Posibilidad, Crítica y Reflexión – ISSN 0719-1359
Filosofía y Crisis:
Una aproximación
La crisis económica no sólo ha recordado sino
también resucitado viejos temores apocalípticos; y
no ha sido para menos, pues la crisis se entiende
también como un estado de continua expectación
frente a un ambiente general de incertidumbre. Si
bien esta crisis es reconocida y recordada a cada
momento en los medios, ya sea como justificación o
como advertencia, parece no existir una toma masiva
de conciencia sobre la importancia de “esas otras
crisis” que ayudan a complementar el panorama de
las grandes antinomias de nuestra época. ¿Dónde
queda por ejemplo la crisis ética?, ¿Aquél problema
que al asumir nuestra contemporaneidad como
problemática, desemboca de nuevo en la
inexorabilidad de una re-creación de valores después
de la inundación provocada por el mar de la nada,
cosa ya augurada en su tiempo por Nietzsche y que
ahora reaparece para de esta manera cobrar una
inusitada vigencia?
Carlos Rodrigo Maida Avalos
Universidad Nacional de El Salvador,
San Salvador, El Salvador
Semillero Internacional de Metafísica y Ontología
(SEMEyON)
Tercer Lugar de la Categoría C
Del Concurso de Ensayo Filosófico Internacional 2011
Las crisis dan siempre que pensar.
Son en el fondo fecundas porque siempre vislumbran
un nuevo modo de concebir lo que nos pasa.
Irrumpe una nueva, o, mejor, una muy antigua verdad. (Kusch,
2008:13)
Introducción
Ya sea en su forma embrionaria como
comienzo de la estimulación lógica, o como punto
de referencia y contraposición frente a lo que no es
físico, la filosofía regresa a lo aprehensible-sensorial
para poder ser proyecto. Lo evidente o aprehensible
a tratar acá y que de antemano damos por hecho, es
la existencia de una crisis que abraza múltiples
dimensiones de la vida en el planeta. Estos últimos
años han sido “prolijos” en evidencias. Poco a poco
el cúmulo de hechos que han resquebrajado nuestra
comprensión del mundo se ha ido amontonando a
tal punto que además de afectarnos de forma directa,
también nos ha llenado -sobrecogiéndonos así- del
más puro asombro. Es precisamente ahí donde se
abre la puerta para que entre la filosofía, sin
presentaciones y sin pedir permiso empieza la
búsqueda del origen de todo aquello que a simple
vista no tiene consistencia. 24
Las crisis han estado ahí y eso no debería
sorprendernos. Mejor preguntémonos si la filosofía
también ha estado junto a ellas; si nos aproximamos
a la relación crisis-filosofía, es posible observar como
los procesos de crisis, han generado escuelas y
filósofos. Esos “hijos de su tiempo” tienen un caso
emblemático en el florecimiento de un tipo de
filosofía griega a la sombra de una configuración de
la subjetividad cuya base fue la más rampante
ataraxia, situación relacionada en buena medida con
la fragmentación política del concepto de ciudadEstado como institución helénica por antonomasia.
El ejemplo ilustra que esa relación entre crisis y
filosofía, no es una cuestión gratuita aunque
tampoco automática; la filosofía también constituye
una respuesta a los momentos de rupturas, levanta la
mano y propone; no siempre es escuchada, no
Erstaunens steht nicht einfach so am Beginn der Philosophie
wie z. B. der Operation des Chirurgern das Waschen der
Hände voraufgeht. Das Erstaunen trägt und durchherrscht die
Philosopie”. Martin Heidegger. QU'EST-CE QUE LA
PHILOSOPHIE? Was ist das–die Philosophie? Tübingen, G.
Neske. 1966 p. 25.
24
Esta idea proveniente de la filosofía antigua, encuentra un
desarrollo interesante en Heidegger. Para éste, el vínculo entre
filosofía y asombro no sólo se da en el comienzo. Es mucho
más importante, ya que el asombro como tal, es condición
necesaria para sostener el filosofar mismo: “Das πάθος des
63
Posibilidad, Crítica y Reflexión – ISSN 0719-1359
siempre les interesa. Ahora bien, si tenemos en
cuenta esta relación y asumiendo la existencia de una
crisis generalizada, entendida aquí como un
resquebrajamiento del conjunto de vínculos sociales
desde la perspectiva de un amplio conflicto, en el
cual la dilucidación de nuestros actuales límites de
comprensión del ser humano y sus realidades tienen
a su base una incertidumbre que se manifiesta
sobretodo en una dimensión ética y política, se
vuelve necesario para auscultar esa relación, delimitar
y radicalizar nuestro binomio crisis-filosofía, para
preguntarnos, no si existe una crisis dentro de la
crisis (que haría referencia a eso que suele
denominarse crisis actual), sino para arriesgarnos a
problematizar más el asunto preguntándonos si
existe una eventual crisis dentro de la filosofía
misma.
