAS EN GUATEMALA Y LA REGIÓN CENTROAMERICANA. TENDENCIAS Y ESTRATEGIAS DE ABORDAJE ........................................................................................................... 25 2.2 APERTURA ...................................................................................................................................... 25 2.3 JOSÉ MIGUEL CRUZ: EL NUEVO ROSTRO DE LAS PANDILLAS EN EL SALVADOR ............................. 26 2.4 MARIO BOSOS: PANDILLAS EN GUATEMALA ................................................................................. 29 2.5 RICARDO GUZMÁN: ANÁLISIS DE LAS ESTRATEGIAS DE ABORDAJE DESDE LAS ENTIDADES DEL SISTEMA DE JUSTICIA Y SEGURIDAD ............................................................................................ 32 2.6 DEBATE ........................................................................................................................................... 34 2.7 CONCLUSIONES .............................................................................................................................. 36 III. CONVERSATORIO: PANDILLAS/MARAS EN LOS TERRITORIOS Y VALORACIONES SOBRE LAS ESTRATEGIAS DE ABORDAJE ........................................................................................................... 37 3.1 APERTURA ...................................................................................................................................... 37 3.2 VICEPRESIDENTE DE COMUPRE VILLA NUEVA: JUAN ESTRADA ..................................................... 38 3.3 VICEPRESIDENTE DE COMUPRE MIXCO: COMISARIO WALTER MARROQUÍN ............................... 38 3.4 VICEPRESIDENTE DE COMUPRE AMATITLÁN: RAFAEL CASTRO ..................................................... 39 3.5 VICEPRESIDENTE DE COMUPRE VILLA CANALES: GUSTAVO RAMÍREZ .......................................... 40 3.6 ALCALDE DE SAN MIGUEL PETAPA: LUIS ALBERTO REYES ............................................................. 40 3.7 CONCLUSIONES .............................................................................................................................. 42 IV. AL CIERRE ....................................................................................................................................... 43 V. RECOMENDACIONES ...................................................................................................................... 44 VI. FUENTES DE CONSULTA RELATIVAS A PANDILLAS O MARAS EN CENTROAMÉRICA ........................ 45 IEPADES 3 PRESENTACIÓN "Muchos trabajos y sangre serían evitados si abriésemos nuestro corazón". (Chief Joseph) Centroamérica continúa disputándole la supremacía al reino de Hades, el dios griego de la muerte, tras reafirmarse como la región más violenta del mundo bajo supuestas condiciones de paz en 2017. Si bien las estadísticas oficiales sobre la criminalidad en el período mostraron una disminución en casi todos los países del área, con excepción de Costa Rica, develaron que este año al menos 14 mil 575 personas perdieron la vida de manera violenta en la zona y que la mayor parte de estos territorios rebasaron el promedio mundial de homicidios, de 6,4 por cada 100 mil habitantes. Las pandillas y el crimen organizado -sobre todo las bandas que trafican drogas desde Suramérica hacia el mayor consumidor del mundo, Estados Unidos- fueron los responsables de la mayoría de estas muertes, pero también del desplazamiento de miles de pobladores del istmo que optaron por migrar en busca de paz y mejores perspectivas de vida, refiere la Oficina Regional para América Central y el Caribe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés)1. Pese al incremento del control de la seguridad por parte de los estados y al fortalecimiento de los organismos garantes de la ley, sobre todo en los países que conforman el Triángulo Norte de Centroamérica –El Salvador, Guatemala y Honduras-, la incidencia de las maras y pandillas sigue alentando a centrar las miradas en estos grupos delincuenciales y en particular en adolescentes y jóvenes susceptibles de quedar atrapados en sus redes en un entorno social signado por una lógica consumista, elevados índices de pobreza, escaso acceso a la educación, maltratos en espacios hogareños, familias disfuncionales y otros factores que empujan a los menores de edad a alejarse de sus núcleos parentales. Con el ánimo de examinar todo lo relacionado con el fenómeno de las maras y pandillas en la región y procurar miradas más abarcadoras, tendentes a incentivar la búsqueda de soluciones encaminadas a reforzar el trabajo preventivo frente al flagelo, tuvieron lugar el 23 de abril de 2018, en Ciudad Guatemala: • • El Encuentro de Consejos Comunitarios de Desarrollo (COCODES) y Comisiones Comunitarias de Prevención y Convivencia (CCPC) Pandillas en Guatemala y la región centroamericana. El Foro Público Pandillas en Guatemala y la región centroamericana. Tendencias y estrategias de abordaje. Ambos espacios de reflexión y debate, celebrados en hoteles de esta capital, sirvieron de antesala al desarrollo del Conversatorio: Pandillas/maras en los territorios y valoraciones sobre las estrategias de abordaje, el cual devino colofón perfecto de la jornada por cuanto propició el intercambio de experiencias acerca de las acciones realizadas por la Comisión Municipal de Prevención de la Violencia y el Delito 1 UNODC (2017) Informe Mundial sobre las Drogas 2017. https://www.unodc.org/wdr2017/field/WDR_Booklet1_Exsum_Spanish.pdf IEPADES 4 Recuperado de: (COMUPRE) de Villa Nueva, Mixco, Atitlán, Villa Canales y San Miguel Petapa, municipios del departamento de Guatemala, en aras de frenar la problemática. La organización de estos espacios estuvo a cargo del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (IEPADES), conforme con la labor que realiza en favor del desarrollo humano sostenible, la prevención y disminución de la violencia, así como el acceso a la justicia en Guatemala. También el Foro de Organizaciones Sociales Especializadas en Temas de Seguridad tributó a la realización de estos procesos, en los cuales prevaleció una metodología participativa, capaz de dotar de herramientas, conceptualizaciones y perspectivas integradoras a los destinatarios para la reevaluación y enfrentamiento más eficaz de las maras y pandillas. El clima de diálogo y confianza creado por moderadoras, expositores y organizadores de estas sesiones contribuyó a alentar la búsqueda de mayor información alrededor de los temas abordados; desde la óptica de catedráticos, investigadores y ex autoridades de de Gobierno. En consecuencia, esta sistematización contempla un anexo que pudiera viabilizar la profundización y consolidación de lo analizado, acorde a las agendas diseñadas para la ocasión. De igual modo, ofrece una relación pormenorizada de las intervenciones que tuvieron lugar durante los tres momentos, las interrogantes que despertaron los ponentes entre quienes acudieron a ellos y las conclusiones derivadas de todo lo actuado. POBLACIÓN IMPACTADA Vale destacar la afluencia masiva de las instituciones y personas convocadas para estas reuniones, igual que de otras que -sin estar citadas de manera directa- decidieron sumarse a las mismas, con objetivos muy heterogéneos mas en casi todos los casos asociados a sus funciones o profesiones. De esta población impactada, conformada en su mayoría por mujeres (ver la Fig.1), se logró extraer un total de 45 preguntas a los expositores y aunque hubo que discriminar algunas de ellas en las rondas de respuestas, en aras del tiempo previsto para los encuentros, tal cantidad demostró el interés que despiertan los tópicos abarcados y la posibilidad de contar con públicos considerables en futuras citas relacionadas con los mismos. IEPADES 5 Fig. 1 Participación durante la jornada, desglosada por sesiones y total. Fig. 2 Instituciones representadas en las distintas sesiones IEPADES 6 I. 1.1. ENCUENTRO DE CONSEJOS COMUNITARIOS DE DESARROLLO (COCODES) Y COMISIONES COMUNITARIAS DE PREVENCIÓN Y CONVIVENCIA (CCPC) APERTURA La subdirectora de IEPADES, Maribel Carrera, tuvo a su cargo la moderación de esta primera sesión y la presentación a los asistentes de los dos encargados de animar el debate con sus intervenciones provocadoras: el salvadoreño José Miguel Cruz, director de investigaciones del Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe de la Universidad Internacional de Florida (FIU) y autor del estudio El nuevo rostro de las pandillas. el guatemalteco Francisco Jiménez, ex ministro de Gobernación y experto en temas de Seguridad del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN). Carrera precisó que, aunque la investigación que sirvió de base a la obra de Cruz contempló una muestra de El Salvador, los resultados de la misma bien pueden ajustarse al contexto guatemalteco y centroamericano en general. “Este abarca una serie de fenómenos desde el punto de vista social y también desde el punto de vista criminológico”, puntualizó, a propósito de la misma. Asimismo, hizo notar que casi la totalidad de la población presente en el salón es parte de los Consejos Comunitarios de Desarrollo (COCODES) y Comisiones Comunitarias de Prevención y Convivencia (CCPC), “entidades que integran el sistema de planificación de los planteamientos de desarrollo a través de las cuales deben llegar las propuestas de los barrios, comunidades y colonias a las direcciones de los municipios, departamentos y a los planes nacionales. Dicho lo anterior, procedió a saludar de manera directa a las personas representantes de estas entidades en los cinco municipios atendidos por IEPADES: Villa Nueva, Mixco, Atitlán, Villa Canales y San Miguel Petapa. Con posterioridad cedió la palabra a Cruz, reconocido internacionalmente como uno de los académicos pioneros en el estudio del fenómeno de las pandillas y maras en El Salvador y primera firma de la más completa y ambiciosa pesquisa científica realizada en la última década en ese país vecino en torno a ese objeto de investigación. IEPADES 7 1.2 JOSÉ MIGUEL CRUZ Y EL NUEVO ROSTRO DE LAS PANDILLAS “La vida en la pandilla es miserable. Uno pasa hambre, llora solo y todavía no puede salirse de la pandilla. Uno sabe que donde quiera que vaya, a uno lo van a matar. Y a uno lo persiguen las autoridades sólo por ser parte de las pandillas”. Pandillero 17 La cuestión de las pandillas y maras preocupa a muchas personas y autoridades por el alto grado de expansión alcanzado por ese fenómeno y por el recrudecimiento de la brutalidad demostrada por sus integrantes contra sus eventuales víctimas. Sin embargo, la interrogante que más llamó la atención del equipo encargado del estudio “El nuevo rostro de las pandillas” fue si los jóvenes enrolados en estos grupos delincuenciales pueden llegar a salir de ellos y empezar una nueva vida. De acuerdo con Cruz, ese proceso es conocido como Desistencia. Este concepto alude a la probabilidad decreciente de pertenecer a una pandilla y que puede tomar un corto tiempo en países como Estados Unidos, pero proclive a ser más tardado y hasta casi imposible en Centroamérica. Ello está emparentado con las escasas posibilidades de movilidad y cambios en el entorno, que priman en los países de esta región. Y es que “la desistencia pandilleril es posible, pero depende de varios factores”, afirmó. El proyecto El nuevo rostro de las pandillas tuvo como punto de partida