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nano) ANTOLOGÍA de la ENTREVISTA PERIODÍSTICA

qwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqw ertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwert (nano) ANTOLOGÍA de la yuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyui ENTREVISTA PERIODÍSTICA opasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopa sdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdf Alejandro Báez ghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghj klzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklz xcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcv bnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbn mqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmq wertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwe rtyuiopasdfghjklzxcvbnmqwerty uiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuio pasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopas dfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfg Todas las formas posibles de hacer una entrevista periodística, en bandeja de plata para los estudiantes de Comunicación, Periodismo y afines 2014 ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A ÍNDÍCE INTRODUCCIÓN Raúl Pizarro Rivera LA ENTREVISTA PERIODÍSTICA Maité Gobantes Bilbao IDENTIDAD, NARRACIÓN Y ENTREVISTA PERIODÍSTICA Jorge Halperín LA ENTREVISTA PERIODÍSTICA. INTIMIDADES DE LA CONVERSACIÓN PÚBLICA José Julio Perlado EL DIÁLOGO EN LA ENTREVISTA PERIODÍSTICA Javier Perez De Silva LAS CLAVES DE LA ENTREVISTA PERIODÍSTICA Oriana Fallaci LA ENTREVISTA COMPLETA A GALTIERI: “LA SUYA ES UNA DICTADURA, SEÑOR” Letras Libres ELÍAS ZAVALETA, LA VOZ DE LOS TAMALES OAXAQUEÑOS Rolling Stone Magazine BONO: "CONVERTIMOS LA MIERDA EN ORO" El Faro ASÍ MATAMOS A MONSEÑOR ROMERO Vicente Leñero Y Otero MARÍA FÉLIX: YO SOY MI CASA JOSÉ LUIS SALAS de NO SON HORAS ENTREVISTA RADIOFÓNICA A SALVADOR ALDEGUIER POR EL DOBLAJE DE “ROMPE RALPH” Carmen Aristegui NO MINIMIZO NI MAQUILLO SON ‘ACTOS VANDÁLICOS VENGAN DE DONDE VENGAN’: FAUSTO VALLEJO Julia Rodríguez de la XEB 3 8 9 32 33 60 61 98 100 109 110 113 117 137 138 142 143 149 152 193 195 209 210 211 212 213 CULTURA y ESCRITURA Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. UNA HISTORIA OLVIDADA, ENTREVISTA RADIOFÓNICA Jacobo Zabludovsky SALVADOR DALÍ muy mal ENTREVISTADO POR JACOBO ZABLUDOVSKY COMPLETA Ana Pastor García de CNN En Español RAFAEL CORRE EN CNN: CAPRILES ES UN GOLPISTA… Sabina Berman, conductora de Shalalá PACO IGNACIO TAIBO II – SHALALÁ - #MORENA 214 216 218 219 220 222 223 ® ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A ÍNTRODUCCÍON Toda antología es, por definición, una selección y por ende, un revisión escueta de una realidad completa, infinita, inabarcable. Tal es el caso también de la presente (nano) Antología sobre la ENTREVISTA PERIODÍSTICA, que CULTURA y ESCRITURA presenta. El espíritu que inspira el presente manojo de fragmentos y ensayos y textos periodísticos es acercar al interesado en el periodismo al mundo de la conversación más lúdica que puede existir en el mundo profesional: la entrevista periodística. La mejor manera de hacer pública el pensamiento privado. No intenta, en ninguna forma, ser total ni exclusiva. La presente (nano) Antología sobre la ENTREVISTA PERIODÍSTICA es solo un soporte para aumentar, actualizar, contradecir o apoyar todo lo dicho y contradicho. El mundo informativo de la entrevista es de por sí amplio y, con errores y aciertos más el talento de los periodistas a lo largo y ancho del mundo, los ejemplos se antojan infinitos. Lo que vemos a encontrar a lo largo de esta (nano) Antología sobre la ENTREVISTA PERIODÍSTICA son aproximaciones teóricas y diversos ejemplos de entrevistas, tanto en su versión impresa (tradicional o análoga), así como radiofónica, televisiva y multimedia. No tienen más intención CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. que dar un anclaje a los interesados en el ejercicio del periodismo para que puedan dar sus primeros pasos en el ancho mundo de la conversación periodística. Por esta razón el texto se va a dividir en dos partes: En la primera se abordará la entrevista desde diversas perspectivas teóricas, tanto de forma como de fondo, en donde se tratará de desentrañar algunos de los secretos de esta ejercicio fundamental para el periodismo. El lector encontrará autores como Jorge Halpenín o José Julio Perlado entre otros varios. La segunda parte de la presente (nano) Antología sobre la ENTREVISTA PERIODÍSTICA se presentará una serie de documentos periodísticos para poder poner en evidente los recursos, usos y manejos de la información presentada en este género de conversación profesional. Por esta razón, esta última parte también se dividirá en cuatro secciones. En la primera se presentarán los textos periodísticos en su forma tradicional, es decir, textual. En una segunda parte se presentarán ejemplos de la entrevista desde la televisión; en la siguiente, en su formato radiofónico y al final, y no por ello menos importante, ejemplos de entrevista multimedial. El lector de esta (nano) PERIODÍSTICA Antología encontrará sobre en esta la segunda ENTREVISTA parte entrevistas radiofónicas realizadas por Carmen Aristegui o entrevistas televisivas de todas las calidades. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Con ello se intenta darle al lector una visión lo más amplia posible del ejercicio periodístico de y sobre la entrevista. Sea pues, el presente trabajo, una invitación para nadar en el basto océano de la entrevista periodística. Morelia, Michoacán Junio de 2013 y mayo de 2014 CULTURA y ESCRITURA Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. PRIMERA PARTE ® ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A MARCO TÉORICO DE LA ENTREVISTA CULTURA y ESCRITURA Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. ® ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A LA ENTREVÍSTA PERÍODÍSTÍCA Profesor Raúl Pizarro Rivera La entrevista periodística es una conversación con metodología propia sobre diferentes temas, no necesariamente de actualidad, entre dos o más personas destinada a ser difundida en cualquier medio de comunicación. No se trata de un género en sí, porque la entrevista periodística lo engloba a todos ellos, ya que existen entrevistas informativas, interpretativas y de opinión. La vida cotidiana de los individuos está plagada de entrevistas, porque se asume que cualquiera pregunta que requiera de una respuesta es una entrevista por muy banal que sea el ejercicio. El interrogatorio a un postulante a un puesto laboral, a quien aspira ingresar al colegio y/o universidad, a un sospechoso de un delito, a un paciente en una consulta médica y hasta al conductor de un ómnibus, tienen el mismo fin: averiguar algo. De ahí que toda entrevista tiene un fin en sí mismo, pero la periodística trasciende a las demás por el solo hecho de que su contenido será de dominio público. TODA ENTREVISTA SE EDITA CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Adrede ocupamos el concepto “casi literalmente”, porque no se trata de una trascripción textual de lo que el interlocutor dijo, sino es el producto final de lo que el periodista considera lo más relevante. Existe en la actualidad una tendencia peligrosamente extendida y que obedece al “facilismo”: transcribir textualmente lo que contiene la grabadora. Una conducta de este tipo es propia de una secretaria y no de un profesional con estudios de edición de textos. Toda entrevista, del tipo que sea, debe ser obligatoriamente editadas, esto es, quitar todos los errores de vocabulario del interrogado y adecuar sus expresiones al buen uso del idioma pero siempre dentro de las normas de la redacción periodística (Prensa I y Prensa II). El periodista es el dueño absoluto de la entrevista y, según la valorización que él haga del texto, debe poner énfasis en ciertos aspectos y simplemente eliminar los que no considere relevantes. No puede considerarse como argumento para “publicarlo todo” el hecho de que “él (ella) lo dijo”, porque con ese pretexto se agudiza el riesgo de que el producto final pierda interés, caiga en repeticiones y abuse de una extensión innecesaria. La intervención del autor es total y absoluta y lo único que le está categóricamente prohibido es alterar el sentido de una respuesta. El chileno común –siempre muy limitado en su lenguaje- agradece que se le presente expresándose con corrección ante el público, de tal modo que no hay motivos para temer el indispensable “maquillaje” del texto. Pero la entrevista ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A necesariamente debe adecuarse al perfil del entrevistado, de tal modo que la edición que se haga de ella no supere los límites de lo tolerable. El redactor tiene que reproducir lo más fielmente posible el lenguaje natural del entrevistado. Es muy distinto el vocabulario de una persona ligada al ámbito académico que el de un futbolista, el de un adolescente en riesgo social y el de un simple delincuente. En este aspecto, es recurrente la consulta acerca de la inclusión en el texto de vocablos informales o simplemente pertenecientes al “coa” (jerga del hampa). El redactor debe tener el buen criterio de equilibrar las expresiones, pues no puede aparecer un antisocial hablando con total fluidez. En cuanto al uso de chilenismos y expresiones del lenguaje informal, pueden utilizarse en su exacta medida y cuando el contexto lo hace exigible. De ninguna manera es aceptable un texto lleno de palabras impropias y groserías, aduciéndose que el entrevistado es un hampón. EL FACTOR CREDIBILIDAD Por años ha prevalecido el proverbio de que “en periodismo se sorprende primero a un mentiroso que a un ladrón”, en alusión a que resulta demasiado evidente cuando un texto no corresponde a la realidad. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Es muy grande la tentación de “acortar el camino” y no hacer la entrevista, sino simplemente tomarla de algún otro medio y hacer algunas modificaciones para “despistar”. Como en televisión y en radio no es posible este tipo de montaje, en prensa escrita no hay mejor respaldo que una fotografía junto al entrevistado y/o la cinta de la grabación para demostrar que ella efectivamente se hizo. Si ninguna de estas pruebas fuese posible, el mejor instrumento para reflejar credibilidad es la descripción corporal del entrevistado y de su entorno. El periodista tiene que “trasladar” al lector al sitio donde ella se llevó a cabo. FASES DE LA ENTREVISTA PERIODÍSTICA 1.- Personaje.Dependiendo de la estructura del Departamento de Prensa para el que se desempeñe, por decisión soberana o fruto de un acuerdo con el editor o de una reunión de pauta, el primer paso para la elaboración de una entrevista es seleccionar al personaje según el tema y de acuerdo a los objetivos que se persiguen. Esta selección resultará clave para el producto final. Muchas veces, por premura o por evitar los obstáculos naturales para hacer el contacto con el personaje, se recurre a uno de alternativa, el cual, generalmente, no reporta los mismos niveles de interés. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A 2.- Contacto.Una vez elegido el personaje, el primer paso es el contacto para materializar la entrevista. En este proceso, las opciones son varias, ya que el vínculo se puede obtener por las siguientes vías: a) Contacto directo: en el caso de que exista un nexo directo con el personaje, siempre es preferible pactar en forma personal la entrevista, ya sea por teléfono o por correo electrónico. En la eventualidad de que en ese acercamiento inicial, el potencial interlocutor indague sobre la temática de la conversación indudablemente que hay que hacérsela saber con la finalidad de que el encuentro no naufrague por un eventual desacuerdo suyo con la orientación de las preguntas. b) Contacto indirecto: inmediatamente resuelto el blanco de la entrevista, el responsable de ella, de no tener vías de acceso personal, debe indagar en su entorno más inmediato (profesionales del Departamento de Prensa o familiar) la posibilidad de algún tipo de vínculo, con la finalidad de llegar al potencial entrevistado por esa vía. c) Contacto impersonal: ante el fracaso de las opciones anteriores, al entrevistador no le queda más alternativa que llamar al teléfono personal y/o laboral del potencial entrevistado, presentarse y pedir la cita. Este camino suele ofrecer el escollo de la secretaria, la cual no pocas veces inquiere detalles de la gestión que se persigue. Manejar el carácter de estas personas es muy importante, ya que puede en el acto transformarse en una aliada o en una puerta simplemente infranqueable. El halago, la espontaneidad y expresiones de cortesía resultan claves para el acceso al objetivo final. Incluso, se dan casos en que la misma secretaria llega a fijar el día y la hora del encuentro. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Al materializarse el contacto es de importancia radical fijar día y hora de la cita. Cuando el periodista recibe una respuesta vaga en este sentido (“le avisaré”; “le devolveré la llamada”; “veré si puedo recibirlo”), de inmediato debe ponerse en alerta y asumir que dicha entrevista no resultó. Tiene que insistir en las horas siguientes y de no haber una pronta respuesta procede a un contacto con otra persona. 3.- Preparación.Toda entrevista programada está antecedida de una exhaustiva preparación. Es imprescindible indagar a fondo sobre el personaje elegido y acerca del tema y/o temas que se van a tratar en la conversación. Debe llegarse hasta donde el entrevistado con datos, al menos elementales, sobre su currículo laboral y su entorno. Refleja una improvisación, y a la vez una falta de respeto para el interlocutor, consultarle de entrada por su edad, cantidad de hijos o estudios. En cuanto a la materia motivo de la entrevista, resulta clave para el éxito de ella el acopio del mayor número de antecedentes, de tal modo que el interrogador demuestre tener un cabal dominio del tema, lo que le permite hacer mejores preguntas y contra preguntas de acuerdo a las respuestas. Como apoyo para a entrevista es aconsejable portar una ayuda memoria con los puntos principales que se aspiran abordar. Está permitido el uso del cuestionario, esto es, una ordenada batería de interrogantes, pero el riesgo ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A que éste implica es que, muchas veces, las respuestas originan en forma espontánea preguntas que no están previamente consideradas en él. Es recomendable el cuestionario sólo para las entrevistas a distancia (correo electrónico o correo postal). 4.- Acción.Es la consolidación de la entrevista, personal y/o a distancia. El interrogador debe ser muy cuidadoso en el tono y forma de sus preguntas y/o comentarios, porque hay personas que graban las conversaciones para utilizarlas como eventuales prueba en contra del periodista. 5.- Redacción.No es la mera trascripción de lo escuchado, sino fruto de un proceso selectivo hecho por el autor con lo medular y más valioso de la charla, texto que se ciñe al estilo y al tipo de entrevista. Tiene que atenerse de modo riguroso a lo escuchado, independiente del manejo que el autor haga del material. Incluir expresiones que no fueron emitidas por el entrevistado es una falta de ética y si éste grabó el diálogo podrá hacer uso legal de la cinta en contra del periodista. GÉNEROS DE ENTREVISTAS 1.- Informativa.- CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Es la entrevista que sólo apunta a obtener una información que no se dispone. Por no existir antecedentes sobre la materia, no se requieren datos previos. Se recurre a ella para complementar y/o enriquecer una crónica del género informativo. Ej: -¿Cuál fue la causa del incendio? -¿No vio el disco Pare? -¿Por qué golpeó a su vecino? 2.- Interpretativa.Es la entrevista que requiere de un acabado dominio de la materia y cuyas preguntas son una mixtura alternada o simultánea de información e interpretación. Ej: -¿Cuál fue la causa real de su renuncia a la subsecretaría? (informativa) ¿No tuvo afinidad con el ministro? (interpretativa) -¿Qué le parece lo escrito por Fidel Castro sobre la demanda marítima boliviana? (informativa) ¿Acaso él no tocó ese punto cuando estuvo con usted? (interpretativa) 3.- Opinativa.Es la entrevista en la cual todas las preguntas constituyen una opinión del interrogador. Incluso, en la mayoría de las veces ni siquiera son una consulta, sino un simple comentario. Ej. -Su presentación a las primarias es una muerte anunciada porque usted no tiene respaldo político y tampoco marca en las encuestas. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A TIPOS DE ENTREVISTAS 1.- Imprevista.Es aquélla que surge de un encuentro espontáneo. Se dan especialmente en los ámbitos político, policial y deportivo. Ej: Un reportero de turno en La Moneda espera un anuncio del vocero de Gobierno y de pronto aparece en el lugar un embajador extranjero; quien debe entrevistar a los testigos de un accidente o al médico del club por la lesión imprevista de un jugador. 2.- Programada.Es aquélla que está previamente acordada con antelación con el o los entrevistados. 3.- Individual.Es aquélla que la realiza sólo un individuo y puede ser imprevista o programada. 4.- Colectiva.Es aquélla llevada a cabo por dos o más individuos y puede ser imprevista o programada. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. La colectiva imprevista puede darse en cualquier sitio, incluso en la calle. La colectiva programada la constituyen las Conferencias de Prensa, y éstas pueden ser de dos tipos: a) La citada previamente con un temario por tratar, y b) La citada previamente sin consignar la materia por tratar. En el primero de los casos es imprescindible que, al conocer la materia de la cual se informará, el reportero indague previamente el mayor número de antecedentes con la finalidad de que no sólo se “cuelgue” de las preguntas de los demás, sino haga las propias. El factor exclusividad siempre debe asumirse como un trofeo para el periodista, de tal modo que, si la ocasión se lo permite, debe crearse la oportunidad de –al término del encuentro- conversar individualmente con el conferencista y obtener datos que no conocieron los demás, lo que enriquecerá su posterior publicación y la hará diferente. MODOS DE ENTREVISTAS 1.- Cara a cara.Es la entrevista en persona de uno o varios interrogadores con uno o varios personajes. Es la que otorga más ventajas porque permite –además captar el gesto corporal y el entorno en el cual se lleva a cabo. 2.- Telefónica.Es la que se efectúa a través del teléfono. Aunque en la actualidad existe la tecnología que permite grabar directamente desde el aparato la conversación, ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A se recomienda utilizar sólo una hoja de apuntes con las ideas anclas de lo conversado. Este método agudiza la capacidad de captación y obliga a un mayor esfuerzo a la memoria, siempre tan útil para el buen periodismo. En contraposición a la cara cara, en ésta es imposible conocer características visuales del entrevistado. 3.- Correo electrónico.Es el tipo de entrevista más cómoda para ambas partes, pero, además, la más impersonal de todas, ya que es el envío vía mail de un número determinado de preguntas y no es seguro de quien las responda sea realmente el destinatario, sino puede ser un asesor de su confianza. LA ENTREVISTA SEGÚN CONTENIDOS 1.- Temática.Es la que se restringe a un tema específico de cualquiera naturaleza relacionada con contingencia (social, económico, político, ambiental, deportivo, científico, etc.) 2.- Humana.Es la que aborda en todos sus aspectos el perfil humano de una persona de cualquier género y condición social (artista, autoridad, mendigo, etc.) CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. 3.- De situación.Es la que se origina en un episodio puntual, independiente del tiempo. Ej: El nacimiento de octillizos, el viaje de un chileno al espacio, el acuchillamiento de una docente en un colegio, un descubrimiento en la astronomía, el “ojo biónico” que permite recuperar la visión, etc. 4.- De investigación.Es la que a través de la conversación con uno o varios personajes tiene como objetivo llegar al esclarecimiento de un episodio de interés general del pasado o del presente. 5.- Personalizada.Es aquélla en la cual el autor se involucra directamente en el tema y lo trata como vivencia propia. Por norma se escribe en primera persona, pero no puede restringirse al simple relato de una experiencia, sino debe necesariamente incluir una batería de entrevistas de protagonistas de la materia de reporteo. 6.- De Ficción.Es aquélla que basándose en antecedentes de la realidad del pasado y/o históricos –lo que supone una investigación a fondo de ellos- se le realiza a personajes ya muertos con preguntas relacionadas con la contingencia actual. Ej: Marx (sobre el socialismo chileno), Prat (sobre el mar para Bolivia), Bell (sobre el auge de la telefonía), etc. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A TÉCNICA DE LA ENTREVISTA 1.- Locación.Es el lugar en el cual se realiza la entrevista. Al pactarse ésta, se acuerda un sitio de encuentro, el cual deseablemente tiene que poseer las condiciones para que la conversación fluya con la mayor normalidad. Cualquier elemento distractivo altera la necesaria concentración y obliga a retomar una o más veces el diálogo. 2.- Introducción.En la entrevista cara a cara debe generarse un clima favorable antes de abordar el tema específico, por lo cual es aconsejable inducir al entrevistado a comentarios acerca de generalidades extraídas de los antecedentes humanos que se obtuvieron de él tras pactarse la entrevista. Ej: Hacer comentarios sobre su oficina, sus hijos, su hobby o cualquier tema liviano relacionado con su ámbito. 3- Uso de la grabadora.La grabadora no es más que un apoyo tecnológico que otorga ciertas ventajas, como el no tomar apuntes y poner atención a los gestos corporales y al entorno. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Es un grave error usar la grabadora casi como un ariete y ubicarla muy cerca del entrevistado: el común de los humanos ajenos a las comunicaciones siente un rechazo natural hacia todo lo que pueda comprometer su testimonio. Incluso, hay quienes solicitan que se prescinda de ella. Por último, aunque parezca demasiado elemental la observación, antes de ubicarla para proceder a la entrevista es indispensable chequear su correcto funcionamiento mediante una breve prueba. En el caso de que ésta sufra un percance en medio de la entrevista es aconsejable que una vez concluido el encuentro, el autor anote los puntos fundamentales de la conversación y, ojalá, redacte a la brevedad. 4.- El cuestionario.En el caso de ser necesario, el cuestionario debe confeccionarse con preguntas elaboradas en orden, con un interés progresivo y lo más explicativas posible, ello con la finalidad de que el destinatario no se confunda. Una vez recibidas de vuelta, las respuestas se editan y las preguntas no pueden ser antecedidas de números ni menos de letras. 5.- La descripción.Tal como se dijo al principio, la descripción es el recurso periodístico que otorga mayor credibilidad a la entrevista. Es la “fotografía” que el autor hace del entrevistado y de su entorno. Como carece de apoyo gráfico, tiene que entregar al lector hasta los más mínimos detalles que captó gracias a su poder de observación. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Atender al lenguaje corporal del entrevistado da muchos dividendos y, en muchas ocasiones, uno o varios elementos descriptivos son ricos para el encabezado de la entrevista. Ej: Sentado en un sofá del cual se asoman sus resortes, un torcido cigarrillo pende de sus gruesos labios y las volutas de humo se extinguen lentamente como buscando el alto techo de su habitación fría y lúgubre. Sus arrugadas manos las usa para sujetar un rostro cansado, de mirada perdida y pelo cano y desgreñado. 6- Las preguntas.De buenas preguntas dependen las buenas respuestas. Si el entrevistador tiene enfrente a un personaje de fácil expresión, extrovertido e histriónico no requerirá de mucho esfuerzo para materializar una entrevistas con condimentos y atractiva. Pero en la generalidad de los casos, el interrogado suele no estar muy dispuesto a revelar lo que supone íntimo, de tal modo que el desenlace será pobre acaso se carece de la capacidad de extraer información. Ese proceso hay que hacerlo con prudencia pero sin miedo, transmitiendo confianza al interlocutor. El entrevistador tiene que estar siempre atento a las respuestas, porque una de éstas puede contener un sentimiento, un dolor, un episodio o quizás una simple anécdota, circunstancia que puede ser determinante para el objetivo y/o nuevo rumbo de la conversación. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Un tono inapropiado de la pregunta puede ocasionar un rechazo en el interlocutor y éste se cierra. Nunca hay que perder de vista que no se trata de un interrogatorio policial sino de una conversación, y como tal debe conducirse en la forma más coloquial posible. 7.- La contra pregunta.En innumerables oportunidades, por cierta timidez, por falta de dominio del tema o por apego irrestricto al cuestionario, el entrevistador guarda silencio y se da por satisfecho con una respuesta que, claramente, no es convincente ni completa. Con largos soliloquios, el entrevistado busca que hacia el final de su respuesta el público olvide la esencia de la materia consultada. Algunos llaman a este recurso “la técnica del rodeo”. En ese caso es ineludible la inmediata contra pregunta, esto es, la réplica. Ej: -No fue eso lo que le pregunte -No ha respondido lo que le pregunté -Perece que no quiere referirse al tema de fondo Los entrevistados, para eludir un compromiso con su respuesta, optan por hablar lo menos posible, con la consiguiente insatisfacción del público, de tal modo que si no surge en forma automática la contra pregunta, quien queda mal es el entrevistador. 8.- Los silencios.En las entrevistas hay que saber manejar los silencios, ya que existe una tendencia nociva de interrumpir al entrevistado en el clímax de una respuesta. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Hay que dejarlo explayarse sin límites, pero sólo en la medida en que sus expresiones den cumplimiento a las expectativas de la consulta. Hay un silencio que puede ser de oro para el objetivo de la entrevista a partir de él: cuando el entrevistado enmudece. Por ningún motivo debe preguntársele ¿qué le pasa? Hay que respetar esos segundos de mudez porque, con certeza, tocó su alma un recuerdo, un sentimiento o un pasaje trascendente de su vida personal y/o laboral. Con certeza, al reanudar la conversación evocará espontáneamente dicha situación, la que tiene que ser aprovechada. 9.- Las evasivas.En la sociedad actual son cada vez más los individuos insertos en el poder que cuentan con buenos asesores en comunicaciones. Han aprendido a soslayar respuestas, a ser más sutiles y han ganado en perspicacia, por lo cual en esos niveles las entrevistas son verdaderas partidas de ajedrez. En los medios audiovisuales, la táctica de la evasiva es descubierta de inmediato por el público, no así en prensa escrita. Un buen recurso para reflejar que el entrevistado ha eludido la médula de la pregunta es plasmarlo en la crónica. Ej: -Derechamente ¿no quiere referirse a su fracaso? -……………………………………………………….. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. 10.-La rúbrica.Excepto en aquéllas que se hacen a distancia, toda entrevista debe ser finalizada con gentileza y agradecer al interlocutor su tiempo y si ha sido óptima su buena disposición hay que hacérselo saber, explicándole que no todas las experiencias de esta naturaleza tienen a protagonistas con las características suyas. Así se dejará abierta la puerta para una segunda oportunidad. En ciertos casos, precisamente en la rúbrica se produce una incomodidad para el periodista: cuando su interlocutor le solicita acaso puede leer el texto antes de su publicación. Si se trata de una entrevista institucional, a raíz del grado de dependencia laboral del periodista, obviamente esa lectura previa está permitida. Pero no existiendo un vínculo más que el de interrogador e interrogado, bajo ningún pretexto puede permitirse ese tipo de visa y hay que eludirla con argumentos tan eficaces como que la ética no lo permite y que se debe confiar en su rigor profesional. LA REDACCIÓN DE LA ENTREVISTA 1.- ENTREVISTA-CRÓNICA.Tiene una estructura idéntica a la de una crónica (Prensa II). Como toda crónica, se trata de un relato estructurado de más a menos, ceñido a las normas de la redacción periodística, sólo que ahora se remite a una o más entrevistas. El autor narra acerca del personaje e intercala frases de mediana ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A extensión o breves citas (como en el ejemplo). Por ningún motivo, una declaración del entrevistado ocupa un párrafo íntegro (de 5 a 8 líneas), porque ello refleja falta de elaboración del autor. a) Inserción de citas.En una entrevista-crónica, ésta puede o no encabezarse con una cita textual y es recurrente, como impacto, partir con una anécdota, con la descripción del personaje o del lugar. Luego vendrá una indispensable presentación con citas intercaladas sobre situaciones puntuales. Ej: Escuchó hablar del emprendimiento en algunas publicidades en la televisión. En su casa de madera del pueblito de Los Maquis (VII Región) no había Internet (“apenas teníamos luz”) ni llegaban los periódicos. Pero este joven moreno, corpulento y de pelo erizado (“soy un mechas tiesas”), desde pequeño se propuso una meta: no ser como su adorado viejo, un inquilino de esos de hojotas y faja que picaban la tierra de sol a sol. b) La titulación.En una entrevista-crónica, el título puede ser de cita, informativo o interpretativo, pero no de opinión. La unidad de titulación es libre (no cuentan los golpes) y lleva, como siempre, epígrafe y bajada. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. En los títulos de cita, el epígrafe es indispensable, pues debe consignarse en él quién es el personaje, con su actividad incluida si es que se trata de un desconocido. Ej: Joven campesino de la Séptima Región: -“ME PROPUSE SER MÁS QUE MI VIEJO” (de cita) -JOVEN CAMPESINO ES EJEMPLO DE EMPRENDIMIENTO (informativo) -DE LA PALA A LAS AULAS (interpretativo) c) Los subtítulos.Al igual como en la crónica (Prensa II), los subtítulos constituyen una reanimación del título; tienen que ser breves y llamativos, y como se trata de una entrevista, la frase escogida va entre comillas. 2.- ENTREVISTA-DIÁLOGO.Es la entrevista conocida como “pimpón” porque es un juego de preguntas y respuestas, presentado en forma ágil, con uso de guiones tanto en las preguntas como en las respuestas. Obligatoriamente este “pimpón” tiene que ir precedido de una introducción de, al menos, quince (15) líneas en la cual se “retrata” al personaje con una breve descripción corporal, con mixtura de su biografía, con intercalación de citas breves y haciendo referencia al tema. Este tipo de entrevista es temática, de tal modo que se restringe a una materia específica y no puede ser un “picoteo” de todo un poco. El título es de cita y/o interpretativo, pero nunca informativo. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A a) Uso de las preguntas.Las preguntas se presentan antecedidas de un guion (jamás guion y comillas al mismo tiempo) y deben ser directas y claras. Para diferenciarlas de las respuestas deben ir en negritas o en cursivas. Ej: -¿A qué atribuye el éxito de su canción? -A que le gustó al público. b) Inserción de preguntas.En las respuestas muy extensas -de más de 10 líneas- se complica la detección de errores comunes, como repeticiones y cacofonías. Para amortiguar esta dificultad es conveniente la inserción de una pregunta que se genera con el contenido de la parte final de la respuesta. c) Manejo de las respuestas.Como está dicho desde el principio, las respuestas no son una mera reproducción textual de lo expresado por el interlocutor. El periodista puede alterar el orden de las respuestas si con ello obtiene una mayor ilación y logra acentuar un punto específico. En beneficio de la lectura es importante el acotamiento de las respuestas porque éstas suelen ser demasiados largas. El manejo de las tonalidades de las respuestas y de los estados de ánimo del entrevistado se hace a través del signo de admiración. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Ej: -Lo ocurrido me dejó muy molesto. ¡Diría que indignado! d) El paréntesis.Esta herramienta no tiene un uso discrecional, sino se atiene directamente al contexto. Es recomendable utilizarlo sólo en los siguientes casos: para intercalar citas breves (“no me arrepiento”), para la edad del entrevistado (21) y para aclarar que lo dicho es absolutamente textual (sic), pues de cuando en vez surgen confesiones que al lector pueden parecerles increíbles. Algunos usan el paréntesis para recurrir a un recurso explicativo tan infantil como innecesario, el cual debe evitarse. Ej: (Demuestra molestia) (Se ríe) (Ja ja ja) (Se sonroja)) (Llora) Si alguna de estas explicaciones es indispensable hay que explicarla en la introducción. e) Los puntos suspensivos.Los puntos suspensivos -que son sólo tres-, como su definición lo refleja, se utilizan sólo en ocasiones en que la pregunta y/o la respuesta implican, precisamente, suspenso y le abre la puerta a la imaginación del lector. Ej: -¿Por qué se fue del país? ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A -Tuve algunos problemas… -¿Cómo cuáles? -Prefiero no referirme a ellos… En este ejemplo queda en evidencia que el entrevistado elude referirse al tema y el lector podrá imaginarse innumerables razones sobre las cuales no quiso pronunciarse. CULTURA y ESCRITURA Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. ® ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A ÍDENTÍDAD, NARRACÍON Y ENTREVÍSTA PERÍODÍSTÍCA Dra. Maite Gobantes Bilbao Resumen: El presente artículo aborda la cuestión de la construcción de la identidad, recogiendo las aportaciones del filósofo Charles Taylor, quien concibe la identidad como una narrativa, en la estela de Heidegger, MacIntyre y, especialmente, Ricoeur. El objetivo del presente texto es mostrar el modo en que esta cuestión se presenta en textos mediáticos cotidianos; en concreto, en las entrevistas que se publican en prensa. Por un lado, las entrevistas son una muestra de la proliferación contemporánea de narrativas testimoniales de toda condición (autobiografías, memorias, diarios, historias de vida, etc.), que conectarían con la necesidad de identificación del ser humano y le podrían proporcionar recursos narrativos para construir el relato de la propia vida. Por otro, se asientan sobre el inveterado prestigio del diálogo, de la conversación, como vía de conocimiento. Este trabajo se ocupa de la entrevista en prensa, si bien muchos de los aspectos tratados pueden ser predicados de las entrevistas audiovisuales; tan sólo la cuestión del tránsito de la oralidad a la escritura es, claro está, específico de la entrevista en prensa. Palabras clave: diálogo, periodismo, narración, identidad, entrevista CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Abstract: This paper focuses on the premises of construction of identity based on the studies of philosopher Charles Taylor, who conceived identity as a form of narrative following the steps of Heidegger, MacIntyre and Ricoeur. Its objective is to demonstrate how the different dimensions of identity described by these authors emerge in media texts, to be precise, in interviews publish in press. These interviews are an example of the contemporary proliferation of testimonial narratives such as autobiographies, diaries, or life stories that would connect with the human need to achieve identity. Furthermore, they would provide the sources to create the story of his life. This work evolves primarily around the written interview, though most of its aspects could be applied to the audiovisual form, needless to say, that the transition from the oral expression to the written work will just be inherent to the press interview. Key words: dialogue, journalism, story, identity, interview. 1. Introducción La profusión contemporánea de textos biográficos de toda naturaleza memorias, diarios, historias de vida, autobiografías, entrevistas, confesiones, etc.- puede ser interpretada como indicio de una falla, de un “vacío constitutivo del sujeto que convoca la necesidad de identificación, y que encontraría, en el valor biográfico, en tanto orden narrativo y puesta en sentido de la (propia) vida, un anclaje” (Arfuch 2002: 28). La necesidad de ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A identificación y de orden narrativo se encontrarían, según esta hipótesis, en el origen de la explosión contemporánea de relatos biográficos de toda condición. En el presente trabajo sostenemos que una de las claves de la proliferación y del éxito de las narrativas testimoniales, también del de la entrevista periodística, es precisamente esta necesidad de construir -narrativamente- la propia vida. En este sentido, los relatos de vida ajenos tendrían, entre otras funciones, la de proporcionar recursos para entender -y narrar- la propia. Desde este punto de vista, no resulta extraño que la expresión El contador de historias sirva como sobrenombre del ser humano en Heidegger, entre otros autores, y sea útil para completar también una definición del ser humano, “bípedo con manos que cuenta historias: contar historias nos sirve para soportar el envite del tiempo. En la vida, como en el cuento de Las mil y una noches, para seguir vivo, cada día se ha de saldar con un cuento” (Marín 1997: 23). La entrevista periodística es un género que parece hundir sus raíces en el interés del hombre por sus congéneres y en su deseo de conocer, de saber. Ese deseo de conocer que Aristóteles inscribía en la naturaleza de los seres humanos: “Todos los hombres por naturaleza desean saber. Señal de ello es el amor a los sentidos” (Aristóteles, Metafísica I, 1, 980 a 21). La proliferación de entrevistas en los medios impresos -no sólo en ellosparece conectar también con otra cuestión primigenia: las primeras palabras CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. que recibe el ser humano proceden siempre de un cuerpo. El éxito del género, constatable en su insistente presencia en los medios, estaría relacionado con el deseo de que cuerpo y voz se den ligados. La oralidad, como bien sabía Sócrates y como –afortunadamente dejó escrito Platón, constituye la esencia originaria de la comunicación entre los seres humanos. En la oralidad, lo dicho está, en todo momento, sustentado en la presencia del que habla, en el aquí y en el ahora. Y de la misma forma que el tebeo, la fotonovela y otros géneros infantiles y populares encapsulan las palabras de los personajes en globos, la entrevista engloba literalmente las palabras en titulares y los aproxima a esa imagen fotográfica que tiende a inmortalizar el momento, a recuperar el gesto con el que fueron dichas las palabras: “Reproduciendo al entrevistado en el momento de la enunciación, con la boca abierta, las manos gesticulantes, el rostro expresivo […] todo es una estrategia retórica que nos dice que esto pasa ahora y aquí” (Balsebre, Mateu, Vidal 1998: 400). De otro lado, hallamos en las características atribuidas a la postmodernidad el caldo de cultivo para la explosión del interés por las historias de los individuos: la crisis de los grandes relatos, la pérdida de certezas, van de la mano del “descentramiento del sujeto, la valorización de los microrrelatos, el desplazamiento del punto de vista omnisciente y ordenador en beneficio de la pluralidad de voces, la hibridación, la mezcla irreverente de cánones, retóricas, paradigmas y estilos (Arfuch 2002:18). Así, el protagonismo del sujeto individual puede ser entendido como una de las consecuencias de la “agonía de los grandes sujetos colectivos: el pueblo, la clase, el partido. Al mismo tiempo, en el espacio mediático, un salto en la ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A flexibilización de las costumbres […] empujaba los límites de visibilidad de lo decible y lo mostrable” (Arfuch 2002: 19). En esta dirección, el periodismo ha derivado hacia una insistente personalización de las noticias, de todas las noticias. Sirva de ejemplo un reciente reportaje del suplemento Crónica, del diario El Mundo: el hecho noticioso era el registro de la cifra más baja de muertos en accidentes tráfico (durante el fin de semana) desde 1964. ¿El enfoque? Datos biográficos de cuatro de las ocho víctimas y sus fotografías. Cabe preguntarse si esta información aporta algo, además permitirnos saber que las víctimas tenían una vida y que su pérdida supone una tragedia para su familia y sus amigos (Crónica, El Mundo, 5-10-2008: 6). 2. Una aproximación al concepto de identidad La íntima conexión entre la identidad y el bien es el argumento clave de Taylor, quien mantiene que no es posible que el ser humano se sostenga sin una cierta orientación al bien. Así, saber quién se es significa estar orientado en el espacio moral, un espacio en el que se plantean cuestiones acerca del bien y el mal, acerca de lo que merece la pena hacer y lo que no, de lo que tiene significado e importancia y de lo que es banal y secundario. Solamente somos yo en esas cuestiones concretas que son importantes para nosotros: “Lo que soy como un yo, mi identidad, está esencialmente definido por la manera en la que las cosas son significativas para mí, y el asunto de mi identidad se elabora sólo mediante un lenguaje de interpretación que he aceptado como válida CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. articulación de esas cuestiones. Preguntar lo que es una persona haciendo una abstracción de las interpretaciones que hace de sí misma es plantear una pregunta que, en principio, no tiene respuesta. No somos yos de la misma manera que somos organismos, o no poseemos yos de la misma manera que poseemos hígados o corazones” (Taylor 2006: 61-62). La imagen de un humano libre de todos los marcos referenciales es la imagen de una persona que ha de estar dominada por una fortísima crisis de identidad; se trataría de “una persona que no sabría dónde está con respecto a cuestiones de importancia fundamental. […] Una persona que careciera por completo de marcos referenciales estaría fuera de nuestro espacio de interlocución; no tendría un sitio en el espacio en el que nos encontramos los demás” (Taylor 2006: 57-58). Una de las consecuencias de la situación apuntada, es la imposibilidad de que el ser libre de cualquier marco referencial pueda construir el propio relato. El tipo humano al que se refiere Taylor no tiene que ver, parece obvio, con quien ha optado por no aceptar los marcos referenciales tradicionales. En este sentido, se puede afirmar que un número significativo de los personajes que aparecen en los medios se inscriben en marcos referenciales no tradicionales o situados en sus márgenes. Esa apertura a los Otros es propia del amplísimo interés biográfico postmoderno. A continuación reproducimos varios ejemplos: El artista Alejandro Jodorowsky afirma: — “Soy de extremo centro. Creo en eso impensable que llaman Dios: está en mí. Llevo siempre conmigo las cartas de tarot. Practico la psicomagia” (Amela, Sanchís, Amiguet 2004: 219). ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Roberto Matta, pintor: — “Tengo 88 años. Nací en Chile, pero la nacionalidad no es donde uno nace, sino donde uno ocurre. Estoy casado y a mi hijo le he convencido de que me deje la moto. Mi expresión favorita es “la gana”, “¡no me da la gana!, o sí me da, es una especie de alma del alma. Dicen que soy surrealista, pero sólo soy una ocurrencia” (Amela, Sanchís, Amiguet 2004: 80). — Salvador Pániker, filósofo: “Soy filósofo, ingeniero industrial, escritor y editor. Estoy separado hace mucho y tengo cinco hijos y tres nietos. Defiendo que cada uno construya su ideología y religión, a la carta” (Amela 2005: 120). 3. Dimensiones de la identidad a) Espiritualidad y comunidad definidora El “yo” sólo existiría, según Taylor, dentro de lo que él ha denominado la urdimbre de la interlocución. Es esta situación original la que proporciona sentido a nuestro concepto de “identidad” al ofrecer respuesta a la pregunta ¿quién soy yo? mediante una definición del lugar desde donde hablo y a quien hablo. La completa definición de la identidad de alguien incluye, por tanto, no sólo su posición en las cuestiones morales y espirituales, sino también una referencia a una comunidad definidora. Esas dos dimensiones se reflejaban en los ejemplos que aporta Taylor en su argumentación, cuando habla de la CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. posibilidad de identificarse a sí mismo como católico o anarquista, como armenio o quebequés (Taylor 2006: 64). La dimensión moral y espiritual, y la de pertenencia a una comunidad definidora no se excluyan la una a la otra: para A quizá sea esencial definirse como católico y quebequés y para B como armenio y anarquista, y esas descripciones no agotarían, es evidente, la identidad de ninguno de ellos. Los individuos pueden percibir que su identidad está en parte definida por ciertos compromisos morales o espirituales, digamos, como ser judío o comunista. O pueden definirla en parte por la nación o la tradición a la que pertenecen, como ser vasco o kurdo, por ejemplo. Ese sentimiento de pertenencia proporciona el marco dentro del cual pueden determinar su postura acerca de lo que es el bien, lo admirable o lo valioso y sus contrarios. La pérdida de esa identificación o ese compromiso amenaza con dejar a la deriva al individuo; ya no podría saberse, en lo referente a un importante conjunto de cuestiones, cuál es, para ellos, el significado de las cosas. No parece hoy una situación extraña. Es lo que con frecuencia se denomina “crisis de identidad”, una suerte de desorientación que la gente suele expresar en términos de no saber quiénes son, pero que también se puede percibir como desconcertante incertidumbre respecto al lugar en el que se encuentran: “Carecen de marco u horizonte dentro del cual las cosas adquieren una significación estable; dentro del cual es posible percibir, como buenas y significativas, ciertas posibilidades y otras como malas o triviales: es como si la dimensión de interlocución sólo fuera significativa en la génesis de la ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A individualidad, algo así como un andador en una guardería infantil que se descarta cuando deja de hacer falta y no desempeña ninguna utilidad en la persona adulta” (Taylor 2006: 65). b) La construcción de la identidad en la entrevista Las entrevistas, no sólo las que caen bajo la etiqueta “de personalidad” [1], transitan por el territorio descrito anteriormente para dar cuenta de la identidad del otro, para reconstruirla. De forma palmaria, emergen en La Contra, una sección del diario La Vanguardia, cuya fórmula ha inspirado abiertamente a otras publicaciones [2] y que goza de gran éxito, como atestigua el hecho de las cinco antologías de textos que han aparecido en forma de libro. Las entradillas de La Contra constituyen una buena muestra de esta teoría sobre la identidad. A través de ellas, los entrevistados se exponen -en primera persona- en cuestiones biográficas, morales y espirituales clave. El lugar de nacimiento, la edad, el estado civil, la religión que se profesa o cómo definen sus relaciones con Dios, están presentes en la mayor parte de ellas. En los inicios de la sección se incluía también el signo del zodiaco, la marca de coche que conducía el entrevistado y el hobbie practicado. Por distintos motivos desaparecieron esos ítems. El último mencionado, la afición, se despreció debido a su escaso potencial caracterizador: la inmensa mayoría de los entrevistados aseguraban tener las mismas aficiones: la lectura y el cine. La apuesta por la primera persona, por la ilusión de desaparición del narrador, CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. es una estrategia que añade un aire de proximidad y veracidad a la voz del entrevistado y que remite directamente al arranque de numerosas novelas autobiográficas. El narrador protagonista de El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger, despreciaba este hábito narrativo al inicio de la obra: “Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí y demás puñetas estilo David Coperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso. Primero porque es una lata, y, segundo, porque a mis padres les daría un ataque si yo me pusiera aquí a hablarles de su vida privada” (Salinger 2005: 7). La selección de los textos que viene a continuación, ha sido realizada prácticamente al azar ya que está presente, con pocas variaciones, en todas las entrevistas de la citada sección y, además, esos itinerarios se hallan en buena parte de las entrevistas denominadas de personalidad. Luis García Berlanga, director de Plácido, El verdugo y otros clásicos: "Tengo 78 años. Nací en Valencia. En el 54 me casé con María Jesús Manrique y tenemos cuatro hijos. Me considero libertario, con la pena de no poder llegar a ser libertino. Soy agnóstico. Voy a crear unos estudios de cine donde se impartirán cursos de formación cinematográfica. Con mi próximo estreno, París-Tombuctú, el trabajo más bestia de mis 50 años de cine, me despido de la dirección ¡Me largo!” (Amela, Sanchís, Amiguet 2003: 138). Waris Dirie, fue pastora de camellos… y top model: "Nací en pleno desierto de Somalia, en una familia nómada: ¡no sé la edad que tengo! De niña, me practicaron la ablación. Pastoreé cabras y camellos, y hui cuando mi padre quiso casarme. He sido top-model y vivo entre Londres y ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Nueva York. Estoy separada y tengo un hijo Aleeke (5). Sólo creo en el poder de Alá, no en las religiones” (Amela, Sanchís, Amiguet 2003: 403). Paco Rabal, actor: Nazarín, Juncal, Los santos inocentes: "Tengo 73 años. Nací en la cuesta del Gos, Águilas: se veía el mar azul. Estoy casadísimo hace 48 años. Dos hijos, Teresa y Benito, cinco nietos y un bisnieto de Liberto. Soy comunista, pero no hablaré de política, que sólo soy un actor. He rodado Goya con Saura y seguiré leyendo poesía por España con mi mujer, Asunción Balaguer” (Amela, Sanchís, Amiguet 2003: 126). Robin Gibb, superviviente de los Bee Gees: "Tengo la edad de mi música, que se escucha cada día más. Nací en la isla de Mann, que tiene su propio parlamento, sus propias leyes y bandera: libre, como yo mismo. Soy new age, tengo una fe sin jerarquías y creo en un Dios sin religión. Soy vegetariano. Tuve la suerte de aprender y competir con los Beatles. Mi último disco en solitario se llama Magnet” (Amela, Sanchís, Amiguet 2004: 338). Santiago Santiveri, naturópata: "Tengo 90 años y nací en Barcelona, en Can Tunis. Soy farmacéutico colegiado desde hace 62 años. Estoy viudo y tengo tres hijos, Santiago (53), Javier (51) y Rafael (45), y cuatro nietos más otros dos sobrevenidos. Soy apolítico, soy católico practicante. Me siento en forma y sigo conduciendo mi propio coche. Cuido mi alimentación, que es la base de la salud" (Amela, Sanchís, Amiguet 2004: 310). CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Moebius, creador gráfico: Alien, Abyss, Dune… Tengo 73 años y ya no estoy obsesionado con ser perfecto. Nací en el cinturón de París. Casado: dos hijos, Rafael, de 12 años y Náusica, de 6. Soy un agnóstico muy religioso: la religión es una forma de vida. Aspiro a ser planetario, algo que preconiza la ciencia ficción: todos somos terráqueos (Amela, Sanchís, Amiguet 2004: 223). Manuel Pizarro, presidente de la confederación de cajas de ahorros: "Tengo 48 años. Soy de Teruel, que también existe. Casado con una turolense, tengo tres hijos turolenses: Adela, Blanca y Manel. Soy abogado del estado. La Ilustración y la Transición son lo mejor de nuestra historia: quisiera ser un ilustrado de este siglo. Presidí la Bolsa de Madrid y hoy presido Ibercaja: prefiero la economía real de las cajas" (Amiguet 2005: 136). François Jacob, biólogo molecular, Nobel de medicina: "Tengo 80 años. Nací en Nancy (Francia), en una familia judía, y vivo en París. Soy profesor de Biología en el Instituto Pasteur. Estoy casado con Lise y tenemos cuatro hijos. Luché contra los nazis en África y desembarqué en Normandía. Soy más bien de izquierdas. De niño iba a la Sinagoga hasta que un día decidí que Dios no existía" (Amela 2005: 118). Destaca en estos breves textos, la alusión a los lugares de nacimiento: la cuesta de Gos, en Murcia, desde donde veía el mar azul el actor Paco Rabal; el cinturón de París de Moebius; la isla que goza de Parlamento, bandera y leyes de Gibb; el desierto de la modelo; la olvidada Teruel del banquero… Todos estos espacios son evocados para hablar, sin duda, de un origen, de una identidad, en cuyo trazado emerge también la posición política, familiar y espiritual y también, en ocasiones, la alusión a un momento significativo de la ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A vida: la lucha contra los nazis, la retirada de la profesión y el sentido de la última obra... 4. El discurso como palimpsesto Bajtin nos mostró que los discursos del ser humano son una suerte de palimpsesto. En la construcción de cada uno de ellos están las huellas, los ecos, de innumerables voces. El concepto bajtiniano de dialogismo pone el acento, precisamente, en un yo que actúa como caja de resonancia de numerosos otros “yo” que ha ido asimilando. “La orientación dialogística de la palabra es, seguramente, un fenómeno propio de toda palabra. Es la orientación natural de toda palabra viva […] en todas sus orientaciones, la palabra se encuentra con la palabra ajena y no puede dejar de entrar en interacción viva, intensa con ella […] la palabra concibe su objeto de manera dialogística” (Bajtin 1989: 96). Pero esta orientación no agota, advierte el teórico ruso, la dialogización interna de la palabra: “Toda palabra está orientada hacia una respuesta y no puede evitar la influencia profunda de la palabra-réplica prevista. (Bajtin 1989: 97). Así, todas las formas retóricas, incluso aquellas concebidas compositivamente con carácter de monólogo, están orientadas hacia el oyente y hacia su respuesta. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Los seres humanos somos introducidos en la personalidad a través de la iniciación en el lenguaje. Aprendemos primero nuestros lenguajes de discernimiento moral y espiritual al sernos introducidos en una conversación permanente por quienes están a cargo de nuestra crianza. En este territorio, un factor esencial “es la conversación: cuando tú y yo hablamos sobre algo hacemos de ese algo un objeto para nosotros dos, es decir, no sólo un objeto para mí, que también es un objeto para ti […]. En un sentido fuerte el objeto es para nosotros lo que en otro lugar he intentado describir con la noción de «espacio común» o «público». Los diferentes usos del lenguaje establecen, instituyen, enfocan o activan dichos espacios comunes” (Taylor 2006: 63). De este modo, añade Taylor, “yo sólo puedo aprender lo que es el enfado, el amor, la ansiedad, la aspiración a la totalidad, etc. a través de mis experiencias y de las experiencias que otros tengan de esos que para nosotros son objetos de un espacio común” (Taylor 2006: 63). Más tarde, podrá venir la innovación; podrá desarrollarse una manera original de comprender la vida humana y a uno mismo. Pero la innovación sólo puede darse sobre la base de un lenguaje común. Taylor afirma que hasta el más independiente de los adultos encuentra momentos en los que no le es posible clarificar sus sentimientos sin hablar con alguna persona o personas especiales que le conozcan, o que posean alguna sabiduría o con las que tenga alguna afinidad. Esta incapacidad es una mera sombra de la que experimenta el niño. Para él, todo sería confusión, no encontraría un lenguaje de discernimiento, sin las conversaciones que fijan dicho lenguaje para él (Taylor 2006: 64). Sin las conversaciones y, sin duda, sin cuentos, sin relatos. Este último aspecto ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A aparece reflejado de forma palmaria en una novela del S. XIX, Peter Pan, de J. M. Barrie. En ella, un personaje colectivo, los niños perdidos, se trataba de infantes que habitaban en el país de Nunca Jamás y que se caracterizaban por no saber ningún cuento (Barrie 2004: 37-39). Para Ricoeur, los relatos recibidos de la tradición literaria nos liberan de un narcisismo avaro y egoísta: “En lugar de un yo (moi) enamorado de sí mismo, nace un sí (soi) instruido por los símbolos culturales, entre los cuales se encuentran en primer lugar los relatos recibidos de la tradición literaria. Son estos relatos los que nos dotan, no de una unidad no sustancial, sino de una unidad narrativa” (Ricoeur 2006: 22). Las entrevistas pueden ser consideradas un diálogo a tres: entrevistador, entrevistado, público. Lo que el par periodista-personaje dice está destinado, en última instancia, a un tercero que es quien promueve y justifica el encuentro: el lector, el público. Las palabras se destinan a él con una promesa: ampliar y renovar su contacto personalizado con el mundo, con la realidad (Arfuch 1995: 23). a) Vida y construcción narrativa La identidad, para ser tal, ha de ser tejida en una narrativa, como hemos señalado y como nos recuerdan, entre otros, Heidegger, MacIntyre y, especialmente, Ricoeur. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. El dar sentido a nuestra vida en forma de narración no es una opción más. “Una vida no es más que un fenómeno biológico en tanto la vida no sea interpretada” (Ricoeur 2008:17). Tener sentido de quiénes somos implica también tener una noción de cómo hemos llegado a ser y de hacia dónde nos encaminamos. La vida humana reclama siempre un grado de comprensión narrativa (Taylor 2006: 8081). Desde diversos frentes -especialmente desde las filas deconstruccionistas- se ha puesto de manifiesto la condición siempre ilusoria de la construcción narrativa del yo, así como la extrema flexibilidad de la identidad (Robin 1996), y que permitiría que un buen día, por ejemplo, un estadounidense de inveterada ascendencia inglesa decidiese, tras mirarse al espejo, que es indio (Robin 1996: 59). Pero, incluso admitiendo tales condiciones -ilusión y flexibilidad-, no queda invalidada la cuestión de la construcción narrativa de la identidad. Una autobiografía, unas memorias, unas confesiones, las declaraciones de un entrevistado pueden ser falsas, éste puede mentir, tergiversar, inventar e, inevitablemente, olvidar, pero su construcción responde -salvo en el discurso del psicótico- a una cierta lógica narrativa y, además, en los géneros citados, existe un pacto tácito de veracidad. El hecho de que se trate de una construcción discursiva no impide que “sea propuesta y pueda ser leída como un discurso con atributos de verdad” (Pozuelo Yvancos 2006: 43). Esta comprensión narrativa de la vida es un lugar común en las entrevistas periodísticas. En ellas, aparece con frecuencia la fórmula: ahí estaba A (lo que yo era), y entonces hago/ocurre x, que me convierte en B [3]. Este nuevo estadio, B, no es un fin, sino una reorientación, en cierto modo, un nuevo inicio. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A El itinerario no sería tal sin la noción de búsqueda: la vida encaminada en una dirección, un horizonte. De hecho, hablar de historia de vida significa presuponer que la vida es una historia y que una vida está inseparablemente ligada a acontecimientos de una existencia individual concebida como una historia y como un relato de esa misma historia. “Así, parece cierto lo que dice el sentido común, es decir, el lenguaje corriente, cuando describe la vida como un camino, una ruta, un decurso con sus encrucijadas […], o como un encaminamiento” (Bordieu 2005: 87). b) La ineludible narración del devenir Como se ha señalado, la cuestión de nuestra condición no se agota en lo que somos, porque siempre estamos cambiando y deviniendo. Así, lo verdaderamente importante no es dónde estamos, sino hacia dónde vamos; y aunque lo primero puede ser una cuestión de más o menos, lo segundo es una cuestión de ir acercándonos o ir quedándonos fuera; una cuestión de sí o no. Esa es la razón por la que un interrogante absoluto enmarca los relativos (Taylor 2006: 79). De este modo, para poder entendernos, es necesaria otra condición básica: hemos de asir nuestras vidas en una narrativa [4]. Conviene recordar, en este punto, que Ricoeur concebía la construcción narrativa de la identidad entre dos polos: uno estable, que recibe el nombre de mismidad y que nombra a aquellos aspectos que dan cuenta de una continuidad de la identidad y un segundo polo, denominado ipseidad, que hace referencia a una CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. promesa, a un horizonte (Ricouer 1996: 109-120). La idea subyacente es la de la identidad como ente en permanente formación, en permanente construcción. Precisamente, para este autor, la verdadera naturaleza de la identidad narrativa sólo se revela en la dialéctica de la ipseidad y la mismidad (Ricoeur 1996: 138). Es esta una cuestión nuclear, que cobra aún más relieve en un tiempo como el presente, de masivas migraciones. Así, dar sentido a la vida en forma de narración no es una opción; nuestras vidas existen en ese espacio de interrogantes al que sólo puede responder una narrativa coherente. Para tener sentido de quiénes somos hemos de tener una noción de cómo hemos llegado a ser y de hacia dónde nos encaminamos. Esta comprensión narrativa de la vida es un lugar común de numerosas entrevistas. Emerge de modo muy nítido en las de La Contra. Esa percepción de mi vida como si estuviera encaminada en la dirección hacia lo que aún no soy. Recordemos la fórmula del y entonces: ahí estaba A (lo que yo era), y entonces hago/ocurre x, que me ha convertido en B (lo que proyecto ser). Como decimos, esa idea de la vida encaminada en una dirección se puede hallar en numerosas entrevistas periodísticas. El fragmento de la siguiente constituye también un buen ejemplo de momento decisivo. Charles Handy, doctor honoris causa por doce universidades, ex directivo de Shell, cuenta en una entrevista: — Me dieron la noticia de la muerte de mi padre durante una reunión en París. — ¿Le afectó? ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A — Yo entonces era un alto cargo de la Shell, profesor de la London Business School, acababa de triunfar con mi primer libro, era papá de dos niños preciosos, con casa en el campo y en la ciudad y empezaba a ser famoso… ¡Éxito! La muerte de mi padre era un engorro en mi agenda súper apretada. — ¿Qué hizo usted? —Iba a una ceremonia familiar, íntima, discreta, como la vida de mi padre, cuando al llegar, vi que la policía abría el camino a una caravana inmensa de coches. La gente había invadido los sembrados cercanos a la parroquia, no se podía contener a la muchedumbre […] había cientos de personas… — ¿Lo esperaba? —Por Dios, no. Estaban allí, muchos llorando y recordando buenos momentos. Mi padre había bautizado a decenas de aquellos hombres, había casado a otros, había enterrado a sus familiares… Les había consolado en momentos difíciles… —Y ellos no habían olvidado. —No. Y yo empezaba a despertar de un sueño… Cuando todos se fueron, me senté y pensé: ¿quién demonios vendría a llorar en mi funeral desde miles de kilómetros con lágrimas en los ojos? — ¿Y qué? ¿Es que a usted eso le importa? —A mí sí. Aquello cambió mi vida. — ¿Y qué hizo usted entonces? — Pensaba que mi vida consistía en ganar más dinero. Más dinero, más poder, más éxito… y pensaba que más felicidad. Pero mi padre me dio en el día de su CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. funeral una enorme lección: yo estaba en la mitad de mi vida, pero si no quería perderla del todo debía hacer algo en lo que realmente creyera […]. Aquí no hemos venido a sobrevivir y engrosar el censo. Todavía tenemos que ser todas las personas que podemos ser” (Amiguet 2005: 118-119). 5. La búsqueda del sentido Las narraciones en general y las periodísticas en particular son un intento “de esclarecer la pregunta por el sentido. Son variaciones infinitas sobre los mismos temas -la libertad y la felicidad-, que se presentan en una polifonía de formas y matices diversos, y que pueden ser escuchadas mil veces sin peligro de causar hastío, por su carácter novedoso e inagotable” (Muñoz-Torres 2002: 242). La pregunta por el sentido que rige la vida del otro, por cómo el otro ha construido el sentido, es un motivo cada vez más frecuente en las entrevistas. La proliferación y éxito editorial de los libros de autoayuda, el fin de la autorrealización, parecen conectar con la misma necesidad. En las entrevistas de La Contra, en distinta medida, es cierto, es un lugar común la pregunta al otro por el sentido. Los estilos de los tres autores de la sección son diversos, pero en los textos de todos y cada uno de ellos emerge, en numerosas ocasiones, esta pregunta al otro por un sentido más o menos trascendental. Lluís Amiguet pregunta al filósofo Alain de Boton: —Y si encuentro la pareja perfecta para mis genes ¿seré feliz? (Amiguet 2005: 20) Amiguet a Walter Riso, terapeuta del enamoramiento patológico: — ¿Por qué tanto sufrimiento? (Amiguet 2005: 67) ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Víctor Amela, en entrevista a Jodorowsky: — ¿Cuál es el motor de su vida? (Amela 2005: 102-103) Amela pregunta a Tip, humorista: —Ilumíneme, señor Tip: ¿qué sentido tiene todo esto de la vida? (Amela Sanchís y Amiguet 2003: 21) Ima Sanchís, al escritor Miguel Delibes: — ¿Ha conquistado alguna certeza? (Amela, Sanchís y Amiguet 2003:115) Sanchís pregunta al director de cine Jaime Camino: — ¿Y qué merece la pena en la vida?” (Sanchís, 2007: 72) Sanchís a Amma, maestra espiritual: — ¿Y qué es el amor? (Sanchís 2005: 29) Víctor Amela en entrevista al sacerdote Jaume Boada i Rafí: — ¿Dios está en lo más hondo de mí mismo? (Amela 2005: 80) Amela al neurólogo Francisco J. Rubia: — ¿Dios creo el cerebro… o el cerebro creó a Dios? (Amela 2005: 62) Como se ve, la pregunta por el sentido, por el significado emerge en primer plano. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. El riesgo que planea sobre este tipo de interrogantes y sobre sus respuestas es el desvanecimiento de la complejidad, la simplificación. Pese a ello -o quizá precisamente gracias a ello-, estas cuestiones son un locus cada vez más frecuente en las entrevistas. En este sentido, Taylor llama también la atención sobre una significativa cuestión que puede, quizá, ayudar a comprender esta insistencia en la pregunta por el sentido, por lo trascendente. Se trata del reciente giro en los patrones dominantes de la psicopatología. Los psicoterapeutas han puesto de manifiesto que “la época en que la gran masa de su clientela se componía de pacientes afectados por histerias, fobias y fijaciones […] ha dado paso a un movimiento en el que las dolencias principales se centran alrededor de la pérdida del ego o en un sentimiento de vaciedad, insulsez y futilidad, de falta de propósito en la vida y de pérdida de autoestima. No está nada claro cuál es la relación entre esos dos estilos de patología y las situaciones no patológicas paralelas a ellas (Taylor 2006: 41). Parece, en principio, plausible que exista alguna relación entre el reciente giro en el estilo de las patologías refleje la generalización y popularización en nuestra cultura de la “pérdida de horizonte”. Así, lo que Taylor llama “marcos referenciales” incorpora un importante conjunto de distinciones cualitativas: pensar, sentir y juzgar dentro de dichos marcos es funcionar con la sensación de que alguna acción o modo de vida o modo de sentir es mejor que otros que tenemos más a mano: “Una forma de vida se puede sentir como más plena, otra manera de sentir y actuar como más pura, un modo de sentir y vivir como más profundo, un cierto estilo como más admirable” (Taylor 2006: 42). ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A El anhelo del sentido permite explicar, al menos parcialmente, la voracidad en el consumo de relatos vitales: de las autobiografías a las memorias; de la entrevista al reality show [5]. Narrar es ya explicar, defendía Ricoeur y en esa necesidad de entender al otro, a nosotros mismos, parece alentar una escalada contemporánea, a veces con matices inquietantes, de voces de toda condición: del personaje notable al marginal; del héroe al psicópata. Notas: [1] Una propuesta de tipología de la entrevista en prensa se halla en Gobantes Bilbao, Maite: Fundamentos teóricos de la entrevista en prensa, Tesis Doctorales en Red http://www.tesisenred.net/TDR-1015108- 142933/index_cs.html, Universidad de Murcia, Murcia 2008. [2] El suplemento dominical XL, que se reparte con las cabeceras del Grupo Correo, introdujo años después de que lo hiciera La Contra del diario La Vanguardia, una entradilla en primera persona en la que el entrevistado se “identificaba”; el suplemento publicitario Vecinos, del diario La Verdad, de Murcia, incluía también una entrevista con un breve texto, en primera persona, muy semejante. El peculiar tono “conversacional” de las entrevistas de La Contra tiene también eco en las entrevistas de contraportada del diario El País, la sección Almuerzo con…, así como en la última página del diario ABC, una sección de entrevistas realizada por tres periodistas. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. [3] La fórmula de Taylor es ligeramente distinta. El filósofo dice: “Ahí estaba A (lo que soy), y entonces hago B (lo que proyecto llegar a ser)”. Cfr. Taylor, 2006: 80. [4] En el ámbito clínico, el neurólogo Oliver Sacks defiende la necesidad de que los especialistas en salud mental elaboren relatos clínicos: “En un historial clínico riguroso no hay «sujeto»”; los historiales clínicos modernos aluden a su sujeto con una frase rápida («hembra albina trisómica de 21»), que podría aplicarse igual a una rata que a un ser humano. Para situar de nuevo en el centro al sujeto (el ser humano que se aflige y que lucha y padece) hemos de profundizar en un historial clínico hasta hacerlo narración o cuento; sólo así tendremos un «quién» además de un «qué», un individuo real, un paciente, en relación con la enfermedad”. Vid. Sacks, Oliver: El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, Anagrama, Barcelona, 2004, p. 27. [5] La propuesta de los reality es confusa: de un lado, no es posible que exista en ellos relato dado que, en teoría, el género se basa en la retransmisión instantánea de lo que acontece ante innúmeras cámaras, esto es, en la ausencia de edición, de selección. La realidad es, claro, otra. Estos productos se consumen a través de resúmenes, de fragmentos y detalles significativos. Ahora bien, esa selección, aun regida por una cierta lógica narrativa, difícilmente puede ser considerada relato. En cualquier caso, mencionamos estos productos no por lo que dan, sino por lo que parece que el espectador espera de ellos. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Referencias bibliográficas Amela, Víctor (2005): Algunas cosas que he aprendido, Deusto, Bilbao. Amela, Víctor; Sanchís, Ima; Amiguet, Lluis (2004): Haciendo la contra 2. Nueva selección de las 101 mejores entrevistas comentadas, Martínez Roca, Madrid, 2004. Amela, Víctor; Sanchís, Ima; Amiguet, Lluis (2003): Haciendo la contra. Selección de las 101 mejores entrevistas comentadas, Martínez Roca, Madrid. Amiguet, Lluis (2005): Cuénteme cómo lo hizo, Deusto, Bilbao. Arfuch, Leonor (2002): El espacio biográfico. Dilemas de la subjetividad contemporánea, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires. Arfuch, Leonor (1995): La entrevista, una invención dialógica, Paidós, Barcelona. Arfuch, Leonor (1992): La interioridad pública. La entrevista como género, Cuadernos, Buenos Aires. Aristóteles (1994): Metafísica, Gredos, Madrid. Bajtín, Mijail (1991): Teoría y estética de la novela, Taurus, Madrid. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Balsebre, Armand; Mateu, Manuel y Vidal, David (1998): La entrevista en radio, televisión y prensa, Cátedra, Madrid. Barrie, J.M.(2004): Peter Pan, Alianza, Madrid. Bourdieu, Piere: “La ilusión biográfica”, Archipiélago, 2005, nº 69, 87-97. Gobantes Bilbao, Maite: Fundamentos teóricos de la entrevista en prensa, Tesis Doctorales en Red http://www.tesisenred.net/TDR-1015108142933/index_cs.html, 2008. Última revisión, 28 de octubre 2008. Halperín, Jorge (1995): La entrevista periodística. Intimidades de la conversación pública, Paidós, Buenos Aires. Marín, Higinio (1997): De dominio público, Eunsa, Pamplona. Muñoz-Torres, Juan Ramón (2002): Por qué interesan las noticias. Un estudio de los fundamentos del interés informativo, Herder, Barcelona. Pozuelo Yvancos, José María (2006): De la autobiografía, Crítica, Barcelona. Ricoeur, Paul: “La vida: un relato en busca de narrador”, Ágora, 2006, vol. 25 nº 2, 9-22. Ricoeur, Paul (1996): Sí mismo como otro, Siglo XXI, México. Robin, Regine (1996): Identidad, memoria y relato. La imposible narración del sí mismo. Cuadernos de posgrado. Oficina de Publicaciones de la Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires. Salinger, J.D. (2005): El guardián entre el centeno, Alianza, Madrid. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Sanchís, Ima (2004): El don de arder. Mujeres que están cambiando el mundo, RBA, Barcelona. Sanchís, Ima: “Camina mucho y no te tomes en serio” La Vanguardia, 17-022007, 72. Taylor, Charles (2006): Fuentes del yo. La construcción de la identidad moderna, Paidós, Barcelona. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Jorge Halperín nació en Buenos Aires y se inició en el periodismo en 1967 y ha integrado las redacciones de los diarios La Razón, El Cronista Comercial y Clarín, donde se desempeñó en las secciones de Economía y Política Internacional, y estuvo al frente de Opinión y el Suplemento Cultural. Trabajó, además, para las editoriales Atlántida y Julio Korn, fue prosecretario de Política y Economía de la revista Creación y fue director de la revista Trespuntos. Ha publicado numerosos libros, entre ellos La entrevista periodística. Intimidades de la conversación pública; Pensar el mundo; Mentiras verdaderas; Lo mejor de “La siesta inolvidable”; El progresismo argentino. Historia y actualidad, y libros de conversaciones con José Saramago, Ignacio Ramonet, Noam Chomsky y Joahn Galbraith. Ha dictado seminarios y talleres de periodismo en numerosas universidades del país y del exterior. Por su labor, ha recibido numerosas e importantes distinciones. Periodista de extensa trayectoria y miembro de la Academia Nacional de Periodistas. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A LA ENTREVÍSTA PERÍODÍSTÍCA. ÍNTÍMÍDADES DE LA CONVERSACÍON PUBLÍCA Jorge Halpenín 1 El vínculo periodista-entrevistado La entrevista es la más pública de las conversaciones privadas. Funciona con las reglas del diálogo privado (proximidad, intercambio, exposición discursiva con interrupciones, un tono marcado por la espontaneidad, presencia de lo personal y atmósfera de intimidad), pero está construida para el ámbito de lo público. El sujeto entrevistado sabe que se expone a la opinión de la gente. Por otra parte, no es un diálogo libre con dos sujetos. Es una conversación radial, o sea centrada en uno de los interlocutores, y en la que uno tiene el derecho de preguntar y el otro el de ser escuchado. Es indispensable comprender qué clase de vínculo es éste para examinar los problemas prácticos del trabajo, nuestras atribuciones y también la clase de responsabilidad ética que asumimos. La relación entre el periodista y su personaje no es entre pares; es asimétrica. Nuestro sujeto está en el centro de la escena —lo hemos elegido por ser un personaje público o porque es un CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. hombre clave en el tema que exploramos—, y nosotros a un costado, facilitando su contacto con los lectores y oyentes. Por otro lado, su voz es naturalmente más importante que la nuestra. No importa lo mismo para los lectores saber lo que piensa nuestro personaje que las ideas que podamos esbozar nosotros durante el diálogo. En todo caso, nuestras ideas deben ser inteligentes como disparadoras del entrevistado y como herramientas para poner a prueba su discurso. Por otro lado, nuestra subjetividad vale en tanto pueda aportarle al lector una mejor aproximación, un acercamiento sin interferencias al sujeto y sus ideas. Mirado desde otro ángulo, también existe una asimetría en sentido inverso: por un momento, ese personaje público está a nuestra disposición para ser guiado, interrumpido (con prudencia y sentido de la oportunidad), criticado y derivado hacia distintos temas. Tenemos casi siempre libertad para penetrar en su vida o, cuanto menos, en la intimidad de su obra. Estamos autorizados a cuestionarlo públicamente en su presencia, a poner en duda sus declaraciones, a explorar sus dudas y contradicciones como si alguien nos hubiese investido de una autoridad representativa. No somos amigos ni actuamos simplemente como dos personas que sostienen un encuentro. Está sucediendo algo infinitamente más complejo: la entrevista periodística es un intercambio entre dos personas físicas y unas cuantas instituciones que condicionan subjetivamente la conversación. El entrevistado habla para el periodista, pero también está pensando en su ambiente, en sus colegas, en el modo como juzgarán sus declaraciones la gente que influye en su actividad y en su vida, y el público en general. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A En el otro extremo, el periodista trabaja para un medio concreto cuyas reglas debe tener en cuenta, estructura su diálogo pensando en los lectores y no es indiferente al juicio de sus pares. Nada más alejado, entonces, de los encuentros espontáneos. Lo que obliga a desplegar una estrategia cuidadosa que, atendiendo a la multitud de presiones que operan en el diálogo periodístico, no termine por frustrar la posibilidad de una rica conversación. El periodista debe trabajar duro para atenuar esas tensiones, disminuir la comprensible paranoia de sus entrevistados y convertirse para ellos en una persona confiable. Manipula sutilmente la situación cuidando de no someter al entrevistado y alterar su comportamiento (en ese caso, transmitiría una imagen falsa) y se previene de las manipulaciones del sujeto. Es inevitable que el entrevistado despliegue un juego de seducción —aun cuando se presente como el sujeto más hostil— tratando de disminuir la inquietud o directamente la sensación de peligro que le plantea el periodista, y conseguir que éste se lleve la mejor impresión. Por eso también es inevitable que desee transmitir una imagen de coherencia en todos sus actos e ideas, y que, en consecuencia, nosotros debamos explorar muchas veces en sus contradicciones, en sus dudas y en las fisuras de su discurso para sacar al verdadero sujeto a la superficie. Claro que sin creernos pedantemente psicoanalistas. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. A propósito, es útil esquematizar un poco y comparar la entrevista periodística con el diálogo entre el psicoanalista y su paciente, y entre el confesor y su fiel para advertir la confrontación de intereses que tiene lugar en cada uno.  El psicoanalista escucha a su paciente con el propósito de transformarlo, le presta un servicio que éste ha buscado, lo interrumpe poco, trabaja para  él, le provee revelaciones y establece un vínculo en el tiempo. El cura escucha a su fiel con el propósito de transformarlo —lograr el arrepentimiento o la paz de conciencia—, trabaja para él, le presta un servicio que éste ha buscado, le provee revelaciones y está abierto a sus  futuras demandas. El periodista escucha al entrevistado, no trabaja para él sino para un tercero (el medio, el lector), no le presta un servicio que éste haya buscado, no se propone transformarlo ni le provee revelaciones, no tiene tiempo ni está abierto a futuras demandas del entrevistado, y las confesiones las usará para otros. Claro que el periodista aporta al entrevistado un bien que el psicoanalista y el cura no están en condiciones de proveer a sus interlocutores (ni éstos se lo piden): aumentar o sencillamente consolidar su presencia pública. Por eso los personajes se dejan interrogar públicamente. No obstante, si el periodista se convierte de esta manera en el empalme entre lo público y lo privado, debe prevenir todos los cortocircuitos imaginables. En cierto modo, su tarea consiste en anestesiar parte de la conciencia de sus entrevistados —como veremos más adelante, este concepto es opinable, pero es nuestro juicio— para que pierdan la ansiedad y la angustia que pueden acompañar al acontecimiento dramático que tiene lugar allí: están formulando declaraciones que serán leídas o escuchadas por miles de personas. Ahora bien, el periodista sabe que debe suministrar un suave tranquilizante, no un poderoso somnífero. Es necesario ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A que el entrevistado consiga relajarse y dialogar sin presiones, no que olvide su responsabilidad por lo que dice. De lo contrario, podríamos estar traicionando sus confesiones privadas. Él debe saber perfectamente que está hablando para un medio de circulación pública. Lo que queremos decir es que no dirá nada trascendente en estado de paranoia. En este sentido, podemos exagerar un poco y decir que el periodista es una suerte de hipnotizador que debe aplicar suaves dosis de su medicina para que el diálogo se encarrile de manera productiva. De modo que si hay un campo donde el entrevistador no puede dejar de desarrollar una maestría es el de los vínculos. Si no es capaz de lograr un buen rapport con sus personajes, es mejor que se dedique a otra especialidad periodística y, aun así, probablemente tendrá dificultades en este oficio. 2 Un abordaje práctico Esquemáticamente, podríamos distinguir los tipos de entrevistas en sus grandes variantes, según lo que busca el periodista y según el grado de presencia del entrevistado, desde la forma más personalizada hasta el anonimato: CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. • de personaje, • de declaraciones (consultas e interpelaciones al poder, a políticos, economistas, funcionarios públicos o privados), • de opinión, Entrevistas • de divulgación, • informativas, • testimoniales, • encuestas. ¿Por qué ensayar esta forma de clasificación si muchas veces las diferencias entre una y otra variante no son estrictas? —frecuentemente se cruza lo testimonial con el personaje, lo informativo con la declaración—. ¿Cómo podríamos plantear las diferencias entre una y otra forma? En primer lugar, porque los diferentes tipos de entrevistas plantean problemas diversos y estrategias de trabajo específicas. La primera diferencia puede plantearse por el elemento predominante en cada variante. Por ejemplo, en las encuestas, en las que los consultados no interesan casi por sus referencias particulares sino en tanto forman un sector de opinión y una cantidad significativamente coincidente en algo, se da la forma más impersonal de todas. Las preguntas son absolutamente pre-hechas, no tienen que adecuarse al entrevistado y en muy pocos casos se emplea la repregunta. Lo que se requiere en esta variante es un diseño inteligente del cuestionario para que las respuestas, que tienen la limitación de apuntar a la cantidad y no poder profundizar en cada consultado, den una información precisa, y para que al reunirlas en conjunto nos aporten tendencias significativas e inequívocas. Como se sabe, las preguntas de las encuestas buscan más información concreta (“Asisto de mañana”; “Leo un libro por mes”) y voluntad (“Me gusta”, “No me gusta”; “Estoy de acuerdo”; “Estoy en desacuerdo”), en lugar de análisis, que es imposible de realizar en los dos minutos asignados a cada entrevistado. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A En todos los tipos de entrevistas hay un juego de confrontación, pero este juego alcanza su punto máximo en las entrevistas de personaje y las de declaraciones. En las primeras se da un abordaje a la intimidad del entrevistado, a su manera de pensar, a sus razones ocultas, sus debilidades, sus obsesiones y contradicciones. Sin embargo, tanto en las de personaje como en las de declaraciones el diálogo busca no sólo la cooperación del sujeto — como sucede en las encuestas, en las entrevistas informativas, de divulgación y en las testimoniales—, sino que también debe avanzar en contra de él. Es decir, en aquello que el entrevistado no muestra voluntariamente o, incluso, desea ocultar. El funcionario o político que realiza declaraciones es el entrevistado que calcula en forma más consciente el efecto de cada una de sus palabras y, por lo tanto, el menos espontáneo. La tarea de colarse entre sus declaraciones para detectar la verdad y la de descifrar el sentido de cada una de sus frases plantean un desafío enorme para el periodista. En el caso del personaje, éste vibra en sus momentos fuertes, pero también en los detalles, en lo cotidiano y en lo excepcional. La entrevista alcanza su punto de excelencia cuando consigue una aproximación intensa casi hasta transmitir el aliento del sujeto. Más adelante, examinaremos con detalle los problemas que plantea cada variante. En general, el periodista y el entrevistado tienen intereses distintos y, a veces, muy poco convergentes. Por eso, la construcción del diálogo se vuelve un trabajo elevadamente artesanal. Por la compleja estrategia y la delicada CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. sensibilidad que demanda durante el encuentro mismo, y por la enorme importancia que tiene el antes y el después: la cuidadosa preparación de la entrevista y la tarea crucial de editarla. El primer paso del “antes” reside en la elección del entrevistado, que puede estar en manos del periodista o venir ya determinada por el editor. En cualquiera de las dos formas el entrevistador debe actuar como si él lo hubiera elegido, y ser consciente de por qué prefirió a ese sujeto. A continuación, ofrecemos algunas razones para elegir al entrevistado: Porque • es un personaje famoso, • es un personaje curioso, • es muy representativo de algo, • es clave en una circunstancia, • está ligado a una noticia, • es portador de un saber muy valioso, • por el valor de sus ideas. En este punto se juegan muchas de las chances de que la entrevista resulte un éxito o no. En la buena elección del entrevistado y en la inteligencia del plan de la entrevista. El periodista debe ser perfectamente consciente de las razones por las que ha sido elegido su entrevistado y, muy especialmente, de lo que espera lograr con esa conversación: • conseguir que haga una revelación inédita, • llevarlo a formular una importante denuncia, • mostrar un ángulo desconocido del personaje, • lograr que el sujeto profundice en algo que ha llamado la atención de la gente, • producir con él una exposición fascinante sobre un tema de interés público, ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A • obtener un retrato completo de su personalidad, • exponerlo como un caso testigo. En el noventa y nueve por ciento de los casos recomendamos no lanzarse a una entrevista improvisada. Es decir, agregar durante la charla todas las preguntas que valgan la pena, pero armar un cuestionario antes de sentarse con el sujeto. Ahora bien, sólo cuando el periodista tiene claros los motivos de la elección del personaje y lo que espera lograr de esa conversación puede dar un rumbo inteligente a su cuestionario. Entonces sí, con una sólida retaguardia podrá sentarse con toda naturalidad frente al sujeto, explorarlo en busca de su nota e improvisar todo lo que sea necesario. Hemos hablado de una sólida retaguardia. ¿Qué es eso? A mi modo de ver, una sólida retaguardia es contar con diez buenas preguntas, unos tres o cuatro temas diferentes y un firme conocimiento del personaje. El primer problema es definir qué es una buena pregunta. No existe una clasificación universal, pero entre las virtudes que puede tener una buena pregunta se cuentan el que sea clara, que provoque información, que se haga cargo de una demanda colectiva o que exprese las dudas de la gente si se trata de un personaje público, que sea abierta (que no lleve simplemente a responder “Sí” o “No”, a menos que sea indispensable), que permita profundizar, que consiga explicaciones, que dé lugar a oposiciones (discutir una afirmación), que busque lo nuevo, que invite al personaje a usar imágenes y fantasías, que CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. seleccione lo importante, que piense en lo global y en los detalles, que atraiga anécdotas. Hay mil ejemplos de preguntas que son maravillosas por razones muy diferentes, aunque algunos de los valores de una buena pregunta hay que buscarlos en los factores mencionados más arriba. Desde luego, hay que usar hasta el cansancio las famosas 5W inglesas (en nuestro idioma, “qué”, “quién”, “por qué”, “cuándo” y “dónde”) y la H de “how” (“cómo”). En toda conversación periodística se emplean, en un ochenta por ciento, estas preguntas clásicas, que son como una verdadera locomotora que acarrea información y también consiguen precisar los detalles, mientras que el resto de la charla está compuesta de preguntas más elaboradas o específicas. Las preguntas son portadoras de conjeturas, hipótesis, inquietudes y perspectivas del mundo. Cuanto más ricas sean las hipótesis que llevamos ante el personaje, más impresionados estaremos de descubrir cosas que no había expresado en otras entrevistas. Las preguntas pueden agruparse en bloques de temas. Los objetivos de una entrevista pueden girar alrededor de un asunto central, sin embargo suelen traer más de un tema. Así debe ser para que puedan transmitir la atmósfera de una conversación —que siempre se desliza entre varios temas—, pero, sobre todo, porque el periodista debe tener alternativas cuando el entrevistado no muestra interés o no tiene nada valioso que decir sobre el primer asunto que le expuso. Es muy común que, durante la charla, el personaje esté muy poco inspirado con algún tema que le proponemos (contesta nuestras preguntas con ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A frases convencionales o directamente con monosílabos) y, en consecuencia, debemos buscar otros rumbos. Cuando hemos explorado concienzudamente en su historia y en sus declaraciones seguramente encontramos más de un tema que vale la pena tratar con él. Y bien, la propuesta es que el cuestionario que hemos armado antes de la entrevista transite por tres o cuatro temas. En ese caso, difícilmente encontremos un sujeto al cual ninguna de las alternativas inspire. El tercer factor es el primero de todos, porque de él dependen los núcleos de temas y las buenas preguntas: un generoso conocimiento del personaje, que se obtiene de un trabajo riguroso de archivo. Existe una fuente complementaria al archivo para investigar sobre el personaje. Las grandes entrevistas de la revista norteamericana Playboy y las más recientes del mensuario Vanity Fair, verdaderas joyitas de investigación, se han hecho con infinidad de consultas previas a gente que conoce al personaje para construir una verdadero relato antes de sentarse a dialogar con él. Ésa es una fuente complementaria —desde luego que no anula la importancia del archivo—, aunque muy pocas veces puede encararse, por falta de tiempo o de interés del medio en ahondar en la investigación. Ahora bien, hay entrevistas que no requieren investigar previamente al personaje —por ejemplo, las encuestas—, pero sí el tema para poder diseñar CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. un buen cuestionario. Hay entrevistas en las que no se cuenta con el archivo, sencillamente porque no hay información sobre el personaje ni sobre el tema, y tampoco encontramos textos en bibliotecas públicas o privadas ni en instituciones ligadas al personaje, ni hay colegas o académicos que nos brinden información (una penuria tan extraordinaria de información es poco común, casi siempre hay algún recurso a mano). Descartado todo esto, aún tenemos muchas posibilidades de encontrar información en Internet. En general, se suele acudir primero a esta vía, pero se trata de un recurso que hay que usar con extremo cuidado porque existe mucha información falsa o no rigurosa circulando por la red. La dificultad más común de todas se plantea en innumerables notas en las que no nos dan tiempo para consultar el archivo ni construir buenas preguntas ni armar núcleos de temas. Hay que hacer la entrevista ya mismo. Una manera de prevenir nuestro desamparo es tratar de tener un adecuado conocimiento de los temas y personajes por los que transitamos habitualmente, aunque estemos en secciones tan imprevisibles en materia de temas como información general o en revistas de interés general. Siempre hay una cierta tendencia a trabajar sobre determinados temas y personajes. Pero, es cierto, aun en este caso hay miles de notas con temas y personajes completamente nuevos para nosotros. Planteadas así las cosas, siempre habrá por lo menos un tiempo de viaje o de espera del personaje en el cual se puede diseñar una mínima estrategia. En primer lugar, tenemos que trabajar alrededor de una cuestión: ¿qué necesita ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A saber el lector/oyente sobre esta nota? De inmediato, nos ponemos a escarbar con el equipo básico: las valiosísimas 5W, que nos garantizan, de movida, un buen caudal de información. Lo cierto es que una buena retaguardia, lo que en nuestra jerga llamamos un buen background, es como media nota ya resuelta (difícilmente una entrevista que parte de una sólida preparación previa resulte un estruendoso fracaso). Sin embargo, cuando durante la conversación aparecen vetas inesperadas, hay que tirar el equipaje por la ventana y escuchar con los oídos bien atentos y la mayor flexibilidad. La mayoría de las conversaciones de la gente —y la periodística no es una excepción— son dispersas y saltan de tema en tema. En nuestro caso, el entrevistado se entrega y nosotros guiamos. Hay que permitir la dispersión porque es indispensable para garantizar un clima sereno y predisponer al entrevistado a las confesiones, pero en todo momento estaremos atentos a nuestros objetivos para evitar que todo termine en un caos absoluto y en un trabajo estéril. Cuando el periodista queda atrapado en la anarquía del diálogo, luego se encuentra con que, en los mejores pasajes de la charla, nos hemos quedado sin profundizar asuntos clave. Si existe una tensión en todo diálogo periodístico es, como decimos, en las entrevistas de personaje y en las de declaraciones, cuando se incluye un poco de “sangre” (preguntas que molestan, presión máxima del interrogatorio, CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. juegos de evasión y captura, cuestionamientos al sujeto, puesta en evidencia de sus contradicciones, diálogo comprometido). La entrevista no es una tarea para personas débiles que necesitan ser queridas por todo el mundo. Pero tampoco, por supuesto, es un oficio de insensibles — ¡Dios nos guarde!—. Una buena entrevista es el resultado de haber conseguido un delicado equilibrio para acercarnos lo suficiente al sujeto, guardando, al mismo tiempo, las distancias. Cualquier persona a la que consultan sus opiniones procura normalmente causar una buena impresión y esbozar un discurso coherente, disimulando sus contradicciones. Por eso, como entrevistadores debemos cuidarnos de quedar atrapados en la telaraña de su discurso seductor. Entregarnos ingenuamente a sus palabras traería el riesgo de construir una nota empalagosa. Pero colocarnos el traje de amianto y desconfiar hará que el vínculo se vuelva frío o difícil, y el resultado será anodino. Quizá la mejor fórmula sea dejarse fascinar por el personaje sin olvidar que estamos haciendo una nota. La entrevista es, entonces, el arte del vínculo. El entrevistado no es el único mago que despliega todos sus trucos y sortilegios, esperando ganar la benevolencia de su interrogador. Como señalábamos más arriba, el periodista debe ser capaz, en cierto modo, de ejercer la hipnosis, una palabra que rechaza el brillante entrevistador Bernard Pivot, estrella de la televisión francesa (véase la entrevista a Pivot). Sin embargo, con todos los riesgos que eso tiene, reivindicamos para el periodista una cierta habilidad para atenuar muy delicadamente la tensión del personaje: ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A antes que nada, para calmar la natural paranoia del entrevistado (“¿Qué clase de sujeto es éste que me hace tantas preguntas?”, “¿Qué estará pensando de mí?”, “¿Qué hará con mis declaraciones?”, “¿Las deformará?”, “¿Qué trampas me prepara?”, “¿Cómo reaccionarán Fulano y Mengano, la gente en general, cuando lean lo que he dicho?”). Una gran cantidad de los entrevistados ha tenido experiencias francamente malas con la prensa —ya sea porque deformaron sus declaraciones o porque subrayaron algunas y omitieron otras—, y otras experiencias que ellos consideran malas —sólo porque no han escrito lo que les hubiera gustado—. De modo que, mirado desde cierto ángulo, la entrevista periodística es una sorda lucha por el control del micrófono. Lucha desigual, en fin, porque la última palabra la tiene el periodista. Eso es lo que alimenta la paranoia del entrevistado y, en consecuencia, demanda de un periodista de oficio la habilidad para hipnotizarlo. Se trata de suavizar para el sujeto la delicada circunstancia que está viviendo: que está siendo examinado públicamente y que lo que dice y lo que calla será expuesto al juicio de miles de personas. Ha concedido la entrevista porque es parte del precio que debe pagar por la celebridad o por el cargo que ejerce, y porque desea la notoriedad. Pero teme. Su interlocutor, el periodista, no es un perverso manipulador. Debe obrar de buena fe. No obstante, necesita crear un clima propicio de confianza para que CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. la conversación fluya sin inhibiciones, y lo hace con su honestidad, aunque también con la estrategia necesaria para tranquilizar al personaje. Convertirse para él en una figura no peligrosa ante quien se puede sincerar. Este proceso de tranquilizar al personaje es, desde luego, infinitamente más sencillo en la prensa escrita que en las entrevistas de radio y televisión, como veremos en detalle en otro capítulo de este libro. El periodista gráfico puede crear una extraordinaria intimidad con su personaje —aunque esto también, como veremos, encierra sus peligros—, en tanto que el de radio y TV se encuentran en un estudio frente a decenas de técnicos, locutores y asistentes, y, sobre todo, escuchan la respiración del público, que ve y oye al instante lo que dice el personaje, observa su rostro, percibe las inflexiones de su voz y espera que el periodista no sea complaciente con él. La consigna de tranquilizar al personaje es igualmente indispensable en muchas de las entrevistas de radio y TV, pero las posibilidades son menores. Y otra gran cantidad de entrevistas, las que hemos caracterizado como de declaraciones (políticas, económicas, de funcionarios en general) son “a cara de perro”: un juego muchas veces crudo de confrontación en el que no tiene sentido tranquilizar al personaje, sino interpelarlo, con firmeza y honestidad, en nombre de la opinión pública para que responda y explique. Aclaremos lo de “cara de perro”: no estamos diciendo que el periodista debe dar rienda suelta a su hostilidad hacia el personaje. En ese caso, lo va a tratar arbitrariamente, algo a lo que no tiene derecho; él no está para juzgar al ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A sujeto sino para obtener información. Debe avanzar con sus preguntas en forma respetuosa pero firme. Volviendo a ese otro conjunto de entrevistas que no son un puro juego de confrontación, ¿cómo lograr la intimidad con el personaje? Además de nuestra buena fe y de haber alcanzado un generoso conocimiento del sujeto y de su obra, debemos respetarlo como persona, escucharlo con atención, confesar nuestras ideas siempre que no vayan a influir demasiado sobre el discurso del personaje (no olvidar que en muchísimos casos él puede mostrarse muy de acuerdo con su interrogador sólo para halagarlo y conseguir que transmita la mejor de las imágenes). Entonces, se trata de confesar algunas de nuestras ideas con sobriedad, principalmente con el objeto de disminuir el misterio que representamos para el entrevistado. Aun en el caso de la entrevista gráfica, donde no hay terceras personas en el cuarto en que están sentados periodista y entrevistado, el lugar está poblado de fantasmas. Como lo puntualizamos al principio, en la mente del personaje está presente el juicio inmediato de su entrevistador y del medio que representa, lo que pensarán las autoridades de la institución en la que actúan él y sus colegas, el saber oficial del cual él es portavoz, el “qué dirán” de sus subordinados, sus fans, el público en general. No dejan de preocuparle todos esos fantasmas cada vez que abre la boca para responder. Y el periodista también tiene los suyos: el medio en que trabaja, CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. sus jefes y sus colegas, el público en general. Por eso, para conseguir una conversación fluida y bastante espontánea, el periodista debe desplegar una gran habilidad que haga olvidar —aunque él los tenga presentes— todos esos factores de control social. El entrevistado célebre, absolutamente entrenado frente a las preguntas, es el más consciente de la presencia de aquellos fantasmas, aunque muchas veces su lugar público está tan afianzado que contesta sin temores. Y el entrevistado ignoto, sin experiencia, es muchas veces el menos consciente de los fantasmas y suele contestar en forma ingenua, sin calcular los efectos. En el medio de los dos está el grupo más numeroso de los entrevistados con relativa experiencia, sujetos que no son demasiado ingenuos pero tampoco calculan el efecto de cada respuesta. Los tres grupos plantean dificultades: el primero, el de los hiper entrevistados, ofrece menos márgenes al entrevistador cuanto menos conocido sea como periodista y menos influyente sea el medio al que representa. Es más renuente a aceptar la entrevista; si la acepta, le concede menos tiempo, y es menos tolerante con ciertas preguntas, a las que, incluso, en ocasiones juzga negativamente o directamente rechaza. Ésta es una experiencia bastante frecuente para los periodistas jóvenes. Es cierto que en ocasiones el personaje famoso actúa más confiado y solidario precisamente cuando el periodista es joven. Es decir que, en muchos casos, ser joven puede constituir una ventaja, como veremos más adelante. Pero en la mayoría de los casos la relación inversa —más célebre el personaje, menos conocido el periodista y el medio— reduce los márgenes para que el entrevistador pueda desarrollar su estrategia. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A En éstos se vuelve más recomendable que nunca un profundo conocimiento previo del personaje —en parte, porque puede impresionarlo muy favorablemente y doblegar su resistencia, además de ser imprescindible para lograr una buena entrevista—. En el otro extremo, los entrevistados sin experiencia con la prensa frecuentemente son ingenuos, balbuceantes al principio aunque más tarde muy proclives a confundir la situación con una charla confidencial. Pierden la noción de que aquello que dicen tiene la importancia de una declaración, y por eso pueden sorprenderse mucho de ciertas frases que ellos olvidan haber formulado y que el periodista capturó como una mosca durante la conversación y puso en letras de molde. Tampoco calculan la gravedad que cobra un comentario cuando es publicado. Con este tipo de personajes inexpertos la situación para el periodista se asemeja un poco a la de lidiar con un chico. “ A veces tengo reacciones infantiles, me pongo a hablar con los periodistas y no mido las consecuencias”, confesó el arrepentido futbolista argentino Diego Latorre luego de haber desatado una ruidosa polémica con Diego Maradona al dar a entender que el ex entrenador Alfio Basile no lo convocaba a integrar el Seleccionado porque el ídolo estaba celoso de él. Y, aunque Latorre tiene mucha experiencia con el periodismo, y, de hecho, ha “regalado” varios títulos que perduraron en el tiempo, como aquello de que “Boca es un cabaret” en los tiempos en que Maradona y Caniggia parecían manejar a voluntad al entonces entrenador Bambino Veyra, se le puede creer. El problema no es sencillo: es CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. que, aun cuando el personaje ha sido informado de que se trata de una entrevista para los medios, el periodista puede advertir cuándo es ingenuo y, si se trata de alguien inexperto, debe ser cuidadoso con la difusión de sus declaraciones. No estamos diciendo que abandone ese material para que el sujeto no tenga problemas. Todo depende de cuán vital sea la información recibida para develar un tema. Pero hay muchos casos en que una confesión rimbombante, aunque no demasiado útil, es difundida sin escrúpulos, y el único efecto que consigue es crearle serios problemas a nuestro entrevistado. En cuanto a las confesiones delicadas del grupo más numeroso de los entrevistados con considerable experiencia con la prensa, nuestro compromiso alcanza al punto en que estemos seguros de que el personaje es perfectamente consciente de que el periodista usará ese material. Si se trata de un asunto muy delicado, y tenemos la impresión de que el sujeto cree que lo que acaba de decir no va a ser divulgado —sólo en ese caso—, advirtámosle que vamos a usarlo. Desde luego que no vamos a pasarnos recordando a cada momento de la conversación que se trata de una entrevista periodística. 3 El lector portátil Hablamos más arriba de los fantasmas que acompañan al periodista y su entrevistado. El más importante de ellos es el lector. Más que un fantasma, se trata de un ángel de la guarda encargado de velar por que nuestro texto llegue a destino. Ante cada frase que escuchamos y cada pregunta que formulamos, ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A es indispensable que se active en nuestra mente la imagen del lector, en el sentido de formarnos una idea de: • qué desea saber, • qué conoce, qué ignora, • cuál es su genuino interés (más allá de su deseo, qué beneficia su interés objetivo), • cuánto puede procesar de lo que dice el entrevistado, • cuánto le interesa, • desde qué ángulo abordará el tema. Estamos hablando, desde luego, de un lector conjetural para el cual nos formulamos esas preguntas de incierta respuesta. Podemos equivocarnos en las ideas que nos formamos sobre el lector, pero si trabajamos las preguntas y escuchamos las respuestas con la mente puesta en esos ejes, probablemente estemos a salvo de que la entrevista se convierta en una charla de iniciados que, por ser incomprensible, deja afuera al lector, y consigamos despertar su curiosidad, su interés y su posibilidad de leernos. Los diarios y las revistas, especialmente en sus secciones de política, economía, cultura y ciencia, en las que hay materias de alta especialización o se requiere de un background informativo que el lector no tiene por qué tener, están llenos de entrevistas en las que resulta imposible avanzar desde las mismas preguntas. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Muchos colegas formulan las preguntas pensando en impresionar al entrevistado o a sus contactos especializados y olvidan la responsabilidad de guiar al lector en un asunto complejo. No sólo la pregunta debe ser lo más clara y concisa posible, sino que la transcripción de las respuestas no debe abundar en sobreentendidos (razón de más para pedir todas las aclaraciones del caso durante la charla, dejando a un lado el prurito de que el entrevistado pueda pensar que somos infradotados o ignorantes). Cuando descuidamos estas reglas, el resultado esperable es la indiferencia del lector. Una consigna de hierro: no dar por concluida la entrevista sin estar seguros de que hemos obtenido toda aquella información básica que no puede estar ausente en esa nota. Nos referimos, desde luego, a los datos esenciales acerca de quién es el personaje, aquellos de su biografía que requiere la nota, los otros que informan sobre su autoridad política, intelectual, artística, etc., o sobre las razones que lo vuelven importante en nuestra nota. Pero también debemos consultarnos antes, durante y al final de la charla: “¿Qué es lo que no puede faltar en esta nota?”. Llega el turno del “después”: la entrevista está grabada y hay que editarla, es decir, transformarla en un material periodístico. Las reglas del artesanado periodístico indican que, en materia de prensa escrita, lo más conveniente es producir una desgrabación completa de la charla. Disponiendo del tiempo necesario, el escribir la entrevista a medida que se va desgravando es la forma más inorgánica y menos aconsejable de hacerlo. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A El periodista debe tener la charla completa en su cabeza y en un lugar visible para decidir cuáles son sus pasajes más importantes, cuáles los más vibrantes, cómo va a balancear los momentos de mayor intimidad con los más duros, qué le sobra de toda esa charla, cómo jerarquiza y ordena el diálogo. Como dijimos más arriba, la mayoría de las conversaciones son dispersas y sobrevuelan diversos temas. Pero el texto no puede imitar ese caos, los balbuceos, las reiteraciones y las idas y venidas. Escribir la entrevista al paso que avanza el grabador supone no tener la visión global del diálogo, extenderse demasiado en algo que es menos importante, privarse del espacio que se necesitará para otro pasaje fundamental, no regular el texto y encontrarse con que se han completado las cincuenta, cien o doscientas líneas asignadas sin que entraran muchas de las declaraciones más valiosas. Desde luego que hay infinidad de ocasiones en que no disponemos de tiempo para desgrabar y luego escribir. La entrevista se hizo el mismo día de cierre. En esos casos, todo lo que se haga para retener una visión global del diálogo — siquiera escuchar la grabación completa sin desgrabar, sólo tomando apuntes— ayudará a acercarse al mejor resultado posible. Lo cierto es que, si se trabajó bien en el “antes” y el “durante” de la charla, probablemente el periodista se encuentre con que tiene más material que el que puede utilizar. Carlos Ulanovsky sostiene que, en realidad, hay más de una CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. nota en cada reportaje. En esa línea, se trata de elegir cuál de las notas posibles se escribirá con esa información. Desde luego que se puede incluir más de un tema en el texto, a condición de que no alteren el sentido de unidad que éste debe mantener. Vale decir que, más allá de los temas por los que incursione, el texto requiere un hilo conductor, un eje alrededor del cual desarrolle hipótesis, explicaciones y declaraciones, un “alma”. La tarea del redactor es encontrar el alma de su reportaje. Muchas veces, ese espíritu se atisba durante el encuentro con el entrevistado; en muchos otros casos, recién lo descubrimos al leer la desgrabación. Si el trabajo previo y el vínculo han sido buenos y la suerte nos acompañó —o si simplemente la suerte nos acompañó, lo cual es mucho más incierto—, probablemente consigamos algo de lo que señalábamos más arriba acerca de lo que esperábamos encontrar. El alma de la entrevista apareció en: • una personalidad muy definida o un fuerte rasgo de ella, • una gran denuncia, • una revelación conmovedora o curiosa sobre la realidad, • un mensaje muy claro, • una vigorosa idea central, • una conversación atrapante. El alma de la entrevista puede estar también en otro lado. Pero lo cierto es que, cuando la hemos detectado, podemos proceder a articular las partes del diálogo en relación con ese eje. Ahora bien: la entrevista escrita no puede ser una copia fotográfica de lo que fue la conversación. Otra vez polemizamos con nuestro colega Bernard Pivot, quien sostiene que el periodista gráfico graba una hora para utilizar sólo un ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A cuarto de hora de la conversación, “y eso es un engaño”. Pivot, como lo veremos más adelante, prefiere mostrar la entrevista en bruto, dejar al desnudo la naturaleza de la charla, aun a riesgo de resultar aburrido. Su punto de vista hay que entenderlo en el contexto del medio televisivo, aunque nosotros sostenemos que todo diálogo tiene desmayos, balbuceos e infinidad de reiteraciones y es poco probable que el lector esté interesado en cada accidente del diálogo. En una charla periodística las buenas ideas, las más bellas imágenes y metáforas no fluyen a cada instante. Emergen al calor de la conversación, llevan tiempo de hornearse en la mente hasta que se manifiestan. Hay que escuchar mucho para conseguir lo mejor, pero al ofrecérselo al lector es necesario sintetizar. Una larguísima parrafada sin preguntas quita ritmo al texto; es necesario introducir preguntas que no se formularon durante la charla, siempre y cuando guarden coherencia con lo que se dijo y no hagan aparecer al entrevistado como omitiendo la respuesta, contestando pobremente (debemos plantearnos lo siguiente: en el caso de que esa pregunta agregada se la hubiéramos formulado durante la charla, ¿no se habría inspirado más?) o careciendo de ideas. La dificultad del entrevistador para precisar determinadas preguntas, por lo complejo del tema, traducida en palabras escritas es abrumadoramente tediosa. Nuevamente hace falta abreviar, seleccionar y mejorar la pregunta. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Es que el texto escrito tiene leyes distintas de la conversación oral. Si la voz y la imagen poseen el encanto de lo instantáneo, de la atmósfera, de la sensualidad de un sonido, del silencio, de la expresividad de un gesto o una mirada, el texto escrito tiene, en cambio, la delicadeza de algo pulido, la contundencia de la letra, su carácter definitivo, su cadencia, su apelación a imaginar, la facilidad de poder detenerlo y volver atrás cuantas veces se desee, la libertad de tomarlo a cualquier hora. Una desgrabación tiene más palabras que las necesarias (balbuceos, reiteraciones, medias palabras) y menos información de la que hace falta (no trae los gestos, los climas, la modulación de la voz, los énfasis, la elocuencia de los silencios). La charla escrita no tiene la ayuda de lo visual y del sonido. Debe reconstruir el halo que irradia una personalidad, las sensaciones, la tensión y la intimidad. Por eso la escritura es reescritura. Una recomendación posible para el trabajo con el texto de la desgrabación, asumiendo que cada entrevistador elige su método, es elaborar un índice temático de la charla. Una vez que se han definido los ejes de la entrevista puede resultar útil diseñar el itinerario que va a seguir el texto (empieza con determinada pregunta, que va a llevar la charla en tal dirección; luego deriva hacia tal otro tema conversado; debe cruzar por aquel otro pasaje para cerrar con este otro tema). Armado el itinerario, se tiene una cierta impresión acerca de si, expuesta de tal modo, la charla va a ser una sensible reproducción del espíritu de la entrevista o si lo traiciona. Para ello, al elaborar el índice ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A temático, el uso de palabras-guía junto a cada respuesta o par de respuestas nos ayuda a fijar los conceptos y nos permitirá localizar rápidamente cada pasaje al escribir la nota. Al cabo del trabajo de fichado, el contenido de cada hoja de desgravación estará marcado por tres, cuatro o cinco palabras guía y dispondremos de un índice temático que nos hará más fácil la tarea de diagramar el más conveniente “recorrido” del texto. En lo personal, por una combinación singular de razones prácticas y razones primitivas, me sirve el utilizar resaltadores de distintos colores para distinguir los párrafos más valiosos de la charla. El uso de resaltadores de colores me sirve en parte para sobrellevar el tedio de los textos de desgrabaciones y discriminar rápidamente las declaraciones. Pero las variantes de trabajo son muchas, y nada indica que la que me es útil sea la más adecuada para cada redactor. La transcripción del diálogo toma distintas formas. Para los norteamericanos e ingleses no es tan habitual el uso de la fórmula pregunta-respuesta, sino el excerpt (extracto). Se trata de la entrevista narrada o, dicho de otro modo, de una nota glosada que, con un tono más literario, explora al personaje desde una posición subjetiva, lo retrata, describe su lugar y sus cosas y, cada tanto, incluye pasajes del diálogo o conceptos del personaje entre comillas. Está planteada mucho más abiertamente desde la visión subjetiva del periodista, lo que no significa que sea un documento menos veraz que la nota escrita como pregunta-respuesta. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Sucede que para los ingleses la “objetividad” no es el valor supremo. Se trabaja con la convicción de que el periodista actúa en forma honesta y se confía en que una sana visión subjetiva sea un camino válido para acercarnos a la verdad. *** *** *** 9 Delicias y peligros del off the record El problema que sigue es de otra naturaleza: se trata de explorar el territorio del off the record, o sea de la entrevista anónima o de la parte anónima de la entrevista. Es, sin duda, una porción frecuente de las entrevistas. Nuestro personaje pone como condición para hablar con nosotros que él permanezca en el anonimato o bien, en algunos pasajes de la charla, revela cosas que no deben ponerse en sus labios. Es un negocio corriente en el periodismo, ya que permite que se conozcan asuntos que por otros caminos permanecerían en las sombras, y con ello da sentido a la información y nos permite comprender muchos enredos. Algún colega llega a exagerar señalando que, si no fuera por la existencia del off the record, toda la artesanía del oficio periodístico se reduciría a ser eficaces escribientes de gacetillas. Pero no todos aceptan de buen grado la condición de anonimato impuesta por nuestras fuentes. Y bien, como lo explica un entrevistador, "¿Por qué no aceptar el off the record? Si él [el entrevistado] no está dispuesto a decirlo on the record, usted no lo tendría de ninguna ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A forma, y esto no puede comprometer nada de lo que usted consiga. Además, puede condimentar el resto de la información que obtenga". En mi opinión, no es simplemente "condimentar". Muchas veces el off the record resulta tan vital que realmente es lo que da sentido a la información on the record. La charla off the record es esencial para los periodistas que hacen investigación. ¿Hubiera existido Watergate sin las infinitas conversaciones off the record de Woodward y Bernstein? Podría afirmarse que el sesenta por ciento del periodismo político es básicamente material obtenido off the record. Los hechos, las acciones y las declaraciones son, sin duda, la materia prima de la información política, pero toda la carga de anticipación y el examen de tendencias, así como la información de los columnistas políticos que es vital para analizar las tendencias e interpretar los hechos, son productos del off the record. Es más: de los buenos off the record —naturalmente, no nos referimos a la carne podrida, es decir a la información no suficientemente chequeada— un medio hace diferencia con sus competidores en la información de que dispone. El riesgo consiste en que muchas veces el periodista y el entrevistado no entienden lo mismo por off the record. De modo que los dos deben ponerse de acuerdo de entrada en las reglas para usar esa información "en negro". Al Balk no tiene dudas: si un entrevistado dice que sólo va a hablar off the record o CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. sólo para background y no para citarlo, "esto significa para mí que no debo citarlo. No se deben poner citas directas. Si hablamos 'No para atribución' esto significa para mí que puede ser citado, pero no por su nombre —es un 'vocero' o un personaje 'representativo' o un 'observador cercano' o 'allegado' o 'del entorno'—". En cambio, según Brady, el entrevistador que no quiere moverse con el off the record tiene que aclararlo muy bien. Y menciona a Jim Carty, quien explica que desde el comienzo advierte a sus entrevistados que "nada es off the record", de modo que si la persona no quiere decir algo se debe contener de comentarlo. De lo contrario, luego se sentirá confundido acerca de lo que había permitido y lo que no. La franqueza usualmente impulsa a la entrevista en una dirección correcta. Ahora bien, como uno debe tomar en cuenta la paranoia del entrevistado, muchas veces una advertencia sonora sobre lo que sí, lo que no y lo que quizá, lo llene de temor y lo inhiba. Menciona a un periodista que en vez de preguntar "¿Puedo citarlo?" luego de una declaración delicada, prefiere decirle: "Eso es bueno, lo voy a citar". Claro que si se le pregunta si eso va off the record, se lo está alentando a que no lo asuma oficialmente. En general, conviene dejar que sea el entrevistado quien pida que una información que brinda sea tomada off the record. Debemos alentarlo porque de ese modo hablará con menos temor, pero no hacerlo en exceso porque eso lo predispondrá a abusar del sistema. Y, es obvio, la información expuesta ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A como trascendido no tiene la misma fuerza que una fuente oficial con nombre y apellido. Más allá de estas sutilezas, hay que tener en cuenta que, obrando con honestidad, el sujeto sabe que uno está allí para tomar sus declaraciones, que no es un juego de engaños del periodista. De cualquier forma, las reglas del off y el on the record no siempre funcionan matemáticamente, como lo demuestra un caso que cita Brady acerca de la mala experiencia que tuvo Maury Levy al entrevistar a la famosa tenista Billie Jean King para la revista Philadelphia, horas después de una derrota de ella. El periodista concurrió vestido de modo informal —como a ella le gustaba—, creó un excelente clima, colocó el grabador cerca de la tenista, ofreciéndole que lo apagara cada vez que dijera algo que no quería que fuera publicado. Prácticamente, ella no lo apagó durante toda la charla y el artículo tuvo una excelente repercusión. Sin embargo, la primera vez que volvieron a verse ella lo ignoró y su marido, el famoso entrevistador Larry King, reprochó a Levy que, aunque le reconocía la cualidad de un "súper escritor", había fiado una mala imagen de Rillie, particularmente por dieciséis palabras incluidas en el texto. Él le contestó que ella no había censurado esas dieciséis palabras y que la repercusión de la nota demostraba que el público se encontró con una Billie real y no con un personaje azucarado. King le contestó: "¿Y qué hay de malo en ser un personaje azucarado?". CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. No siempre los entrevistados nos van a aplaudir porque transmitamos una imagen genuina de ellos. Muchas veces no es ésa la imagen que desean tener, más allá de que nosotros supongamos que estarán encantados con ella. De cualquier modo, no trabajamos para los entrevistados. Y tampoco necesitamos cuidarlos: se pueden defender solos. Es cierto que cuando un personaje nos deja penetrar en zonas de su vida privada, nos convertimos no en el entrevistado!" sino en un confidente de quien se espera un trato discreto y compasivo. Y ése es un papel muy difícil para el periodista que no quiere nada of the record. Como lo vimos más arriba, es fácil para los periodistas ser injustos con los sujetos no acostumbrados a las entrevistas porque son ingenuos, olvidan frecuentemente en la conversación que lo que expresan va a ser publicado y no se cuidan de lo que dicen. El periodista William Manchester opina que eso puede llevarnos a un caso de invasión de la privacidad, razón por la cual debemos ser cuidadosos, comprensivos y delicados con nuestra transcripción del diálogo. Lo que no supone, desde luego, suprimir cada cosa polémica o fuerte que haya aportado la conversación. La colega uruguaya María Esther Gilio, quien imprimió a la entrevista un sello personal valorizando los ritmos de la conversación, las pequeñas trampas del diálogo, lo emocional del encuentro de dos personas, y construye sus charlas sobre la base de preguntas y respuestas cortas, describe así su compromiso con sus personajes en el prólogo a sus Conversaciones, publicadas por el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos: ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A ...aquella larga confesión que se produjo al final —cuando la habitación estaba ya en penumbra y los restos de café se habían secado en las tazas— no pasó a la entrevista escrita porque, era evidente, aunque el entrevistado no lo dijera, que esa confesión no debía ser publicada. Y que la perturbación mostrada por el entrevistado cuando se le preguntó sobre algo que debía conocer pero desconocía, tampoco pasó a la entrevista escrita. Así como no pasó la arrogancia de aquel otro, vanamente escondida tras muchas palabras de fingida modestia, porque se trataba de alguien respetado y querido a quien intentamos defender de algunos resabios infantiles. Podrá discutirse a María Esther si el periodista debe ejercer semejante defensa del personaje, pero en muchísimos casos lo hace. En cuanto a las últimas confesiones, mientras que para los campos de la literatura, el arte y el espectáculo por los que transita frecuentemente la Gilio puede ser materia de la intimidad que se clausura, para el periodista de economía o política es un insumo valiosísimo del off the record. A veces los entrevistados padecen de incontinencia verbal, como aquel actor norteamericano que, durante la charla con el periodista, le comentó que su hija de 16 años había perdido la virginidad a los 13, lo que le parecía muy apresurado pero lo llevó a introducirla en la píldora (anticonceptiva). Aun reconociendo que tal confesión hubiera sido una parte llamativa del reportaje, el periodista sintió, no obstante, que su conciencia le decía que debía suprimirla y que, en todo caso, era algo que debía revelar la chica y no el padre. "Quizá si hubiera podido ponerme en contacto con la chica y obtener su CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. confirmación, habría sido correcto publicarlo. Pero como ella estaba en Europa y mi fecha de entrega se venía encima, decidí no incluirlo." En otros casos, la conciencia profesional puede llevarnos a la opción inversa: publicar algo que va a enemistarnos con alguien que nos importa o con un amigo. Si corresponde hacerlo, hay que recordar que el de periodista es un oficio bastante solitario, y asumir nuestra tarea. En la mayoría de los casos la cuestión debe zanjarse no entrevistando a nuestros amigos y dejando la tarea para un colega. Sin embargo, hay circunstancias en que somos nosotros quienes debemos hacer la entrevista —porque no hay nadie más indicado para eso o porque no nos permiten evitarlo—, y en tales ocasiones Brady recomienda la franqueza. Dice que con los amigos más estrechos la cosa puede manejarse dejando muy en claro las intenciones y usando un estilo absolutamente directo. En ese sentido, para tener claros los límites al publicar algo que involucra a un personaje cercano es fundamental preguntarse de qué manera obtuvo uno la información, si en una de las charlas confidenciales o luego de prevenir al amigo acerca de que eso era para ser publicado. Desde luego que no hay seguridad de que, al leer el artículo, nuestro amigo se sienta maravillosamente bien tratado. Otra línea es la pretensión de ciertos personajes públicos de hablar ante muchos periodistas de un modo off the record. Está el caso de la conferencia de prensa que dio el ex presidente norteamericano Harry Truman ante el Club de la Prensa Femenina y de su absurda pretensión de que todo lo que había ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A declarado fuera off the record. "Lo que se dice en una reunión pública es, por definición, para ser publicado. Uno no puede guardar un secreto con doscientos interlocutores", sentencia Brady. Y agrega que muchas veces el periodista no puede ser apresurado cuando hay que tener en cuenta la situación delicada de un entrevistado como un policía, que aporta una información vital para nuestra nota pero que no puede aparecer sin sufrir una sanción, o la de un empleado que habla con mucha soltura pero que quiere un total anonimato. "El entrevistador madura como periodista haciendo malabares con sus opciones, decidiendo entre el interés público y los temores privados, entre su necesidad de una transcripción vibrante y la necesidad de mejor documentación." Cuando un entrevistado requiere anonimato, el periodista tiene dos opciones: • Citar al sujeto en forma directa y atribuirlo a una "fuente confiable". • Parafrasear sus afirmaciones, pero sin atribución, asumiendo con eso su responsabilidad por la exactitud de la frase. Lo cierto es que el manejo de la información off the record plantea muchos dilemas. En muchos casos, el periodista ha garantizado anonimato a tantas fuentes consultadas que su artículo parece como si estuviera plagado de afirmaciones inventadas por él. Por otro lado, la garantía de anonimato muchas veces estimula al entrevistado a manipular la información con segundas intenciones. Por último, las entrevistas anónimas propalan información de la que nadie se hace responsable. Muchas veces el periodista descubre que ha CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. tendido un velo detrás del cual una fuente manipuló los hechos para dibujar su propia versión de la verdad. Lo más delicado de todo, según las opiniones de William Rivers, es que las convenciones de la entrevista pueden servir o destruir la regla fundamental de la tarea, que es jugar limpio con el lector. La solución se basa en que siempre el lector está primero. Si el anonimato alienta a la fuente a manipular información incierta que él no está dispuesto a documentar, entonces el periodista debe usar la atribución, que es una forma —aunque la más débil— de documentación. Pero si el anonimato asegura información reveladora que no puede obtenerse de otra forma, entonces bien vale su precio. Brady sostiene que, cuando es legítima, una información no atribuida puede darle a un artículo la intimidad de lo verdadero. Y cuenta el caso del periodista Franklinn Peterson, quien investigaba sin suerte la venta de bebés hasta que uno de sus amables e inexpresivos funcionarios consultados le dio el teléfono de un detective de Nueva York que trabajaba en este tipo de casos. "No debería hablar con usted", le dijo el detective antes de explayarse media hora "¡prácticamente escribiéndome la historia, con hechos, figuras, fechas, anécdotas, los trabajos!". Para proteger a sus fuentes, el periodista ocultó los nombres y la ubicación de las agencias consultadas ("Así ellos en el futuro estarían siempre dispuestos a hablar conmigo"), pero, al mismo tiempo, cambió cualquier dato o incidente que pudiera permitir al lector vincularlo a una fuente definida. El lector no podría descubrir quién había hecho las revelaciones, pero el gusto esencial de autenticidad estaría a salvo. "El buen editor —dice Brady— está dispuesto a ocultar fuentes que deben ocultarse, ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A pero él correctamente cuida su opción de las fuentes antes de publicar el artículo." También está el caso de los entrevistados que no piden anonimato, pero reclaman que cierto material se lo quede el periodista. Sin embargo, cuando el periodista sabe que determinado hecho es muy doloroso para su entrevistado, es correcto no divulgarlo. Un caso de muestra del periodista que vulnera frecuentemente el pacto del off the record es el de la célebre italiana Oriana Fallad. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. José Julio Perlado nació en Madrid. Es escritor, periodista, Doctor en Filosofía y Letras y fue, durante treinta años, profesor de la Facultad de Ciencias de Información de la Universidad Complutense de Madrid. Trabajó como corresponsal de prensa para los periódicos "Diario de Barcelona" y "Madrid" en Roma y para el diario "ABC" en París. También ejerció el cargo de redactor jefe de "La Estafeta Literaria" y el de director en dos revistas de información general. A su vez, ha impartido Cursos de Creación Literaria tanto en Madrid como en México. José Julio Perlado es autor de las novelas El viento que atraviesa, Contramuerte (con la que obtuvo el Premio de Novela Ateneo de Santander) y Lágrimas negras. Ha escrito además varios libros de cuentos, como Ya aquí no hay nada, "El viaje inverosímil, Los agujeros blancos y Todo es literatura. En relación con este género, Perlado quedó cuatro veces finalista del Premio Antonio Machado. Es autor de los ensayos Diálogos con la cultura, El ojo y la palabra, El artículo literario y periodístico y París, mayo 1968. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Curiosidades: "Mi siglo" es el nombre del blog de José Julio Perlado, uno de los blogs en lengua hispana con más seguidores en todo el mundo. Obras principales: • París, mayo 1968. Crónica de un corresponsal • El ojo y la palabra • Contramuerte • Lágrimas negras • Ya aquí no hay nada • Mi abuelo, el Premio Nobel CITAS, FRASES, DECLARACIONES Y POÉTICA: "Lo que el periodista enseña en la crónica es un poquito, pero ese poquito está sustentado en todo lo que sabe. Un periodista tiene que saber muchas cosas para luego escribir muy poco". "Lo primero que tiene que hacer el periodista es transmitir, transmitir el mundo, me da igual que sea en un desierto o que sea en un bar. Si no logra transmitir a su medio, a su centro de información, el mundo, no tiene nada que hacer. Antes de transmitir tiene que escribir, tiene que corregir, tiene que observar, tiene que seleccionar". "El mundo está globalizado, pero hay una obsesión por estar súper comunicado. Eso está muy bien. Pero creo que falta la hondura, la percepción de un periodista o de un humanista o de quien sea que sienta que hay que profundizar más". "El buen periodismo creo que, además de la claridad, debe arroparse con buena literatura, es decir, con la palabra eficaz más que con la palabra brillante". "El mundo es una novela perpetua, una novela total". CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. EL DÍALOGO EN LA ENTREVÍSTA PERÍODÍSTÍCA José Julio Perlado Los diálogos con figuras de la historia tienen una cita excepcional cuando el portugués Francisco de Holanda conversa con Miguel Ángel en Roma, en Sal Silvestre, en coloquios de muy alto valor, a los que asiste Lactaancio Tolomeo y la marquesa de Pescara. Aun cuando el diálogo renace en esa época como mero ejercicio retórico, no ocurre eso con los diálogos de este dibujante portugués «que tiene toda la frescura y atractivo de una conversación escuchada. (...) Son los diálogos gratos de leer —comenta Sánchez Cantón—. Nos descubren un punto de aquello a que el historiador siempre aspira, hacer moverse y oír a las grandes figuras del pasado. Por una vez en su vida tocó Holanda las cimas a pocos reservadas, y dio ejemplo que imitar»1. En verdad vemos a Miguel Ángel reírse y opinar entre el embajador de Siena en Roma, Lactancio Tolomeo, y Victoria Colonna, poetisa, gran señora, viuda del marqués de Pescara, amiga de Miguel Ángel. El creador del «Moisés», «que posaba al pie del Monte Caballo — escribe Holanda—, acertó, por mi buena dicha, de venir contra San Silvestre, haciendo el camino de las termas, filosofando con su Orbino por la Vía Esquilina y hallándose tan dentro del recado no nos pudo huir, ni dejar de ser aquel que llamaba a la puerta. Alzose la marquesa a le recibir, y estuvo en pie  Este texto pertenece al libro Diálogos con la cultura La entrevista periodística del profesor José Julio Perlado, de inminente aparición en la Editorial EUNSA, 1995. 1 F. J. Sánchez Cantón, Noticia de Francisco de Holanda, introducción a Francisco de Holanda, De la pintura antigua, 1548. Versión castellana de Manuel Denis, Madrid, Ed. de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1921, PP. XXIV y XXV. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A buen pedazo antes que le hiciese sentar entre ella y Miser Lactancio, y yo senteme un poco apartado»2. Así, aprovechando su estancia de cerca de diez años en Italia, de 1538 a 1547, Francisco de Holanda, recoge en tres amplios diálogos lo que Buonarroti comentó sobre pintura y sobre varios temas, coloquios siempre elogiados por su vivacidad y testimonio histórico, como se resaltó entre otros en el Michel Angelo del sabio K. Justi (Bonn, 1907): «Si Holanda no hubiese provocado más que esas cincuenta y siete páginas maravillosas, habría ganado la inmortalidad»3. Pero Francisco de Holanda en el siglo xvi no es un periodista, como no lo fue Eckermann para Goethe4, ni lo había sido Platón para Sócrates5, no lo sería James Bosswell para el doctor Samuel Johnson6. Tampoco fue periodista el fotógrafo Brassai en sus conversaciones con Picasso7, el director Robert Craft para Stravinski8, Umberto Morra para el crítico de arte Berenson9, Gustav Janouch con Kafka10, Goldenveizer para Tolstoi11, o Emile Bernard con 2 Francisco de Holanda, De la pintura antigua, 1548. Madrid, Ed. de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1921, p. 148. 