30/6/2020
Tumbas y memoria funeraria en al-Andalus – Al-Andalus y la Historia
CU LTU RA MATER IA L
Al-Andalus y la Historia
Tumbas y memoria funeraria en alAndalus
2 A BRI L , 2 020
Diferentes príncipes y notables andalusíes perpetuaron su memoria a través
de enterramientos señalados o de rituales de recuerdo asociados a sus lugares
de reposo eterno. Sin embargo, al contrario de lo que ocurre en otras partes de
mundo islámico medieval, aquellos vestigios funerarios, en general, ni fueron
monumentales ni se han conservado en pie. Veamos si, en realidad, al-Andalus
fue una tierra diferente en relación a estas prácticas en el contexto islámico
J. SANTIAGO PALACIOS ONTALVA
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID
Tumbas meriníes en Fez (Marruecos). Wikimedia Commons.
La memoria funeraria se puede evocar a través de muy distintos elementos
arquitectónicos, escultóricos, epigrá cos, narrativos, historiográ cos,
hagiográ cos, o se puede, por supuesto, recordar a los desaparecidos a través
de la visita ritualizada a sus tumbas y a los cementerios donde reposan sus
restos. De todas esas posibilidades, no cabe duda que son las sepulturas,
mausoleos y cementerios los escenarios más adecuados para la
conmemoración; lugares simbólicos que por su carácter pueden convertirse en
polos de atracción de peregrinos, adeptos o simplemente curiosos conducidos
por la evocación de personajes revestidos de algún especial protagonismo
pasado; en de nitiva, espacios destinados a la memoria de los difuntos.
Pero, qué personajes merecieron esos honores, dónde recibieron sepultura y
qué características tuvieron estos lugares, cómo se garantizó el recuerdo y la
memoria de aquellos difuntos notables, o por qué en al-Andalus son más
signi cativas las contradicciones entre las limitaciones normativas que
impone el islam en torno a edi car o venerar tumbas y la práctica real de los
creyentes; y también cuáles las razones que explican la escasez de
testimonios materiales de esa memoria de los difuntos en el territorio
peninsular. Tratemos de dar respuesta a estas cuestiones en las siguientes
líneas.
https://www.alandalusylahistoria.com/?p=1848
1/9
30/6/2020
Tumbas y memoria funeraria en al-Andalus – Al-Andalus y la Historia
Príncipes y notables
Al-Andalus y la Historia
Pese a que en el islam subyace la idea de cierta igualdad de todos los
creyentes, desde sus orígenes hubo musulmanes merecedores de una
consideración especial en vida, en función de su género y condición jurídica
por ejemplo, y también después de su tránsito por el mundo, de lo que dan
testimonio muchos monumentos sepulcrales. Los familiares del Profeta y sus
primeros compañeros, los llamados ṣahāba, formaban parte de este inicial
grupo de musulmanes merecedores de un lugar de reposo eterno privilegiado,
y sus tumbas se localizan por todo el mundo islámico medieval, incluido el
recuerdo del improbable enterramiento de dos de ellos en Zaragoza, sobre
cuyas tumbas se discutió si construir o no algún tipo de mausoleo
conmemorativo, idea que
nalmente fue descartada a partir de la revelación
onírica que vivió una piadosa mujer.
Representación
de la tumba del
Profeta en
Medina. Dalā’il
al-Jayrat,
Khalili
Collection MSS
97.
Por supuesto, los descendientes de ‘Alī, de los imames šī‘íes y de la «gente de
la Casa» contaron con lugares de reposo eterno señalados por todo el oriente
islámico. Y la visita a los monumentos funerarios dedicados a los profetas
reconocidos en la tradición bíblica y coránica pronto cristalizó también en
rituales y centros de culto importantes, dedicados a Abraham, Set, Noé o
Zacarías, pese a las prescripciones atribuidas al propio Muḥammad para
limitar la veneración de aquellos santuarios.
En cualquier caso, los enterramientos de los que conservamos más noticias y
referencias en al-Andalus fueron los de diferentes soberanos islámicos
peninsulares, empezando por los emires y califas omeyas, aunque su
cementerio dinástico no tuviera una relevancia especial ni haya sido
identi cado todavía con absoluta precisión. Sabemos, eso sí, que era llamada
rawḍa o turbat al-Julafā’, y que el mausoleo estaba situado, según las escasas
referencias que tenemos, en el interior del alcázar de Córdoba. Ahora bien, el
poco interés que las fuentes textuales dedican a las exequias de estos
monarcas, así como la supuesta simplicidad de las fosas donde reposaron sus
cuerpos, parecen signi car que no se trataba de monumentos relevantes.