el desarrollo de un cúmulo de entrevistas a pandilleros internos en 10 centros penales, bartolinas o celdas policiales y en programas de rehabilitación de una fábrica de ropa que emplea a pandilleros en El Salvador, de las cuales fueron seleccionadas 1,196. Paralelo a esto se realizó una treintena de mayor profundidad, de casi dos horas, a especialistas del tema y miembros de esas bandas. IEPADES 8 De los testimonios y opiniones de los pesquisados pudieron acopiarse elementos esenciales para comprender los entresijos de la problemática en su amplia dimensión: el perfil promedio de los pandilleros, la manera en que estos terminaron enrolados en esas organizaciones, la vida en las pandillas, probabilidades y disposición para salirse de estas, y otros. a. PERFIL DEL PANDILLERO Para ilustrar el modo en el cual los adolescentes y jóvenes llegan a esas bandas delincuenciales, Cruz citó a uno de los entrevistados, quien compartió que “uno comienza a meterse en la pandilla, conoce a otros bichos en la pandilla, en la mara. Ellos te dan todo lo que tus padres no te dan o no te dieron y eso te atrapa tanto que cuando venís a sentir, ya estás dentro de esa situación”. A partir de esa reflexión puntualizó que ingresar a las pandillas es todo un proceso, no ocurre de la noche a la mañana, y más bien suele comenzar con lo que algunos llaman “el vacilar” con los pandilleros para después atravesar por una serie de etapas hasta convertirse en un miembro formal, por decirlo de algún modo. Por lo general, quienes llegan a las pandillas lo hacen porque es el único grupo de referencia que encuentran dentro de sus comunidades. La edad de la mayoría de los insertados en estos grupos oscila de 16 a 23 años, pero dado que las entrevistas fueron en cárceles también pudo comprobarse la existencia de una buena cantidad de “pandilleros viejos”, que llegan a los 50 y tantos años, y llevan mucho tiempo en esas organizaciones criminales. El pandillero promedio terminó apenas y a penas el séptimo grado, alrededor del 75 % no pasó del tercer ciclo de enseñanza y muy pocos tienen un bachillerato o universidad. Casi todos provienen de familias pobres, con muy bajos niveles de ingreso mensual (menos de 250 dólares al mes) y sólo 17,8 % tenía trabajo formal, mientras que 13,7 % laboraba en el sector informal. “En El Salvador, la Mara Salvatrucha (MS) es la más grande, la más fuerte, y de hecho casi la mitad de los que entrevistamos pertenecen a ella. En El Salvador, además, la Mara 18 (M18) se dividió en 2005 o 2006 en dos facciones, que son enemigas ahora: la llamada M18 Sureños (supuestamente los líderes tradicionales de la pandilla) y la M18 Revolucionarios. Incluimos a ambos: 23 % son Sureños y 11 % son Revolucionarios). Y luego tenemos otra serie de pandillas más pequeñas, que sobre todo opera desde las cárceles y se llaman la Mao Mao, la Maramáquina y la Mirada Locos”, detalló Cruz. Sin embargo, insistió en que la mayoría de los pandilleros pertenecen a los dos núcleos fundacionales (MS y M18) y están activos (39%). En tanto, 42,2 expresó su deseo de integrar una pandilla de manera formal, 15 % dijo estar calmado y sólo 3,8 % manifestó que está retirado o por alejarse. El Área Metropolitana de San Salvador es el escenario donde ingresa la mayor cantidad de pandilleros. No obstante, en casi todos los pueblos operan estas bandas y logran captar a sus potenciales integrantes. En cualquier ciudad hay una cédula y, por consiguiente, es posible acceder a ellas. IEPADES 9 Un dato interesante, a propósito de la discusión que hay alrededor del tema migración, es que muy pocos de estos adolescentes y jóvenes llegaron alguna vez a Estados Unidos. Por lo menos 91 % de los entrevistados aseguró que nunca estuvo fuera del país y los que admitieron haberlo hecho fueron los más viejos (+36 %). Casi la mitad de los pandilleros dijeron que abandonaron sus casas o dejaron a sus familias cuando tenían cerca de los 15 años. Otra constante en estos es que provienen de núcleos parentales disfuncionales, en los cuales recibieron muchísimo maltrato, abusos y violencia. Dentro de la muestra recogida por el equipo encargado del estudio, dirigido por Cruz, el 10 % son mujeres que por lo general se metieron en las pandillas de 13 a 15 años de edad para estar con su pareja, usualmente un pandillero. Al comparar los datos recopilados en una investigación similar en 1996 con los obtenidos en 2017, es evidente que con el paso de los años estas bandas criminales mutaron hasta hacerse más brutales, más fuertes, organizadas y amplias. Sin embargo, puede observarse que las razones que llevan a incorporarse a ellas poco o nada cambiaron: Fig. 3 Cosas por ganar o ganadas con la pandilla *Autoestima *Vacilar *Amistad *Costas materiales *Respeto *Protección *Venganza *Libertad de los padres *Identidades 2 2 Thunder, quien llegó a ser uno de los 100 pandilleros más buscados de El Salvador. Foto recuperada en: https://www.solonoticias.com/2017/08/03/presentan-al-thunder-pandillero-los-100-mas-buscadoscapturado-san-miguel/ IEPADES 10 Como refleja la Fig.3 todavía la mayor aspiración es vacilar o disfrutar de los beneficios económicos de estar en esos grupos; aunque algunos dijeron que por amistad, por escapar de la casa, por venganza, por obtener recursos, por respeto o por protección. Dato que debe considerarse, además, es que el 60 % de los entrevistados manifestó estar convencido de la presunta autoestima ganada con ser parte de la pandilla. No obstante, el sentido de pertenencia y deseos de estar en la pandilla sufren variaciones con el paso de los años. Es decir, si bien la permanencia en la agrupación llega a ser casi todo para quienes rondan los 13 a 17 años de edad, esto va perdiendo importancia en la misma medida en que cada individuo avanza por la vida. De tal suerte, puede decirse que la investigación El nuevo rostro de las pandillas ratificó uno de los preceptos básicos de la Psicología de las Edades, conforme con la cual el colectivo y la aceptación dentro de este revisten un gran peso para las personas en la etapa adolescente. b. EL CAMINO EMPEDRADO DE LA DESISTENCIA El camino hacia la desistencia pandilleril pasa por la concientización del riesgo que acarrea para sí, y para los familiares o amigos cercanos, el pertenecer a una pandilla. Y aunque la edad incide de manera determinante en la aspiración de salirse, quienes pasan de los 18 a 25 años ya cometieron tantos crímenes y actos delictivos –asesinatos, extorsiones, violaciones sexuales y otros, casi siempre asociados a las drogas- que se les hace muy difícil salir. Al unísono, obran en detrimento de esa aspiración la presencia y poder de la pandilla, la falta de oportunidades de trabajo, la ausencia de habilidades laborales o capacidades por IEPADES 11 falta de estudios previos, la amenaza constante de la violencia en la sociedad, la discriminación por su pasado y la exclusión por la eventual falta de recursos económicos para reencausarse. De las pocas opciones con que cuentan los retirados o en vías de desistencia, los entrevistados destacaron el unirse a una iglesia o a un programa de rehabilitación asociado a instituciones eclesiásticas u organizaciones empresariales interesadas en darles cabida como empleados (50,6 %). A juicio de Cruz, “la experiencia religiosa juega un papel fundamental en la ruta de desistencia, porque las iglesias proveen espacios totalizadores de protección”; mediante el apoyo espiritual, la red de personas dispuestas a colaborar con el proceso de reinserción social y el hecho de que los pandilleros en activo tienden a respetar a quienes están afiliados a estas en tanto comprueban su consagración a la idea de mantenerse en el “camino de Dios”. El League Collegate Outfitters es un modelo para reinsertar expandilleros en la sociedad, dado que tiene la capacidad de crear un escudo de protección, al mismo tiempo que ofrece oportunidades educativas y apoyo tangible para el desarrollo personal. De este ejemplo se concluye que las estrategias para viabilizar la desistencia deben considerar la creación de espacios seguros y de resguardo que favorezcan la asunción de estilos de vida alternativos de modo global, instrucción, educación y capacitación, para los pandilleros convencidos de la necesidad de salirse. “No sólo necesitamos convencer a los pandilleros de que se salgan de esa vida, sino también es urgente convencer a los líderes comunitarios, a los líderes de nuestra sociedad que trabajen en función de eso. No todos se van a salir, ni todos podrán hacerlo, pero para aquellos que si tengan ese deseo debemos crear mecanismos capaces de propiciarlo”, enfatizó Cruz, para quien “las prisiones no reforman a nadie”. c. REPRESIÓN VERSUS PREVENCIÓN "Los bárbaros que todo lo confían a la fuerza y a la violencia nada construyen, porque sus simientes son de odio" (José Martí) Desde finales del siglo precedente los gobiernos centroamericanos, lejos de procurar programas de desistencia, recurrieron a la represión. Hecho sabido es que los intereses políticos en estos países llevaron a reforzar las acciones antimaras y antipandillas so pretexto de acabar con la criminalidad, atribuida fundamentalmente a sus integrantes. Ello se tradujo en la adopción de las políticas de La Escoba, en Guatemala; Mano Dura y Súper Mano Dura (El Salvador) y Cero Tolerancia (Honduras), las cuales redundaron en el apresamiento de miles de adolescentes y jóvenes, presuntamente ligados a esas organizaciones criminales.3 3 El antecedente fue el acuerdo establecido en la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Tegucigalpa, en septiembre de 2003, donde las pandillas fueron definidas como “una amenaza de desestabilización, más inmediata que cualquier guerra o guerrilla convencional”. De acuerdo con el postulado, el 15 de enero de 2004 El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua acordaron levantar todas las barreras legales a la persecución de mareros y pandilleros de cualquier nacionalidad en toda Centroamérica. Y el 18 de marzo de 2005, los otrora presidentes Antonio Saca (El Salvador, 2004-2009) IEPADES 12 Muchos de los detenidos entonces, sin que mediara orden judicial en buena parte de los casos, continúan recluidos en cárceles donde el hacinamiento es cuestión de primer orden y causa múltiples actos de violencia, y hasta ejecuciones, que lejos de contribuir a su reeducación los pervierten cada día más. Peor todavía es que las penitenciarías devinieron centros de organización de las pandillas y de fortalecimiento de estrategias con tal de ampliar sus redes, en la misma medida en que salieron de estas a las calles más estructuradas y con una gran sed de venganza por los atropellos recibidos. Con base en esa visión, Cruz subrayó que “mientras siga la proclividad a recurrir a políticas represivas como las aplicadas desde inicios de este siglo en Centroamérica, será muy difícil resolver el problema de las pandillas y maras”. d. DEBATE Concluida la presentación del estudio, inició una ronda de preguntas y respuestas que contribuyó a ampliar algunos aspectos. En total, sumaron 10 las interrogantes formuladas a través de las boletas entregadas al inicio de la sesión y en una de estas quedó una reflexión personal motivada por lo expuesto. Pero quizás la nota más creativa la puso alguien que aprovechó el espacio para hacer un reconocimiento el buen ejercicio del catedrático: y Oscar Berger (Guatemala, 2004-2008), establecieron una fuerza común de seguridad para patrullar su frontera común y enfrentar las actividades de esas asociaciones ilícitas. Los gobiernos centroamericanos recurrieron a Estados Unidos, quien primero se resistió, pero finalmente aceptó participar cuando corrió el rumor de que un presunto miembro de la organización terrorista Al Qaeda, el saudí Yafar Al-Taya, estaba en tierra salvadoreña y estrechaba lazos con mareros. Pese a que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) desestimó esas afirmaciones -formuladas por el exministro hondureño de Seguridad Oscar Álvarez, en diciembre de 2004 creó un grupo de trabajo especial focalizado en las maras y en febrero del año siguiente instaló una oficina especial regional en San Salvador. IEPADES 13 1) ¿Será que hay una estrategia para atacar de raíz el problema de las maras y pandillas? 