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UNIDAD 2 EGIPTO

2016

UNIDAD 2 2. Características generales del Arte Egipcio. Su relación y dependencia con la Estructura política y religiosa. El arte Egipto presenta uniformidad notable. Al profano le resulta imposible distinguir a primera vista entre una estatua del 2500 a. c. y otra del 500 a. c., en cambio sería muy raro que no supiera que ambas proceden de Egipto. Los criterios que se fijaron en los comienzos de esta civilización se mantuvieron estables al parecer apenas discutido. Es ineludible que la transmisión de las técnicas y los saberes no basto para asegurar por si sola esa uniformidad a lo largo de los milenios. La palabra arte no existía en el antiguo Egipto. Si el antiguo Egipto tuvo conciencia del arte, este no pudo existir por encima de la experiencia religiosa. Egipto estuvo influida por la magia, por la creencia en la existencia de omnipresente fuerzas invisibles y sobrehumanas a las que era preciso propiciar si se quería contar con su ayuda, o bien neutralizar si se quería evitar su enemistad. Solo venerando sin cesar a estos poderes misteriosos era posible mantener al universo en un equilibrio favorable a la supervisión del hombre y de sus instituciones. Era la constante afirmación del rey divino que dirigía el destino de Egipto y si pueblo que había reestablecido la armonía de un mundo ideal. El arte egipcio alcanza un nivel alto por el domino que el artista muestra en el trabajo de una variedad de materiales rebeldes. En tiempos históricos esta gran fuerza productiva era el dios Ptah de Menfis, el creador que en su forma más activa y seminal se representaba como un artesano de cabeza de carnero en el acto de dar forma a la humanidad con su torno alfarero. Ptah era también el montículo primordial de tierra que se levantó de las aguas sobre el caos elemental y sobre el que comenzó toda la vida, igual que ocurría después de la inundación anual del Nilo. Ptah la tierra recién emergida, contenía todos los productos con los que el hombre inspirado por el dios, iba a crear cosas: minerales, piedras, arcillas y metales. En Egipto todas las artes servían para algo practico, en lo esencial una pared pintada y una cuenca para libaciones estaban dotadas dela misma intención creativa en la medida que ambos objetos trataban de ejercer funciones prácticas, aunque distintas y podían haber sido diseñada por el mismo artista. El principal tema del arte es el hombre y sus numerosas actividades en el ambiente egipcio, eran estatuas de variados tamaños desde tamaños menores al natural a colosos, en la cuales ampliaban la cualidades heroicas y benéficas de sus divinidades y faraones y no el terrible poder de tiranos. El arte Egipto refleja un aspecto ideal del mundo natural, en que los seres humanos serenos y afortunados actual de manera racional. Las escenas pintadas o esculpidas expresan en su mayor parte la piedad, el afecto familiar y la armonía social en un medio de una naturaleza favorable. Las escenas de violencia y desorden se limitan a la matanza del buey en el sacrificio o a las derrotas de las fuerzas del mal. El mejor arte egipcio va a reflejar la mesura y el sentido de la proporción de una sociedad sofisticada que en su periodo formativo, recibió de sus filósofos el consejo de mostrar moderación en todas las cosas. En su actitud racional y disciplinada ante la vida y el arte, el egipcio antiguo repetía la regla que le fue impuesta al caos pro el creador en su epifanía. Este sistema ordenado era reestablecido en la tierra y en sus habitantes durante todos los reinados por el dios encarnado en el faraón. Todos los años Egipto renacía según el modelo antiguo después de la inmersión que por causa de la inundación del Nilo habían sufrido sus campos con nuevos yacimientos de fértil sedimento listo para germinar en forma de nueva vida. Si el egipcio, incluso en los tiempos más remotos, supo imponer a su entorno un sistema de mensuración, reduciéndolo a un patrón racional y abarcable, no se debe de extrañar que supiera crear un canon de proporciones al que tenían que adaptarse sus obras de arte. Así pues, en los planos y en la elevación de sus edificios vemos un orden matemático basado en uso de figuras geométricas. Este marco matemático, es un aspecto del concepto egipcio del espacio. El egipcio se sentía muy consciente de la estructura como de una caja de su mundo, atravesado en ángulo recto por dos coordenadas: el fluir general del Nilo de N a S y el paso del sol de E a O por la bóveda de los cielos sostenida por un tercer eje. Los planos contiguos de este entorno están claramente definidos como entidades separadas, y se encuentran en el templo egipcio plenamente desarrollado, que es de una estricta estructura cubica y constituye un modelo del universo en el momento de su creación.