Contamos también con referencias a los panteones de algunas dinastías de
reyes de taifas, así como la evidencia de epita os de algunos de aquellos
gobernantes. Recientemente se ha excavado e identi cado el mausoleo de los
reyes de la taifa de Murcia, con un oratorio asociado, aparecido en el alcázar
de la ciudad, concretamente en las inmediaciones de la iglesia de san Juan de
Dios. Y es bien conocido que los Banū Naṣr de Granada contaron, por su parte,
con dos espacios funerarios de referencia para los miembros de la dinastía,
por un lado la antigua Maqbarat al-Sabīka, situada en la colina de la Alhambra,
y por otro una rawḍa dentro del recinto de la propia «fortaleza roja», un
https://www.alandalusylahistoria.com/?p=1848
2/9
30/6/2020
Tumbas y memoria funeraria en al-Andalus – Al-Andalus y la Historia
edi cio cuadrangular con varias estancias o camarillas y cuatro pilares
Al-Andalus y la Historia
centrales que sostendrían una cubierta abovedada, en el que se hallaron las
fosas donde descansaron los restos de Muḥammad II (m. 701/1301), Ismā‘īl I
(m. 725/1325), Yūsuf I (m. 755/1354) y Yūsuf III (m. 820/1417).
La santidad de algunos musulmanes propició que sobre sus sepulturas se
desarrollara algún tipo de culto en honor a su memoria ejemplar. Estos santos
podían tener extracción popular, muchos eran sufíes y otros tantos ulemas y
doctores prestigiosos por sus conocimientos jurídicos o religiosos distinguidos,
en cualquier caso, con semejantes formas de veneración que se concretaba
en romerías y rituales asociados a sus tumbas —lo que se conoce como ziyāra
—. Buscando recibir su irradiación espiritual, estos santuarios recibían la visita
de peregrinos que esperaban la intermediación y baraka del difunto, aunque
algunos musulmanes puritanos denunciaron esas prácticas como abusivas y
semejantes a la idolatría cristiana en relación a los santos.
Lapida del hayib Sapur. Museo arqueológico provincial de Badajoz.
No podemos olvidar en esta breve relación a diferentes hombres sabios que
podían estar también relacionados con un tipo de santidad o responder a
otros elementos de prestigio
losó co, literario, cientí co o profesional, que
recibieron sepultura destacada. Hablamos de maestros y hombres de vida
ejemplar, jueces, alfaquíes, jeques,
lósofos o poetas cuyo acceso a la
santidad popular les procuró reconocimiento post-mortem. Sirva de ejemplo
de este grupo la
gura de Averroes (m. 595/1198), enterrado en Marrakech y
recordado por los peregrinos que seguían la ziyāra dedicada a los santos
patronos de la ciudad, aunque parece que su cuerpo fue
nalmente
transportado a Córdoba, tras reposar apenas tres meses en tierras magrebíes.
Ibn ‘Arabī es quien nos informa del trasladado de Averroes al cementerio de
Ibn ‘Abbās de Córdoba, donde se erigía el panteón familiar de los Banū Rušd y
de otros muchos notables cordobeses, y cuenta que fue transportado
https://www.alandalusylahistoria.com/?p=1848
3/9
30/6/2020
Tumbas y memoria funeraria en al-Andalus – Al-Andalus y la Historia
signi cativamente en una bestia en la que iba a un lado su féretro y al otro
Al-Andalus y la Historia
sus libros, con los que sería enterrado.
Cementerios y sepulturas
Diferentes construcciones especí cas y edi cios asociados, como mezquitas,
palacios, oratorios o madrasas, acogieron los enterramientos de aquellos
notables musulmanes. Aunque no siempre es fácil caracterizarlos
morfológicamente, y no es el objetivo de este trabajo, las fuentes se re eren a
ellos con distintas denominaciones cuyo signi cado trataremos de concretar.