2) ¿Cómo los integrantes de las comunidades organizadas pueden evitar que se integren más niños y jóvenes a las pandillas? En una encuesta efectuada, por ejemplo, los menores de edad indicaron que los vecinos no se preocupan por ellos y de les dan buenos ejemplos. 3) ¿Cómo hacerle entender a los adultos que los chicos sufren cambios y que los tiempos de antes son diferentes a los actuales? 4) ¿Cuál es el período de vida de un pandillero y si en la muestra tuvieron integrantes de los liderazgos de cada pandilla? 5) ¿Por qué nunca se investigaron las pandillas en Guatemala para que nos den sus testimonios? 6) ¿Qué tan cierto es que los extorsionistas tienen el apoyo de poderosos millonarios? 7) Dos de las principales características de los pandilleros son que tienen poca escolaridad y que provienen de familias de escasos recursos ¿cuáles fueron las acciones adoptadas en El Salvador para mejorar en esos aspectos? 8) ¿Cuál era la escolaridad de los entrevistados en el estudio? 9) ¿Cuáles fueron los criterios o acuerdos de las pandillas en algunas zonas de El Salvador, relacionados con el cese de la violencia y quiénes fueron los actores? 10) ¿Qué papel debe jugar el periodismo (escrito, radial y televisivo) ya que actualmente contamos con un periodismo amarillista? En respuesta, el experto salvadoreño hizo énfasis en: ❖ La necesidad de desarrollar programas encaminados a conformar espacios de socialización sana, en los que los más jóvenes puedan sentirse realizados en sus múltiples aspiraciones y acuerpados. ❖ La pobreza no es el problema fundamental, si bien es un factor que incide en la vinculación de los menores de edad a las pandillas hay que considerar que a su alrededor giran otros factores. ❖ Con frecuencia, la escolaridad de los pandilleros es muy baja y ello los frena a desistir o salirse de esos grupos, porque saben que nunca encontrarán un trabajo lo suficientemente redituable para suplir las ganancias recibidas durante la vida en la pandilla. ❖ Mientras los liderazgos de las pandillas o maras acumulan dinero y poder, se relacionan más con policías, políticos y miembros de las elites sociales. De ahí que muchas veces los vínculos establecidos conduzcan a componendas de todo tipo capaces de propiciar la expansión y arraigo de estas estructuras delincuenciales, al mismo tiempo que la participación de los jerarcas de las mismas en círculos donde convergen con agentes de las altas esferas de poder. IEPADES 14 ❖ Tanto integrantes de las comunidades, como vecinos, empleadores, familias y organizaciones civiles, pueden hacer mucho por encausar la labor preventiva en aras de frenar las nuevas incorporaciones a las bandas. ❖ La MS y la M18 surgieron en Los Ángeles, Estados Unidos, a inicios de los años 70 por la convergencia de chicanos y boricuas en ciertos barrios, a los que llegaron los centroamericanos durante el período de éxodo masivo por los conflictos armados internos en esta región. Los lazos originales con los Stoner (amantes del rock) determinaron la asunción de modelos de identificación comunes a estos y en nuestros países comenzaron a practicarse como una manera de verse más avanzados, más cool. ❖ Los medios de comunicación pueden jugar un papel fundamental al mostrar la complejidad del problema. Sin embargo, prevalece la nota amarillista por la mercantilización de la información, así como la criminalización de los adolescentes y jóvenes vinculados o sospechosos de pertenecer a las pandillas y maras. IEPADES 15 1.3 FRANCISCO JIMÉNEZ: PANDILLAS, EXTORSIONES Y NUEVAS LEYES PROPUESTAS PARA AFRONTAR ESTE FENÓMENO EN GUATEMALA El exministro de Gobernación de Guatemala (2008-2009) y experto en temas de Seguridad ofreció a la concurrencia una perspectiva de las pandillas y maras desde la mirada del Estado y una panorámica muy amplia de las acciones enfocadas en el objetivo de atenuar ese fenómeno en el país. Desde el inicio de su intervención, Jiménez puso en claro su rechazo a la tendencia a presentar a las pandillas y extorsiones como suerte de sinónimos. A tono con ello, dejó por sentado que la extorsión está tipificada fundamentalmente en dos expresiones jurídicas en el Código Penal de Guatemala, la extorsión y la exención. El tema es que ambos pueden significar lo mismo en la práctica, es decir, que a través de amenazas o de violencia se obtiene un beneficio económico ya sea de manera financiera o a través de bienes. La extorsión clásica o más común es aquella que, en sentido estricto, llevan a cabo individuos organizados, mas en agrupaciones no muy sofisticadas. Sin embargo, la exención es la extorsión tipificada, pero cometida por grupos mucho más estructurados o definidos como delincuencia organizada dedicados a estas operaciones. Sin embargo, el Ministerio Público (MP) y la Policía Nacional Civil (PNC) nunca hacen esta distinción legal cuando comunican hechos de esta naturaleza a los medios de prensa, sino que usan el concepto general. Por ello, es importante hacer la precisión, porque detrás de esta tergiversación existe algo más que un tema de figura jurídica; hay también una manera, un modus operandi criminal y delictivo diferente en cada uno de los casos. IEPADES 16 Téngase en cuenta que la extorsión es una de las conductas criminales de más larga data en la historia de la humanidad. De plano, en el derecho penal romano nunca se menciona el término; sin embargo, la figura de la extorsión está tipificada y se vincula al uso de amenazas o presiones para la obtención de dineros. Asimismo, a finales del siglo XIX las familias fundadoras de la mafia siciliana comenzaron con la extorsión a productores de limón y otros cítricos en las granjas de la región. Dicho lo anterior, es comprensible que veamos “la extorsión como un hecho delictivo y criminal connatural a los seres humanos que comenten delitos, es decir, prácticamente forma parte de la conducta de las personas proclives a incurrir en actos delictivos”, afirmó Jiménez. Desde la perspectiva del Estado, añadió, este crimen es concebido como un recurso para obtener dinero de manera relativamente fácil y requiere de la convergencia de tres factores para darse: la voluntad de quien pretende delinquir, las herramientas para hacer efectiva esa intención y las condiciones para que esta se concrete. La amenaza, en sus diferentes escalas, es la herramienta fundamental en el caso de la extorsión. Esta puede ir de un simple temor hasta el pánico y la habilidad de los exitosos en la consecución de esta actividad delictiva –considerada una de las más fáciles de cometer- es poder manejar sicológicamente a la víctima hasta lograr que haga lo que se espera de ella. e. DIFERENCIAS ENTRE PANDILLAS Y MARAS De acuerdo con Jiménez, en el caso de Guatemala las autoridades estatales hacen una diferenciación entre las pandillas y maras, en cuanto a su origen y a la aplicación de la Ley contra la delincuencia organizada. “Para nosotros la MS ya no es la mara y la pandilla en el sentido tradicional, es un grupo de delincuencia organizada. Dicho de otro modo, cumple las características que la propia ley establece y las destacadas en las reflexiones internacionales, específicamente en la Convención de Palermo de Naciones Unidas para el combate a la delincuencia organizada transnacional (2000)”, declaró. Respecto a la M18, descartó que hubieran llegado a ese nivel de evolución. Incluso, remarcó que desde la prospectiva del análisis criminal y policial, el escenario en este país sugiere que esa mara pueda desaparecer de manera progresiva en los próximos 5 años “porque está perdiendo el sentido de cohesión, de organización y de jerarquía que tenía en sus inicios”. En 2009 inicio una tendencia a la disminución de todos los delitos en Guatemala. El caso de los homicidios es el más emblemático: “en los dos años precedentes a ese llegamos a tener una tasa de homicidio superior a 47- 48 por cada 100 mil habitantes, hoy estamos a un 26 por 100 mil habitantes”. Empero, la percepción generalizada es que todavía no está mejorando la seguridad, por la frecuencia con que ocurren los homicidios y el nivel de los impuestos fijados por los extorsionadores desde las cárceles, donde también se origina la mayoría de las amenazas de sicariato. IEPADES 17 Reconoció las incongruencias entre los datos sobre homicidios que suelen aportar la PNC, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala (INACIF) y del Ministerio Público (MP) y trató de explicarlo a partir de las diferencias en los procesos bajo la responsabilidad de cada uno de ellos. No obstante, hizo hincapié en que la extorsión es el único delito que tiende al alza, lo cual –a su juicio- pudiera estar vinculado al aumento de las denuncias, en correspondencia con la elevación de la confianza ciudadana en las autoridades. Al respecto, hizo notar que de 85 a 90 % de las extorsiones en Guatemala son realizadas por personas o grupos independientes y no por pandillas propiamente dichas. Asimismo, destacó la capacidad de los grupos pandilleros para recolectar mayor cantidad de información sobre las potenciales víctimas de estos delitos e insistió en la necesidad de hacer prevención psicológica frente a ellos. En opinión de Jiménez, las autoridades deben tener mucho cuidado para no repetir los errores cometidos al adoptar políticas públicas basadas en percepciones y no en estudios serios y confiables, con perspectiva científica. f. RESPUESTA DEL ESTADO El Estado tiene tres ámbitos de respuesta en el tema de seguridad: ✓ Prevención o anticipación del delito “Los agentes de seguridad deben enfocarse en esto y no en la prevención de la violencia, conforme con lo establecidos en la Agenda del Desarrollo y porque son otras dinámicas, si no criminalizamos la conflictividad y se cae en la cuestión de las percepciones y esto debo llevar otro enfoque. Empero, existe la prevención del delito, que es una tarea eminente policial y debe considerar estos elementos sobre las herramientas y condiciones”. Por todo esto, debe trabajarse en la prevención situacional, relacionada con condiciones de infraestructura y otros; y en la prevención general, emparentada con el trabajo de anticipación policial, inteligencia e investigación. Es decir, tener claro el fenómeno y saber que políticas públicas de anticipación hay que prever. “Hay un gran problema que tenemos en estos momentos y ustedes lo saben: la situación caótica en el sistema penitenciario. No requerimos de inteligencia compleja para saber que la mayoría de los delitos tienen su origen ahí y entonces ¿qué hace el Estado para detener los problemas?”, cuestionó y aludió