Si la crisis se caracteriza por ser cambio sin
que se sepa exactamente hacia que o hacia donde, el
pensamiento filosófico –que es cambio que busca
estructurarse a sí mismo- tiene la suficiente
experiencia y capacidad para sumarse a ese proceso,
en el mejor de los casos como necesaria
interpretación y replanteamiento de las inquietudes
que nos asechan. En consecuencia y como
compromiso -de por sí arriesgado- puede atreverse a
proponer bases que cuando sea necesario, vayan más
allá de una normatividad circunscrita a lo
meramente críptico. Entonces el problema de la
relación filosofía-crisis, es una relación real, hasta
cierto punto necesaria. Pero también es necesario
precisar que al hablar de “filosofía” así sin más,
podemos caer fácilmente en ligeras conclusiones.
Quizás sería más apropiado hablar de “las filosofías”
o del pensamiento filosófico. Pero por su
complejidad y su variedad de enfoque, ni eso excluye
la posibilidad de encontrarnos frente a una falacia,
pues fácilmente se tiende a crear la ilusión de que el
problema se reduce a la yuxtaposición y amalgama
de las distintas corrientes o –desde un punto de vista
mucho más limitado- a percibir cuál de los distintos
enfoques filosóficos “tiene la razón” y a demostrar la
existencia de una competencia por la búsqueda de
“la verdad”, o en términos políticos, de: “la
solución”. Su origen estaría ubicado, al interior de
las distintas corrientes de la metafísica actual26. No
Filosofía, crisis y filosofía de la crisis.
Desde una perspectiva interior, es obvio que
la filosofía comparte elementos que implícitamente
están emparentados con la transformación. Una
filosofía que no avanza, que no se ve a sí misma de
manera crítica, más que una filosofía es un tosco
decálogo. Asumiendo esa lógica, la filosofía se
constituye así misma dentro de las fronteras de un
conjunto de máximas que buscan un fin
determinado, para asumir los beneficios que conlleva
la defensa a ultranza de una prerrogativa de lo
inamovible. No sólo en la Edad Media o en la Rusia
soviética, se ha visto como la filosofía ha derivado en
sistemas cerrados en sí mismos, convirtiéndose en
una especie de dogmatización puesta a la orden del
día, donde el rescate o revisión de elementos de
carácter relevante se ve ofuscado no sólo por la
dificultad intrínseca a tal proyecto, sino también por
lejanos avatares de tipo político.25
movimiento estudiantil de los años sesenta del siglo pasado ha
tenido efectos perjudiciales para su recepción posterior. (…)
Esta identificación le ha conferido al pensamiento de Marcuse
una problemática positividad como ideología del movimiento
estudiantil de los años sesenta, lo cual le ha hecho perder su
atractivo a la academia de una época como la nuestra, que
contempla desde un supuesto realismo desencantado y
despolitizado las ingenuidades utópicas de aquellos años”.
Herberth Marcuse. Contribuciones a una fenomenología del
materialismo histórico (1928) y Sobre filosofía concreta (1929).
Introducción y traducción a cargo de José Manuel Romero
Cuevas. Madrid, Plaza y Valdés Editores. 2010 p. 7 y 8. El
subrayado es nuestro.
26
Para una lectura en esta dirección (relacionada especialmente
con la relación metafísica moderna y crisis), referirse a: Juan
Antonio Nicolás. Alternativas actuales a la crisis de la metafísica
moderna. Realidad. Revista de Ciencias Sociales y
25
El filósofo español José Manuel Romero, señala con respecto
a una disposición actual para la re-lectura de Marcuse, la
existencia de un elemento que a mi juicio es producto del
anquilosamiento sugerido: “sin duda alguna, el modo en que el
pensamiento de Marcuse fue identificado como guía del
64
Posibilidad, Crítica y Reflexión – ISSN 0719-1359
arremete contra la filosofía y el pensamiento
humanístico encontrándolo inútil e inclusive
pernicioso?