Uno de los términos más comunes para hablar de cementerios con alguna
consideración especial es el de rawḍa (pl. riyāḍ), que literalmente signi ca
«jardín» pero que en este contexto se puede traducir por «panteón» o
«sepultura rica», y se re ere a un espacio cementerial privado, generalmente
dentro de un complejo áulico, que muchas veces se de nía simplemente a
través de algún tipo de estructura perimetral. También evocaban el jardín del
Paraíso otros términos asociados a construcciones funerarias, como ŷanna y
būstān, muchas veces considerados auténticos mausoleos dinásticos o
familiares. Qubba (pl. qibāb) es quizá la forma más común con la que las
fuentes se re eren a un enterramiento. Literalmente signi ca «cúpula», y hace
referencia a un tipo de mausoleo cubierto por uno de esos elementos
constructivos, apenas una estructura arquitectónica abierta o cerrada, situada
sobre una tumba, que pudo adquirir a lo largo y ancho del mundo islámico
distintas formas, tamaños, riqueza decorativa o entidad artística. La «tumba»
sin especi cación arquitectónica alguna, es decir la simple fosa independiente
de las estructuras superpuestas o anejas, se menciona en las fuentes con el
término qabr (pl. qubūr). Y se emplea el nombre de lugar maqbara (pl.
maqābir) para referirse, generalmente, a un «cementerio» público. Turba (pl.
turab) es otra palabra del campo semántico relacionado con los
enterramientos, cuyo signi cado básico remite a la idea de «tierra» o «polvo»,
aunque en contextos funerarios se re era a «mausoleo» o «panteón»
destinado a una o varias personas. Carecían, en todo caso, de una forma
arquitectónica bien tipi cada, y apenas si se puede identi car con un recinto
cerrado donde se reunirían los enterramientos de un grupo familiar o colectivo
social determinado. Y por último, en el occidente islámico otros lugares
referidos en las fuentes como zāwiya, ribāṭ, rābiṭa o monastīr, son términos
polisémicos que en ocasiones se re eren también al lugar de enterramiento
eminente de algún santo musulmán.
Ritualización del recuerdo a los difuntos
Además de la construcción de estos mausoleos o tumbas destacadas, muy
frecuentemente asociadas a otros edi cios como mezquitas, oratorios y
madrasas, que además se erigían en emplazamientos muy concurridos como
las puertas de las ciudades, cabe hablar de una serie de estrategias
simbólicas o rituales a través de las que se obtenía la deseada
jación del
recuerdo de un difunto particular en la memoria de los vivos. Para ello, los
complejos arquitectónicos funerarios acumularon ajuares simbólicos y de
prestigio, como hizo Abū-l-Ḥasan en su mausoleo de Chella (Šāla, Rabat),
donde se conservaban varios ejemplares del Corán ricamente decorados, y
https://www.alandalusylahistoria.com/?p=1848
4/9
30/6/2020
Tumbas y memoria funeraria en al-Andalus – Al-Andalus y la Historia
cuya tumba estaba forrada con un fragmento de tela que había formado parte
Al-Andalus y la Historia
del recubrimiento de la Ka’ba. Aunque, sin duda, como mejor se garantizaba el
recuerdo de los difuntos fue a través de la institucionalización de
peregrinaciones a dichos monumentos. Nos referimos a romerías o ziyāra-s,
que pudieron ser instituidas desde algún poder o cial, pero que acabaron
adquiriendo una dimensión espontánea y popular acorde con los deseos de la
población de perpetuar el recuerdo o visitar la tumba de gobernantes, sabios,
sufíes, compañeros y familiares de Muḥammad, hombres de letras o santos
venerados.
Tumba en la necrópilis meriní de Chella. Fotografía de Javier Albarrán.
En los actos asociados a aquellas peregrinaciones no faltaba la recitación del
Corán, oraciones en honor del Profeta o del fallecido, así como la repetición
constante de la fātiḥa por parte de los
eles. Se establecían legados píos para
mantener el culto en esos santuarios, se celebraban actos de contrición y
ofrendas materiales o de velas, eran frecuentes también los repartos de
comida o la celebración de banquetes funerarios y, en ocasiones, se asociaban
mercados estacionales coincidentes con tales acontecimientos.
En al-Andalus estos actos conmemorativos y peregrinaciones también
tuvieron lugar y alguno, pese a la progresiva conquista cristiana, pervivió
incluso en los primeros momentos tras la incorporación del espacio andalusí
al dominio de las formaciones feudales. Es el caso de la zāwiya de los Sīdi
Būna en el valle del Guadalest, cuya romería al santuario de Atzeneta
recordaba el enterramiento de un sarraceno considerado profeta, que el
monarca aragonés Pedro IV permitió realizar en 1336. O el culto continuado a
un sabio musulmán que murió y fue enterrado en el ribāṭ de Gormaz, cuya
tumba siguió siendo venerada por los cristianos tras la conquista del lugar.