al retardo en el Congreso de la aprobación de la propuesta de solicitud de un préstamo al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para la construcción de una cárcel de máxima seguridad, a la cual llevar a los pandilleros que deben cumplir condenas muy largas para que estén en una situación de aislamiento como corresponde. De igual modo, el expositor recordó la existencia de más de un millón de jóvenes en la categoría de NINIS (Ni estudian, ni trabajan) en Guatemala y por consiguiente, vulnerables o candidatos a ser utilizados por el narcotráfico en sus acciones. “El Estado IEPADES 18 no está haciendo absolutamente nada por ellos, o sea, no existen procedimientos de capacitación, políticas de empleo u otros que son polémicos pero que debieran resolverse. También están las niñas madres en distintas regiones del país, sin capacidad para ser autónomas económicamente, y sin posibilidades de desarrollo personal o laboral a futuro por la ausencia de políticas públicas destinadas a atenderlas. ✓ Acción y represión El otro ámbito en el cual el Estado debe actuar es la acción y represión al delito, que se refiere a la actuación de las fuerzas policiales en aras de garantizar que se cumpla lo legislado. ✓ Persecución penal y justicia reparadora Ello está vinculado a la necesidad de las víctimas de tener acceso a la justicia para hacerle pagar a sus victimarios. Desde su experiencia como exministro de Gobernación, Jiménez ratificó su contrariedad ante lo que se conoció como políticas de mano dura implementadas por el Estado, con la represión y reacción como ejes centrales, y criticó que esto continúe siendo una tendencia contra las extorsiones en el país. Igual, recalcó, el peor defecto en el trabajo de las fuerzas de Seguridad en Guatemala es que todo lo vinculan a la perspectiva territorial, en apego a la concepción militarista, sin ver el fenómeno de la criminalidad como un fenómeno social y por ende, desde una perspectiva legalista: “hay que aplicar la ley y seamos duros en aplicar la ley”, sin importar la dinámica social que posibilita la recurrente comisión de esos delitos. La prevalencia de ese enfoque territorialista es lo que explica la constante vinculación del Ejército a la lucha contra las pandillas, conforme con el modo en que este cuerpo armado concibe sus estrategias. “Todo político debe conocer el escenario, la cuestión es definir de qué modo actuar en medio del mismo para frenar la problemática de las pandillas, pero de forma preventiva y no reactiva”, opinó el especialista, para quien las ocupaciones de territorios y las capturas consideradas como victorias sobre estos grupos delincuenciales son cuestionables, por no considerar la importancia de las acciones que verdaderamente podrían llegar a frenar ese flagelo. Resulta fundamental, además, dejar la proclividad a intentar garantizar la aplicación de la ley a toda costa, sin tener en cuenta las diferencias entre liderazgos y personas utilizadas por los criminales de las pandillas para ejecutar delitos como las extorsiones. “La Ley contra la delincuencia organizada es necesaria, esta existe y tipifica todo lo requerido para afrontar a las pandillas en la forma en la cual evolucionaron, no hace falta una ley que centre su atención en el ataque a las pandillas” consideró Jiménez, y añadió que “el impulso de la iniciativa sobre el tema es más una expresión de populismo punitivo o penal para dar goce a ciertos grupos de electores”. IEPADES 19 Los políticos son proclives a buscar respaldos mediante la canalización de la aspiración ciudadana de ganar en cuanto a seguridad, procurando presentar propuestas de ley relacionadas con los temas de mayor demanda y en ese caso está la propuesta de Ley de reforma al Código Penal, con respecto al terrorismo. La conocida también como iniciativa 5266 pretende que las pandillas sean calificadas como grupos terroristas y que se actúe contra ellas de acuerdo con eso, pero al mismo tiempo contiene artículos que criminalizan la protesta social y restringen la libertad de expresión mediante la figura del ciberterrorismo, al que impone penas de hasta 10 años. El Artículo I del proyecto precisa que cometerá el delito de terrorismo quien “altere el orden público o el orden institucional, coaccione a una persona que preste servicios públicos, entidades nacionales o internacionales”; mientras que el objetivo de la Comisión de Gobernación del Congreso -que en octubre de 2017 dictaminó favorable ese plan jurídico- propuso considerar como “acto terrorista” toda conducta que perturbe el orden público, tranquilidad y paz social; con fines económicos, ideológicos, políticos, militares o religiosos y alteren el orden constitucional y público; coaccionando a la persona, sociedad, gobiernos o personas jurídicas. De esto se infiere la polémica despertada por esa propuesta de reforma, presentada dentro de la lógica represiva, que procura poder acusar al pandillero dentro de su contexto, aunque no cometa delitos. Ello implicará volver a la captura de personas bajo sospechas de pertenecer a una pandilla, sin crímenes probados y sin contemplar las perspectivas para su rehabilitación. Dicho de otro modo: convierte a pandilleros y mareros en terroristas, sin tener en cuenta la carencia de un objetivo político y/o ideológico dentro de su formación o propósitos para delinquir. Todo esto refuerza la idea de que “debe apostarse al trabajo de prevención de la violencia, sobre todo desde la comunidad, y no a estas políticas reactivas”. ¿Por qué no se hace Inteligencia en círculos problemáticos de la gestión y diseño institucional en Guatemala?, esa es una interrogante de vieja data y está emparentada a la controversia entre reactividad punitiva y de prevención. IEPADES 20 g. MEDIOS Y PANDILLAS “El verdadero periodismo es intencional… Se fija un objetivo e intenta provocar algún tipo de cambio. El deber de un periodista es informar, informar de manera que ayude a la humanidad y no fomentando el odio o la arrogancia. La noticia debe servir para aumentar el conocimiento del otro, el respeto del otro.” (Ryszard Kapuscinski) En este contexto, los medios de comunicación obran como elemento de distracción de aspectos puntuales, porque con sus constantes notas amarillistas motivan a los funcionarios encargados de los temas de Seguridad a estar pendientes de las cifras más allá del crimen como tal. Resulta perentorio realizar un trabajo preventivo con y desde los medios de comunicación y ello pudiera implicar la realización de talleres de sensibilización con periodistas, directivos de medios de prensa, editores, fotorreporteros y otros. Es necesario insistir en que pandillas y extorsiones no son sinónimos y que la iniciativa 5266 no debe progresar, pese a que la mayoría de la población está reclamando el reforzamiento de la política represiva del Estado por el recrudecimiento de las extorsiones. Y esto lleva a pensar en la importancia de diseñar estrategias publicitarias o campañas enfocadas a la prevención contra la extorsión y la criminalización en general. “Ahora bien, ¿cómo creamos mecanismos de comunicación que enseñen a las personas el mejor modo de reaccionar ante la llamada u otra señal de un potencial extorsionador. Eso es algo en lo cual debemos pensar con seriedad y sin mucha dilación”. Por otro lado, Jiménez rememoró los momentos fundamentales del debate internacional acerca de los derechos humanos, iniciado en el ámbito de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y avanzado al punto de considerar tanto los derechos inalienables (a la vida, libertad de expresión y otros), los derechos en la legislación nacional (Constitución y leyes derivadas de esta), y los mecanismos para garantizar que el Estado cumpla con esa materia. En este último aspecto tienen protagonismo las defensoras y defensores de los derechos humano, organizados y no, cuyas opiniones deben ser escuchadas pese a que en ocasiones llevan a tratar de maneras muy suaves a los pandilleros acusados de múltiples crímenes, a juicio del expositor. En todo caso, acotó, siempre será imprescindible considerar los contextos en los cuales muchos niños y jóvenes se incorporan a las maras y pandillas para marcar las diferencias a la hora de adoptar medidas. Otra cuestión que debe ser reevaluada es la retardación de la justicia y la búsqueda del respeto a las garantías procesales de los imputados por actos delictivos, sean pandilleros o no; así como la elaboración de presupuestos eficaces para impulsar la labor preventiva y con ello cortar las incorporaciones a esos grupos delincuenciales. En ese sentido, muchas personas abogan por una ley contra los padres por los delitos de abandono o maltrato a los menores de edad, una de las razones que más impulsar a estos a abandonar sus hogares y a buscar protección en esas organizaciones criminales. IEPADES 21 h. DEBATE Terminada la fase de exposición, llegaron a la mesa del panelista 5 preguntas: 1) 2) 3) 4) 5) ¿Existe presupuesto para la prevención o programas para evitar la vinculación de los jóvenes a las pandillas? ¿Por qué no se puede evitar que de las cárceles salgan esas órdenes de matar a las maras? ¿Será que los líderes de maras se pueden reinsertar a la sociedad? ¿Cuál es la razón de que elementos de la PNC se involucren en las pandillas de extorsionistas? Si está tan claro el fenómeno de las pandillas o maras en Guatemala ¿por qué no trascendió la iniciativa 5266? Al responder a las mismas, Jiménez abundó en cuanto a: ❖ La escasez o falta de presupuesto estatal para programas preventivos. ❖ La impunidad que todavía reina en espacios carcelarios e instituciones de Gobierno, al punto de permitir la ocurrencia de acciones delictivas en los centros que forman parte del Sistema Penitenciario (SP) y de no tomar medidas más eficaces para frenar a los pandilleros que operan desde los mismos. ❖ Las iniciativas, como la 5266, que tienen amplio respaldo porque casi todos los ciudadanos conocen a alguien que en una semana recibió más de una información o queja sobre extorsiones o amenazas. Por ello pueden tener éxito en la opinión pública, y de ahí que se les impulse sin vacilar, pero la adopción de esa ley desconocería totalmente la necesidad del tema preventivo y su aprobación pudiera acarrear terribles consecuencias. ❖ La cuestión no es seguir aprobando leyes, sino tratar de hacer cumplir en su justo planteamiento a las que ya tenemos, que son bastante y permiten juzgar los delitos cometidos por los pandilleros y a sus estructuras. ❖ Muchas veces las personas acusan a denunciar extorsiones o presiones de pandilleros y reciben la sugerencia de pagar. Ello está dado porque los agentes, tras analizar la situación, comprenden los eminentes riesgos para la vida de las víctimas o sus familiares y por eso tratan de ganar tiempo en el proceso de investigación al menos costo humano posible. 