obstante a todo ello, sí se mantiene en pie algo
mucho más inquietante: la dificultad de posibilitar la
articulación de un diálogo coherente entre
expresiones filosóficas disímiles, que en materia de
ética y política, abordan en última instancia la
misma preocupación: el ser político. El interés como
tal de una posible filosofía política, no se reduce
solamente a las distintas formas de coerción y sus
posibles legitimaciones, va más allá. Es ahí
precisamente donde nos damos cuenta como la
problemática de la filosofía como crisis, encuentra
una faceta más, en la crisis de la metafísica misma,
vista como conjunto de alternativas teóricas que a lo
largo del siglo XX y hasta nuestros días, han
intentado interpretar y en el mejor de los casos,
solucionar lo que con una categoría podemos
denominar como cri(sis)tema.27
Entonces que la filosofía esté en crisis no sólo no es
algo nuevo sino que es también, un resultado de las
crisis mismas. La filosofía sólo puede tener
pretensiones de validez explicativa si asume su
relación con la crisis como algo conflictivo. El
verdadero reto está en auscultar esa relación, y en el
modo en cómo la primera la aborda. Sólo
comprendiendo esta relación como una relación
necesariamente problemática, podrá aquel que hace
filosofía, asumir su rol con mayor claridad. Quizás la
filosofía y toda la tradición humanística tengan
mucho que decir sobre la crisis mundial actual. Pero
¿se dan a escuchar? ¿No es que también esa crisis
Esa misma crisis ha perpetrado la pérdida de
la formación humanística. Ha convertido a los
individuos mediante un proceso de estructuración
donde la subjetividad es subyugada y obligada a
responder a la necesidad de involucrarse en la
búsqueda urgente e inmediata de lo material y de lo
que produce un beneficio palpable, inmediato.
¿Dónde queda el papel de la filosofía? ¿Qué puede
intentar al respecto? No tiene por qué recurrir a
fórmulas inconcebibles… ¿Qué tal si comienza otra
vez por ver más allá de lo meramente dado? Veamos:
ha sido una opinión extendida inclusive entre
académicos, que en los recientes sucesos de
Inglaterra lo que prevaleció fue un gamberrismo sin
más. Yo creo que eso todos lo vimos, pues eso es lo
evidente. Lo interesante sería preguntarnos por qué
fueron atacadas las tiendas, sobre todo aquellas que
obtienen usufructo directo del neoliberalismo.
(Subproducto del capitalismo que recientemente y
no sin dudas todavía, fue puesto a salvo de la tercera
gran crisis económica después de las de mil
novecientos veintinueve y mil novecientos setenta y
tres) ¿Por qué fue enfocada esa furia y desatada
contra símbolos inequívocos de la sociedad de
consumo?28 ¿Por qué se vieron involucrados no sólo
los sectores bajos sino también la clase media, y en
menor medida, estudiantes universitarios e inclusive
Humanidades, No. 96, San Salvador. UCA, 2003. pp. 765787.
27
Esta categoría está inspirada en una de las tesis sobre filosofía
de la historia de Walter Benjamin. En la octava tesis se plantea
que la tradición enseña que la regla es en realidad el estado de
excepción en el que vivimos. Un continuo estado de excepción
se implanta como realidad constante y la misión consiste en
traer o crear “el verdadero” estado de excepción. La crisis se
asemeja al estado de excepción en su calidad de continuidad
histórica y su perpetuidad en el Status Quo económico. La
crisis por tanto se inserta en un conjunto de elementos
culturales que le dan coherencia a un todo social y político de
carácter caótico, pero funcional; en esa medida se vuelve
sistema. Ver: Walter Benjamin. Discursos Ininterrumpidos I,
Filosofía del arte y la historia. Prólogo, traducción y notas de
Jesús Aguirre. Madrid, Taurus. 1987 p. 182.
28
Es posible argumentar en contra –como de hecho fue la
constante- un actuar inmediatista caracterizado por el accionar
sin más. Algo que de manera un tanto elíptica se manifiesta en
expresiones como: “sólo lo hicieron así, sin más, sin saber
porqué, sin ninguna ideología”. Quizás en este término se
encuentre el problema. Sobre esta noción, Žižek remontándose
a Marx señala: “la definición más elemental de ideología es
probablemente la tan conocida frase de El capital de Marx: “Sie
wissen das nicht, aber sie tun es” –“ellos no lo saben, pero lo
hacen”. Slavoj Žižek. El sublime objeto de la ideología. Buenos
Aires. Siglo XXI Editores Argentina, 2003. p. 55. Con el
ejemplo sólo intento poner de manifiesto un modus operandis
de un pensamiento crítico y de sospecha (una voluntad
filosófica) frente a un hecho concreto.