La particularidad de al-Andalus
https://www.alandalusylahistoria.com/?p=1848
5/9
30/6/2020
Tumbas y memoria funeraria en al-Andalus – Al-Andalus y la Historia
Planteábamos al comienzo la posibilidad de que al-Andalus respondiera a
Al-Andalus y la Historia
ciertas condiciones especí cas en relación a la escasa pervivencia de muchos
de esos monumentos funerarios, para lo cual hay que empezar llamando la
atención sobre otra situación paradójica que en este caso afecta al conjunto
del islam. Nos referimos a la aparente contradicción entre las prescripciones
de la mayoría de las fuentes de derecho islámico, que recomiendan e incluso
prohíben que los sepulcros de los musulmanes se diferencien unos de otros o
se veneren, respecto a la realidad material y ritual apreciable en la mayoría de
las sociedades islámicas, donde la construcción de mausoleos y el culto a
determinados enterramientos principales es práctica habitual.
Son claras las indicaciones directas del Profeta o las reservas legales de los
primeros musulmanes y de los juristas de diferentes escuelas, en torno a no
diferenciar a través de elementos arquitectónicos u ornamentales las tumbas
de los musulmanes. Sin embargo, esos dictámenes no fueron respetados y se
detectan numerosas excepciones a las restricciones en este sentido. ¿Cómo
explicarlas? En primer lugar, porque los alfaquíes consideraron esas prácticas
solo reprobables —makrūḥ—, y no algo completamente prohibido —ḥaram—.
Pero hay que tener en cuenta, también, razones de tipo antropológico para
entender que las disposiciones legales islámicas tendentes a igualar a vivos y
muertos, chocaron a veces con las prácticas sociales locales destinada a
preservar la memoria de algunos difuntos a través de monumentos funerarios
o rituales de recordatorio. Sin olvidar que muchos gobernantes recurrieron a
monumentalizar sus mausoleos familiares, como medio de reforzar
simbólicamente su autoridad política o consolidar su legitimidad dinástica.
¿Por qué en al-Andalus, sin embargo, la situación parece ser diferente? En
primer lugar, ese particularismo se podría explicar por la adhesión del islam
peninsular a la escuela malikí, para cuyos juristas una simple fosa era lo único
necesario para enterrar a un hombre. Recordemos también las propias
sentencias del fundador de esta escuela, que desaprobaban cualquier tipo de
veneración a personas o lugares que recordaran a prácticas preislámicas o
semejantes a las de judíos y cristianos. La in uencia del malikismo pudo
impregnar, por tanto, las costumbres funerarias peninsulares, pero algunas
otras evidencias parecen contradecir la imagen de al-Andalus como excepción
dentro de su contexto cultural. Por ejemplo que, aunque sepamos poco acerca
del cementerio dinástico de los califas omeyas de Córdoba o del de otros
importantes linajes andalusíes, a la vez que se documentan las primeras
condenas jurídicas, a mediados del siglo IX, contra la erección de monumentos
funerarios, nos consta que algunos miembros de la familia omeya y ciertos
funcionarios estatales habían erigido sus respectivas tumbas contraviniendo
aquellas fetuas. Y las fuentes nos revelan, por otro lado, innumerables noticias
de hombres santos, eruditos y notables enterrados por toda la península,
aunque las informaciones sean más detalladas y prolijas en relación a las
tierras del Levante o del antiguo reino de Granada, lugares donde la conquista
y dominación cristiana, con la consiguiente destrucción de aquel legado y su
olvido, llegaron más tardíamente.
Necrópolis
meriní en
Fez
(Marruecos).
https://www.alandalusylahistoria.com/?p=1848
6/9
30/6/2020
Tumbas y memoria funeraria en al-Andalus – Al-Andalus y la Historia
Wikimedia
Al-Andalus y la Historia
Commons.
Es conveniente, por tanto, articular otras explicaciones para explicar el hecho
aparentemente paradójico de la ausencia de una memoria ritual y patrimonial
del mundo funerario musulmán andalusí. Y creemos que la clave estaría en la
divergente evolución política, religiosa y cultural que vivieron al-Andalus y el
Magreb a partir de la conquista cristiana, fundamentalmente porque la
península se vio sustraída a una realidad que cristalizó al sur del estrecho a
nales del siglo XIII. Nos referimos a la simbiosis del poder o cial meriní con
el malikismo tradicional y el no menos arraigado su smo —ya
institucionalizado en ṭarīqa-s—, que convirtió a los santos magrebíes en
actores relevantes de la política del momento, y potenció un fenómeno
esencial: el culto a los difuntos relevantes y la proliferación de edi cios
funerarios, que se aprecia en el norte de África desde entonces.