1.4 CONCLUSIONES DEL ENCUENTRO A manera de cierre del encuentro, y ante el pedido de la moderadora, los ponentes concordaron en el significado de: • Reforzar el trabajo integrador para enfrentar a las pandillas y garantizar una mayor seguridad ciudadana. • Fortalecer las capacidades de las unidades policiales, municipales, de justicia y comunitarias vinculadas a estos temas. • Frenar la propensión a legislar continuamente, en lugar de trabajar por el cumplimiento de las leyes vigentes, partiendo de la Constitución de la República. • Fortalecer la contraparte comunitaria y local en cuanto a prevención del delito, por ser la más cercana a estos fenómenos. IEPADES 22 • No perder de vista la atención a los jóvenes, sin discriminar entre vulnerables o no. • Incentivar la denuncia social e individual de los hechos delictivos, para darle la oportunidad a los agentes estatales de seguridad de hacer su trabajo conforme con ello. • Exigir a los diputados del Congreso a adoptar medidas que limiten la insistencia en legislar o plantear propuestas de ley por impulso o de modo espontáneo, como respuesta a ciertas coyunturas, y no a partir de evidencias o estudios realizados. En tanto, la directora ejecutiva de IEPADES, Carmen Rosa De León-Escribano, ofreció otros puntos de vista, al ser llamada a intervenir, como cierre de la sesión: “La complejidad del fenómeno de las maras o pandillas obliga a adoptar soluciones complejas y multidisciplinarias. Ahí es donde en conjunto entra la fuerza de la comunidad y de las instituciones que podemos apoyar en alguna medida, y las autoridades estatales, al final todos tenemos y nos vemos responsables del problema y de la solución del mismo”, declaró. Recordó que el Instituto Latinoamericano de Naciones Unidas para la prevención del delito estableció una serie de análisis para definir cuáles son las probabilidades de delitos en un país y puntualizó que buena parte de ellas tienen que ver con la población juvenil, y sobre todo con la que está fuera del sistema escolar. “Mientras más jóvenes fuera del sistema escolar, más delitos en el futuro”. De ello se desprende la urgencia de “pensar en que otras acciones que hoy podemos hacer, para avanzar con vistas a evitar que en el futuro tengamos más pandillas y grupos de jóvenes en riesgo”. En ese sentido, llamó la atención sobre el hecho que muchos de los pandilleros apenas llegaron hasta el tercero básico, única oferta pública o del Estado, y consideró que es una cuestión por contemplar en el diseño de sus estrategias de prevención del delito. Las salidas de los jóvenes sin recursos luego de esa etapa son limitadas, por lo cual debiera pensarse de una vez que “es más barato pagar una beca de estudios para un joven a partir de los 18 años, que pagar a una persona 50 años presa”. “La meta es construir esas prioridades y esas políticas, con una visión más a largo plazo”, expresó de León-Escribano, para quien igual es imprescindible tomar en consideración los elevados niveles de exclusión social como base de la incorporación de muchos a las pandillas y maras. “Al final, la solución no tiene que ver con más policías o más militares. Tiene que ver con políticas públicas de inversión en los jóvenes, y cuando hablamos de los que son pandilleros, se dice que son alrededor de 12 mil más o menos”, argumentó y añadió que si el 60 % de la población guatemalteca está compuestos por personas en ese rango etario, “apenas estaríamos hablando en proporción de menos del 1%, de los cuales lo más probable es que apenas el 25 % sean delincuentes y los demás estén en esos grupos criminales por necesidad, porque están cerca de las pandillas u otras razones que motivan la incorporación a las mismas”. IEPADES 23 Con base en ese análisis, concluyó que existen tres rutas de trabajo muy claras: una relativa a la búsqueda de estrategias para reinsertar a los que ya cometieron delitos otra encaminada a evitar que haya más jóvenes que vean como alternativa de vida la pandilla y la tercera, enfocada a la atención a los jóvenes en riesgo. Incluso, a aquellos que ya cometieron algún tipo de delito, pero que pueden ser reinsertados de manera eficaz “Si logramos evitar que más jóvenes vean como alternativa la pandilla, con esos estamos haciendo un favor a largo plazo y tiene que ver, como se decía acá, con hogares donde hay violencia y donde no hay una posibilidad para el joven de desenvolverse”, afirmó, luego de lo cual mencionó algunas iniciativas sabatinas, orientadas a crear redes de voluntarios para la paz. “Estos voluntarios para la paz suelen quejarse de la falta de actividades los fines de semana y de ventanas hacia nuevos horizontes”, comentó. “Cosas tan simples como tener actividades con los jóvenes los sábados, como abrir espacios para la reflexión o el entretenimiento, son suficientes para que ellos reflexionen y no quieran hacer lo que hacen sus hermanos, vecinos, o conocidos vinculados a las pandillas. Y de ahí el dilema: ¿cómo voy a denunciar a mi hermano, a mi vecino, o a una persona tan cercana a mí?”, refirió la directora ejecutiva de IEPADES, al mismo tiempo que enfatizó que “este es un problema de tejido social y tenemos que pensar cómo ese tejido social lo podemos sanear”. IEPADES 24 II. FORO PÚBLICO: PANDILLAS EN GUATEMALA Y LA REGIÓN CENTROAMERICANA. TENDENCIAS Y ESTRATEGIAS DE ABORDAJE “No puede haber concesiones en el rechazo a la violencia contra los niños y niñas. La singularidad de los niños –su potencial humano, su fragilidad y vulnerabilidad iniciales, su dependencia de los adultos para su crecimiento y desarrollo– crean un argumento incontrovertible a favor de más y no menos, inversión en la prevención y protección contra la violencia…ninguna forma de violencia contra los niños y niñas es justificable y toda la violencia es prevenible”. (Informe Mundial Sobre Violencia ONU; 2006) 2.2 APERTURA La realización del Foro Público Pandillas en Guatemala y la región centroamericana. Tendencias y estrategias de abordaje reviste particular significación en medio “del abandono que todavía sufre la juventud en nuestros países y por la necesidad de visualizar hacia dónde vamos como sociedad y qué vamos a hacer con los jóvenes”, comentó la directora ejecutiva de IEPADES, a modo de presentación de este espacio, el cual tuvo lugar en horas de la tarde del 23 de abril, en el Hotel Hilton Garden, en Ciudad de Guatemala. Por su parte, el moderador Francisco Jiménez explicó que la dinámica prevista para este momento giraría en torno a hablar del fenómeno de las pandillas, desde la perspectiva de la academia, y también desde la experiencia acumulada por quienes trabajaron de manera directa en instancias gubernamentales empeñadas en frenar el fenómeno en Guatemala. IEPADES 25 A continuación, presentó a quienes compartirían sus opiniones y vivencias con el público presente en el salón; compuesto por representantes de distintas entidades del Estado, organizaciones no gubernamentales, fundaciones y otros organismos. • José Miguel Cruz, licenciado en Psicología y doctor en Filosofía y Ciencias Políticas. • Mario Alfredo Bosos Monroy, licenciado en Criminología y Criminalística y doctor en Seguridad Estratégica. • Ricardo Guzmán Loyo, máster en Investigación Criminal y aspirante a doctor en Justicia Criminal y Ciencias Forenses. 2.3 JOSÉ MIGUEL CRUZ: EL NUEVO ROSTRO DE LAS PANDILLAS EN EL SALVADOR Al intervenir como primer expositor en el panel, Cruz despejó la interrogante relativa a la existencia de las pandillas en el Triangulo Norte de Centroamérica, definió sus características, variaciones en las últimas dos décadas, el papel desempeñado por la policía en el período respecto a estos grupos criminales y explicó el proceso de fortalecimiento de las clicas y/o grupos barriales, por lo general conectados en torno a sus identidades. De igual modo, estableció el paralelo o similitudes de las maras y pandillas centroamericanas en sus orígenes con las que en los años setenta surgieron al Sur de Estados Unidos. Sin embargo, puntualizó que con el transcurso de los años estas cambiaron de forma sensible hasta llegar a los grados de brutalidad que presentan en estos momentos en El Salvador, Guatemala y Honduras. “Las maras y pandillas centroamericanas se transformaron, al punto de establecer vínculos directos con el crimen organizado y dejar de ser las agrupaciones barriales ligeras de épocas precedentes”, sentenció. Asimismo, destacó que las extorsiones IEPADES 26 pasaron a ser la actividad económica más practicada en la actualidad por estas bandas criminales, que se convirtieron en extremadamente violentas y brutales. Ello estuvo ligado a su conversión en grupos de apoyo al desplazamiento de las drogas y el tráfico de armas por esta región rumbo a Estados Unidos, por carteles internacionales, además de prestadores de servicio en el orden del sicariato. Esa “evolución” tan controversial resultó de otros procesos que tomaron décadas de socialización, conforme a los contextos sociopolíticos en estos países; y redundó en el reforzamiento de la violencia, con formas expresivas más nítidas y extremas que sus similares afroamericanas y/o hispanas en Estados Unidos. Parte de la identidad de ciertas maras radica en la brutalidad. Tal es el caso de la Salvatrucha, a la cual sólo es posible ingresar de manera formal en la misma proporción en que se logre demostrar mayor habilidad y predisposición para cometer actos criminales extremos. Pero sin dudas, por lo general, la identidad de las maras y pandillas está más ligada al territorio de pertenencia de sus integrantes y a la defensa de este como centro o base de la pandilla, lo que incide en su movilidad. La pandilla es un fenómeno multicausal, por cuanto su formación y subsistencia está emparentada con varios factores como: Exclusión y marginación social Socialización de una cultura de la violencia Disponibilidad de armas y drogas Disfuncionalidad familiar A los anteriores pudieran añadirse la migración interna y los desplazamientos forzados, por el empeoramiento de las condiciones de vida en el campo; pero también los procesos de urbanización desmesurada que tuvieron lugar a partir de las décadas de los ochenta, como resultado de los esfuerzos por desarrollar ciudades más a tono con los cánones de la contemporaneidad en el orden arquitectónico y de servicios. Sin embargo, los abusos al interior de los espacios hogareños y el abandono de las familias continúan siendo unas de las causas que con más frecuencias llevan a los menores de edad en los barrios a buscar el modo de seguir el ejemplo de parientes o amigos enrolados en las pandillas. La primera investigación sobre las maras en Guatemala data de 1995 y es atribuida a Deborah Levenson. Mientras, en territorio salvadoreño, se hablaba de la presencia de las maras y pandillas desde 1985 y ya para 1996 se logró un primer acuerdo de conciliación entre la MS y la M18 en el barrio San Martín, de San Salvador, según Cruz. IEPADES 27 Empero, estos pactos de no agresión alcanzados al calor de los Acuerdos de Paz -que pusieron fin a los conflictos armados internos en la región- poco o nada duraron. Una década después la armonía cedió terreno a una mayor rivalidad, como resultado de la impronta de una lógica carcelaria y de los procesos represivos desatados por los gobiernos del área, los cuales alentaron también la migración, las deportaciones y el afianzamiento de estados verdaderamente policiales en estos países. La represión contra las pandillas o maras cobró rango de prioridad, al punto que fueron involucrados en ellas grupos paramilitares y fuerzas oscuras, que en otro tiempo operaron contra los sospechosos de comunistas o de colaborar con las guerrillas. Guatemala inauguró esta fase, seguido por Honduras (con la reforma al Código Penal) y después por El Salvador, cuyas autoridades llegaron al grado más elevado de sofisticación de la estrategia contra las maras y pandillas. De tal suerte, es posible afirmar –a juicio de Cruz- que “las cárceles se convirtieron