UNIDAD 2 2. Características generales del Arte Egipcio. Su relación y dependencia con la Estructura política y religiosa. El arte Egipto presenta uniformidad notable. Al profano le resulta imposible distinguir a primera vista entre una estatua del 2500 a. c. y otra del 500 a. c., en cambio sería muy raro que no supiera que ambas proceden de Egipto. Los criterios que se fijaron en los comienzos de esta civilización se mantuvieron estables al parecer apenas discutido. Es ineludible que la transmisión de las técnicas y los saberes no basto para asegurar por si sola esa uniformidad a lo largo de los milenios. La palabra arte no existía en el antiguo Egipto. Si el antiguo Egipto tuvo conciencia del arte, este no pudo existir por encima de la experiencia religiosa. Egipto estuvo influida por la magia, por la creencia en la existencia de omnipresente fuerzas invisibles y sobrehumanas a las que era preciso propiciar si se quería contar con su ayuda, o bien neutralizar si se quería evitar su enemistad. Solo venerando sin cesar a estos poderes misteriosos era posible mantener al universo en un equilibrio favorable a la supervisión del hombre y de sus instituciones. Era la constante afirmación del rey divino que dirigía el destino de Egipto y si pueblo que había reestablecido la armonía de un mundo ideal. El arte egipcio alcanza un nivel alto por el domino que el artista muestra en el trabajo de una variedad de materiales rebeldes. En tiempos históricos esta gran fuerza productiva era el dios Ptah de Menfis, el creador que en su forma más activa y seminal se representaba como un artesano de cabeza de carnero en el acto de dar forma a la humanidad con su torno alfarero. Ptah era también el montículo primordial de tierra que se levantó de las aguas sobre el caos elemental y sobre el que comenzó toda la vida, igual que ocurría después de la inundación anual del Nilo. Ptah la tierra recién emergida, contenía todos los productos con los que el hombre inspirado por el dios, iba a crear cosas: minerales, piedras, arcillas y metales. En Egipto todas las artes servían para algo practico, en lo esencial una pared pintada y una cuenca para libaciones estaban dotadas dela misma intención creativa en la medida que ambos objetos trataban de ejercer funciones prácticas, aunque distintas y podían haber sido diseñada por el mismo artista. El principal tema del arte es el hombre y sus numerosas actividades en el ambiente egipcio, eran estatuas de variados tamaños desde tamaños menores al natural a colosos, en la cuales ampliaban la cualidades heroicas y benéficas de sus divinidades y faraones y no el terrible poder de tiranos. El arte Egipto refleja un aspecto ideal del mundo natural, en que los seres humanos serenos y afortunados actual de manera racional. Las escenas pintadas o esculpidas expresan en su mayor parte la piedad, el afecto familiar y la armonía social en un medio de una naturaleza favorable. Las escenas de violencia y desorden se limitan a la matanza del buey en el sacrificio o a las derrotas de las fuerzas del mal. El mejor arte egipcio va a reflejar la mesura y el sentido de la proporción de una sociedad sofisticada que en su periodo formativo, recibió de sus filósofos el consejo de mostrar moderación en todas las cosas. En su actitud racional y disciplinada ante la vida y el arte, el egipcio antiguo repetía la regla que le fue impuesta al caos pro el creador en su epifanía. Este sistema ordenado era reestablecido en la tierra y en sus habitantes durante todos los reinados por el dios encarnado en el faraón. Todos los años Egipto renacía según el modelo antiguo después de la inmersión que por causa de la inundación del Nilo habían sufrido sus campos con nuevos yacimientos de fértil sedimento listo para germinar en forma de nueva vida. Si el egipcio, incluso en los tiempos más remotos, supo imponer a su entorno un sistema de mensuración, reduciéndolo a un patrón racional y abarcable, no se debe de extrañar que supiera crear un canon de proporciones al que tenían que adaptarse sus obras de arte. Así pues, en los planos y en la elevación de sus edificios vemos un orden matemático basado en uso de figuras geométricas. Este marco matemático, es un aspecto del concepto egipcio del espacio. El egipcio se sentía muy consciente de la estructura como de una caja de su mundo, atravesado en ángulo recto por dos coordenadas: el fluir general del Nilo de N a S y el paso del sol de E a O por la bóveda de los cielos sostenida por un tercer eje. Los planos contiguos de este entorno están claramente definidos como entidades separadas, y se encuentran en el templo egipcio plenamente desarrollado, que es de una estricta estructura cubica y constituye un modelo del universo en el momento de su creación. Un arte que es esencialmente bidimensional. La base estaba en el dibujo, explicita en los relieves y en la estatuaria. Al tratar de representar objetos tridimensionales sobre una superficie plana, sea el dibujo de una mesa, el egipcio evitaba la solución que a este problema ofrece la perspectiva. Al egipcio no le interesaba presentar una impresión personal, sino lo que él consideraba verdades eternas. El no representaba lo que podía ser visto de manera efímera, sino lo que daba por supuesto que existiera en perpetuidad. Esta visión no era propio del artista individual, sino que formaba parte del orden inmutable de las cosas que había sido establecido como parte institucional del estado egipcio en el primer tiempo. Lo importante no era la expresión de una visión individual de la realidad, sino la conformidad común modo creativo santificado. Su visión carente de perspectiva situaba al artista egipcio en armonía con un mundo cuya existencia conocía. Su percepción de las forma de la naturaleza se derivaba de una fusión de varios aspectos asentados en la serenidad de su mente no captadas como revelación instantánea por el ojo. Bibliografía: Aldred Cyril; “Arte Egipcio: En el tiempo de los faraones”