Hasta ese momento Al-Andalus, por tanto, no se diferenció mucho del resto
del mundo islámico y fue lugar donde se rindió culto a la memoria de difuntos
principales. Numerosos testimonios se pueden argumentar en ese sentido e
indican que la sociedad andalusí, antes de la desaparición del califato no
debía ser muy distinta a otras contemporáneas, aunque es cierto que cabe
hablar de aspectos singulares. La Córdoba sunní, por ejemplo, nunca pudo
competir con El Cairo fatimí en número y riqueza de sus mausoleos;
seguramente en el país pesaron más ciertas prescripciones restrictivas
malikíes para el desarrollo de esa expresión devocional a los difuntos; y no
cabe duda que la conquista cristiana acabó borrando muchas de aquellas
huellas artísticas y arquitectónicas que recordaban a sus muertos principales.
PARA AMPLIAR:
Abad Castro, Concepción, González Cavero, Ignacio, “Los enterramientos reales de
Córdoba y el particularismo religioso andalusí en el contexto de la arquitectura
funeraria islámica hasta el siglo X”, Anuario del Departamento de Historia y Teoría del
Arte, 20 (2008), pp. 7-18.
Casal, Mª Teresa, “Los cementerios islámicos de Qurtuba”, Anales de Arqueología
Cordobesa, 12 (2001), pp. 283-313.
Fierro, María Isabel, “El espacio de los muertos: fetuas andalusíes sobre tumbas y
cementerios”, en María Isabel Fierro, Jean-Pierre van Staëvel y Patrice Cressier
(eds.), L’urbanisme dans l’occident musulman au moyen âge: aspects juridiques, Casa de
Velázquez – CSIC, Madrid, 2000, pp. 153-189.
Halevi, Leor, Muhammad’s Grave. Death Rites and the Making of Islamic Society, New
York, Columbia University Press, 2007.
Leisten, Thomas, “Between Orthodoxy and Exegesis: Some Aspects of Attitudes in
the Shariʿa toward Funerary Architecture”, Muqarnas, 7 (1990), pp. 12-22.
Martínez Núñez, Mª Antonia, “Epigrafía funeraria en al-Andalus (siglos IX-XII)”,
Mélanges de la Casa de Velázquez, 41-1 (2011), pp. 181-209.
Palacios Ontalva, J. Santiago, “La muerte del príncipe en al-Andalus: arquitectura
religiosa y memoria en un contexto islámico”, en F. Miranda García y Mª Teresa
López de Guereño Sanz (eds.), La muerte de los príncipes en la Edad Media. Balance y
perspectivas historiográ cas, Collection de la Casa de Velázquez, Madrid, 2020.
https://www.alandalusylahistoria.com/?p=1848
7/9
30/6/2020
Tumbas y memoria funeraria en al-Andalus – Al-Andalus y la Historia
Rāgib, Yusuf, “Les premiers monuments funéraires de l’Islam”, Annales
Al-Andalus y la Historia
Islamologiques, 9 (1970), pp. 21-36.
Rāgib, Yusuf, “Structure de la tombe d’après le droit musulman”, Arabica, 39 (1992),
pp. 393-403.
Torres Balbás, Leopoldo, “Cementerios hispanomusulmanes”, Al-Andalus, 22
(1957), pp. 132-191.
Tuil, Bulle, Inhumation et Baraka. La tombe du saint dans la ville de l’Occident
musulman au Moyen-Âge (XIIe-XV e siècle), Tesis Doctoral, París, Université Paris IV
Sorbonne, 2011.
Cementerios
Mausoleos
S U S C RÍ B E T E A
L A R E V IS TA P O R
CORREO
E L E C T RÓ NI C O.
INT RO DUC E T U
DIR E C C IÓ N:
Ritos funerarios
Tumbas
B ÚS Q U E DA
E NT R ADAS
RE C I E NT E S
Buscar …
«Conveniencia» en
tiempos de los
Reinos Taifas
S Í G UE NO S E N:
26 junio, 2020
Arabización,
SUSC RI BI R
islamización y
resistencias
18 junio, 2020
El pasado medieval y
sus símbolos
actuales
12 junio, 2020
Bereberes en alAndalus, ziríes en
Granada
5 junio, 2020
Ibn Battuta y las
mujeres del Sahel
29 mayo, 2020
Almunias de la Vega
de Granada
22 mayo, 2020
https://www.alandalusylahistoria.com/?p=1848
8/9
30/6/2020
Tumbas y memoria funeraria en al-Andalus – Al-Andalus y la Historia
Al-Andalus y la Historia
Orgullosamente ofrecido por WordPress | Tema: Dyad 2 por WordPress.com.
https://www.alandalusylahistoria.com/?p=1848
9/9