en espacios de estructuración de las pandillas y del establecimiento de sus vínculos con el crimen organizado”. En consecuencia, de 1998 a 2011 los homicidios y extorsiones se disparan y el Estado quedó señalado como el principal contribuyente al desarrollo de las pandillas. IEPADES 28 2.4 MARIO BOSOS: PANDILLAS EN GUATEMALA La propuesta del guatemalteco Mario Bosos estuvo encaminada a fortalecer las miradas al fenómeno de las pandillas y de la delincuencia organizada desde una perspectiva criminológica, con el propósito de mostrar el grado de evolución del fenómeno criminal, en cuanto a modalidades delictivas y prospectiva criminal en este país centroamericano, donde “ya casi no puede hablarse de la existencia de las maras en su forma tradicional”. A su juicio, los primeros conatos de pandillas tuvieron lugar en este territorio en los años ochenta y en el sistema carcelario todavía están presos algunos de los implicados en esos grupos. Pero hacia los noventa es que se visualizó la presencia de la MS y de la M18, así como de los primeros subgrupos o clicas. De acuerdo con la periodización presentada por Bosos, el 15 de agosto de 2005 marcó una ruptura entre los principales grupos criminales y sus expresiones de rivalidad y violencia, sobre todo dentro de la cárcel donde convivían en el sureño departamento de Escuintla. Después se expandieron estos conflictos a los territorios de incidencia de ambos y cobraron mayor fuerza. “Lamentablemente, ahí es que empezaron a chocar con personas civiles, porque ya no les bastó chocar entre ellos, sino que comenzaron a afectar a personas civiles en espacios territoriales donde ellos tenían el control”, expresó el exoficial de la Policía Nacional Civil (PNC). De 2011 a 2012 comenzaron a usar un poco más de fuerza y a reforzar sus tendencias criminales, mientras que para 2017 el fenómeno extorsivo se fue ampliando. Pero esto IEPADES 29 vino a darle una motivación a otros grupos criminales y de tal suerte, la extorsión devino el hecho delictivito de mayor incidencia en el país. Según la Agenda de Riesgos y Amenazas del Sistema de Inteligencia de Guatemala, citó, la extorsión –entendida como delito independiente- es considerada “la amenaza número uno de la nación” y “ahí yo veo un problema de conocimiento”. Desde inicios de 2018 para acá, empezaron a manifestarse otros tipos de actividades de estos grupos, probablemente “por algunas decisiones políticas y acciones llevadas a cabo”, pero fueron prácticas que de algún modo “llevaron a desestabilizarnos, a los órganos de seguridad, involucrados en ese tema”. En estos momentos, es válido “mirar hacia dónde van estas dos organizaciones (MS y M18), para determinar si en el futuro van a fortalecerse o van en decadencia”. Entonces, vale tener en cuenta que “el fenómeno pandilleril comenzó a diluirse en sus raíces en un fenómeno predatorio y sistemático, porque comenzó a incidir en la delincuencia común y clásica. Y por eso ahora no es válido hablar sólo de maras y pandillas, sino hay que hablar criminológicamente: son organizaciones criminales, porque ambas tienen su dispositivo de logística, de personal. O sea, son organizaciones criminales, son letales”, remarcó y añadió que “hasta cierto punto, estas organizaciones criminales han motivado a la delincuencia común”. “En Guatemala, lo que más prevalece es la actividad criminal de la delincuencia clásica. Sin embargo, las actividades de las organizaciones criminales son muy puntuales, pero logran generar un esquema de terror que es aprovechado por la delincuencia clásica y por eso es que lo que se ve es que la delincuencia pandilleril es la que más impacta”, opinó Bosos. Aludió a las propuestas legislativas más recientes, orientadas a acorralar y juzgar como grupos terroristas a las bandas pandilleriles, so pretexto del aumento de la criminalidad, y aseguró que “en estos momentos es evidente la expansión de la violencia hacia los municipios aledaños a la ciudad capital y otros fuera del departamento de Guatemala”. Señaló que uno de los últimos mapeos realizados acerca de esta problemática permitió constatar que son siete los municipios con mayor incidencia de estos grupos y que en la capital las zonas más afectadas son la 17, la 18 y la 24, por sólo citar algunas. IEPADES 30 Datos aportados por Bosos dan cuenta de al menos 1,430 privados de libertad en las cárceles, lo cual atribuyó “a la coordinación interinstitucional y a la prevalencia de una sociedad debidamente organizada”. Al mismo tiempo, destacó la creación de varias instancias de combate al desarrollo criminal; así como la aplicación de metodologías de análisis y de asistencia victimológica, inteligencia y prevención. “Increíble, digamos, el nivel alcanzado estratégicamente por las instituciones, ha sido positivo en Guatemala, pero no se le da credibilidad”, remarcó el exasesor para la implementación de la Dirección General de Inteligencia Civil (DIGICI) dentro del Ministerio de Gobernación y aseguró que este “es el único país de la región que tiene una División Nacional contra el Desarrollo Criminal, que es una unidad de investigación dentro de la Subdirección de Investigación de la PNC”. Para Bosos, “es importante reconocer que en materia de investigación criminal se han dado avances muy significativos”, mas “con ello, se debió haber pasado la actividad meramente reactiva a impulsar el enfoque que falta de la prevención” y eso no ocurrió. “Siempre se recurre a las medidas reactivas una y otra vez”, admitió. Rememoró que en 2008 comenzó a aplicarse la Ley Marco de Seguridad Nacional en Guatemala y que desde entonces son desarrolladas acciones de “prevención y reactivas” contra los grupos delincuenciales, en virtud de los cuales fueron desarticuladas múltiples redes criminales. Durante su exposición, Bosos insistió varias veces en la cantidad de capturas realizadas en los últimos tiempos y calificó esto de “éxito desde el punto de vista policial”, porque IEPADES 31 “es importante que más allá del esfuerzo interinstitucional es bueno lograr la articulación del esfuerzo ciudadano”. “Muchos hablan de reintegrar a los involucrados en el fenómeno pandilleril, pero no se puede hablar de reintegrarlos si ellos nunca estuvieron integrados”, opinó, respecto a las tendencias que defienden la posibilidad de lograr la reinserción de algunos pandilleros a la sociedad. Dentro del enfoque de prevención, agregó, “prácticamente se les debe controlar las comunicaciones y las visitas en las cárceles”. “El sistema carcelario es la amenaza real, la amenaza manifiesta y es preciso ponerle atención a la tercera generación de estos grupos”. Si se tiene una visión estratégica institucional, más el esfuerzo ciudadano, se puede atender a la tercera generación de los pandilleros, algunos de los cuales fueron capturados en últimos operativos y “con el avance en ello es que se logrará consolidar los avances en este esfuerzo institucional”. 2.5 RICARDO GUZMÁN: ANÁLISIS DE LAS ESTRATEGIAS DE ABORDAJE DESDE LAS ENTIDADES DEL SISTEMA DE JUSTICIA Y SEGURIDAD IEPADES 32 En su momento, Ricardo Guzmán detalló los momentos en los cuales fueron establecidas las distintas entidades que conforman el aparato estatal dedicado al enfrentamiento del delito y a la aplicación de justicia en Guatemala, partiendo de la fundación de la PNC, en 1997. Conforme a la periodización propuesta por el ex primer viceministro de Seguridad del Ministerio de Gobernación, fue en el año 2008 que el fenómeno de las extorsiones a pilotos o conductores de buses del transporte público puso en alerta a las autoridades sobre ese delito y el vínculo de grupos delictivos bien estructurados con ello. Destacó que, a pesar de lo avanzado desde los años noventa, en 2009 ocurrieron alrededor de 6,498 homicidios, lo cual representó un alza con respecto al año precedente y ello motivó la adopción de nuevas medidas contra esos hechos. Paralelo a eso, continuó el proceso de fortalecimiento institucional, que redundó en la introducción de los análisis balísticos de coincidencias y la creación de cuadros de registro (2011), así como en la creación y fortalecimiento de la Fiscalía contra las pandillas (2012). A partir de esos años inició la política de persecución penal estratégica contra las pandillas y maras, se logró identificar a los principales líderes de las maras y hasta desarticular a algunas de las redes más poderosas de incidencia como Los Zetas, de Petén y Cobán, de acuerdo con Guzmán. Sin embargo, pese a que comenzó a haber una baja sostenida en el índice de los homicidios a nivel nacional, “hacia el año 2013 todo colapso: los juzgados de mayor riesgo colapsaron con la cantidad de solicitudes, las dos prisiones de máximo control colapsaron y se destruyeron, otra vez continuó el hacinamiento, y aunque siguió la persecución sostenida no iba con la velocidad requerida”. Con base en esa trayectoria, el exviceministro reconoció la importancia de colocar las acciones preventivas al lado del tema represivo, porque “es algo muy lento, pero es algo útil”. A su vez mencionó algunos de los aspectos que faltan, los cuales reflejó en la siguiente diapositiva: IEPADES 33 En opinión de Guzmán, “para resolver estos temas pendientes en las denominadas áreas rojas es preciso impulsar los planes de construcción de viviendas populares, con enfoque de prevención del crimen y dotadas de iluminación; CCTV, áreas de esparcimiento y otras. También sería oportuno incrementar la educación desde la enseñanza primaria, sobre todo básico e impulsar institutos de oficios o carreras técnicas que generen oportunidades de trabajo a corto plazo”. Por otra parte, “se pudieran mantener ocupadas a las poblaciones infantiles y juveniles en programas culturales y deportivos, sobre todo a aquellas que carecen de la custodia de los adultos en determinados horarios por razones laborales”. 2.6 DEBATE Después de concluir las tres intervenciones, llegó al moderador casi una veintena de preguntas para los expositores, en las boletas entregadas con ese propósito. Si bien algunas estuvieron dirigidas de manera particular a uno u otro presentador, en sentido general estas estuvieron encaminadas a recabar mayor información sobre lo planteado y al mismo tiempo, a puntualizar algunos conceptos y apreciaciones manifestadas que dejaron en claro las diferencias de opiniones en torno a la posibilidad de reinsertar a los pandilleros en la sociedad o a la relevancia de priorizar la actividad preventiva -más que la reactiva- en el combate a este fenómeno. Las preguntas formuladas fueron: José Miguel Cruz Mario Bosos Ricardo Guzmán IEPADES 34 1) ¿Si la mara es un grupo del crimen organizado, qué relación tiene con narcotráfico, trata, armas? 2) ¿Qué fortaleza les ha dado la presencia y apoyo del FBI en Centroamérica para combatir el fenómeno de las pandillas? 3) ¿Cómo entender el tema del capital social perverso en apoyo a las estructuras de las pandillas, ante la ausencia del Estado en las comunidades? 4) ¿O sea, es imposible reintegrar a los pandilleros porque nunca estuvieron integrados socialmente? ¿Sólo se les debe combatir? 5) ¿Qué significa atender a la tercera generación de pandilleros? ¿Cómo? 6) ¿Cuál es la diferencia en Guatemala entre el Barrio 18 Sureño y Revolucionario? 7) ¿En qué estado está la relación actual de las maras? 8) ¿Qué efectos tiene en este trabajo los cambios en el MINGOB y las capturas de la PNC y Ejército? 