65
Posibilidad, Crítica y Reflexión – ISSN 0719-1359
profesionales? Si bien de manera anárquica y sin la
pretensión de un cambio de eso contra lo que se
ataca, no podemos dejar de ver en todo ello un
símbolo que tomado como tal, nos ayude a penetrar
en la problemática mediante la obtención de nuevas
ideas que nos posibiliten por medio de la
reinterpretación, explicárnoslo. Esa hermenéutica de
la realidad sólo es realizable si se tiene en cuenta que
el papel de la filosofía y el filósofo pasan por
reenfocar y redefinir las interrogantes con las cuáles
no sólo la clase política y económica ha hecho corto
circuito. ¿Qué fue lo que vio Walter Benjamin en el
acto que se volvió una constante -y que
aparentemente era inexplicable o sin razón- de
dispararle a los relojes de las iglesias en diferentes
lugares de una Francia revolucionaria?29 ¿Cómo fue
que Marx interpretó un advenimiento políticohistórico como una segunda edición del dieciocho
Brumario reflexionando sobre procesos decisivos que
van hacia adelante pero al mismo tiempo mirando
hacia atrás?30; o recientemente Slavoj Žižek (2005),
que dentro del ámbito de la filosofía cultural plantea
un argumento que podemos formularlo con la
siguiente pregunta: ¿Cómo es posible que toda una
avalancha de películas nos hablen sobre el fin del
mundo, ya sea por desastres naturales, profecías de
culturas antiguas o invasiones extraterrestres y no sea
posible ver una tan sola que contemple el fin de un
sistema económico o al menos su modelo, creando
con ello la imagen que será asumida por millones de
subjetividades, donde la idea que subyace, es aquella
donde lo más fácil es que el mundo sea físicamente
destruido a que solamente cambie el rumbo
económico?
alternativas donde los valores imperantes no sean
simplemente reeditados. Si la meta es profundizar la
democracia, en la actualidad eso pasa necesariamente
por criticarla a profundidad y sin miedos. En este
sentido, si el consejo número seis de Roberto Bolaño
(2004:234,235) concerniente a escribir un cuento es
verdadero, entonces para la escritura filosófica, debe
ser doblemente cierto. Por ello, además de la
curiosidad intelectual y de esa tendencia a dejarse
apasionar por el asombro (el cual muta luego en
asombro filosófico), el quehacer de este tipo debe
tener la valentía de asumir el desafío intelectual
donde los elementos sagrados de una sociedad sean
sometidos a puntos de vista radicales, aun a costa de
comprometer con ello la integridad física o moral del
individuo que asume tal postura. Sobre todo en estas
sociedades donde no se escatiman oportunidades
para recurrir a la violencia sobre el que piensa
distinto o sobre el que se interpone en el camino que
va del vendedor de ilusiones a la recompensa
¿Es
esto
una
económica
inmediata.31
irresponsabilidad?, ¿matonería intelectual? Yo creo
que para estos lugares es casi una consecuencia
inevitable. Es una decisión, porque pensar en
abocarse a una reflexión radical no simplificadora,
con la cual se asume la lucha contra la crisis, es
abocarse a un pensar ineludiblemente político.
Ante todo, nos surge la interrogante: ¿Se
hace escuchar la filosofía más allá de los paraninfos?
¿Llega su mensaje? Los “filósofos representativos”,
aquellos que alcanzan la categoría de “super-star” de
la academia, son los que inciden en la conciencia
31
A propósito de los peligros para el ser humano y la pérdida
de una conciencia ética, García de Cortázar señala: “resulta
inevitable establecer una relación entre este proceso de huida
intoxicada, de salto en el vacío, y la escasa capacidad de
respuesta que la sociedad y el Estado han dado a la falta de
ideales y a la desmotivación en los jóvenes”. Fernando García
de Cortázar (dir.) El siglo XX. Diez episodios decisivos. Madrid.
Alianza Editorial. 1999. p 26. No es casualidad que esos
factores se conjuguen para crear una industria de la violencia y
la corrupción extremas, que trabaja con intensidad en América
latina, la industria en cuestión es producto de un capitalismo
en bruto, totalmente hipostasiado: el narcotráfico.