9) ¿A partir de las capturas por el Ejército esto significa que la mara se relaciona con otras redes del crimen organizado? 10) ¿El MP ha considerado el seguimiento a las cuentas bancarias y depósitos bancarios para vincularlos a los procesos de investigación criminal? 11) ¿Ha habido acercamientos al sistema financiero y a las Generales empresas telefónicas por los depósitos que reciben de las extorsiones? 12) ¿Qué avances en el Sistema Penitenciario para contrarrestar que sean escuelas del crimen de maras? 13) ¿Si tienen algún plan estratégico para fortalecer las instituciones y qué plan tienen en el tema tanto de prevención como de reacción? 14) ¿Cuáles son las formas seguras de denuncias? 15) ¿Por qué dividieron a las maras en las cárceles? 16) ¿Qué sucede con las políticas de la rehabilitación y la reinserción en Guatemala? ¿Cuáles han sido los impactos? ¿Cuáles han sido sus indicadores? 17) ¿Alguna experiencia exitosa? La variedad y cantidad de estas interrogantes obligó a procurar que cada expositor tratara de dar el máximo de respuestas en un breve lapso y en consecuencia, estas fueron algunas de las ideas expresadas: Cruz ❖ La incapacidad social para atender el tema de las pandillas, en su dimensión más amplia, es lo que lleva a la cuestión intergeneracional y que la posibilidad de salir de estos grupos sea muy baja, en un entorno prácticamente controlado por estos. Hay que admitir que no todos los pandilleros son rehabilitables, pero en última instancia todo depende de la creación de contextos reales, en los cuales estos jóvenes pueden encontrar otras alternativas de desarrollo. Sin dudas, las maras están vinculadas a otros delitos que llevan a la acumulación de capital ilegal y ello es uno de los factores que atenta contra el deseo de desistencia de los pandilleros, en un entorno en el cual son escasas las posibilidades de encontrar empleos bien remunerados y menos con sus escapas preparaciones para ello. Bosos ❖ Las diferencias entre el Barrio Sureño y el Revolucionario están asociadas a los pleitos por finanzas y mayores beneficios de estos. Tercera generación es un concepto establecido, en consonancia con el rango de edad de los pandilleros; y la posibilidad de reinserción social es muy difícil, porque siempre operaron fuera de las leyes. “Los pandilleros son unos sociópatas, kamikazes”. No obstante, vale distinguir entre el comportamiento de la M18 y de la MS, quienes son más cuidadosos y están vinculados a la trata, al narcomenudeo y otras actividades orientadas a acumular mayor cantidad de ganancias. Guzmán ❖ Los colaboradores eficaces suelen ser buenas fuentes para conocer todo el entramado de las pandillas, cuyo accionar es cada vez más brutal y obliga a buscar nuevas fórmulas para enfrentarlo, sin perder de vista la actividad pedagógica rehabilitadora. IEPADES 35 2.7 CONCLUSIONES El moderador consideró oportuno darle la posibilidad a cada uno de los panelistas de hacer otros aportes al debate sobre estos temas, a modo de conclusión del panel; por consiguiente, los tres tuvieron la posibilidad de expresar nuevas ideas. Entre estas destacaron: (Cruz) En el combate al fenómeno de las pandillas y maras es preciso considerar la importancia del funcionamiento de las instituciones, el fortalecimiento de los mecanismos de inteligencia, de las acciones que garanticen la aplicación de la ley, las estrategias de continuación y otras, como parte de un proceso que puede tardar años. (Bosos) Es fundamental avanzar en el conocimiento de este fenómeno más allá de sus manifestaciones, conocerlo en sus intríngulis, y para ello es fundamental la colaboración interinstitucional y la búsqueda de realidades. (Guzmán) Este es un tema que requiere de muchas competencias para evitar las incorporaciones a las pandillas y en ese sentido, es esencial contemplar programas preventivos hacia poblaciones vulnerables, mayor inversión en planes educativos y en la captación de talentos, así como fortalecer las alianzas con el apoyo de los cooperantes y de los municipios. IEPADES 36 III. CONVERSATORIO: PANDILLAS/MARAS EN LOS TERRITORIOS Y VALORACIONES SOBRE LAS ESTRATEGIAS DE ABORDAJE 3.1 APERTURA “Todos sabemos que en Guatemala la violencia está en correspondencia con el control territorial y en las áreas urbanas ese control territorial lo ejercen sobre todo las pandillas, por preservar su espacio de incidencia”, declaró la directora ejecutiva de IEPADES, Carmen Rosa de León-Escribano, al inaugurar el Conversatorio Pandillas/maras en los territorios y valoraciones sobre las estrategias de abordaje. Asimismo, precisó que el Foro de Organizaciones Sociales (FOSS) “es un mecanismo que articula entidades y personas que trabajamos por el tema de prevención ciudadana y, de acuerdo a algunas iniciativas vistas desde el legislativo en los últimos meses; pues pensamos que también era oportuno conocer qué perciben, sienten y cómo trabajan las personas que sufren la incidencia de la actividad de las pandillas y maras en el territorio. Con tal propósito, este momento de la jornada tuvo como protagonistas a los vicepresidentes de los COMUPRE de Villa Nueva (Juan Estrada), Mixco (Comisario Walter Marroquín), Amatitlán (Rafael Castro) y Villa Canales (Gustavo Ramírez), además de al alcalde municipal de San Miguel Petapa, Luis Alberto Reyes. IEPADES 37 3.2 VICEPRESIDENTE DE COMUPRE VILLA NUEVA: JUAN ESTRADA “Las intervenciones institucionales masivas, sobre todo de represión del delito, suelen ser poco o nada estratégicas porque carecen de sostenibilidad en el tiempo”, afirmó Estrada, para quien estas acciones “si bien logran un estancamiento momentáneo de la actividad delictiva, alientan el desplazamiento del fenómeno criminal hacia otros territorios del municipio o aledaños”. De hecho, señaló, en Villa Nueva son muy marcados los círculos de migración interna asociados a las acciones represivas masivas desplegadas por los agentes de la PNC, el Ejército y otras autoridades gubernamentales. A juicio del funcionario municipal, es fundamental considerar la importancia de la sostenibilidad en el tiempo de las acciones preventivas contra las pandillas y maras, porque al final “las intervenciones masivas son de elevado costo y sólo logran un reposicionamiento del fenómeno pandilleril y un reforzamiento de la violencia, como un mecanismo de gestión de estos grupos para reposicionarse en su negocio en el área a la cual se vieron obligados a desplazarse y que por lo general es la extorsión”. Lo más lamentable de la migración o desplazamiento de las pandillas, como resultado de las actividades de enfrentamiento directo y masivo, es que lleva muchas veces a estas estructuras a irrumpir en territorios vírgenes de su accionar o a otros; en los cuales terminan entrando en pugna con grupos asentados antes, que no están dispuestos a perder el control sobre el área frente a la llegada de los intrusos. “Urge pensar intervenciones articuladas, que conlleven la represión o investigación criminal, a la par de acciones de prevención. Pero también, es importante generar barreras de protección o contentivas para evitar la caída de poblaciones vulnerables bajo la incidencia de las pandillas”, agregó. También, destacó el papel fundamental jugado por los alcaldes y comisiones de prevención en el nivel local, en aras de viabilizar una articulación mayor de los esfuerzos preventivos en los territorios, con el objetivo de lograr más sostenibilidad en el tiempo de los efectos favorables de las intervenciones; y manifestó su conformidad con las acciones que redunden en la eliminación progresiva de las pandillas y maras, sin recurrir a la fuerza de manera espontánea y pocas veces focalizada en lograr resultados a largo plazo. 3.3 VICEPRESIDENTE DE COMUPRE MIXCO: COMISARIO WALTER MARROQUÍN Por su parte, el comisario de Mixco dijo ser partidario del “trabajo territorializado, conforme con la existencia de áreas rojas o de mayor incidencia criminal”. Aludió a los elevados índices de delincuencia en su municipio y remarcó que estos van descendiendo de manera paulatina, por la labor conjunta desplegada con ese objetivo. Sin embargo, subrayó, “en el caso nuestro comenzamos a avistar un fenómeno nuevo y muy preocupante: el papel protagónico de las mujeres en las pandillas, mayoritariamente menores de edad, y hasta embarazadas”. IEPADES 38 Casi el 60 % de los hechos delictivos registrados en los últimos tiempos en Mixco fueron atribuidos por Marroquín a mujeres, incluso, con rango de sicarias al servicio de grupos pandilleriles que operan en la zona. De hecho, interrumpió su exposición para tomar una llamada que le entró a su celular y luego comentó que justo en ese instante “dos mujeres habían intentando asesinar a una tercera en un salón de belleza, pero gracias a la intervención policial se logró evitar el crimen”. Casi al unísono del FOSS, el alcalde de Mixco, Neto Bran, aprobó la aplicación de una política para la prevención de la violencia en esa localidad y ello fue reconocido en el ámbito de la cita por la directora ejecutiva de IEPADES. 3.4 VICEPRESIDENTE DE COMUPRE AMATITLÁN: RAFAEL CASTRO Durante su exposición, Castro insistió en la necesidad de procurar mayores recursos de parte del Estado para las acciones de prevención e intervención de conflictos con un enfoque territorial, pero sin el uso de la fuerza o de elementos militares. Consideró que en su municipio es escasa la presencia de las pandillas, en sentido general, pero admitió que existen tres grupos focales como consecuencia de la movilidad asociada muchas veces al impacto de intervenciones represivas masivas en municipios aledaños. Reconoció, además, que en los últimos tiempos enfrentaron la desaparición de varios niños de 13 a 14 años de edad, los cuales probablemente se incorporaron a esas bandas sin dejar rastro. Hizo énfasis en la significación de las acciones preventivas focalizadas en la niñez y la juventud; pero también en las mujeres, por cuanto estas suelen ser las más afectadas por la violencia y también las más susceptibles de ser reclutadas por la pandilla bajo presiones o amenazas de diversa naturaleza. “La falta de oportunidades de desarrollo, debido a las falencias de la actividad del Estado, son la causa fundamental de la incorporación de muchos a las pandillas. Por consiguiente, el involucramiento con estas tiene un carácter social”, opinó el funcionario, quien expresó su convicción en que “las alcaldías pueden hacer mucho más con tal de frenar estos fenómenos”. “Las acciones desde las alcaldías restan posibilidades de gestión económica a favor de las pandillas, porque muchas veces generan una competencia desleal en detrimento de estos peros favorables para reducir las prácticas delictivas”, añadió, a propósito de proyectos que pueden desarrollarse como la creación de parques infantiles, de terrenos acondicionados para hacer deportes y otros de manera gratuita. “Tales proyectos, argumentó, propician la participación ciudadana transversal, amplia e incluyente”. De igual modo, alentó a crear alternativas de búsqueda y captación de jóvenes a través de las actividades de capacitación o formación, y a fomentar programas tendentes a revertir la pobreza y la exclusión social. IEPADES 39 “Con la exclusión existente es difícil lograr la reinserción de los pandilleros e, incluso, de muchos niños y jóvenes que sin pertenecer a estos grupos también están prácticamente fuera de la sociedad”, agregó y reiteró la necesidad de una mayor gestión de recursos para acciones que realmente impacten contra estas problemáticas, pese a que reconoció que los procesos de prevención son tremendamente largos. Sin embargo, subrayó que “el discurso local debe estar más enfocado a la prevención y a una dinámica de reinserción social” y que más que seguir legislando, lo que hace falta es que desde el Estado lleguen mayores apoyos y se realicen obras realmente al servicio de la población. 3.5 VICEPRESIDENTE DE COMUPRE VILLA CANALES: GUSTAVO RAMÍREZ “La actividad municipal es el ejercicio de hacer de todo, pero con pocos recursos, siempre hacia un horizonte preventivo”, sentenció el representante de Villa Canales, quien insistió en la necesidad de tener claras las causas del despegue de la delincuencia, porque a partir de ellas se puede trabajar mejor con vistas a acabar con su incidencia en los territorios. Para Ramírez, “la reinserción social de la niñez y juventud involucrada en actos delictivos o pandillas depende mucho del esfuerzo interinstitucional y comunitario, aunque sobre todo de la voluntad de los pandilleros para reinsertarse”. La escasa presencia de investigadores policiales, la crisis del Sistema Penitenciario, la falta de acciones por parte del Estado, la proclividad a encarcelar y con ello a llevar a los pandilleros a escuelas de formación de criminales, fueron algunas de las irregularidades señaladas por el funcionario, en cuya opinión “es urgente lograr una mayor cooperación y apoyo del Estado”. Ramírez también aludió a la cuestión de las percepciones distorsionadas de la realidad, muchas veces provocadas por los medios de prensa. Rememoró un sondeo que efectuó en su territorio en una ocasión, tras el cual llegó a la conclusión que muchas personas “ven tanto el tema de las extorsiones, porque es mediático y los medios lo que quieren es vender, y sacan periódicos y en medios de comunicación televisivos extorsiones y extorsiones, y no es lo que más aqueja”. 3.6 ALCALDE DE SAN MIGUEL PETAPA: LUIS ALBERTO REYES Las intervenciones masivas directas por parte de agentes del Estado, con el respaldo del Ejército, sólo trajeron consigo la “invisibilización de las pandillas, la creación de mecanismos más sofisticados de ocultamiento y de simulación en los territorios”, consideró Reyes, quien hizo notar que el Gobierno no entrega recursos suficientes a las para atender esos temas y tampoco hace mayores esfuerzos por concretar una coordinación interinstitucional efectiva con las municipalidades. IEPADES 40 Reconoció que la acción estatal represiva en sentido general y también en áreas de la municipalidad, sólo trajo éxitos en el orden fáctico o militar, pero pocas garantías a largo plazo. “La sangre vital de las pandillas –los niños y adolescentes- pasan penas hoy en las colonias, por eso están con un pie en las escuelas y otro en las pandillas”, afirmó y relacionó la exclusión social, la precariedad, y la pobreza como cimientos de los focos de reclutamiento de estos grupos delincuenciales que “sabemos dónde están y dónde están reclutando”. Reyes manifestó su rechazo a las políticas de encarcelamiento y privilegios en el sistema penitenciario, así como los requerimientos exigidos por los empresarios para dar empleos, por cuanto limitan todavía más las posibilidades de reinserción social de los pandilleros en proceso de desistencia. “Lejos de hacerlos tratar de cambiar de vida, les niegan opciones laborales, de estudio y de otros tipos”, enfatizó. Aludió a la proliferación de las madres solteras, menores de edad y con pocos grados de escolaridad, lo que lleva a muchas de ellas a ser parte del actuar delictivo de estas y contribuye a crear un caldo de cultivo más favorable para las pandillas. En opinión del alcalde de San Miguel Petapa, es preciso generar procesos de identidad, de pertenencia, basados en el amor filial o a la localidad, que alejen a los menores de edad de las pandillas: “único lugar donde encuentran lo que el Estado debiera darles (protección, abrigo, comida, reconocimiento, autoestima, etc.)”. “Cierto que las expectativas de vida de un marero son pocas, como repiten los medios de comunicación y las autoridades, pero la revitalización de las pandillas es constante, porque su sangre vital –niñez y juventud en condiciones de vulnerabilidad- está garantizada”, definió. “Desde los años setenta ya se oía en Guatemala el asunto de las maras y pandillas, y sólo nos parecían copia de las gringas, pero mira hacia dónde vinieron a dar esas pandillas. Por ello, señaló, “más que intervenciones de fuerzas armadas lo que debemos hacer es velar porque nuestros jóvenes no lleguen a parar a ellas, y la única forma de hacerlo es ponerles atención, y no taparnos los ojos y negar que esas comunidades precarias existen”. IEPADES 41 3.7 CONCLUSIONES Por solicitud de la moderadora, las conclusiones del foro estuvieron a cargo del invitado salvadoreño José Miguel Cruz, quien dio por sentado que los encuentros realizados durante la jornada del 23 de abril aportaron mayores referentes para comprender a cabalidad el fenómeno de las maras y pandillas. Hizo notar como el conversatorio protagonizado por autoridades municipales “confirmó la existencia de una fuerte de tensión entre el Gobierno nacional y las alcaldías, obligadas a actuar de manera directa contra estas problemáticas pese a carecer de fuentes de ingreso como las que posee el primero”. Sin embargo, señaló que “los gobiernos locales tienen la ventaja de interactuar y crear más sinergia con las poblaciones, porque conocen mejor los problemas que tienen los ciudadanos”. “Podemos meter los militares, podemos meter la policía, pero mientras no se corten las líneas de alimentación de las pandillas –que significa atender las condiciones sociales en las comunidades- se hace muy poco”, subrayó y enfatizó que los mejores preparados para enfrentar esos fenómenos son los gobiernos locales. Con base en esa visión, alentó a los representantes municipales a ejercer presión sobre las instituciones, para lograr la reorientación de los recursos hacia planes que de verdad tributen a los esfuerzos preventivos en los territorios. Y aseguró que “las experiencias más efectivas en el combate a las pandillas y maras se dieron en lugares donde las autoridades locales marcaron la diferencia, al propiciar una mayor comunicación con las poblaciones e instituciones con vistas a lograr esos cambios”. “Es un trabajo a largo plazo, no hay soluciones fáciles respecto a esto; pero mientras más se genere esa cultura de participación, de compromiso, de los ciudadanos por los cambios que hay que hacer desde la familia, desde la comunidad, en la escuela; creando oportunidades para los jóvenes, creando espacios alternativos, en esa medida creo que vamos por un buen camino”, terminó. IEPADES 42 “Encerremos la violencia en la mente que la vio nacer”. (Brian Aldiss) IV. AL CIERRE La participación activa de los asistentes a estos encuentros del 23 de abril puso de relieve la avidez de profundizar en todo lo relacionado con el fenómeno de las maras y pandillas en Guatemala, desde múltiples perspectivas y con un enfoque más didáctico, capaz de propiciar la asimilación de contenidos teóricos, pero también de desarrollar capacidades prácticas para desplegar una labor más eficaz en materia de prevención contra la violencia. En las distintas exposiciones que tuvieron lugar en cada uno de los espacios planificados, las interrogantes formuladas por el público destinatario y los comentarios de los ponentes en respuesta a las mismas, dejaron la sensación de que queda mucho por ganar en cuanto a la comprensión de la complejidad de estas problemáticas y a la urgencia de diseñar estrategias preventivas que contemplen la multicausalidad de las mismas. Por otra parte, varios de los asistentes concordaron en lo factible que pudiera ser conformar espacios de seguimiento a estos tópicos, en los cuales se aborden aspectos más específicos acerca de las pandillas y maras, por especialistas de distintas ramas del saber y de escuelas o corrientes de pensamiento diversas. Hecho sabido es que alrededor de las pandillas y maras existe un sinfín de versiones, algunas de las cuales las vinculan directamente con agentes de poder económico y político en este país, por lo cual sería oportuno trascender en el análisis hacia la búsqueda de mayor esclarecimiento en ese sentido. Empero, también algunos participantes concordaron en que es perentorio llegar a la implementación de una suerte de investigación tan abarcadora como la realizada en el caso de El Salvador, bajo la dirección de José Miguel Cruz, algo que según el especialista pudiera iniciarse dentro de muy poco. IEPADES 43 V. ✓ ✓ ✓ ✓ ✓ ✓ RECOMENDACIONES Crear espacios de socialización sana en los distintos territorios, en los cuales los jóvenes puedan sentirse realizados y acuerpados por otras personas, pese a las dificultades que enfrenten en sus núcleos familiares. Realizar seminarios o talleres orientados a periodistas, comunicadores sociales, directivos de medios y editores; para profundizar en conceptos y en la multicausalidad del fenómeno de las pandillas y maras, con el objetivo de contrarrestar la emisión de mensajes comunicativos limitados al respecto. Desarrollar programas de capacitación y formación en los distintos territorios, así como campañas de comunicación, que contribuyan a sensibilizar a la niñez y juventud con la amenaza que representa para sus vidas y las de sus familiares o amigos más cercanos el incorporarse a una pandilla. Identificar y trabajar de manera directa con familias y poblaciones juveniles vulnerables, tanto en la formación de una cultura de rechazo a la actividad delincuencial como de comprensión de las causas que llevan a muchos a involucrarse con estos grupos. Procurar una mayor coordinación interinstitucional, y entre autoridades de los distintos niveles de Gobierno, para la búsqueda de estrategias tendentes a llenar los vacíos que frenan el proceso de desistencia de algunos pandilleros que -sin cometer delitos mayores- muestran interés en avanzar por ese camino y el de la reinserción social. Implementar campañas publicitarias enfocadas en la prevención contra la extorsión y la criminalidad en general. IEPADES 44 VI. ➢ ➢ ➢ ➢ ➢ ➢ FUENTES DE CONSULTA RELATIVAS A PANDILLAS O MARAS EN CENTROAMÉRICA Cruz, José Miguel y otros. La nueva cara de las pandillas callejeras: El fenómeno de las pandillas en El Salvador. Informe presentado a la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL, por sus siglas en inglés) Departamento de Estado Estados Unidos. Recuperado en: https://elfaro.net/attachment/981/ES...LaNuevaCaradelasPandillas_FIU_2017.pdf ?g_download=1 UNODC (2017) Informe Mundial sobre las Drogas 2017. Recuperado de: https://www.unodc.org/wdr2017/field/WDR_Booklet1_Exsum_Spanish.pdf Crime, Insight (2018) 2017 Balance de homicidios en América Latina y el Caribe. Insight Crime. Recuperado de: https://es.insightcrime.org/noticias/analisis/balance-de-insight-crime-sobrehomicidios-en-latinoamerica-en-2017/ OEA (2016) Relatoría Foro Internacional de Prevención de Violencia hacia Niñas, Niños y Adolescentes: Maras, pandillas y otras formas de violencia organizada. http://iinadmin.com/public/wpRecuperado en: content/uploads/2016/10/Relator%C3%ADa-Editada-ES.pdf Soto Mayedo, Isabel (2017) Los “oportunos” ataques de las pandillas en Guatemala. 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