Conclusión
El rol del filósofo es tratar de quitar el velo
de la intriga económico-política y también del
consumismo cultural, cuyo diagnóstico debe revelar
29
Benjamin, op. cit., p. 188 y 189.
Carlos Marx y Federico Engels. Obras Escogidas. Editorial
Progreso, Moscú. (Sin fecha de edición). pp. 95-180.
30
66
Posibilidad, Crítica y Reflexión – ISSN 0719-1359
La filosofía puede ayudar a fecundizar la
crisis para re-concebir lo que nos está pasando. Sin
duda alguna, arremete de nuevo. Ya veremos qué
tipo de “verdad” es la que irrumpe de todo ello.
pública, ya sea mediante la publicación de opiniones
que resultan polémicas, que generan intensos debates
o mediante la participación política directa. En este
año por ejemplo –un año que ha sido tan rico en
procesos revolucionarios u acontecimientos políticos
poco más que significativos, desde Madrid a los
países árabes o desde New York a Santiago de Chilede filósofos, sólo recuerdo una publicación de Žižek
en uno de los periódicos más grande de habla
hispana. A este pensador se le cataloga de
superestrella en parte gracias a su estilo, en parte
gracias a lo multitudinario que suelen ser sus
presentaciones. Algo parecido experimenté cuando
hace un par de años asistí a una conferencia de
Gianni Vattimo. Ese hálito que media entre un gurú
y un rock-star, está presente en ambos. La faceta
política institucional también: Žižek fue candidato a
la presidencia de Eslovenia y Vattimo perteneció a la
vida partidaria en Italia e incluso tuvo acceso al
parlamento europeo. Pero como bien se sabe, la
política y especialmente una política que se
fundamente en una ética para hacerle frente a la
crisis, una especie de ética de la resistencia, no sólo se
hace desde esos púlpitos. Las expresiones filosóficas
locales deben buscar los medios para hacerse
escuchar; pero antes debe de haber trabajo
humanístico propiamente dicho. Esto de por sí es
una tarea pendiente, pues hay lugares –por ejemplo
desde donde escribo- donde la filosofía ha sido
borrada de la educación media. Y es que el hecho de
que se arremeta contra las humanidades no es de
exclusividad de países en “vías de desarrollo”, como
la disminución de las horas dedicadas a la materia de
Historia en Chile; ese ataque tiene un proceso
análogo en el Reino Unido por ejemplo, donde hay
interés del mercado de erigirse como el organizador
de la educación superior. Luego se oyen las quejas
sobre colectivos pasivos, abocados a una cotidianidad
donde se confunde la cultura popular con el
consumismo puro y duro, colectivos que luego se
ven presos de una subjetividad coaccionada, entre
otras cosas por una agresiva y no menos sutil
realidad mediático-tecnológica.
BIBLIOGRAFÍA:
Benjamin, W. (1987), Discursos Ininterrumpidos I, Filosofía del
arte y la historia. Prólogo, traducción y notas de Jesús Aguirre.
Madrid: Taurus.
Bolaño, R. (2004), Entre paréntesis. Barcelona: Anagrama.
García de Cortázar, F. (1999) (dir.) El siglo XX. Diez episodios
decisivos. Madrid: Alianza Editorial.
Heidegger, M. (1966), QU'EST-CE QUE LA PHILOSOPHIE?
Was ist das–die Philosophie? Tübingen: G. Neske.
Jiménez, A. (2005), (editor) Elogios para un caballero derrotado.
Seis ensayos sobre el Quijote. San José: Arlekín, Embajada de
España.
Kusch, R. (2008), La negación en el pensamiento popular.
Buenos Aires: Las cuarenta.
Marcuse, H. (2010), Contribuciones a una fenomenología del
materialismo histórico (1928) y Sobre filosofía concreta (1929).
Introducción y traducción a cargo de José Manuel Romero
Cuevas. Madrid: Plaza y Valdés Editores.
Marx, C y Engels, F. Obras Escogidas. Moscú: Editorial
Progreso. (Sin fecha de edición)
Nicolás, J. A. (2003), Alternativas actuales a la crisis de la
metafísica moderna. Realidad. Revista de Ciencias Sociales y
Humanidades, No. 96, San Salvador: UCA.
Žižek, S. (2003). El sublime objeto de la ideología. Buenos Aires:
Siglo XXI Editores Argentina.
Taylor, A. (2005). Žižek! Hidden Driver Productions / The
Documentary Campaign. Fílmico.
67