3 E. J. Sánchez Cantón, op. cit., p. XXII. 4 Johamm Peter Eckermann, Conversaciones con Goethe, en Goethe, Obras completas, t. 11. Madrid, Ed. Aguilar, 1958. 5 Platón. Fedón. Madrid, Biblioteca de Iniciación Filosófica. Ed. Aguilar, 1959; El Banquete. Buenos Aires, 3 edición, Biblioteca de Iniciación Filosófica, Ed. Aguilar, 1960. 6 James Boswell, La vida del doctor Samuel Johnson. Buenos Aires, Colección Austral, Ed. Espasa-Calpe, 1949. 7 Brassai, Conversaciones con Picasso. Madrid, Ed. Aguilar, 1966. 8 Robert Craft, Conversaciones con Stravinsky. Buenos Aires, Ed. Nueva Visión, 1964. 9 Umberto Morra, Coloquio con Berenson. México, Ed. Fondo de Cultura, 1968. 10 Gustav Janouch, Conversaciones con Kafka. Madrid, Ed. Puerta del Sol, 1956. 11 A. E. Goldenveizer, Conversaciones con Tolstoi, Ed. A. B. Goldenveizer, 1922, citado por Allot, Miriam, en La novela y los novelista& Barcelona, Ed. Seix Barral, 1962, pp. 193-194. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Cézanne12. Más escritor también que periodista fue André Malraux en nuestro siglo, acercándose a Mao13, a De Gaulle14 y a Picasso15 pero la pluma de Malraux, como veremos, re-creará ciertas cosas. El periodismo, la historia y la literatura se entrelazan con gran fuerza, y hay soberbios reportajes vividos y únicos, páginas que quedarán para siempre, como las de Defoe describiendo el Londres de 1665 en El diario del año de la peste16, o en otro plano diverso, saltando a nuestro siglo, el Diario de Hiroshima, de Hachiya 17, y acontecimientos sociopolíticos como la revolución soviética —aunque ésta tratada por un periodista18, la marcha de Infantes de Marina en un campo de entrenamiento en las Carolinas —La larga marcha19...., o la otra marcha urbana sobre el Pentágono, en 1967, que describiría Norman Mailer en Los ejércitos de la noche20. Pero son los testimonios personales y privados los que muchas veces ayudarán a entender la vida cotidiana de un tiempo exacto, con sus menudencias reseñadas en una escritura secreta y jeroglífica, como hizo en su famoso Diario Samuel Pepys21. Lo cierto es que no sólo los periodistas profesionales han recogido los aromas de la Historia. Hay libros de entrevistas como las realizadas por Alain Bosquet a Dalí22 que están muy por debajo de vivencias y evocaciones de marchantes como Kahnweiler23 o los recuerdos de 12 Emite Bernard, Souvenirs sur Cézanna París, Ed. Mercure dc France, 1907. André Malraux, Antimemorias. Buenos Aires. Ed. Sur, 1968, pp. 494 a 524. 14 ——, La hoguera de las encinas. Buenos Aires. Ed. Sur, 1972. 15 ——, Cabeza de obsidiana Buenos Aires. Ed. Sur, 1974, PP. 74a 101. 16 Daniel Defoe, Diario del año de la peste. Barcelona, Ed. Bruguera, 1983. 17 Michihiko Hachiya, Diario de Hiroshima. Buenos Aires. Ed. Emecé, 1963 18 John Reed, Diez días que estremecieron al mundo. Madrid, Ed. Akal, 1977. 19 William Styron, La larga marcha. México, Ed. Joaquín Mortiz, 1965. 20 Norman Mailer, Los ejércitos dela noche. Barcelona-México, Ed. Grijalbo, 1968. 21 Samuel Pepys, Diario. Buenos Aires, Colección Austral, Ed. Espasa-Calpe, 1954. 22 Alain Bosquet, Dalí desnudado. Entrevistas con Salvador Dalí. Buenos Aires, Ed. Paidós, 1967. 23 23 D. H. Kahnxveiler, Mis galerías y mis pintores. Entrevistas con Francois Crémieux, Madrid, Ed. Ardora, 1991. 13 ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A amigos de artistas como Sabartés lo hiciera con Picasso24. A veces, como en el caso de Bosquet, el periodista queda aplastado por las boutades encadenadas de un Dalí brillante, siempre resbaladizo, jugando a los equívocos permanentes. Se sabe que Dalí era así, pero el profesional del periodismo se ha quedado en el umbral de las captaciones, fuera de una atmósfera que quisiéramos habitar. Brassai, en cambio, lo consigue. Conoce a la perfección que Picasso quedará en la historia de la pintura y no duda en entrar y salir de esos años —finales de los 30 y principios de los 40— como entra y sale de estudios y de humores, abriendo puertas y anécdotas, y estableciendo una corriente de vida, con Sabartés, Henri Michaux, Malraux o Kahnweiler. Brassai, no siendo periodista, nos deja un calor más cercano de una existencia que se mueve, y al moverse provoca arte. Quisiéramos que Francisco de Holanda hubiera estado más tiempo con Miguel Ángel, que Platón nos describiera más gestos y movimientos de Sócrates, que Brassai nos hubiera dejado más días con Picasso. Quisiéramos que grandes periodistas nos contaran las vidas de los grandes hombres. El Diario del médico Michihiko Hachiya, narrándonos las horas atroces del horror de Hiroshima tiene más valor que cualquier reportaje del momento o que la cadena más excitante de entrevistas. ¿Qué hay en esas descripciones? La exactitud y la emoción, la precisión y la atención. Volvemos a los ojos de 24 24 Jaime Sabartés, Picasso. Retratos y recuerdos. Madrid, Ed. Afrodisio Aguado, 1953. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Picasso que Brassai recuerda: «No aparta la vista. Indiferente a todo está absorto por lo que contempla. Pone toda su atención. La avidez de su curiosidad, su poder de concentración, quizá sean las claves de su genio»25. Esa atención el periodista la debe proyectar hacia lo exterior —hacia su entorno, hacia los personajes— y hacia lo interior, hacia los movimientos escondidos de los seres humanos; un día, Picasso le dijo a Sabartés: «No se presta nunca bastante atención. Si Cézanne es Cézanne, es porque cuando está frente a un árbol mira atentamente lo que tiene ante sus ojos; lo observa fijamente como un cazador que apunta al animal que quiere abatir. (...) Muchas veces un cuadro no es más que esto... Hay que poseer toda la atención...»26. Esa atención es la que debe aplicar siempre el periodista sobre una figura, un acontecimiento o los contornos de un personaje. Un buen periodista —y, por tanto, un buen entrevistador— no da vacaciones a su atención. La atención va con él, vocacional y profesionalmente, y la curiosidad permanente se despertará de inmediato ante el menor aleteo de intriga agazapado en una jornada aparentemente común, ante la intuición de que palpita en algún lado una posible noticia, una novedad, algo que supone interés. Un buen periodista es aquel que, entre otras cosas, no se despoja nunca de la atención y de la curiosidad. Es lógico entonces que surjan apasionantes entrevistas como las de Sergio Zavoli, por ejemplo, en su libro Viaje en torno al hombre27, con Wernher von Braun, Schweitzer, Frank Bormann o Federico Fellini, entre otros. La atención de Zavoli se proyecta hacia Bormann, el comandante del 25 Brassai, op. cit., p. 107. Brassai, op. cit., p. 107. 27 Sergio Zavoli, Viaje en torno al hombre. Bilbao, Ed. Mensajero, 1971. 26 ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Apolo 8 en su viaje del 24 de diciembre de 1968 por el espacio28, o, en el caso de Fellini, las largas entrevistas no se centran únicamente en el director italiano sino que abarcan a amigos de la infancia, como Cosmi, a compañeros de los tiempos difíciles, como el actor Alberto Sordi, a la propia madre de Fellini, al productor Sergio Amadir y a Giulietta Massina29. Es sobre el mundo de Fellini, fuera de Rimini y volviendo a Rimini —la ciudad natal del director—, donde se apoya esa atención. Es una atención intelectual y un interés por una persona, una encrucijada y un ambiente. Cuando el italiano Furio Colombo constata la caída del comunismo, logra en la radio y en la televisión una serie de entrevistas, convocando desde Václac Havel al Nobel Josif Brodski, desde el cardenal Martini a Kurt Masur o a Elie Wiesel. Es La tercera posguerra 30 — como Colombo la llama— aquello que está a debate, como debate supone la caída del muro de Berlín o apasionante debate debió de mantenerse en 1969, cuando el hombre pisó la Luna. Se busca al hombre y se le interroga sobre lo que piensa en momentos en que parece que no sucede nada y en instantes en que da la impresión de que todo crujiera. El armazón del siglo xx deja escapar de vez en cuando de sus entrañas ruidos sordos, pero reveladores y en «la década prodigiosa» de los sesenta, como alguien la llamó, hubo célebres entrevistas sucesivas con los 28 Sergio Zavoli, op. cit., pp. 25 a 37. Sergio Zavoli, op. cit., pp. 146 a 179. 30 Furio Colombo, La tercera posguerra. Conversaciones sobre el poscomunismo. Barcelona, Ed. Tusquets, 1991. 29 CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. «Rolling Stone»31 o volúmenes de conversaciones y confesiones sobre lo «camp» y los «hippies», o sobre la negritud que no consigue disolverse en la blancura32. Las canciones y las guitarras eléctricas alternaron con los «hombres invisibles» del novelista negro Ralph Ellison33 caminando entre muchedumbres solitarias34. No eran aún los tiempos en que todo era «emblemático>: todo el siglo, después de los «locos años 20» y de millones de muertos en tantas guerras, estaba labrando, como cada época, su emblema y cincelando sin saberlo su mitificación. Si en España se ha solido preguntar «¿dónde estaba usted el 23 de febrero de 1981? y ¿cómo vivió aquel momento?», para los ciudadanos del mundo las preguntas tienen otro peso y adquieren otra dimensión. ¿Cómo se vivió el final de la Segunda Guerra Mundial? ¿Qué sintió ante el horror de Hiroshima? ¿Cómo recibió las noticias del asesinato de Kennedy, de la primera vez que el hombre pisó la Luna, del atentado contra el Papa, de la caída del muro de Berlín, del hundimiento de la URSS? Dejamos a un lado zanjas interminables, hambres y desgarramientos. La pala de la costumbre vuelca arena de indiferencia hasta tapar las vergüenzas de los huesos mondados y extender un largo túmulo. El periodismo cobra vigor en el siglo xx y la atención se sienta en sillones intelectuales ante un hombre como De Gaulle o un personaje histórico como Mao. ¿Fue así, como la cuenta Malraux en sus Antimemorias, la entrevista con Mao 35? ¿Cuánto tiempo estuvo Malraux con De Gaulle entrevistándole para reflejarlo en La 31 VV. AA., Conversaciones con el rock (2 vols.), en, «The Rolling Stone interviews>, Madrid, Ed. Ayuso, 1971. Pierre Domergues, Retraso sociopolítico de los USA. Diálogo con 40 intelectuales americanos. Barcelona, Colección Historia Inmediata, Ed. Edima, 1967. 33 Ralph Ellison, El hombre invisible. Barcelona, Ed. Lumen, 1967. 34 Paul Riesmann, La muchedumbre solitaria. Barcelona, Ed. Paidós, 1981, 35 André Malraux, Antimemorias. Buenos Aires. Ed. Sur, 1968, Pp. 494 a 524. 32 ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A hoguera de las encinas36. ¿Cuántas horas y días charló Malraux con Picasso para que los encuentros se recojan en La cabeza de obsidiana37?. Hay una indudable potencia en la personalidad de Malraux que le empuja a recrear con su pluma encrucijadas históricas. La historia y sus tiempos pasan, y Mao queda en las profundidades salpicadas del siglo. Hasta Fellini sueña con entrevistar a Mao: «Quería empezar con la entrevista a Mao. Si no podía entrevistarlo, contaría por qué no había podido», dice hablando de su película Los clowns38 Pero en cambio el autor de La condición humana39 —a la que él no considera novela sino reportaje40 —sí entrevista a Mao, siendo testigo de excepción, y ensarta conscientemente las hojas de su memoria y de sus fijaciones en los pliegues de unas Antimemorias deliberadamente desordenadas. Esta entrevista con el caudillo chino celebrada en agosto de 1965 tendrá tres versiones distintas41, pero ¿cuál fue la auténtica? Como señaló un crítico americano «leer a De Gaulle y a Malraux, incluso aquí, cuando se les ha escapado todo —se refería a la larga entrevista con el general—, permite comprender el poder que siempre tendrá sobre nosotros la imaginación: los dos 36 André Malraux, La hoguera de las encinas (conversaciones con De Gaulle). Buenos Aires, Ed. Sur, 1972. André Malraux, La cabeza de obsidiana. Buenos Aires, Ed. Sur, 1974, Pp. 74 a 101. 38 Federico Fellini, Apuntes. Recuerdos y fantasías. Barcelona, Ed. Muchnik, 1987, p. 120. 39 André Malraux, La condición humana. Barcelona, Ed. Planeta, 1981 (3 ed. popular). 40 Jea La outure, A dré Malraux Vale ia. Edi ió s Alfo s el Mag á i . I stitujó Vale ia a d’Estudios i Investigació, 1992, p. 509. 41 Jean Lacouture, op. cit., p. 488. 37 CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. son mucho más maravillosos que cualquier persona real»42. La imaginación, pues, al poder de la palabra. Pero no nos engañemos. No fueron entrevistas imaginarias. Fueron reales. Y recreadas después. Murray Kempton, Malraus y La hoguera de las encinas, e «Ne York Ti es ook re ie ”, 1972, citado por Lacouture, en André Malraux, p. 510. 42 de a ril de ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Javier Pérez de Silva es licenciado en Periodismo y Derecho. En la actualidad es Director de Programas de El Mundo TV y productor creativo en Producciones 52, una de las más importantes productoras de la industria audiovisual española. En la última década ha escrito, dirigido y creado programas para cadenas como Antena 3 TV, TVE, Telemadrid, Canal 9 o Canal Sur tales como Tómbola, Cita con la vida, El programa de Irma, Gente con chispa, Hoy es posible, Armas de seducción, Quién dijo miedo, Joven.es, Tela marinera, etc. Además, compagina su labor profesional con una importante dedicación académica, ya que desde hace siete años imparte clases en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, donde es profesor titular de la asignatura Géneros televisivos. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. LAS CLAVES DE LA ENTREVÍSTA PERÍODÍSTÍCA En este video, producido por The Communication Arts Institute, el académico español Javier Pérez de Silva nos indica las cuatro claves que se necesitan para poder realizar una buena entrevista. 1. Leer 2. Escribir (para saber resumir) 3. Saber inglés 4. Saber mirar y escuchar Mira con atención la entrevista https://www.youtube.com/watch?v=BZHbYo-gmRI de 3’ 02” en ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A SEGUNDA PARTE CULTURA y ESCRITURA Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. ENTREVISTAS PUBLICADAS ® ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A TENÍA 77 AÑOS Muere la escritora y periodista Oriana Fallaci Actualizado viernes 15/09/2006 14:56 (CET) ELMUNDO.ES | AGENCIAS ROMA.- La escritora y periodista italiana Oriana Fallaci falleció la noche del jueves, a los 77 años, en un hospital de la ciudad de Florencia, según informa la agencia Ansa. Sufría cáncer desde hace varios años. En los últimos años, Fallaci había atraído la atención internacional especialmente por sus duras críticas al islamismo radical, tras los atentados del 11-S en EEUU. Oriana Fallaci en una imagen tomada en 2002. (Foto: AP) La escritora, nacida en Florencia y afincada desde hacía años en EEUU, vivió de cerca, en su residencia de Manhattan, los atentados contra las Torres CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Gemelas y ello le hizo romper el silencio guardado durante años después de ejercer como periodista de guerra. El resultado fue un amplio y polémico artículo titulado 'La rabia y el orgullo', que fue publicado después, en 2002, como libro y que dividió a sus propios seguidores. En él describe al Islam como opresivo y a los inmigrantes árabes en Europa como sucios e intolerantes. Desde entonces, Fallaci criticó a Occidente por ser demasiado "débil" ante el mundo musulmán. Defensora del término 'Eurobia', que explicaba como una nueva situación geopolítica en la que la cultura dominante en Europa ya no sería la occidental, sino la islámica, se había erigido como una de las mayores críticas del islamismo radical. En 2004, publicó otro libro, 'La fuerza de la razón', que profundizaba en las mismas críticas contra el Islam y el fundamentalismo. "Nuestro primer enemigo no es Bin Laden ni Al Zarqaui, es el Corán, el libro que los ha intoxicado", dijo en una entrevista en EL MUNDO en septiembre de 2005. Tanto 'La rabia y el orgullo', como 'La fuerza de la razón' y otra obra más, 'El apocalipsis', pueden encontrarse en España editados por La Esfera de los Libros. Fotografía del 5 de julio de 1963. (Foto: AP) ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Entrevistas y novelas La periodista marcó su rumbo durante la Segunda Guerra Mundial al unirse a la resistencia antifascista, y luego siguió mostrando su valentía como corresponsal de guerra. En los años 70 y 80 se consagró como una de las entrevistadoras más osadas del mundo. Entre los líderes mundiales con los que habló estaban: el presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, la primera ministra de Israel, Golda Meir, al ayatolá Jomeini y el secretario de Estado estadounidense Henry Kissinger. Kissinger llegó a escribir de ella que su entrevista había sido "la más desastrosa conversación individual jamás sostenida" que tuvo con un miembro de la prensa después de que Fallaci lo azuzara hasta conseguir que el dirigente aceptara reconocer que la guerra de Vietnam fue "inútil". La modestia nunca fue precisamente una virtud de Fallaci, quien atribuía su brillantez a su personalismo. "Cada entrevista es un retrato de mí misma", declaró al semanario 'Time' cuando aún estaba en activo: "Son una extraña mezcla de mis ideas, mi temperamento, mi paciencia y todo esto guía las preguntas". Sus libros de aquellos años, resultado de su vasta experiencia, nada tenían que ver con sus últimas expresiones de rabia. Entre sus novelas, 'Un hombre', que contaba la historia de Alekos Panagoulis, un héroe de la resistencia griega y su amante en los 70 (tras una entrevista); 'Inshallah', publicado en 1990, que novelaba la historia de las tropas italianas en el Líbano. Sus best-seller incluyen 'Entrevista con la historia', un clásico del periodismo con sus grandes conversaciones con políticos y actores, y 'Si el sol muere', sobre la exploración espacial de Estados Unidos. Desde los 90, permaneció lejos del periodismo y en absoluto silencio, aislada y sola en su casa de Manhattan, entre otras cosas por su lucha contra el cáncer de pecho. Decía que únicamente se movería por entrevistar a Osama bin Laden. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Entre sus controvertidas pero nunca ignoradas opiniones, Fallaci consideraba que Bush recuperó el orgullo estadounidense y que Zapatero se había plegado a presiones del 'lobby' homosexual pagando su voto con la regularización del matrimonio gay. Sobre el cáncer y la muerte Las exequias de Fallaci se celebrarán, por expreso deseo suyo, en la más estricta intimidad, según señalaron sus familiares. Muy pocos sabían que Fallaci había regresado de Estados Unidos, donde residía de manera estable, según indicaron medios locales. En el libro publicado en 2004 'Oriana Fallaci entrevista a Oriana Fallaci', analizaba el "cáncer moral que devora a Occidente" y su propia enfermedad. Escribió que le acechaba la muerte y que tenía "algún anticuerpo en el cerebro, pero no mucho tiempo que vivir y sí muchas cosas todavía por contar". Fallaci aseguraba que no tenía miedo a la muerte y que lo que sentía era "una especie de melancolía. Me desagrada morir, sí, porque la vida es bella, incluso cuando es fea". El pasado mes de julio Fallaci recibió en España el Premio Luca de Tena, aunque no pudo estar presente para recogerlo y en diciembre 2004 recibió en Italia la medalla de oro como "benemérita de la cultura". ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A LA ENTREVÍSTA COMPLETA A GALTÍERÍ: LA SUYA ES UNA DÍCTADURA, SENOR La periodista realizó la entrevista antes de la batalla final en la Islas Malvinas para la desaparecida revista española “Cambio 16”. Durante la conversación le dijo a Galtieri que era “el representante de un régimen que no sabe qué hacer de la libertad y además la mata”. Oriana Fallaci: Presidente Galtieri, cuando Ud. piensa en lo que organizado, y aludo a los centenares de jóvenes que han muerto en combate, a los centenares que pueden todavía morir, soldados de reemplazo, marineros imberbes, pilotos en la flor de su edad, y aludo también al nuevo detonador de la tercera guerra mundial que se ha encendido en esta parte del planeta, y como si todavía no fuera suficiente en el Oriente Medio y el Golfo Pérsico sobre los que temblar, también tenemos el Atlántico Sur, ¡maldición!, dígame, ¿no le sucede nunca preguntarse si valía la pena, decirse -a lo mejor- hemos cometido un error, en una palabra Ud. no se arrepiente jamás? Leopoldo Galtieri: No, señora periodista. No. Oriana Fallaci: ¿No? Sin embargo, aparte de lo que he dicho, no me parece que Ud. tenga muchos motivos para estar satisfecho. No obstante consignas triunfalistas que propala vuestra televisión al país junto a las marchas guerreras, "venceremos", "vamos a vencer", "ganaremos en todos los frentes", CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. ha llegado para Ud. el momento de pronunciar la palabra que aquí ninguno quiere pronunciar: derrota. Leopoldo Galtieri: No señora periodista. Yo soy mucho más optimista que Ud. Ni aunque cayera Puerto Argentino me preguntaría si valía la pena haber hecho aquello que he hecho, y todavía menos diría haber cometido un error. ¿Recuerda cuando en la Segunda Guerra Mundial los ingleses fueron derrotados en Dunkerque? Bien, en 1945 estaban en Berlín. En otras palabras, ni aún la caída de Puerto Argentino significaría el fin del conflicto y nuestra derrota: cualquier argentino se lo diría. Señora periodista: hace 149 años que los argentinos denunciaron la agresión cometida por los ingleses en 1833 cuando nos robaron las islas, y son 17 años que intentamos recuperarlas por las vías diplomáticas o sea al revés de las Naciones Unidas. Si el 2 de abril no las hubiéramos recuperado militarmente, lo mismo habría sucedido en abril o en mayo o en junio del próximo año, o en uno de los próximos años. La colonización inglesa no podía continuar. Oriana Fallaci: No comprendo, ¿por qué habla de colonización? ¿Los 1.800 habitantes de las Falklands, perdón, las Malvinas, no era y son ciudadanos británicos? ¿A quién colonizan entonces los ingleses: a las ovejas, a los pingüinos? Leopoldo Galtieri: Son todos británicos porque allá los ingleses no han permitido jamás a los argentinos comprar un pedazo de terreno, abrir un negocio, tener un comercio, en suma establecer su propia presencia. Si voy a Roma y tengo el dinero para comprarme un apartamento, un negocio, o sea ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A establecerme, las autoridades italianas me lo permiten. Los ingleses, por el contrario, no. Siempre han mantenido esas islas como una hacienda personal y no nos han permitido jamás poner un pie allí, señora periodista. Oriana Fallaci: Señor presidente, con todo el territorio que tenéis, esta bella tierra, este terreno fértil, esas costas inundadas de sol, es un poco difícil entender por qué se intentaría comprar un pedazo de tierra sobre dos islotes desolados y desiertos, donde nadie quiere vivir, fuera de los pingüinos, las ovejas y los 1.800 ingleses habituados al frío y a la niebla. Pero hablando de colonización, ¿Ud. es italiano, verdad? Leopoldo Galtieri: Si, señora periodista, desciendo de italianos. Mis abuelos eran italianos. Mi abuelo de Génova y mi abuela de Calabria. Vinieron aquí con las oleadas de inmigrantes que se produjeron al comienzo de siglo. Eran obreros pobres, pronto hicieron fortuna. Oriana Fallaci: Entonces, también ellos eran colonizadores. Como todos los argentinos, por otra parte, este país no pertenecía a los españoles, a los italianos, a los alemanes, a los franceses, a los ingleses, en suma, a los europeos, a los blancos que vinieron aquí y masacraron a los nativos hasta la última tribu como no sucedió siquiera en América del Norte, donde todavía hay, por lo menos, algunos pieles rojas. ¿Entonces, de qué se escandaliza? ¿Por qué define como colonias a las Falklands, perdón, las Malvinas? CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Leopoldo Galtieri: Señora periodista, no retrocedamos tanto en el pasado. Analicemos las cosas como estaban en 1833, cuando los ingleses invadieron las Malvinas. Observe dónde están situadas las islas, cómo la plataforma submarina se extiende sobre aquella área y une la tierra firme con las islas y verá fácilmente la correlación natural que existe entre ellas y la costa argentina. Quiero decir no sólo históricamente sino también geográficamente, las Malvinas nos pertenecen, deben ser nuestras y nuestras serán. Oriana Fallaci: Señor presidente, yo sé que aquí los niños crecen aprendiendo que el verdadero nombre de las Falklands es Malvinas, y que las Malvinas son argentinas. Sin embargo, ninguno de sus predecesores se atrevió a la ocupación que Ud. ordenó hace dos meses. De ahí la pregunta que se formulan todos: ¿por qué Galtieri ha hecho aquello que otros no hicieron, ni intentaron, ni pensaron? ¿Cuál era la necesidad imperiosa, al deseo vital, de provocar una guerra? Leopoldo Galtieri: Un suceso fortuito, señora periodista, algo que sucedió durante el mes de marzo en la Georgia del Sur, más exactamente en la isla de San Pedro cuando 40 argentinos de una empresa privada viajaron allí con un contrato aceptado por los ingleses, para realizar algunos trabajos. Apenas comenzaron los trabajos, el embajador británico envió una nota a nuestro ministerio de Relaciones Exteriores, advirtiendo que si los 40 argentinos no se retiraban de inmediato con sus naves, serían expulsados por la fuerza. O sea expulsados a bordo de naves británicas. Bien, aquel fue más que una demostración del rechazo inglés por negociar, discutir. Fue la gota que hizo desbordar el vaso. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Oriana Fallaci: ¿O fue simple pretexto, quizás prefabricado, dado que el episodio incluye el haber izado una bandera argentina en la isla San Pedro por aquellos 40 obreros? Señor presidente, los pretextos pueden ser usados o ignorados. ¿Ud. lo utilizó porque ya estaba decidido a intervenir militarmente? Le formulo mi pregunta. ¿Cuándo se le puso en la cabeza que reocupar aquellas islas era una necesidad imperiosa, un deseo vital? ¿Cuándo fue investido presidente, quizás? Leopoldo Galtieri: No, no. Siempre tuve esa preocupación. No obsesivamente como Ud. insinúa. Pero constante. En realidad, no sólo como presidente sino también como comandante en jefe de las fuerzas armadas, o sea antes de ser presidente, repetía que no se podía acusar a los argentinos de haber demostrado impaciencia o falta de prudencia. Y dado que las negociaciones no habían servido de nada, era necesario encontrar otra vía de salida. Oriana Fallaci: Continúo sin entender, señor presidente. Pero además de aquella plataforma submarina, ¿qué es lo que seduce tanto en esos islotes? ¿Qué hay, oro o petróleo? Dicen que es el petróleo y que las aguas pululan de quisquillas, que son riquísimas para comer, si bien me parece un poco increíble que haga la guerra por las quisquillas? ¿O quizás en la posición estratégica que podría llegar a ser ventajosa, militar y económicamente, el día que el Canal de Panamá cierre el paso a los intrusos? CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Leopoldo Galtieri: ¿Por qué no le hace esa pregunta a la Sra. Thatcher que por esas islas ha perdido la mitad de su flota y está causando muerte a nosotros y a su pueblo? Oriana Fallaci: Ahora se lo pregunto a Ud. señor presidente. Leopoldo Galtieri: Señora periodista, existe un sentimiento. No el oro, no el petróleo, no la posición estratégica: el sentimiento de la nación argentina desde 1833. ¿Ud. no cree en el sentimiento del pueblo? Oriana Fallaci: Yo creo que hablar de sentimientos del pueblo, desgraciadamente, encubre, casi siempre, verdades menos nobles: intereses políticos, intereses económicos, intereses militares o, más directamente, los intereses personales de quien manda. Por lo tanto le pregunto: ¿no podría ocurrir que aquellos islotes representaran a sus ojos un medio fácil para unir a un país dividido e infeliz, hacerlo olvidar una inflación que es tan irrefrenable como grotesca, y una deuda externa monstruosa, que hoy asciende a 36.000 millones de dólares, o sea del fracaso político y económico del régimen militar que Ud. representa? Leopoldo Galtieri: Señora periodista, acepto su razonamiento porque Ud. es una periodista, señora periodista. De otra manera, no le permitiría que me dijera estas cosas, se lo aseguro. Porque ofenden mis principios, mi buen nombre, mi carrera militar, todo aquello que yo he protegido más que mi propia vida. Jamás he hecho un cálculo frío como del que Ud. me acusa, jamás. La deuda externa de 36.000 millones de dólares y la inflación galopante no tiene nada que ver con las Malvinas. Es más, puedo asegurarle la inflación aumentará ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A debido a los gastos bélicos. Es verdad que las Malvinas han servido para unir a los argentinos, pero la idea de obtener esto a través de la guerra jamás ha cruzado mi mente, se lo juro. Oriana Fallaci: Bien, pero muchos otros han tenido tal idea. La historia enseña que cuando las cosas van mal en una sociedad, en un país, aquellos que están en el poder hacen la guerra: así el pueblo se excita completamente y olvida los fracasos, los golpes, los crímenes de quienes gobiernan. En 1940 Mussolini entró en guerra por estas razones, no sólo por su megalomanía. ¿A propósito, también esta comparación le ofende? Leopoldo Galtieri: Sí señora periodista. Me ofende mucho. Oriana Fallaci: Menos mal. Pero si no hubo cálculo frío, señor presidente, ha habido errores de cálculo. ¿O debería decir ilusiones? Para comenzar, la ilusión de que Inglaterra no reaccionaría, no enviaría su flota tan lejos de casa. ¿O me equivoco? Leopoldo Galtieri: No. Le diré que, si bien una reacción inglesa me pareció posible, no creíamos que la Gran Bretaña se movilizaría por las Malvinas. Quiero decir que no nos parecía un hecho probable. Personalmente juzgaba escasamente posible una respuesta inglesa y absolutamente improbable: imagínese si esperaba esta reacción tan desmesurada, desproporcionada. No lo esperaba nadie. Me digo ¿por qué un país situado en el corazón de Europa CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. debía afectarse tanto por dos islas ubicadas aquí abajo en el Océano Atlántico y que no le sirven para nada? Me parece algo que carece de sentido. Oriana Fallaci: ¿Pero señor presidente, sus diplomáticos, no le advirtieron que la Thatcher iba a reaccionar como lo hizo? ¿O es que, perdóneme Ud. el paréntesis un poco frívolo, Ud. fue motivado por la idea que una mujer no iba a entrar en guerra? Porque en tan caso, debo recordarle que Indira Gandhi y Golda Mier han aceptado sin dudar sus guerras. Y las ganaron. Leopoldo Galtieri: No, no. Le aseguro que jamás me ha influenciado ningún machismo latino. Por otra parte, si dijere lo contrario, la ofendería también a Ud. señora periodista. Oriana Fallaci: Bien, se lo preguntaba pensando en los insultos prehistóricos y las imbecilidades que la prensa argentina dedica a la señora Thatcher: "cerebro de gallina", "vete a tejer calcetas", "vuelve a la cocina", etc. Y me preguntaba si acaso Ud. compartía tales expresiones. Leopoldo Galtieri: La prensa puede decir lo que quiera, y además ya sabe que el humorismo como la caricatura es una característica del temperamento latino. Como habrá notado, sin embargo, el presidente de la nación Leopoldo Galtieri no se ha expresado jamás irrespetuosamente de la señora Thatcher. Y lo mismo los miembros de su gobierno. En cuanto a mi juicio de la señora Thatcher es muy simple: creo que está políticamente inadecuada al momento histórico que vive la humanidad. Digo esto como primer ministro, no como mujer. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Oriana Fallaci: Tampoco la Sra. Thatcher tiene una alta opinión sobre Ud., señor presidente. Lo define como un tirano fascista. Pero ocupémonos de otro cálculo equivocado: la ilusión de que los Estados Unidos no apoyarían a Gran Bretaña. Comprendo la amargura, y también la rabia que tiene contra los norteamericanos, ¿pero no sabía que la Gran Bretaña es uno de los miembros más importantes de la OTAN? Leopoldo Galtieri: Señora periodista, la diferencia en América del Sur y América del Norte es que los sudamericanos se consideran parte integrante del continente americano, y por el contrario los norteamericanos se consideran pertenecientes a otro hemisferio, el hemisferio norte. Sí, hay una profunda amargura en mí. Una tremenda desilusión. Porque los norteamericanos saben muy bien que, también como comandante en jefe del Ejército, es decir antes de ser presidente, yo he intentado por todos los medios de mantener buenas relaciones con su gobierno, de restablecer una comprensión recíproca, que durante el gobierno de Carter había llegado a faltar. Dada la importancia que el continente americano tiene en la estrategia global, y esto no es sólo en el presente, sino también en el futuro, estos vínculos con nosotros eran para ellos más que indispensables, y debo decir que las relaciones personales que había establecido con el gobierno de Reagan eran excelentes. Nos entendíamos bien los norteamericanos y yo, y debíamos hacer muchas cosas juntos en el continente. Y por eso cuando el señor Haig se ofreció como mediador lo acepté sin duda... y bien, no esperaba su aprobación, no esperaba su apoyo, pero CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. estaba seguro de que comportaría con equilibrio y neutralidad. No esperaba que se aliara con los ingleses utilizando el pretexto de no poder llegar a un acuerdo entre las dos partes. No me esperaba tampoco que el señor Reagan se uniera al señor Haig junto con todo su equipo. Tanto para mí como para el pueblo argentino, la actitud de los norteamericanos se define en una palabra: Traición. Oriana Fallaci: Señor presidente, una traición tiene lugar cuando existe una promesa, un compromiso. ¿Existía una promesa de parte norteamericana, un compromiso? Leopoldo Galtieri: El compromiso era asistir a las dos partes y no sólo a una de las dos. Esto entiendo por equilibrio, neutralidad. Oriana Fallaci: Podría explicarse mejor, porque una de las acusaciones que se formulan contra los norteamericanos es la de ayudar siempre a los regímenes dictatoriales de la América Latina. Y es un hecho que Washington no los ha abandonado jamás. Ni siquiera durante el gobierno de Carter. Entonces algo debe haber sucedido con Haig. Leopoldo Galtieri: El señor Haig fue un pésimo mediador. Y los hechos lo demuestran. Oriana Fallaci: Haig sostiene que la culpa es vuestra porque no sabía con quién tratar, y que cuando Ud. decía una cosas sus generales decían otra, se peleaban entre Uds., en la Junta, y en aquel burdel no había a quien dirigirse. A propósito sobre la resolución 502 de las Naciones Unidas, aquella que pedía el retiro inmediato de las tropas argentinas, dice Haig que Ud. y sus generales no ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A se ponían de acuerdo. ¿Si no fuera así, cómo se explicaría la exasperación con que al final los dejó plantados? ¿Y por qué su ministro de Relaciones Exteriores, Costa Méndez, tuvo la necesidad de pedirle excusas? Leopoldo Galtieri: El señor Haig vino aquí con muchos ayudantes y trabajamos en esta habitación junto con el ministro de Relaciones Exteriores. Juntos dijimos siempre la misma cosa, que la resolución 502 implicaba una serie de consecuencias inaceptables. La Argentina, repetíamos, no había vertido una sola gota de sangre inglesa para recuperar las Malvinas y, por el contrario, los ingleses nos habían atacado y continuaban atacándonos e insistían en su hostilidad incluso durante la negociación. Oriana Fallaci: Todavía no advierto la traición, a no ser que hubiera una promesa. Lo que significaría que los norteamericanos supieran antes del 2 de abril que los argentinos se aprestaban a intervenir en las Falklands, perdón las Malvinas. Señor presidente, debido a que las relaciones con los norteamericanos eran tan estrechas, no puedo creer que no les hubiera informado sobre sus decisiones. A mí me han dicho que el Pentágono las conocía y que Ud. se las había comunicado personalmente a Vernon Walters, el ex Jefe de la CIA, ahora embajador viajero, que trabajaba para Haig. Leopoldo Galtieri: Conozco bien a Vernon Walters, estoy en óptimas relaciones con él. Pero no le dice nada. Ningún miembro de mi gobierno dijo nada a nadie. No hemos tenido jamás la necesidad de pedir permiso a los norteamericanos CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. para recuperar las Malvinas, se lo aseguro. Ni permiso del Pentágono, ni el permiso de Reagan, ni el permiso de Haig. Al contrario, tomamos nuestra decisión solos. Además escuche: si los norteamericanos lo hubieran sabido jamás hubiéramos llegado a los sucesos del 2 de abril. Oriana Fallaci: Lo que significa que habrían intentado detenerlos. ¿O quizás intentaron hacerlo y ésa es la razón por la cual Haig parecía tan exasperado? ¿Señor presidente, están verdaderamente rotas vuestras relaciones con los norteamericanos? Leopoldo Galtieri: Rotas no diría, pero seriamente dañadas sí. Muy seriamente. Tan gravemente que hará falta mucho tiempo antes de normalizarlas. Mucho tiempo. Años. Oriana Fallaci: Y mientras tanto está Ud. haciendo nuevos aliados. Leopoldo Galtieri: Señora periodista, nuestros aliados naturales son los países latinoamericanos. De todas maneras, es verdad: estamos buscando contactos más vastos con el mundo al cual pertenecemos por historia y cultura. Contactos políticos, comerciales, financieros y también una mayor comprensión recíproca. Hasta ayer no habíamos dedicado mucha atención a la América del Sur, a las ventajas recíprocas que una mayor comprensión nos habría reportado. Pero hoy tenemos en cuenta esa zona, miramos hacia aquellos horizontes y el indiscutible desarrollo de esa apertura. Oriana Fallaci: En otras palabras, estáis descubriendo el Tercer Mundo. Y estáis descubriendo a Simón Bolívar. ¿Debemos realmente creerlo? Los argentinos han sido siempre tan puntillosos en considerarse occidentales, ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A europeos, blancos, que han considerado siempre a los demás países sudamericanos con un tal complejo de inferioridad. Leopoldo Galtieri: Comparto lo que Ud. dice; nadie puede negar que siempre nos hemos sentido muy ligados a América del Norte y a la Europa Occidental. Pero es justamente por eso que nos sentimos traicionados, liados, desilusionados. Por eso estamos cambiando nuestra política exterior, ahora. Pero cosas más importantes sucederán en el futuro, deje pasar un poco de tiempo y verá. Oriana Fallaci: ¿Lo dice sólo por los norteamericanos o también por los europeos? Porque también os sentís incomprendidos y traicionados por los europeos. ¿O me equivoco? Leopoldo Galtieri: Es cierto, no esperábamos que nos castigaran con sus sanciones. Oriana Fallaci: El gobierno italiano las ha retirado. Aunque sea por levantina ambigüedad, se ha negado a renovarlas. Y si bien tal decisión fue determinada por cínicos intereses de partidos políticos, y si bien la condena de vuestra intervención militar fue soslayada, supongo que Ud. siente mucha gratitud hacia los italianos. Leopoldo Galtieri: Siento benevolencia, señora periodista. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Oriana Fallaci: ¿Sólo benevolencia? Leopoldo Galtieri: Benevolencia, nada más que benevolencia. Oriana Fallaci: Eh. Estos me complacen, me divierte. ¿Se imagina Ud. la cara de quienes han hecho tanto por levantarle esas sanciones, incluso renovando las consignas mussolinianas sobre la pérfida Albión? Pero hablemos de las cosas más serias, señor presidente, hablemos de las declaraciones de amor que de pronto se formulan a países como Nicaragua y Cuba. Hablemos de Costa Méndez que besa y abraza a Fidel Castro: ¿no es para quedar aturdida? A mí me parece leer una novela fantapolítica. Leopoldo Galtieri: Un momento señora periodista, un momento. Costa Méndez va a La Habana porque en La Habana tiene lugar una conferencia anual de Países No Alineados. Abraza al señor Castro porque en La Habana el señor Castro es el dueño de casa. Y no olvide que el señor Castro ha expuesto públicamente su apoyo a la Argentina y su reivindicación sobre Las Malvinas como presidente de los Países No Alineados y no como presidente de Cuba. ¿Y por otra parte, qué debo hacer mientras corre la sangre de nuestros soldados? ¿Qué esperan de mí? ¿Que dé las gracias a los Estados Unidos? Oriana Fallaci: Yo no espero nada, salvo intentar comprender lo que está sucediendo, señor presidente. Y admitirá que tengo todo el derecho de estar aturdida por ciertas alianzas, porque... Leopoldo Galtieri: No son alianzas. Son reajustes políticos de las relaciones internaciones. Las alianzas son otra cosa para mí, señora periodista. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Oriana Fallaci: Está bien, reajustes políticos si lo prefiere. Queda el hecho, como está por decir, que millares de personas fueron eliminadas en Argentina por comunistas, marxistas o bajo la acusación de ser comunistas, marxistas. Así que por lo menos es desconcertante ver a Fidel Castro y Costa Méndez darse palmadas en la espalda como su hubieran estado juntos en Sierra Maestra. Aquellos pobres muertos deben revolverse en sus tumbas. Leopoldo Galtieri: Señora periodista, las relaciones internacionales se mueven más por intereses que por amor, como Ud. bien sabe y, desafortunadamente estas cosas son inevitables. Así lo demuestra la historia del mundo. ¿Si los Estados Unidos aíslan a la Argentina, militar y económicamente, si Europa hace lo mismo, si el mundo occidental le vuelve la espalda, y digo mundo occidental poniendo la expresión entre comillas, qué otra elección tenemos? No debo recordarle que los factores ideológicos no son motivos determinantes en la convivencia internacional. Piense en todos los países que mantienen relaciones con sus enemigos ideológicos. Estados Unidos y China, por ejemplo. Se abrazan exactamente como nosotros nos abrazamos con el señor Castro y como el señor Castro nos abraza a nosotros. No por eso la Argentina se hace comunista. No por eso el general Galtieri se convierte en miembro del partido. Oriana Fallaci: Y no por eso Fidel Castro se convierte en miembro de la Junta Militar argentina, lo sé. Pero a esta Junta él le ofrece armas ahora. Su ayuda. ¿Aceptaréis esas armas? ¿Aceptaréis esa ayuda? CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Leopoldo Galtieri: En este momento no nos sirve la ayuda militar de nadie, pero si Gran Bretaña pone a la Argentina en una situación muy difícil aceptaremos ayuda de cualquiera y armas de cualquiera. Oriana Fallaci: Lo que incluye a la Unión Soviética, si he comprendido bien. Señor presidente, vuestra cruzada antisoviética parece haber terminado. Los soviéticos parecen ocupar en vuestro corazón el puesto de los norteamericanos, y es notorio que el embajador de Moscú en Buenos Aires ha visitado más de una vez a Ud. y a los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores. ¿Aclaremos esta cuestión, aceptaréis las armas soviéticas o no? Leopoldo Galtieri: Si llegamos a un momento en que se haga necesario, sí la aceptaremos. Me dirigiré incluso a ellos. ¿Señora periodista, cree que quiero suicidarme? Oriana Fallaci: No, no lo creo. De hecho, Ud. ha comprado armas a los abastecedores más diversos y extravagantes de los últimos días. Uno es Khaddafi que le ha dado los Exocets que le negó Mitterrand, otro es Israel, que le ha vendido Mirages y misiles. Y aparte de los países entre los que encuentra benevolencia y aparte de varios traficantes de armas que venden bombas como la droga, que Dios los maldiga, están Ecuador, Perú y Venezuela. Leopoldo Galtieri: Estos últimos son países hermanos. ¿Pero por qué me pregunta cosas que no puedo responder por razones de seguridad? Oriana Fallaci: Porque Ud. ha dicho que la caída de Port Stanley, perdón Puerto Argentino, y la total reconquista de las islas por parte de los ingleses no significará el fin de la guerra. Porque los periódicos argentinos continúan ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A hablando de guerra total. Y quiero comprender si la guerra total significa la internacionalización de la guerra. Leopoldo Galtieri: Guerra total significa que, no importa cómo vayan las cosas militarmente, la Argentina no renunciará a sus derechos sobre las Malvinas, las Georgias del Sur y las Sándwich del Sur. Guerra total significa que la Argentina no aceptará jamás retornar a la situación existente al primero de abril. Guerra total significa que no habrá paz hasta que no hayamos obtenido aquello que es nuestro. Y no quiero una internacionalización de la guerra, pero esa internacionalización no depende de mí. Depende de Gran Bretaña y de los Estados Unidos. Oriana Fallaci: ¿A costa de convulsionar las potencias nucleares, a costa de repetir lo que está sucediendo en Oriente Medio, o sea, transformar aquellos islotes en el Israel del Atlántico Sur? Leopoldo Galtieri: Estoy tan preocupado como Ud., señora periodista. Más que Ud. porque mis responsabilidades no concluyen en el pueblo argentino: existen además en cuanto a otros países. Para serle franco, cuando decidí recuperar las Malvinas no esperaba provocar un suceso de importancia mundial y todavía menos creía que la cosa tuviera consecuencias en el contexto internacional. Pero la ha habido y estoy preocupado. Pero esta preocupación no debería ser solamente sentida por mí. La debería tener también la señora Thatcher, el señor Reagan y el señor Haig. Y tanto más como no ha sido la Argentina la que CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. atacó: han sido los ingleses. La Argentina se limita a responder, a defenderse de ellos. ¿Dígame, por qué la señora Thatcher y el señor Reagan no tienen en cuenta el peligro que Ud. me echa en cara? Oriana Fallaci: Espero que lo hagan, supongo que lo harán. Pero queda el hecho de que fue Ud. quien comenzó, señor presidente. Queda el hecho de que fueron Uds., los argentinos, quienes provocaron este problema el 2 de abril, al enviar las naves y las tropas. Y no es haciéndose los ofendidos que cambiaréis esta indiscutible e histórica realidad. En todo el mundo ha problemas fronterizos, territoriales. ¿Qué sucedería si todos resolvieran sus disputas como lo ha hecho Ud., "de quién es este lugar, es mío, entonces me quedo"? ¿Estamos en la era atómica, no lo ha olvidado? Leopoldo Galtieri: No, pero toca a las potencias nucleares el tener un cerebro más abierto y adecuarse al deseo de libertad que tienen los pueblos hoy. Las cosas han cambiado desde la Segunda Guerra Mundial: los imperios han caído y la mentalidad de la gente ha cambiado tanto en un sentido individual como nacional. O sea, se ha descubierto la libertad. Pero todavía quedan restos de ese imperio y de comportamiento imperialista, trazas de colonialismo. Todo lo cual es inadmisible en una era civilizada como la nuestra. Habría que rebelarse. Oriana Fallaci: Santas palabras, señor presidente, pero suenan un tanto extrañas al oírlas pronunciadas por Ud., el representante de un régimen que no sabe qué hacer de la libertad y además la mata. La suya es una dictadura, señor presidente, no lo olvidemos. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Leopoldo Galtieri: Yo no lo llamaría dictadura. Aquí la gente habla más que en un régimen democrático. El régimen no es democrático, estoy de acuerdo. Pero no es ni siquiera duro como en otros países que se definen como democráticos. (...) Oriana Fallaci: Si Ud. piensa así, ¿por qué pone a uno de los jefes de aquellos asesinos como comandante del puesto de las Georgias? Hablo, tanto por poner un ejemplo, del infame capitán Astiz que ahora se hace la víctima porque los ingleses lo tienen prisionero. Leopoldo Galtieri: El capitán Astiz pertenece a la marina como 500 otros oficiales que detentan su rango y su responsabilidad. Debido a su rango y a esa responsabilidad se encontró en aquel puesto de avanzada en las Georgias cuando recuperamos las islas. Las acusaciones contra él deben ser probadas, señora periodista, y como buena demócrata Ud. debería saber que una acusación no vale sin no se la prueba con testimonios y hechos (...) Oriana Fallaci: Señor presidente, en cuanto a libros he leído, incluso demasiados sobre esta vergüenza. Y Ud. no puede comparar los desaparecidos con los soldados que mueren en la guerra. Un desaparecido es una persona que es arrestada o secuestrada por un grupo de paramilitares porque no piensan como Ud., grupos paramilitares que Uds. inventaron y ahora no controlan más y después son conducidos a la policía militar torturados hasta la muerte y CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. sepultado sin su nombre en cualquier fosa común o quizás lanzado al mar o al río de la Plata. Y el resto son chorradas, disculpe la brutalidad. Leopoldo Galtieri: Señora periodista... aquí estamos, junio de 1982, para afrontar el presente y el futuro del país... --------------Fuente: www.entrechilenos.com.ar ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Letras Libres es una revista "mensual, de crítica y creación", dirigida por Enrique Krauze, que se declara "heredera de la tradición y el ánimo" de Vuelta de Octavio Paz, particularmente de su "espíritu liberal y abierto". Nacida en México en 1999, tiene dos ediciones, una en este país y otra en España. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. ELÍAS ZAVALETA, LA VOZ DE LOS TAMALES OAXAQUENOS Por Cynthia Ramírez Septiembre 21, 2009 Sin mi voz no existirían los tamaleros Quién conoce la voz de los “ricos, deliciosos y calientitos tamales oaxaqueños” conoce la voz de Elías Zavaleta. Este veracruzano grabó la famosa cantaleta cuando era un adolescente y desde entonces no hay tamalero en la ciudad de México que atraiga a sus clientes sin ella. Entre el gremio pocos conocen a Elías, pero todos -a la menor provocación- te ofrecen una copia del cassette con su voz por 300 pesos. Elías sabe de estas ventas y sabe también que su fama es de aquellas que no tiene nombre ni rostro; ese anonimato no le apura tanto como el hecho de no recibir regalías por su voz. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Cuéntanos, ¿cómo surgió la idea de grabar una voz para vender tamales oaxaqueños? La voz salió porque antes se enfermaba uno mucho de la garganta. Cuando sale uno a vender vas muy lejos y llegas cansado a las colonias en las que vas a vender. Llegas cansado y enfermo de la garganta y ya no te sale la voz con la que tú quisieras vender. Yo, anteriormente, vivía con un tío en San Juan de Aragón y me dijo: “¿Qué onda? Vamos a grabar una voz”. ¿Y sólo tú grabaste? De hecho grabamos varias personas, con mis cuates, y la única que les gustó fue mi voz. ¿Por qué tú voz? Pues no sé, a lo mejor porque es una voz más fuerte. Aunque algunos me dicen que es voz de maricón. ¿Hace cuánto la grabaron? Esta voz tiene 17 años. Yo tenía 17 cuando la grabé, ahora tengo 34. ¿Cómo empezó a distribuirse esta voz? Cuando me salí de la casa de mi tío me fui a vivir a otra colonia con otro valedor para chambear. Yo dejé el cassette en mis cosas y un compa me dijo CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. “¿Qué onda? Préstamelo para ir a vender” Ese valedor se fue a su pueblo y dejó el cassette también en sus cosas y su patrón -con el que yo chambeaba también- tomó el cassette de las cosas de mi valedor y empezó a hacer grabaciones. De ahí para acá se empezó a hacer el reguero de cassettes. No hay tamalero de “tamales oaxaqueños ricos y calientitos” que no use tu voz. ¿Te da gusto? Pues sí, me da gusto. Soy famoso y algunos ni me conocen. ¿Cobras regalías? Ninguna ¿Y qué piensas de eso? De los que son mis amigos no hay bronca. Pero siento feo porque en la televisión salen comerciales con mi voz y no recibo ningún dinero. De hecho los de Telcel intentaron copiarme la voz, pero no les salió, les quedó más aguda la voz. ¡Y no se vale! Yo siento que me piratearon la voz. ¿Por qué ya no vendes tamales? [Ahora vende tacos en Polanco] Porque ya no deja como antes. ¿Te sigues llevando bien con los tamaleros? Sí, hay muchos que traen mi voz y que no saben ni quién soy. Y yo les pregunto “Oye, dónde compraste el cassette. ¿No sabes que esa voz es mía?” Y dicen: “A poco” y les digo: “Sí, cuando gustes te la grabo”. Y ya, se quedan de a seis. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A ¿Qué sientes cuando oyes tu voz? A veces me da gusto, porque de mi voz come mucha gente. Sin mi voz no existirían los tamaleros. Otras veces ya no siento nada. Escucha la grabación de la voz en https://www.youtube.com/watch?v=QUWjZTAWMQU CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Rolling Stone es una revista estadounidense dedicada a la música y la cultura popular. Se edita desde 1967 y además de tener su edición estadounidense quincenal, posee varias ediciones extranjeras mensuales, repartidas en distintos países del mundo, con las cuales la revista permite dar una mirada más local a la música. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Entrevista exclusiva BONO: "CONVERTÍMOS LA MÍERDA EN ORO" Tras su operación, los días de morfina en el hospital y su espectacular arranque de gira en Turín, el cantante de U2 habla de su directo y de los planes de futuro del grupo. "Tenemos canciones para hacer cuatro discos", asegura. Por David Fricke. Dos días después de que U2 abriese su gira de verano en Europa, el 6 de agosto en el Estadio Olímpico de Turín (Italia), el cantante de la banda, Bono (nacido en Dublín hace 50 años), está sentado en su casa cerca de Niza (Francia). De espaldas al sol de la tarde, y disfrutando de la brisa del CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Mediterráneo que fluye a través de las ventanas abiertas, conversa con entusiasmo y agradecimiento sobre lo que ha sido su vida en los últimos meses. Habla sobre el momento en el que sintió que algo se jodía en su espalda mientras ensayaba su gira por Estados Unidos; su posterior operación de urgencia el 21 de mayo en Múnich por culpa de una hernia discal en la espina dorsal; las seis semanas siguientes que pasó en una cama de hospital y, finalmente, sobre su curiosa entrada en el escenario de Turín, a ritmo del furioso riff de Return of the stingray guitar, una de las muchas nuevas canciones que U2 ha estado escribiendo y grabando durante los últimos meses. "Tengo un gen molesto", admite Bono a ROLLING STONE. "Reconozco que, como personaje, a veces soy un poco arrogante. Lo sé. Pero también soy muy divertido". Lo demuestra en esta entrevista en exclusiva en la que el cantante irlandés desvela el nuevo sonido de U2 y el futuro de la banda. En Turín, durante el primer concierto de la gira europea, me di cuenta de un sistema de equilibrio interesante en tus movimientos sobre el escenario. Había naturalidad en la forma de salir al escenario y en el modo en el que dabas golpes al aire, como un boxeador. Parecía que no se trataba de demostrar que estabas en forma, sino más bien confianza. ¿Es cierto? La misma mañana del concierto me levanté con cierta ansiedad. Me preguntaba: '¿Seré capaz de sacar esas notas? ¿Las tengo dentro de mí? ¿Tenemos lo necesario para hacer que esta experiencia sea recordada por la gente el resto de sus vidas? ¿O va a ser un concierto de cuatro músicos descolocados en un estadio de fútbol?’. Es un sitio poco usual para crear magia, pero somos alquimistas. Convertimos la mierda en oro. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Y venías, literalmente, de una mesa de cirugía. Estaba muy nervioso. Muy, muy nervioso. Habíamos ensayado las dos noches anteriores. Y estaba bien. Pero… no estoy acostumbrado a la sensación de nerviosismo que tenía esa noche. No me gusta demasiado. ¿Desapareció esa sensación cuando saliste al escenario? Cuando comenzaste a hacer esos movimientos a lo Muhammad Ali, dando golpes al aire, fue como una declaración: "No voy a matarte, pero estoy preparado para lo que sea”. Bueno, al ver que incluso Larry Mullen [batería del grupo] se ponía de pie para aplaudirme, me di cuenta de que todo estaba controlado. Fue una gran noche. Es interesante lo que dices sobre el boxeador. Hubo un poco de eso. Cuando el boxeador se acerca al ring va hablando consigo mismo. Es lo que hice. ¿Cuál es tu sensación ahora, un año después de publicar No line on the horizon? ¿Estás decepcionado de que no haya gustado tanto como Achtung baby o The Joshua Tree? Al volver a escuchar el disco recientemente, puedo entenderlo. No line on the horizon no es muy accesible, ni lírica ni musicalmente. Quizá sea demasiado intenso. Nosotros mismos nos dimos cuenta en canciones como Moment of surrender. La tocábamos aquí al lado [señala la habitación contigua] y fue increíble. No sé por qué pero necesitábamos un disco intenso. Aunque a mí me guste la música para hacer feliz a la gente. Somos los únicos responsables. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Reconozco que hicimos un álbum difícil. Si yo fuera un adolescente vería ese disco como una película europea de arte y ensayo. Pero originalmente esta gira estaba creada alrededor de ese disco. En los primeros conciertos tocabais cuatro canciones del mismo….¡y al comienzo! ¿No fue una exageración? Los dos últimos años han sido muy intensos para U2. Nuestra audiencia es muy exigente con nosotros. No esperan que U2 sea un grupo fácil. De hecho, una de los mejores momentos de la otra noche fue cuando tocamos Get on your boots. La canción finalmente ha conectado. Siempre supe que era una gran canción, pero ha costado. Ahora suena muy punk rock, aunque al principio era al estilo Prince. Hubo un momento en el que Prince hizo que el rock & roll sonase esponjoso y seductor. Creo que eso es lo pensábamos con Get on your boots. Ahora la canción suena a punk rock El repertorio de Turín fue interesante. Estrenaron tres canciones nuevas: Return of the guitar Sting Ray y Glastonbury, que son como una patada de rock profano. Y luego está North star, una balada acústica. La música es un sacramento para nosotros. En North Star pensé que estaría bien escribir una canción de amor para el Universo. Fue divertido tocar Glastonbury esa noche. La teníamos muy ensayada, pero algo sucedió que me perdí un poco al final. The Edge ha estado saliendo últimamente con Jimmy Page [los dos guitarristas coprotagonizaron el documental It might get loud], y algo se le ha pegado. Es un riff de guitarra de The Edge, pero a mí Glastonbury me suena más como los Chemical Brothers o The Prodigy. La canción trata sobre ir al festival de Glastonbury [U2 tenía previsto encabezar el festival británico pero la ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A operación de Bono les obligó a cancelarlo]. Es como una peregrinación. Resulta que hay una flor blanca que florece dos veces al año en Glastonbury. Y la mitología de Glastonbury se remonta a José de Arimatea. Fue el hombre que ayudó a bajar de la cruz el cuerpo de Jesucristo. También se dice que fue a Gran Bretaña, a Glastonbury, donde se asentó. Este gran árbol en Glastonbury, con esta flor blanca, se supone que surge en ese lugar [Bono recita parte de la letra a la canción de U2: "Vino a buscar una flor rosa / La floración rosa de Glastonbury".] Y se supone que él trajo la copa de la Última Cena, el Santo Grial. Es un rollo muy años setenta [risas]. Ni yo me creo que me guste tanto. A mí me gustaría ir a Glastonbury por ese tipo de cosas espirituales, mientras que los demás van por la música, estar con sus amigos y pasar el rato. Así que recuerdo estar en esta habitación de hospital, al atardecer, hasta arriba de morfina y de pronto nuestro representante, Paul McGuiness, me dice que tenemos que cancelar todas los conciertos de EEUU. Y le pregunté: ‘¿Podemos hacer Glastonbury?'. Y el Dr. Müller-Whlfahrt me dice: ‘Estos medicamentos son más fuertes de lo que crees" [risas]. La actual gira es menos sobre el último disco y más acerca de la historia del grupo. Las canciones que tocasteis en Turín van desde lo más profundo de vuestro repertorio hasta el nuevo material, que se ha vuelto más fluido. La idea era hacer que el público fuese el espectáculo. Que nosotros estemos en el centro de esa comunidad y seamos capaces de tocar nuevas canciones, si CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. queremos. La gente ve todo lo que ocurre, porque no hay nada más en el escenario. No se puede ocultar. Si yo fuera un seguidor de U2 es lo que me gustaría ver: cómo se desarrolla una nueva canción delante de sus ojos. ¿Tocamos una canción nueva? Vale y ¿por qué no tres nuevas? Algunas puede que vayan en el disco nuevo o que nunca vean la luz. Tenemos muchas canciones nuevas. ¿Cuántas? Tenemos el disco Song of ascent, que sería un poco la continuación de No line on the horizon. También tenemos un álbum de rock. Tenemos un álbum que suena a música de club. Y luego tenemos el material del musical de Spider-Man. En esos cuatro discos tenemos entre 25 y 30 canciones nuevas. Ahora tenemos que decidir cómo las vamos a editar ¿Las agrupamos por estilos o las mezclamos todas? Chris Martin [de Coldplay] me llamó y me dijo: ‘He oído que tienes todos estos álbumes en marcha. Tengo una gran idea. ¿Por qué no escoger las mejores canciones de todas y publicarlas ya?’. Nosotros no pensamos así. Es un poco locura. No somos tan siglo XXI como creemos. Si fuésemos realmente modernos estaríamos poniendo canciones online para que la gente participase en la elección. En lugar de eso estamos aquí sentados discutiendo sobre ellas. Sólo nosotros las hemos escuchado. Bueno, y quizás también la gente que vaya a la playa de aquí cerca, donde ensayamos, porque estamos todo el día tocándolas. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A El Faro es un periódico digital de El Salvador que se fundó el 25 de abril de 1998, y está considerado el primer periódico creado exclusivamente en Internet en toda América Latina, es decir sin tener un edición impresa. La primera publicación se realizó el 14 de mayo de 1998. El periódico mantiene una línea editorial independiente que defiende la libertad de prensa y expresión, y promueve un análisis crítico de la realidad nacional. Se le considera un periódico sin identificación ideológica, que le ha permitido mantener una postura editorial muy crítica frente a gobiernos tanto de derecha como de izquierda. El Faro fue fundado por el periodista Carlos Dada y el empresario Jorge Simán. Dada se mantiene como director editorial, y Simán en la dirección ejecutiva. En 2011, Carlos Dada obtuvo el premio María Moors-Cabot, de la Universidad de Columbia. Cuenta en la actualidad con una planilla de destacados periodistas y fotoperiodistas que han recibido varios reconocimientos, entre ellos el Premio Ortega y Gasset de Periodismo 2011, en la categoría de periodismo digital, para cronista Carlos Martínez y el fotoperiodista Bernat Camps. También figuran los reconocimientos de Periodista del Año, de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), para Carlos Martínez, Daniel Valencia y Rodrigo Baires. Otros destacados jóvenes periodistas que participan en el proyecto son Ricardo Vaquerano (Jefe de Redacción), Sergio Arauz, Oscar CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Martínez, José Luis Sanz, Elmer Menjívar, Roberto Valencia, Gabriel Labrador, Efren Lemus, Jimena Aguilar, Patricia Carías, Oscar Luna, María Luz Nóchez y los fotoperiodistas Mauro Arias, Edu Ponces y José Carlos Reyes. El Faro cuenta actualmente con un staff de columnistas y colaboradores, en el que participan representantes tanto del pensamiento conservador como del pensamiento progresista de la sociedad salvadoreña; entre los que se encuentran intelectuales y académicos, así como políticos y jóvenes y experimentados. Carlos Dada Proyectos especiales Desde 2010, El Faro organiza el Foro Centroamericano de Periodismo, que con dos ediciones se ha convertido en una referencia del quehacer periodístico en la región. Con el auspicio de The Open Society Foundations (OSI) y Catholic Organisation for Relief and Development Aid (Cordaid), Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Wikileaks en El Faro - El Faro fue el medio que la organización Wikileaks escogió para entregar en exclusiva los cables sobre El Salvador, Honduras y parte de Guatemala. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A En el camino - Con este proyecto, El Faro, descubrió para el mundo la crisis humanitaria que viven los migrantes de centroamericanos en territorio mexicano. Durante más de un año (de octubre de 2008 a diciembre de 2009), el equipo compuesto por el cronista Óscar Martínez, de El Faro, la directora salvadoreña Marcela Zamora, la documentalista israelí Keren Shayo y los fotógrafos españoles Edu Ponces y Toni Arnau y el argentino Eduardo Soteras, del colectivo Ruido Photo, recorrieron los caminos del indocumentado en México como parte de “En el camino”. Las crónicas, fotoreportajes y un documental fue el producto de este proyecto, que aparte de aparecer en El Faro, los libros fueron coeditados con editoriales españolas (Icaria y Blume) y el documental fue post producido durante ocho meses entre México y la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de Los Baños, Cuba. Con el auspicio de The Open Society Foundations (OSI) y la colaboración de Ruido Photo Sala Negra - Es un espacio especializado de periodismo especializado que aborda por primera vez en la región centroamericana de la seguridad pública y a violencia bajo el enfoque del fenómeno del crimen organizado y el narcotráfico. El aporte de este proyecto está siendo retomado por medios regionales como El Periódico, de Guatemala; El Confidencial y Revista Brújula, de Nicaragua. En Suramérica, Revista Marcapasos, de Venezuela y Cronópios, de Colombia, han reproducido estos materiales, así como la revista española Frontera D. Con el auspicio de The Open Society Foundations (OSI) y Catholic Organisation for Relief and Development Aid (Cordaid); y la participación de Ruido Photo CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. ASÍ MATAMOS A MONSENOR ROMERO El mayor D´Aubuisson fue parte de la conspiración para asesinar a monseñor Romero, aunque el tirador lo puso un hijo del ex presidente Molina, dice el capitán Álvaro Saravia. 30 años después, él y otros de los involucrados reconstruyen aquellos días de tráfico de armas, de cocaína y de secuestros. Caído en desgracia, Saravia ha sido repartidor de pizzas, vendedor de carros usados y lavador de narcodinero. Ahora arde en el infierno que ayudó a prender aquellos días cuando matar "comunistas" era un deporte. Por Carlos Dada / elfaro.net / Publicado el 22 de marzo de 2010 Comienza a leer despacio, en voz alta: “Algunos años después de asesinar a monseñor Romero, el capitán Álvaro Rafael Saravia se quitó el rango militar, abandonó a su familia y se mudó a California”. En la mano sostiene varias páginas con la impresión de una nota periodística publicada hace cinco años. Se reacomoda los lentes -dos grandes vidrios sostenidos por un alambre-. Tiene las uñas rotas y sucias, y los ojos muy abiertos y agitados. Alertas. Vuelve a leer el primer párrafo. “Algunos años después de asesinar a monseñor Romero, el capitán Álvaro Rafael Saravia…” Hace una pausa y repite ese nombre, que no ha dicho en mucho tiempo: “El capitán Álvaro Rafael Saravia”. Levanta la cabeza y me mira fijamente. -Usted escribió esto, ¿verdad? -Sí. -Pues está mal. -¿Por qué? ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A -Aquí dice “Algunos años después de asesinar a monseñor Romero”. Y yo no lo maté. -¿Y quién lo mató? -Un fulano. -¿Un extranjero? -No. Un indio, de los de nosotros. Por ahí anda ese. -Usted no disparó, pero participó. -30 años y me voy a morir perseguido por eso. Sí, claro que participé. Por eso estamos hablando. Tiene las manos gastadas por la miseria y el trabajo del campo. Unas manos que nada tienen que ver con las de aquel piloto de la Fuerza Aérea convertido en lugarteniente del líder anticomunista salvadoreño Roberto d´Aubuisson, y después en repartidor de pizzas, lavador de dinero para la mafia colombiana y finalmente en vendedor de autos usados en California. Ahora ya no es nada de eso. Perdió un juicio al que no asistió, en el que fue encontrado culpable del asesinato de monseñor Romero. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Carlos Dada entrevistando al capitán Álvaro Rafael Saravia -Cuénteme cómo fue. -Se lo voy a contar todo, pero despacio. Esto es largo. *** En 1979, Saravia, un indisciplinado capitán de aviación, querido por todos sus compañeros pero demasiado inclinado por el alcohol y las reyertas, terminó convencido por el mayor Roberto d´Aubuisson de trabajar con él en la formación de un frente anticomunista. Lo convenció en las visitas que D´Aubuisson, un mayor del ejército experto en inteligencia contrainsurgente, hacía a los cuarteles de la Guardia Nacional para reclutar a los oficiales para su lucha. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A El mayor D´Aubuisson fundó un par de años más tarde el partido Arena y se convirtió en el máximo líder de la derecha política salvadoreña. Fue también el presidente de la Asamblea Constituyente de 1983 y prominente miembro de la Liga Anticomunista Mundial. El capitán Saravia aún recuerda cómo, sentados en la arena de una playa salvadoreña y con una botella de ron entre ambos, D´Aubuisson lo terminó incorporando a su movimiento. Se perdió 15 días con él, se fueron a Guatemala, y le pusieron sueldo, un carro y lo demás que necesitara para cumplir el encargo del mayor: “Me vas a llevar unas cosas a mí, particulares”. D´Aubuisson murió en 1992 de cáncer en la lengua, tras haber llevado a su partido a la presidencia de El Salvador y poco después de la firma de los Acuerdos de Paz que pusieron fin a la guerra civil. Para entonces, el capitán Saravia ya vivía en Estados Unidos, se había librado de un juicio en El Salvador por el asesinato de monseñor Romero y de otro en Estados Unidos por lavado de dinero. Se mudó a Modesto, una pequeña ciudad en el centro de California, y ahí vendió carros usados hasta 2004. En octubre de ese año comenzó a huir de sí mismo, cuando el Centro para la Justicia y la Rendición de Cuentas (CJA), una organización no gubernamental con sede en San Francisco, California, le metió un juicio civil que lo encontró culpable del asesinato de monseñor Romero y lo condenó a pagar 10 millones de CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. dólares a los familiares. Saravia desapareció poco antes del juicio y ahora vive oculto. Ha vuelto a un país en el que se habla español. De él me dijo alguna vez un viejo arenero con fama de duro: “Saravia estaba loco. Te veía con un dolor de muelas y te preguntaba qué te pasó. Le decías que un dentista te jodió y al siguiente día el dentista estaba muerto”. El capitán Álvaro Rafael Saravia fue un activo miembro de un grupo señalado como responsable de asesinatos y torturas, un escuadrón de la muerte. “Un sicópata”, lo llama Ricardo Valdivieso, uno de los fundadores de Arena. El Archivo Nacional de Seguridad de Estados Unidos consigna información de la embajada de ese país en San Salvador, notificando a Washington el secuestro y asesinato de Carlos Humberto Guerra Campos en 1985. Su familia pago el rescate, pero él nunca apareció. Según la embajada estadounidense, los secuestradores fueron el Capitán Álvaro Saravia y “Tito” Regalado, el hombre que posteriormente sería jefe de seguridad de la Asamblea cuando D’aubuisson asumió la presidencia del Órgano Legislativo. Saravia vivió rodeado de secuestradores y asesinos, pero niega su participación en este u otro asesinato. “Yo no dirigí nunca una operación para ir a matar a nadie. Se lo digo francamente”. Se le olvida que estamos sentados aquí precisamente porque participó en el asesinato más trascendente de la historia de El Salvador. No niega la participación de su jefe, el mayor Roberto d’Aubuisson, en operativos clandestinos para matar a seres humanos, pero alega que esto lo hacía mediante contactos en otros cuerpos de seguridad. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A En su agenda, que le fue capturada en la finca San Luis pocos días después del asesinato de monseñor Romero, están consignadas varias listas de armas y el teléfono de un hombre llamado Andy. Andy del Caribe. Un traficante de armas estadounidense que traía desde su país, por tierra, camionetas llenas de armamento que disfrazaba bajo revistas Playboy que regalaba gustosamente a los agentes de aduanas en todas las fronteras. Esas armas, dice Saravia, eran para su uso personal y para armar a los miembros del Frente Amplio Nacional, el FAN, que lideraba D’Aubuisson antes de fundar ARENA. De su rompimiento con el mayor al que servía hay dos versiones. Una es la suya, según la cual se cansó de esa vida agitada y no sentía ya la confianza de D’Aubuisson, por lo que partió a Estados Unidos. Otra es de Ricardo Valdivieso, fundador de Arena y ahora director del Instituto Roberto d’Aubuisson: un día, durante las largas temporadas que pasaban en Guatemala conspirando, les llamaron de una cantina en Izabal para decirles que el capitán Álvaro Rafael Saravia estaba peleándose con varios hombres. Cuando lo fueron a traer, Saravia golpeó también a D’Aubuisson, y ahí acabó la relación. Del asesinato de monseñor Romero, Saravia alega que él no participó en la planificación, y pretende probarlo asegurando que el día del crimen él no llevaba más armas que las dos que portaba siempre. “Si usted mata es porque va a tener… anda con un machete aunque sea en la mano, un cuchillo, una CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. gillette, un tenedor, cualquier cosa, lo que le vaya a meter, un lapicero, pero usted no me viene a mí a decir fijate que necesito un carro… “. No hay órdenes de captura en contra del capitán Saravia, salvo en Estados Unidos, donde lo buscan para deportación. Pero no importa porque no está ahí. Hace algunos años habló con el periódico estadounidense The Miami Herald para adelantar que había pedido perdón a la Iglesia y que contaría todo en un libro. No dijo que donde vive ni siquiera hay papel y que el vecino más cercano que sabe leer y escribir vive a 20 minutos de su casa. A falta de libro, quiere contar todo en una entrevista. Nos citamos la primera vez en un pequeño hotel, de un pequeño pueblo, al que llegó después de cinco horas en las que combinó la caminata a campo traviesa, el aventón en pick ups y dos buses. Yo lo recordaba como aquel hombre gordo, con relieves en la papada, el bigote y el cabello rubio que aparece en el cartel de “Se Busca” que publicó el Departamento de Migración y Aduanas de Estados Unidos en 2004, “por sospechas de violaciones de derechos humanos”. Esa foto, en la que el cuello y el torso se confunden adentro de una camisa hawaiana, adornó mi refrigerador durante más de un año, mientras lo buscaba en California. Así esperaba encontrar a uno de los asesinos de monseñor Romero. Gordo, bronceado y con una camisa hawaiana. Me topo en cambio con un anciano demacrado, flaco, con la piel marchita y lacerada; el rostro oculto detrás de una barba canosa y silvestre, y con un profundo olor a rancio. Qué pequeño se ve. -¿Y por qué quiere hablar ahora? ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A -Por mis hijos. Es que hasta ellos me ven como Hitler. Por primera vez desde que empezamos a conversar, Saravia agacha la cabeza. Aprieta la boca. Está solo en esta mesa en la que también estoy yo. Y soy yo quien rompe el silencio. -¿Hace cuánto no habla con ellos? -¡Uffff! ¡Ufff! ¡10 años! Me recuerdo de ellos todos los días. Aunque hasta miedo tengo de hablarles yo. Durante las siguientes jornadas el capitán Saravia confesará también otros motivos para hablar: de todos los involucrados, es el único juzgado y el único que vive escondido. Amado Garay, el chofer, también vive oculto, pero en condición de testigo protegido de Estados Unidos. Pero es preciso subrayar algo: la primera condición para vivir escondido es estar vivo. Otras cinco personas involucradas en este crimen, o en su ocultamiento, no pudieron esconderse. Una murió decapitada, otra se suicidó, otra desapareció, a otra la mataron en un retén en la carretera. Otra terminó en pedacitos. En Guatemala. Eso dicen. Pero de esta última no hay nombre ni certificado de defunción. Es cierto, Saravia es el único que vive escondido. Ha intentado, en reiteradas ocasiones, comunicarse con algunos de sus antiguos compañeros de lucha, pero nadie le ha respondido. “30 años han pasado y sigue la misma mierda. Ya no tengo nada que ocultar. ¿Para qué? Ya más hecho mierda de lo que estoy, cómo CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. voy a estar. ¡Nada! A mí se me hace que hay una conspiración de que no quieren saber quién putas mató a Romero”. Él mismo ha sido parte de esa conspiración, pero ahora está solo. Su único amigo es un hombre que tiene un viejo pick up y una pequeña propiedad rural. Ahí hay una cabañita de madera, parecida a la del Unabomber, compuesta por cuatro paredes con una ventana que protegen un piso de tierra y nada más. Ahí vivió Saravia más de un año, hasta que se metieron los ladrones y le robaron un cincho y una camiseta y un machete, que era lo único que tenía. La segunda vez que nos vemos, en el mismo hotel, baja de su cuarto 15 minutos después de la hora convenida. Viene pálido. -¿Qué le pasa, capitán? -Acabo de verme en el espejo. Tenía cinco meses de no verme en un espejo. *** Ahora comienza a hablar. Me deja sacar una grabadora y dice: “Dele, Carlitos, que esto se va a poner bueno”. Quiere mencionar nombres. Solo hace una solicitud: “Que los capturen. ¡Que les peguen una apretada de huevos como hacían antes, a ver si no cantan!” El juicio en su contra se basó principalmente en dos elementos: uno, el testimonio de Amado Garay, el chofer que condujo al asesino hasta la iglesia en la que monseñor Romero daba misa el 24 de marzo de 1980; y dos, la agenda que el ejército le capturó en marzo de ese mismo año, en la que se consignaba un operativo llamado Operación Piña cuyas características coinciden con las del ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A asesinato. “No he visto esa agenda desde que me la quitaron”, admite Saravia. “Yo no podía andar en la cabeza todas mis cosas, así que las anotaba en una agendita, era natural que las anotara. Ahí estaba la Operación Piña, que la habíamos llevado desde hace tiempo, que recogíamos unas granadas en la frontera con Guatemala”. Le enseño una fotocopia de su agenda y el capitán recibe un golpe del pasado. La observa detenidamente. La Operación Piña incluye un tirador. Extraño porque no se necesita un tirador para ir a recoger granadas a la frontera. “Sí, eso es cierto”, admite. Sigue observando esa paginita, con el título Operación Piña y, de pronto, el capitán Álvaro Rafael Saravia tiene una epifanía. “Esa no es mi letra. Esa es la letra de Roberto”. La letra, efectivamente, es distinta a la que aparece en las demás páginas de la agenda. ¿Por qué habría consignado Roberto d'Aubuisson la Operación Piña en la agenda de su lugarteniente? Saravia no lo sabe, pero hay alguien que sí. En 1980 el coronel Adolfo Arnoldo Majano era miembro de la Junta Revolucionaria de Gobierno y uno de los últimos militares que aún creían en una salida negociada al conflicto. Fue él quien ordenó la captura de D´Aubuisson y sus seguidores en la finca San Luis, de Santa Tecla, y quien primero tuvo acceso a la agenda Saravia y a su contenido. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. “La Operación Piña coincide con los datos de lo que pasó”, dice Majano, “pero no estaba en la agenda de Saravia. Eso es un papel capturado a D´Aubuisson. El oficial del Estado Mayor que me ayudó a sacar las fotocopias lo juntó con las páginas de la agenda para que no se perdiera”. La Operación Piña aparece escrita en un papel en blanco, sin impresiones de la agenda, y con un sello al borde de la página que corresponde a Mariscos Tazumal, una empresa pesquera fundada por D´Aubuisson y Fernando “El Negro” Sagrera. Fue D´Aubuisson, y no Saravia, el autor de esa lista que, de acuerdo con la Comisión de la Verdad y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, corresponde al homicidio de monseñor Romero. Esta es la lista: Operación Piña 1. Starlight 1. 257 Robert*s 4. Automáticos Granadas ______________ 1. Motorista 1. Tirador 4. Seguridad ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A El Starlight es una mira telescópica para rifles de precisión, necesarios para una operación de este tipo. De la calle al altar de la Iglesia de la Divina Providencia hay unos 35 metros, y el tirador necesitaba una mira telescópica. El 257 Roberts es un rifle calibre 25 fabricado por la casa Remington, muy utilizado para tiro de precisión con mira telescópica. Es dudoso que haya sido el rifle con el que fue asesinado monseñor Romero. La autopsia revela que recibió un proyectil calibre 22 en el corazón. Pero el tirador no salió del equipo de D´Aubuisson, sino del otro conspirador: Mario Molina, hijo del ex presidente Arturo Armando Molina. Mario Molina aportó el asesino, el arma y el equipo de seguridad. Los cuatro automáticos y granadas estaban en la lista como parte del armamento de los cuatro elementos de seguridad que acompañarían el operativo. El motorista salió del equipo de D´Aubuisson, bajo la supervisión de Saravia. Amado Garay, un ex soldado oriundo de Quezaltepeque, condujo al asesino frente a la puerta de la iglesia y después lo llevó a un lugar seguro. Garay hasta hoy el único de los participantes en la operación que había dado su testimonio- vive en Estados Unidos bajo el programa de protección de testigos. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. El tirador es salvadoreño, ex guardia nacional y era miembro del equipo de seguridad de Mario Molina. El 24 de marzo, de un disparo certero, acabó con la vida del arzobispo de San Salvador. Saravia solicita que los capturen. Hace una segunda solicitud al día siguiente. Me pide que lo lleve a la ciudad más cercana que tenga un Burger King. Cuando vivía en Modesto, California, cerraba la venta de autos y camino de su casa pasaba todos los días comprando una Whopper doble. Esta vez, aquí, me pide un favor especial: -¿Me podría comprar dos? -Tiene usted hambre, capitán. -La otra es para mañana. Me la quiero llevar a la montaña. -Pero de aquí a mañana se le va a podrir. -Si yo todo lo que como está podrido, no se preocupe. *** Para encontrar a Saravia hay que bajar al infierno. Hace varios kilómetros que se terminó el mundo y en este paraje solo habitan gentes con deseos de despedazarse a machetazos y emborracharse para engrosar el número de viudas o al menos mitigar el dolor de las gusaneras. La hombría, aquí, se mide por muertos. Allá va Danilo, que ya mató a tres; Tomás acaba de regresar, andaba huyendo porque mató a su hermano. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A El paisaje parece copiado de un cuadro naturalista del siglo XIX. Bosques de pino apenas interrumpidos por pequeños páramos en los que se alzan aldeas, verdes y hermosas si no fuera porque han sido levantadas por la miseria y el garrote. Los niños deambulan desnudos y las mujeres a los 30 años parecen ancianas, sin dientes, con las manos curtidas y los pechos caídos de tanto amamantar criaturas. Una niña de cinco años se acurruca para defecar en el monte. El microcosmos que se apoderó hace tiempo de su sistema digestivo desecha los alimentos en forma de una diarrea verde, apestosa. No ha terminado cuando ya algunas moscas comienzan a invadir la escena. Al acecho, un perro espera a que la niña termine para alimentarse de esa plasta verde. Esta es la cadena alimenticia de la miseria. Aquí no se desperdicia nada. Solo las moscas tienen la nutrición adecuada. Enormes y ruidosas, se aparean para después desovar en la espalda de las vacas, de los perros, de los niños. A los pocos días, la picadita se va abultando y adquiere vida propia. Es un tórsalo que comienza a moverse solo en la espalda de la vaca, del perro, del niño. Y pica, pica, pica con desesperación hasta que duele de tanto rasparse la espalda. Son gusanos que solo salen a pedazos, exprimiéndolos como una espinilla gigante, morada. En esta tierra de morenos curtidos por el sol y disminuidos por el hambre y el trabajo del campo, vive El Gringo, un hombre blanco curtido por el sol y CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. disminuido por el hambre y el trabajo del campo. Cuando llegó aquí, hace tres años, pesaba 282 libras. Ahora pesa 165, come de lo que le regala una vecina y aprovecha las pocas monedas que gana cuando le sale trabajo para comprar alcohol trasegado que le permita recordar su nombre y olvidar de dónde viene y por qué está aquí. La única persona que le ha tendido la mano en este macondo recuerda cuando apareció por aquí: “Cuando vino ni siquiera sabía usar el machete”, dice, burlándose. El Gringo vive en una pequeña casa de bahareque, con ventanas de madera sin vidrio y con apenas tres prendas de vestir colgadas de una pita que atraviesa el cuarto. Una colchoneta roída y sucia le sirve de cama. Vive aquí de prestado. La dueña de la vivienda barre, mientras le cuenta que alguien le quiere quemar la casa. “Le estuvieron tirando piedras pero ninguna cayó en la ventana, yo pensé que se la iban a destruir”, dice. Los atacantes son algunos de los 10 hijos que ella trajo al mundo y que amamantó y crio hasta cuando tuvieron edad suficiente para asesinar a su propio padre. “De los 10, cinco me salieron buenos”, cuenta. Una noche, hace tres meses, dos de los otros cinco se sentaron a beber en familia con su padre. La conversa terminó en reyerta, hubo gritos y amenazas. “Lo salieron a perseguir y le pegaron con un palo. ¡Ay no!, les dije, ya me lo mataron. Pero no me hicieron caso. Ahí quedó el viejo. Muerto”. Ella misma los fue a denunciar a la policía, que los capturó días después pero que los dejó libres hace dos semanas. Han jurado volver para matar a su mamá. “Tenga cuidado”, le dice la anciana al Gringo. “Una de mis hijas le va a quemar la casa para quitármela”. Esta mujer no sabe que El Gringo es salvadoreño. Ni ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A que se llama Álvaro Rafael Saravia. Tampoco sabe que es piloto de aviones. Ella nunca ha visto un avión. Tampoco sabe que El Gringo participó en el asesinato de un arzobispo. Pegada a su falda camina su nieta, huérfana de padre, que tiene una hermosa sonrisa y una infección en un ojo. 30 años después de asesinar a monseñor Romero, el capitán Álvaro Rafael Saravia está en el infierno. -Claro, es un castigo. Todo donde estaba metido yo era una podredumbre, todos andaban detrás del dinero como sea. Los medios no importaban, pero querían dinero. Enriquecerse. -Usted también. -Yo también. ¡Claro! Vaya a verme ahora. He aprendido a vivir con lo que tengo. He vivido con la gente que realmente sufre. Pero sufre una calamidad espantosa. ¡La peor desgracia del mundo! ¡La pobreza! ¿Cómo no iba a ser guerrillero el hombre si estaba viendo que sus hijos se estaban muriendo de hambre? Y cuando iban a cagar cagaban lombrices. Yo agarro mi fusil y me voy a la verga. No lo espero dos veces. Ni tres. Ni necesitan convencerme mucho. -Hoy la está viviendo. -La estoy viviendo. En carne propia. Si algún día yo pudiera hacer algo por esa gente lo hago. Aún tomar las armas. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. -Cómo da vueltas la vida. -Ha dado vuelta mi vida. Terriblemente. Y he sufrido a la par de esa gente: que no hay maíz. Vayan a cortar guineos pues. En veces hay maíz y no hay con qué. Entonces a la tortilla hay que echarle sal. Entonces se come con sal. Y en veces no hay. Yo tengo una familia enfrente. A veces me dejan unas cuatro tortillas. Y si eso es ser comunista… Es comunista. En aquel tiempo para todos los que estaban es comunista. Que lo saca, lo trompea de la casa y decirle hijueputa vos andás con la guerrilla. Cambia la vida. Esto no es vida. *** Debajo de la cama de Álex “El Ñoño” Cáceres hay dos botellas de whisky y tres de champán. Las esconde cada vez que se va de viaje, pero sus inquilinos saben perfectamente dónde encontrarlas. En esta casa de la colonia San Benito, los hombres que conforman el equipo de seguridad de Roberto d´Aubuisson pasan algunas noches aprovechando que el propietario vive en Miami. Fernando “el Negro” Sagrera y el capitán Saravia destapan una botella de whisky y comienzan su propia fiesta. Su jefe se ha ido a San Miguel todo el fin de semana, a la casa de unos amigos. Aún no ha vuelto. Afuera, en el parqueo y la caseta de seguridad de la casa, hay al menos 12 hombres esperando instrucciones. Es domingo, un día tranquilo para la fiesta pero agitado para la política porque es el día en que el arzobispo de San Salvador, monseñor Óscar Arnulfo Romero, celebra misa en catedral y aprovecha la homilía para hablar sobre la situación del país. “Se hablaba de que ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A la homilía de Romero, que era un hombre que estaba alebrestando a la gente… Eso era comidilla del día en todos lados, la homilía de Romero”, recordará después el capitán Saravia. Este domingo, 23 de marzo de 1980, monseñor Romero ha dicho unas cosas tremendas. Le habló a los soldados, a los guardias nacionales, a los policías… a todos los cuerpos de seguridad, para decirles que no deben matar a sus hermanos campesinos. Les dijo que la ley de Dios prohíbe matar y que esa ley prevalece sobre cualquier otra. Que no deben obedecer ninguna orden de matar a nadie. “En nombre de Dios, pues, y en nombre de este sufrido pueblo cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, ¡les ordeno, en nombre de Dios: cese la represión!”. Para el grupo al que pertenecen los dos que ahora beben whisky escocés, estas palabras solo pueden provenir de un comunista. Y el comunista es el enemigo. Es hora de matarlo. Pronto. Aún hay whisky para rato, cortesía de Álex Cáceres. *** Temprano en la mañana del 24 de marzo de 1980, el capitán Eduardo Ávila Ávila entra a la casa de Álex “El Ñoño” Cáceres y despierta a Fernando Sagrera y al capitán Saravia. Lleva en la mano un ejemplar de La Prensa Gráfica, abierto en la página 20, como prueba de que hoy es un buen día para CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. matar al arzobispo. Esa página repite varias veces los dos apellidos del capitán Ávila Ávila. El periódico anuncia una misa conmemorando el primer aniversario de la muerte de la señora Sara Meardi de Pinto. Su hijo, Jorge Pinto; sus nietos y las familias Kriete-Ávila, Quiñónez-Ávila, González-Ávila, ÁvilaMeardi, Aguilar-Ávila y Ávila-Ávila, entre otras, invitan “a la santa misa que oficiará el Arzobispo de San Salvador, en la Iglesia del Hospital de la Divina Providencia, a las 18 horas de este día”. El capitán Eduardo Ávila Ávila les informa el plan: en esa misa será asesinado monseñor Óscar Arnulfo Romero Galdámez. Ya todo ha sido coordinado con Mario Molina y Roberto d´Aubuisson. D’Aubuisson no está en esa casa. Se ha ido el fin de semana para San Miguel, a descansar a la casa de la familia García Prieto. Les dará las órdenes por teléfono. Ávila les notifica primero que ya tiene al tirador: un miembro del equipo de seguridad de Mario Molina; sólo necesita un vehículo. Eso les toca a ellos. “Mario Molina nos mandaba a pedir un carro… que había que contactar a Roberto (d´Aubuisson). El Negro Sagrera se puso a hacer unas llamadas y averiguó dónde se encontraba. Le hablamos por teléfono. El Negro Sagrera me dijo: ‘Quiere hablar contigo’ . Le dije ‘mire, mayor, ¿y de qué se trata esto? A mí me parece raro que nos vengan a pedir un carro’. Las palabras de él fueron: ‘¡Hacete cargo!’. Bueno, está bien, mayor, lo vamos a hacer. Pah. ‘Sí, ahí te lo voy a llevar, ¿a qué horas nos podemos juntar para darte el carro, pues?’, le dije (a Ávila). ‘Mirá -me dijo-, si con seguridad nos vemos unos... pongámosle una hora antes de la muerte de Romero’”. A las 5 de la tarde, en el estacionamiento del hotel Camino Real. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A *** Mario Ernesto Molina Contreras nació en cuna de oro. Así se refieren a él y su familia oficiales activos y retirados del ejército. Hijo del coronel Arturo Armando Molina, uno de los militares más poderosos en El Salvador del siglo XX y que presidió el país entre 1972 y 1977, Mario Molina creció con las comodidades con las que crece el hijo de un presidente militar salvadoreño del siglo XX: con seguridad, impunidad y dinero asegurado; con el sello de nobleza militar; con viajes al extranjero; con los beneficios de ser la parte más alta de la escala social de los uniformados. Hijo del coronel Molina y hermano del general Jorge Molina Contreras, que fue ministro de Defensa del presidente Antonio Saca, Mario llevó una vida privada y apartada de la disciplina militar. En la Casa Presidencial de su papá conoció a dos hombres con los que pocos años después coincidió en los movimientos ultraderechistas y que terminaron también involucrados en el asesinato de monseñor Romero: Roberto d´Aubuisson revisaba y ordenaba los archivos de inteligencia y Álvaro Rafael Saravia formaba parte del equipo de seguridad de avanzada del presidente Molina. En esa Casa Presidencial, según Saravia, se reunió un grupo de guardias nacionales que posteriormente conformaron el equipo de seguridad privado de CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Mario Molina y de donde salió el hombre que terminó con la vida de monseñor Romero. “Eran miembros numerarios de la Guardia Nacional que le daba protección al presidente de la República. Ahí estaba gente civil. No andaban uniformados. Acompañaban al presidente en las giras. Entonces Mario Molina era el hijo menor de ellos. Ya le quedaron específicamente a él de seguridad porque ya los conocía”. Molina, mencionado en el informe de la Comisión de la Verdad y en el de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ha logrado mantener un bajo perfil durante todos estos años, alejado de la vida pública. Su hermano Jorge, el ex ministro de Defensa, ni siquiera está seguro de que el hombre mencionado en el informe de la Comisión de la Verdad sea su hermano: “¿No será otro Mario Molina? Hay muchos que se llaman así”. El general informa que su hermano Mario se encuentra fuera del país. Pocos de los involucrados han dado alguna vez su versión de los hechos. El capitán Ávila Ávila se pegó un balazo pocos años después; el mayor D´Aubuisson murió de cáncer y Mario Molina nunca ha contado su historia. Ahora habla Saravia, el lugarteniente de Roberto d´Aubuisson, quien confiesa su participación en el crimen y el involucramiento de su jefe. *** La casa del empresario Roberto Daglio es, como varias de las casas de seguridad, un centro de diversión para algunos de los hombres que rodean al mayor D´Aubuisson. Aquí se realizan entregas de drogas, por las noches llegan ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A camionetas con prostitutas y corren el alcohol y la cocaína. La seguridad hecha fiesta para treintañeros casados, armados y en plena fiebre anticomunista. El dueño casi nunca está. Roberto “Bobby” Daglio, un hombre de negocios y piloto aviador, pasa la mayor parte del tiempo en Miami, Florida. Abrir su casa a los grupos ultraderechistas es solo una de sus muchas maneras de apoyar la lucha anticomunista desde la distancia. Según documentos desclasificados del Departamento de Estado de Estados Unidos, Daglio pasó los primeros años de la década de los 80s reuniéndose en Miami con otros empresarios ultraderechistas en un grupo denominado “Miami Six”, que financiaba operaciones ilegales del grupo de D´Aubuisson. Ese grupo se dedicaba al terrorismo: ordenaba asesinatos, secuestros y la colocación de artefactos explosivos, financiaba a los escuadrones de la muerte y tenía como objetivo destruir cualquier intento de reforma en El Salvador y acabar con todos los comunistas. Los otros integrantes de este grupo eran, según los documentos del Departamento de Estado que datan de 1981, el propietario de El Diario de Hoy (al que identifica en algunos documentos como “Viera Altamirano”, en otros como “Enrique Viera Altamirano” y en otros más simplemente como Enrique Altamirano, quien aún es director de El Diario de Hoy, el periódico de la extrema derecha salvadoreña); Luis Escalante; Arturo Muyshondt (en el caso de Muyshondt, el embajador estadounidense en el país, Robert White, admitió CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. en una entrevista con El Faro que se había equivocado de nombre. "Estoy seguro de que se refería a su hermano, Roberto Muyshondt", dijo) y los hermanos Salaverría (Julio y Juan Ricardo). En Miami, Daglio fundó con Enrique Altamirano la “Freedom Foundation”, o Fundación para la Libertad. Contrataron a la consultora Fraser para hacer lobby en Washington. Fraser se comprometió a cambiar la percepción estadounidense sobre El Salvador, influenciada por “periodistas amarillistas” que titulaban sus notas sobre El Salvador con “el asesinato de monjas estadounidenses y fotos de militares salvadoreños cometiendo excesos”, y no por el “significante esfuerzo del sector privado por responder a las legítimas aspiraciones y deseos del pueblo salvadoreño”. El 24 de marzo de 1980, en la casa de Daglio, en San Salvador, Saravia coordina la entrega del automóvil desde el cual se disparará contra el arzobispo. Es un Volkswagen Passat, rojo, cuatro puertas, donado a D´Aubuisson meses atrás por Roberto Mathies Regalado, propietario de la agencia Volkswagen, como un apoyo a la lucha anticomunista. Nadie recuerda a nombre de quién estaba matriculado ese vehículo. Sarava también tiene que localizar a Amado Garay, su chofer, para que conduzca el carro. “Tenía que localizar a Garay, tenía que localizar en qué carro iba a ir… Y desgraciadamente fue en ese carro rojo. O el carro que hubiera sido se hubiera sabido. No sabíamos la planificación. Íbamos a entregar un carro. Claro, sabíamos para qué se iba a ocupar el carro”, recuerda Saravia. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A A las 4:30 de la tarde, en el estacionamiento de la casa de Daglio, Amado Garay espera paciente indicaciones de su jefe. Una empleada doméstica se asoma por una puerta de servicio para ofrecerle un pan y un refresco. Saravia y Sagrera están adentro de la casa. Pocos minutos después, Saravia le ordena que conduzca el Passat hasta el estacionamiento del Hotel Camino Real. Pero antes de que Garay se suba al carro, entra a la casa un hombre fornido, bajo y con voz ronca. Es amigo de Sagrera, pero ha llegado a recoger un encargo. Este es, probablemente, el momento más estúpido en la vida de Gabriel Montenegro. El momento más equivocado, en el lugar más equivocado y con el vicio más equivocado. Una torpeza que va a lamentar el resto de su vida. Aquí interviene, entonces, su amigo Fernando Sagrera. Le pide que los lleve a entregar el carro. Y se van, los tres, detrás de Garay, al estacionamiento del Camino Real. No hay mucha vigilancia en el estacionamiento del Camino Real. Es un lugar movido, pero en el que a nadie le extraña ver a hombres armados en marzo de 1980. No hay restricciones de ingreso y está bien ubicado. A veces, algunos desconocidos pasan arrojando cadáveres a la entrada del hotel, pero los tiran afuera, en la calle. No entran. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Ambos carros se estacionan. Garay se queda en el Passat rojo y Montenegro en la Dodge Lancer blanca. El capitán Saravia y El Negro Sagrera se bajan a encontrarse con cinco hombres que ya están ahí, en una camioneta blanca. Un hombre alto, delgado, barbado, se sube en el asiento trasero del Passat rojo. Lleva un fusil. -Lo metieron al carro y ahí les dije: ‘Bueno, sacate al motorista porque el motorista lo voy a llevar yo’. No, pero es que no tenemos, que tiene que manejar, porque el carro pidieron ustedes, no, que no sé qué. Entonces se metió el Negro Sagrera, como siempre, en esa mierda… ‘Mirá, hombre, dale, que no sé qué, que ya están en esto, que no puede fallar este asunto’. Por último, ¡otra vez vuelvo a meter las patas yo! Al ver que iba a fallar todo… ¡Andate, pues! Entonces viene Garay y se va. Se van para la iglesia. -¿Y usted se queda ahí? -No. Nosotros nos vamos a buscar la iglesia. Porque no conocía ni el Negro ni el Bibi ni yo dónde quedaba. -¿Quiénes van a buscar la iglesia? -Los tres que estábamos en el carro. Encontramos la iglesia después de un rato y nos parqueamos enfrente. No enfrente, aquí (a un costado de la entrada). -Y no lo habían matado todavía. -No. Ahí estábamos parqueados nosotros, no habíamos pasado ni cinco minutos cuando se oyó el disparo. Si es que esos fueron llegando y matándolo. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A -¡O sea que usted estaba enfrente de la iglesia cuando lo mataron! -Sí, estábamos nosotros. Ahí estaba el Negro Sagrera, Bibi Montenegro y yo en la parte de atrás del asiento del carro. -¿Y veía? -No, no, no. Solo la entrada se miraba. Y el carro estaba parqueado, ese Volkswagen. El carro salió para abajo y dobló a donde estábamos nosotros. De ahí se perdió y nosotros dijimos vámonos. -¿Y por qué decidieron ir? -Bueno, nosotros fuimos… hasta imbécil parece ser tal vez… Por saber, por curiosidad, por ir a ver. Ridículo, ¿verdad? Ridículo. *** Se presenta como un fascista. Lleva una gorra que dice “KGB. We are still watching you”, jeans y una camisa de leñador. Porta un bigote blanco y tupido, cuyos extremos rozan la barbilla, en un estilo que los expertos llaman “camionero” o “trailero”. Gabriel Montenegro, un hombre que lleva casi 30 años viviendo en Norteamérica, acude a la entrevista sin saber exactamente de qué vamos a hablar. “No soy nazi, soy fascista, que es distinto”, dice, para abrir el encuentro. “Creo en las organizaciones de los gremios, y controladas desde arriba. Como en los tiempos de mi general Maximiliano Hernández, que no había CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. mareros. A los ladrones la primera vez el primer dedo. La segunda vez el otro, y así hasta la mano. A los violadores los castraban y a los asesinos les aplicaban la ley fuga”. Cuando le digo que sé dónde estuvo él el 24 de marzo de 1980, su primera reacción es negarlo. “Eso es falso”, dice. Después pide acogerse a “la Quinta Enmienda”, una provisión estadounidense que da derecho a guardar silencio para no autoincriminarse. Comienza a ver nerviosamente a su alrededor. Con una paranoia que se contagia. Yo también comienzo a ver alrededor, buscando entre las mesas de esta cafetería una mirada torva ocultándose detrás de un periódico o alguien hablando solo, con la boca torcida y un alambre discreto alrededor de su oreja. No encuentro nada. Sigo la mirada de Montenegro, como quien busca algo en el cielo sólo porque la persona de al lado dirige su mirada hacia arriba. En una mesa contigua hay dos chicas que recién estrenan la mayoría de edad. Una lleva falda escocesa a cuadros y una camisa manga corta, blanca. La otra parece recién bañada, lleva jeans y una camiseta amarilla. Toman café y conversan como conversan todas las chicas de esa edad, con una seguridad adulta, madura para sostener el cigarrillo y darle una bocanada, pero con la sonrisa naïf que devela que aún no han terminado de desarrollarse. Montenegro les fija el reojo. Las observa, intentando que ellas no vean que él las está viendo. A mí no me parecen agentes de nada, pero él sabe más que yo de estas cosas. Las colegialas se han convertido ya en sospechosas. Montenegro enciende su tercer cigarro en 15 minutos, y yo comienzo a leerle el testimonio de Saravia. Da un trago a su botella de agua, observa con dureza ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A a las agentes de la mesa contigua y fuma con intensidad. Le tiembla la quijada. Cuando termino, la sangre se le ha subido a la cabeza y parece que va a estallar en cualquier momento. “Llevo 30 años huyendo de ese día”, dice. En eso se parece al Capitán Saravia. “Ni siquiera mi familia sabe que yo estuve ahí. Pero no le voy a dar declaraciones”. Nos despedimos con su confesión sin narración. Al siguiente día, Bibi Montenegro llega al mismo café, pero dispuesto a contarme su 24 de marzo de 1980. “Yo llegué a esa casa a recoger ciertas cosas que eran para mi consumo, ellos me pidieron un ride y yo se los di. Les dije hay que esperar a esta persona, me dijeron no te preocupés, aquí tenemos nosotros un poco, venite, danos el ride”. Bibi Montenegro conduce su camioneta Dodge Lancer blanca hasta el estacionamiento del Camino Real. Anda armado con una Colt 45, y cargado con su medicina. A su lado, Fernando Sagrera. Ha traído un arma automática, una subametralladora Hechler & Koch MP 5. Atrás, un hombre del que Bibi Montenegro había escuchado muchas historias, pero al que mira por primera vez: Álvaro “el Chele” Saravia. Este lleva las dos pistolas que siempre carga: una en la cintura, 45 gold K, y otra en el tobillo, la 380. Cuando llegan al estacionamiento del hotel, Montenegro estaciona su camioneta muy cerca del Volkswagen Passat que conduce Amado Garay, y sus dos acompañantes se bajan a discutir con otros hombres. Bibi se queda en el carro, inspeccionando su medicina. Alcanza a ver a un hombre alto y barbado, con un rifle, meterse al CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Passat, y cuando Saravia y Sagrera regresan, el Passat arranca y se va. Montenegro y sus acompañantes deciden ir también a la Divina Providencia. -Yo creí que se iban a dar verga con algún militar o algún hijueputa que lo cuidaban. Yo andaba preocupado por mi asunto que fui a traer y nada más -dice Montenegro. Partieron a la colonia Miramonte y se detuvieron dos veces en el camino para preguntar dónde quedaba la iglesia. Cuando la encontraron, se estacionaron a unos 50 metros de la entrada, sobre la calle. -Me miraban a mí bastante nervioso y yo les decía: ¡Puta, miren, aquí nos puede agarrar la policía con estas cosas y va a ser un problema! Saravia y Sagrera volvieron a bajarse del carro. No llegaron hasta la puerta de la iglesia. A casi una cuadra de distancia, esperaron apenas unos segundos hasta que se escuchó el disparo que mató a monseñor Romero. Uno solo. Un estruendo que algunos de los presentes en la misa recuerdan como un bombazo. Una explosión potente, sin silenciador. Un estallido que Gabriel “Bibi” Montenegro no alcanzó a escuchar. Él seguía adentro del carro, concentrado en su medicina. Saravia y Sagrera se subieron y la Dodge Lancer blanca, con Gabriel Montenegro al timón, partió de regreso a la casa de Roberto Daglio. El conductor no recuerda la conversación en el carro. “Yo iba tan fuera de mí, porque yo había estado tomando mi medicina, que yo no iba poniéndole atención a eso. Yo iba poniéndole atención a que no hubiera un retén. Y yo todavía pregunté: ‘¿Qué pasó?’ ‘No, nada, dale. Andá a dejarnos’. ‘¿Y ahí va a estar la ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A persona?’ ‘Sí, hombre, no te preocupés, quedate con lo que te dimos.’ ‘Ah, vaya, vergón pues’”. Tres décadas y ocho operaciones de corazón después, Gabriel Montenegro enciende otro cigarrillo. Suspira y los ojos se le humedecen. Le tiemblan la quijada y el bigote. Aprieta los dientes. El cigarro parece sostenido por una mano con Parkinson. Tiene cólera, dice, contra los que le cambiaron la vida ese día. “Si yo hubiera sabido a qué íbamos, quizás no hubiera pasado. Hubieran sido otros los dos muertos”. Otros dos, en un carro en el que iban tres. “Hubiera hecho lo imposible por evitarlo. Sin embargo, como me tuvieron a mí de pendejo ahí, a un pobre adicto dándole su droga. Pero ahora tengo 27 años de estar limpio, gracias a Dios y de los amigos que están allá arriba”. Según él, hasta el siguiente día se enteró de dónde había estado la tarde anterior. Supo que había ido a matar a monseñor Romero y se alejó para siempre de aquel círculo de salvadores de la patria, de drogas y prostitutas. Le pregunto si alguna vez le reclamó a D´Aubuisson y a su gente por el crimen. “Sí. Se los reclamé. Y me recordaron que todos los días aparecía gente en las calles. Después en las noticias salió de un carro blanco. Entonces yo le hablé a una amistad y le dije ‘¡Puta, mi carro es blanco, cabrón!’… ‘Deshacete de ese carro y te damos otro’, me dijo. Y ahí cambió mi vida, pues”. *** CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Fernando Sagrera y Álvaro Rafael Saravia eran inseparables. Así los recuerda Marissa d’Aubuisson, hermana de Roberto y creadora de la Fundación Romero. “A todos lados iban juntos, siempre los veía con Roberto”, dice. Saravia en el asiento de adelante, junto al mayor. Sagrera en el de atrás. Una vez, coincidió con su hermano en la casa de su mamá. Afuera, en una camioneta Cherokee, Saravia vigilaba. Marissa se acercó a hablar con él. “Le dije que si estaba blindada y me dijo que sí, pero que la mayor protección era la pintura. ¿Por qué?, le pregunté. ¿Es antibalas? No, me dijo. Pero tiene tantas capas de pintura que ya resiste todo. Un día es gris y al otro día negra”. Otro día, su hermano insistió en llevarla a su casa. Ella se negó, porque no creyó muy conveniente para su seguridad personal que los vecinos se enteraran del parentesco con el mayor. Pero ante la insistencia de su hermano, se subió a la camioneta. “No se podían poner bien los pies, porque venía forrada de armas”, dice. Estacionaron el carro a varias cuadras. Sagrera y Saravia se bajaron, y caminaron con ella hasta su casa. En esos días los dos estaban gordos. El Chele y el Negro. “Es que Roberto no podía dar un paso sin que anduvieran estos dos atrás. Para todos lados iban juntos”. *** Fernando Sagrera siempre ha sido hombre de llegar temprano a casa. A las 7 u 8 de la noche. No sabe qué hacían sus amigos después de esa hora, pero él, dice, jamás se metió en nada. Por eso le extraña que tres personas distintas - ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Amado Garay; el capitán Saravia y Bibi Montenegro- lo involucren con los hechos. “Yo no tengo nada que ver”. Le extraña más aún el hecho de que estas tres personas no tienen comunicación entre sí, y que dos de ellas coincidan en su versión “difamatoria” justo 30 años después. Le extraña tanto, dice, como cuando lo interrogaron de la Comisión de la Verdad por este mismo crimen, y él les aclaró que no había tenido nada que ver, y aún así lo mencionaron en su informe. O enterarse, justo ahora, de que también es señalado en el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Pero todas estas acusaciones son falsas. ¿Dónde estaba, entonces, Fernando Sagrera, el 24 de marzo de 1980? “No me acuerdo. Si para mí es un día común y corriente. ¿Cómo me voy a estar fijando qué pasó?” De Saravia nunca fue amigo, “porque estaba loco. Ese es un alcohólico demente”. Fue, eso sí, amigo de Roberto d´Aubuisson. Muy amigo. “Ese es mi pecado. A Saravia solo lo veía cuando me daban ride a algún lado”. Tampoco ha matado a nadie, ni participó en operaciones clandestinas. “Fui borracho y pendenciero, eso sí. Pendenciero de esos de darse verga. Pero nada más”. Sagrera tiene un rostro que no debió haber parecido inocente ni siquiera cuando era un bebé. El ceño fruncido, dos bolsas oscuras debajo de los ojos y CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. un bigote cano componen la fachada de un hombre que durante toda su vida fue conocido como rudo, malencarado y poco sofisticado. “Siempre fue rústico”, dice un amigo suyo. En 1979, cuando abrieron la pista de carreras de El Jabalí, Fernando Sagrera se asoció con Elías Hasbún y juntos formaron un equipo de autoracing que competía con un Aston Martin propiedad del terrateniente Juan Wright. El carro era ligero, y para llevarlo a la meta de salida Sagrera lo halaba con una cuerda y se paseaba frente a los pits de los demás corredores, amedrentándolos con el Aston Martin a cuestas. A su equipo de carreras, los demás competidores lo bautizaron como los “Really Rotten”, los verdaderamente podridos. Tiene el cuerpo marcado por las huellas de una quemada. Cuando Napoleón Duarte ganó la presidencia sobre el candidato de Arena, que era Roberto d´Aubuisson, en 1984, Sagrera intentó hacer una barbacoa de documentos de la campaña, y el fuego se le vino encima. Tuvieron que llevarlo a Estados Unidos, a un hospital militar, a curarlo, a pesar de que él no era estadounidense y de que ni siquiera tenía visa de ese país. Lo metieron por el sistema militar. Mientras estaba postrado, recuperándose, lo vinieron a interrogar hombres que, cree él, eran de la CIA. “Más que todo andaban detrás de las armas que entraban aquí a El Salvador, (creían) que yo las traía y yo las financiaba”. Ante la presión de los interrogatorios, dice, se fugó del hospital. “Para salirme del hospital me hice chero de un gringo, me fui a las 9 de la mañana y él me tuvo en su casa. Y me obligaron a venirme clandestinamente”. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Sagrera fue, según el capitán Saravia, “la única baja que tuvimos durante toda la guerra”. Además de la quemadura, Sagrera recibió un balazo que él mismo se pegó, sentado en una camioneta. Sobre el asesinato de monseñor, Sagrera no recuerda mucho. A pesar de que antes ya ha dicho que le extraña haber visto su nombre en el informe de la Comisión de la Verdad, ahora dice que ni siquiera sabía que su nombre aparece en el informe de la Comisión de la Verdad. Porque no lo ha visto. “¿A usted no le sucede que cuando usted no tiene en algo que ver, usted no ocupa la palabra 'a mí me vale verga porque yo no tengo nada que ver en eso?'” De Bibi Montenegro tampoco fue amigo. Le digo que yo sé que el 24 de marzo él iba en una Dodge Lancer blanca, rumbo a la iglesia de la Divina Providencia. -Fíjese que no me cuadra. No me acuerdo, no tengo... no sé. -Había una tercera persona en ese carro, un amigo suyo. ¿Lo recuerda? -No. -Bibi Montenegro. -¿Este Montenegro de cuáles Montenegros? -Bibi Montenegro, su amigo. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. -Vaya le negaría que no... hoy ya me hizo clic, ¿vea? Sí lo conozco, pero no somos ni amigos ni nada. Yo lo he visto cinco veces en mi vida... tal vez, cuatro. Elías Hasbún recuerda con mucho entusiasmo los días de los “Really Rotten” en El Jabalí. Él y Sagrera, corriendo juntos, y el tercer amigo en el apoyo: Gabriel “Bibi” Montenegro. “Siempre llegaba, como éramos muy amigos, llegaba con su esposa a todas las carreras. El Bibi era como el fan del equipo, después nos íbamos juntos todos”. Hasbún, conocido como “Urly” en el mundo de los automóviles, todavía corre y todavía, también, mantiene un tallercito especializado en autos de carrera. En 1980 el taller Voglione ocupaba un local alquilado en la colonia La Rábida de San Salvador, a una cuadra de la embotelladora Canada Dry. Ahí varios talleres operaban en el mismo espacio, abierto. Hoy ese edificio es la ampliación de la fábrica de plásticos Mondini. Ahí, asegura el capitán Saravia, llevaron el Passat rojo cuatro puertas desde el que fue asesinado monseñor Romero: “Se le dio la misión al Negro Sagrera, de decirle mirá que ese carro hijueputa que no… Que se bote, que se queme. Detrás de la Canada Dry hay una calle. En esa calle hay un taller. El Negro Sagrera dice que a ese se lo llevó. Que a esta persona de aquí se lo llevó para que lo destruyera”. Hasbún dice que no recuerda quién llevó ese carro. “Sí me acuerdo que lo vi ahí, un Passat rojo. Nuevito. Un día llegó y después me enteré que estaba metido en lo de monseñor Romero, pero ya no pregunté más porque en esos días era peligroso andar averiguando. Me quedé calladito”. El carro, dice ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Hasbún, permaneció casi un mes en ese taller, hasta que un día desapareció y no supo nada más. *** Dos o tres días después del asesinato de monseñor Romero, el grupo de D´Aubuisson sostiene una reunión en la casa de Eduardo Lemus O´byrne. Saravia conoce de esta reunión, porque él mismo, saliendo de ahí, fue a pagarle al hombre que disparó contra monseñor Romero. Fue a pagarle por sus servicios. “Yo no conocía al tirador. Ese día lo vi yo en el carro, meterse al carro de barba. Y después le fui a entregar yo personalmente los mil colones que le entregó, que los pidió prestados D´Aubuisson a Eduardo Lemus O´byrne. En la casa de él estábamos nosotros cuando llegaron a decirle que… ¡A cobrar! Y Roberto d´Aubuisson jamás manejaba dinero. Le prestó mil colones a este para entregárselos.” Eduardo Lemus O´byrne es un conocido empresario salvadoreño. Ha sido presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada, propietario de granjas avícolas y un hombre muy conocido en los círculos empresariales centroamericanos. Fue un acérrimo enemigo de la reforma agraria, desde los tiempos del coronel Molina, y se acercó, casi de manera natural, al grupo de D´Aubuisson. De CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Saravia y Sagrera dice: “Esos eran unos matarifes. Yo con ellos nunca tuve nada que ver. Yo defiendo principios, pero estos se habían vuelto guerreros y mafiosos”. Asegura que nunca, nunca le dio dinero a D´Aubuisson y que, si le hubiera pedido mil colones para dárselos al asesino de Romero, sin duda lo recordaría. “Y no, no recuerdo esa reunión. Esa reunión nunca pasó”. Lemus O´byrne se separó de D´Aubuisson y los fundadores de Arena poco después. El 14 de septiembre de 1982, su cuñado, Julio Vega, piloto aviador, desapareció en una pista aérea en Guatemala. “Creo que lo eliminaron porque andaba traficando armas para el FAN”, dice Lemus. El FAN era el Frente Amplio Nacional, un movimiento paramilitar dirigido por D´Aubuisson que sentó las bases de Arena. La viuda de Vega se casó poco después con D´Aubuisson, y Eduardo Lemus O´byrne aún no descarta que haya alguna relación entre el homicidio y la relación amorosa. Solo eso explica que, cuando uno de sus amigos comenzó a investigar el crimen, pronto fue amenazada su vida: “Lo trató de matar el grupo de D´Aubuisson, Sagrera y Saravia. Entonces yo le dije a Roberto: conmigo no estés jodiendo, que yo sí te voy a quebrar el culo”. El capitán Saravia insiste en que el dinero lo puso Lemus O´byrne. “Dio los mil pesitos. Yo mismo se lo fui a entregar. Llegué donde él y le dije, mirá, dice Roberto d´Aubuisson que no quiere saber ni mierda de vos, que te arreglés con tu jefe”. El dinero se lo fue a entregar al estacionamiento de un pequeño centro comercial en el oeste de San Salvador, llamado Balam Quitzé. Ahí lo esperaba ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A el tirador, ya sin barba, acompañado de Walter “Musa” Álvarez, un extraño hombre que murió asesinado poco después. “Dio el pisto. Dio los mil pesitos, se los fui a dejar yo y le dije lo siguiente. ¡De ahí yo jamás! De ahí lo empecé a ver a este, a cómo se llama, al, al… llegaba a las oficinas de Daglio, así pasaba. Y (Jorge) “el Chivo” Velado ya era un hombre de edad, andaba con él exhibiéndose. El tipo en la calle y él manejando. Y no sólo lo vi yo, pues. Y le ha de haber dicho a la gente “este fue el que lo mató”. Él sabe los movimientos correctos de él”. Jorge Velado es ya un hombre mayor. Fue fundador de Arena y trabajó al lado de D´Aubuisson durante muchos años. Pero eso, dice Velado, nada tiene que ver con el asesinato de monseñor Romero. Solo después de varias semanas de intentos de hablar con él, Velado acepta hacerlo brevemente y por teléfono. “Yo no conocí a ese Saravia, y no me anduve paseando con nadie nunca. Yo de eso no tengo nada que decir”. *** Marissa d´Aubuisson recuerda otra escena: pocos días después de la muerte de monseñor Romero, comenzaron a circular los rumores de que Roberto d´Aubuisson había ordenado el asesinato. Su hermana mayor decidió averiguarlo y confrontó al hermano paramilitar. “Roberto, dicen por ahí que vos tuviste algo que ver con la muerte de Romero”. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. El mayor D´Aubuisson respondió: “Mirá, mejor callate si no sabés, porque al que mató a ese hijueputa le van a hacer un monumento”. El asesinato, y los rumores del involucramiento de D´Aubuisson en los escuadrones de la muerte, ayudaron a consolidar su liderazgo entre las filas de la extrema derecha salvadoreña, y lo convirtieron en ícono de la lucha anticomunista. Algunos años después de participar en el asesinato de monseñor Romero, el mayor Roberto d´Aubuisson se convirtió en candidato presidencial, presidente de la Asamblea Constituyente de 1985 y figura mítica, padre y guía de la derecha salvadoreña. El partido que fundó, Arena, gobernó El Salvador durante 20 años, hasta que en marzo de 2009 fue derrotado en las urnas por la ex guerrilla, el FMLN. Saravia, trastornado por el giro que ha dado su vida y su contacto directo con la pobreza y la marginalidad, ha cambiado ya también su manera de ver el mundo. Ahora quisiera fusilar al mismo hombre al que él le entregó mil colones. “¡Que lo fusilen!… Porque no hay pena de muerte en El Salvador, pero merece la muerte. Quisiera creerlo así y quisiera confrontarlo. Porque él sabe. Y si está vivo, ¿qué mejor que agarrarlo?” Sobre la participación de Roberto d´Aubuisson: “Me dijo: ‘Hacete cargo’. Hacete cargo de entregar el carro, pues. ¿verdad? Ahora, que a la larga, ¿sabe qué pensé yo? Esa fue una orden de matar, pues. ¿Verdad? Yo lo pensé. Yo lo pensé. Yo no sé ciertamente si D´Aubuisson se metió en ese asunto y el pendejo fui yo, que en todo estoy yo, sabiendo lo que sé y lo que le estoy ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A contando quiero saberlo también, y si no me cago en la madre de D´Aubuisson yo. ¿Ah? Por lo menos tengo más…”. El padre Jesús Delgado, biógrafo de monseñor Romero y quien desde hace años promete que algún día, en un libro, revelará quiénes ordenaron el asesinato del arzobispos, asegura que el mayor Roberto d’Aubuisson fue solo una pieza operativa, no el autor intelectual del asesinato. “A Duarte se le hizo muy fácil descargar toda la responsabilidad en una sola persona. D’Aubuisson sí participó, pero no lo ordenó”, dice. Con el capitán Saravia pactamos un nuevo encuentro en una cafetería de pueblo. Cuando él llegó, me encontró sentado a una mesa justo debajo de un cuadro que representaba la última cena. Se detuvo a verla. -¿Por qué se vino a sentar aquí? -Era la única mesa que quedaba libre, capitán. -¿Ya vio? Se vino a sentar debajo de la última cena. Eso tiene que ser una señal. Me dijo que quería una foto bajo la última cena, y se la tomé con un celular. Abusé y le pedí que posara frente al cartel de Se Busca en el que aparecía su foto, y aceptó. Ya en esas, le dije que la próxima vez vendría con un fotógrafo, y aceptó también. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. La última vez que nos reunimos, recién había terminado una labor agrícola que le dejó unos cuantos reales machete en mano. Lo encontramos rasurado, con el cabello recién cortado y unas gafas nuevas. “Ahora sí, tómenme las fotos que quieran”. Aprovecho para ponerle la grabación de la última misa de monseñor Romero. El capitán frunce el ceño, y escucha atento. Monseñor dice sus últimas palabras: “Que este cuerpo inmolado y esta sangre sacrificada por los hombres nos alimente también para dar nuestro cuerpo y nuestra sangre al sufrimiento y al dolor, como Cristo, no para sí, sino para dar conceptos de justicia y de paz a nuestro pueblo. Unámonos pues, íntimamente en fe y esperanza, a este momento de oración por doña Sarita y por nosotros”. Se escucha una explosión y el capitán Saravia se estremece. Da un pequeño brinco en la silla. Una corriente eléctrica recorre su cuerpo y se detiene en sus ojos, que ahora sí se abren completamente detrás de sus gafas nuevas y se humedecen. Me mira fijamente sin decir nada por un par de segundos. Respira profundamente. -¿Ese es el disparo? -Sí, capitán. Ese es el disparo. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Vicente Leñero y Otero (Guadalajara, Jalisco; 9 de junio de 1933) es un novelista, guionista, periodista, dramaturgo e ingeniero civil mexicano. Ha escrito numerosos libros, historias y obras de teatro Vicente Leñero Se graduó en la Universidad Nacional Autónoma de México en 1959 con el grado de ingeniero civil, pero Leñero pronto se refugió en la escritura para ganarse la vida. Publicó su primera novela La polvareda en Editorial Jus. La voz adolorida (1961), muestra el realismo psicológico de sus primeros escritos. Se trata del monólogo de un enfermo mental acerca de su vida, justo antes de ingresar al manicomio. Siguió con Los albañiles en 1963, que le valió el Premio Biblioteca Breve, un reconocimiento literario importante. Celebrado por su estructura compleja y su simbolismo, el trabajo narra la historia de un velador en una construcción. En 1967 obtuvo una beca Guggenheim. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Poco después Leñero empezó a escribir guiones teatrales, adaptando Los albañiles, en 1970; La carpa, en 1971, y Los hijos de Sánchez, de Oscar Lewis, en 1972. Influyó en el inicio del género documental del teatro en México, y dos de sus trabajos notables son Pueblo rechazado y El juicio. En los años 80, Leñero publicó con éxito varios libros documentales, como La gota de agua y Asesinato: el doble crimen de los Flores Muñoz.2 Leñero también ha incursionado en otros géneros. Fue guionista de la película El crimen del padre Amaro (2002), una de las películas mexicanas más exitosas, basada en la novela homónima de Eça de Queirós. Participó en el guion de la película El garabato (2008), basada en una obra suya de nombre homónimo. También ha publicado notas periodísticas en el diario Excélsior y en las revistas Claudia y Proceso. Dirige el taller literario Sólo los Jueves en la Sociedad General de Escritores de México. Fue nombrado miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua el 11 de marzo de 2010, tomó posesión de la silla XXVIII el 12 de mayo de 2011 con el discurso "En defensa de la dramaturgia. El 21 de septiembre de 2011 fue galardonado, junto a José Agustín, con la Medalla Bellas Artes de México que otorga el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A MARÍA FELÍX: YO SOY MÍ CASA Por Vicente Leñero SE OYE UN timbrazo largo, inacabable, y Reina, la cuñada de María Félix, dice: Ahí está. En la residencia de Polanco, donde una gran fachada de piedra gris limita y defiende la vida privada de la Doña, Reina es algo así como su gerente, su administradora, su ama de llaves y consejera y secretaria ejecutiva: todo al mismo tiempo. Reina es quien contesta el teléfono para informar a qué horas se podrá hablar con la Doña, quien vigila el trabajo de los operarios que han ido a colocar un toldo en el patio, quien vuelve a contestar el teléfono ("En esta casa llaman a todas horas –sonríe–, parece comisaría"), quien finalmente me dice: espere un momento ya no tarda en llegar. Ahí está. El prolongado timbrazo –tercera llamada en el foro de un teatro, voz de "cámara-acción" en un estudio de cine– anuncia la definitiva aparición. Son las cinco y media de la tarde, la hora exacta que fijó para la cita la señora Félix. Hasta entonces todo ha sido silencio. Pronunciadas en voz baja, las palabras amortiguan su sonido sobre la alfombra que se derrama sin interrupciones por la estancia. Cuadros de María en ésta y en aquella otra CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. pared. María pintada por Leonora Carrington en un tríptico milagroso. María amazona y María con una serpiente enrollada al brazo izquierdo por Leonor Fini. María con un corazón de llamas ardiendo según Sofía Bassi. Una madre mexicana enrebozada (Diego Rivera 1948) amamanta a su hijo en la pared principal de la sala ¿también María?... y un poco más allá, en el comedor provenzal, los pinceles de 1964 de Lepri transformaron a María en ave, en mariposa, en pistilo vegetal que se asoma a un jardín alucinante. Ahí está la Doña, vuelve a decir Reina cuando ya se escuchan los pasos, la voz, el levísimo chirrido de una puerta. Y aquí está efectivamente la Doña; al fin. Sin moverse un milímetro Toda acción, María entra bajando de uno de los cuadros de Leonor Fini, o mejor: como saliendo del que Chávez Marión acaba de pintarle; sólo que hoy, en lugar del suéter y los pantalones blancos con que la vistió el artista para significar mejor ese desplante un poco reto, un mucho triunfo, María lleva pantalones azul oscuro, un suéter rojo de cuello de tortuga y botas encarnadas. La imprescindible diadema contiene la hermosa mata de pelo que Chávez Marión puso a flotar al viento, alígera. Es mi traje "del diario", dice después. Así se siente más cómoda; así anda de aquí para allá, sabiéndose bella y diciéndolo con orgullo de mujer que ha colocado en la cúspide de la fama su fama de mujer hermosa. Lo es, siempre. Indiscutiblemente. María levanta la ceja izquierda y avanza firme por el salón de esta casa que ha decorado para ella el marqués de Beyrac, de Clardecor. Su voz, la voz de sus películas y de sus presentaciones en público resuena durante el intercambio ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A inicial de saludos. Sólo le falta un fuete, látigo quizá, supongo, para convertirse en una doña Bárbara citadina. Es la segunda vez que estoy delante de ella. La primera: una noche en casa de Ernesto Alonso. Cuando yo ya me iba, llegó a cenar acompañada por Quique. Vestía un traje azul Dior; maravillosa, dijo Ernesto mientras yo me escabullía tímido con el buenas noches, mucho gusto, con permiso. ¿Un coñac?; ¿un café? María retarda la charla cuando desaparece por segundos para ir a decir algo a Reina. Regresa pronto, siempre ligera y erguida, con el mismo cuerpo joven con que hace veintitrés años saltó al primer plano del estrellato nacional. Allí se ha mantenido desde entonces, sin moverse un milímetro, dirá después, durante la plática; ¡y vaya que eso cuesta! Porque más que alcanzar el éxito, lo difícil para una actriz es sostenerse en él sin permitir que se suba y nuble la cabeza; qué importante, pero qué importante conservar lúcidos los cinco sentidos, firme la voluntad, entero el ánimo. Talento. Inteligencia. Interés por la vida. Pero de qué manera, señora. Cómo. Cuál es el secreto; las reglas prácticas. María no responde aún. Apenas está llegando y ya llegando haciendo suya de inmediata la atención del intruso que se ha quedado sin ojos para la decoración, para los muebles, para los cuadros de María. Sólo María en persona se halla enfrente. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Y María repetirá después: Mantenerse en la primera fila sin que nadie venga a moverme. Entera. Bien plantada y bien vestida. Eso sí, cuando vaya una fiesta, al teatro, a una recepción, me gusta ser la mejor. Desde muy tempranito, porque yo me levanto muy tempranito: a las siete y media ya estoy pintándome y arreglándome y cepillando y cepillándome el pelo, nada de sprays; si tengo que ponerme chinos que ni modo, a veces hay que usarlos, no salgo de mi boudoir, nadie me ve, ni siquiera me asomo por aquí, se me hace una falta de respeto y de delicadeza y de todo; mucho menos afuera, ¿una mujer con chinos en la calle?, ¡qué horror! ¿María Félix, con chinos?, ¡jamás! A veces, claro, cuando estoy haciendo una película, tengo que salir muy de mañana sin peinarme por exigencias de la propia filmación, pero entonces me envuelvo muy bien muy bien con una mascada hasta acá y me subo al coche. Yo no sé cómo hay señoras... Pero eso no vaya a escribirlo, por favor, no quiero ofender a nadie. Eso pienso, nada más. Y como le digo: me gusta peinarme yo misma. Alexandre de París me dio unas clases. Y ahí estoy desde muy temprano cepillándome el pelo para llegar a esa fiesta o a esa función de teatro muy derecha y muy plantosa como me enseñó mi madre desde que yo era muy chica. Eso se trae desde la cuna. Se nace. No, no, qué se va a nacer así. No me diga eso. Cuando uno nace no trae nada. Se nace en cueros, ¿o no? Las costumbres y los hábitos Y todo se adquiere después a pura fuerza de voluntad, de régimen, de privaciones. Se aprende. Uy, es que usted no sabe cómo era mi madre. Frenos en los dientes desde niñas y tablillas en la espalda para que camináramos derechitas: cambréate, niña, ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A cambréate, me decía mi madre que me enseñó a andar siempre erguida y con gracia. Les pedía a las monjas de la escuela que vigilaran si habíamos llegado o no con los famosos tirantes en la espalda. ¡Yo le debo tanto! Ahora está muy viejita, pero ahí sigue, sigue, sigue. La tengo aquí como una joya. Vive conmigo; muy bien cuidada, no faltaba más. Y ahí está, todavía la tenemos con nosotros Dios quiera que por muchos años. ¿Pero qué le estaba diciendo? Ah, que cuando aparezco en público, sí, me gusta que la gente diga: aquí está ya María: ahora sí llegó la mejor. Lo mismo en México que fuera de México. Mire: los reportajes que me hacen en el extranjero escriben: La mexicana María Félix. La mexicana, fíjese usted. Ya no soy yo únicamente, es la mujer mexicana lo que represento para ellos. Y cómo va a quedar mal la mujer mexicana, eso sí que no, cómo voy a quedar mal yo misma con mi público. No señor. Llego a París y me paso horas y horas con Marc Bohan, el de Dior, viendo qué vestido me tiene especialmente para mí y qué zapatos. Uh, me enamoro de la ropa en una forma que usted no se imagina. Es uno de mis vicios; me gustan los buenos trapos y sé cómo llevados, qué caray, muy levantada siempre la cabeza y muy segura de mí, porque ¡aquí está María Félix!, a ver qué pero le ponen, sin un detallito fuera de sitio, sin un pelito de nada: ¡a todo dar! En el gesto de la Doña, en ese levantar un poco la cabeza enhiestando la barbilla, se repite el desplante que es desafío y postura ante la vida del cuadro de Chávez Marión. María quiere mostrarlo antes de iniciar la plática, cuando CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. todavía es la señora Félix, intimidante y lejana. Pronto se convertirá en la Doña, y luego, al fin, en María simpática, en María cordial, charlista extraordinaria capaz de hablar horas y horas de María Félix porque prefiero hablar muy bien de mí misma, en lugar de hablar mal de la gente. Venga, mire. Está en la biblioteca. Todavía ni lo cuelgo porque me lo acaban de traer. Venga. ¡Un partidazo! Libros y cuadros en la biblioteca. Una mesa circular con la carpeta verde y el block para anotar gin. Libros de historia, de teatro, de filosofía, obras completas: todas en lujosa encuadernación; uno que otro en rústica. Cervantes y Freud, Sor Juana, La Fontaine, Alvarez Quintero, Balzac, Premios Nóbel, la enciclopedia Espasa Calpe. Editorial Janés, Aguilar... Un cuadro más de Leonora Carrington. Un apunte 1930 de Salvador Dalí. Vampiros de Lepri y el célebre autorretrato de Diego Rivera con una dedicatoria para María Reina de los Ángeles Félix a quien millones de gente admiramos y amamos, pero a quien nadie querrá tanto como yo. 1949. En el lugar de honor, arriba de la chimenea y en espera del clavo: el óleo de Chávez Marión. La Doña no economiza elogios para el retrato. Siento que ésa soy yo, ¿verdad que sí? Luego se encaminará a la sala y sobre el mullido sofá de tapiz rojo hablará de su residencia y de Alex Berger, su marido. Catipoato. Allá tenía 4,500 metros cuadrados entre jardines y árboles y mil habitaciones. Aquí sólo tiene 500 y un patio-jardín que gracias a un muro de espejos sabiamente colocado al fondo, ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A como límite, disimula su brevedad. Pero la casa es agradable. Magnífica, diré yo. María ha terminado acostumbrándose a ella, y además, como le dijo a Guillermo Ochoa para Novedades, no iba a cambiar una casa por un marido. Alex Berger la ha hecho feliz, indudablemente. Se adivina en todo: en la forma en que María se expresa de su vida matrimonial, en las pequeñas numerosas fotografías que de su esposo y de Quique ha distribuido por todas las habitaciones. Alex me tiene mucha paciencia. Yo soy una mujer difícil; tengo mi carácter, mi genio. Ah sí, qué difíciles somos las mujeres y qué difícil debe ser para el hombre aguantar nuestros caprichos y nuestros malos ratos. Pero yo también le tengo paciencia a él, no se crea que no. Por ejemplo, me molesta el olor del puro, y lo más fácil sería poner mala cara; pero yo me digo: María, es mejor que lo fume aquí en su casa a que vaya a fumarlo a otra parte. Claro. ¿No tengo razón? Muchas mujeres no lo entienden y pobrecitas. Hay que saber ceder. Por eso mi hijo y yo dejamos Catipoato a pesar de todo lo que nos gustaba. Siempre he pensado que quien da el pan da la ley. Aunque cuando me casé con Alex se atrevieron a decir, sí, sí, lo dijeron, figúrese nada más, dijeron que yo me había casado por su dinero, por interés. Me dio mucha rabia y furiosa me encerré en mi cuarto para hablar conmigo misma como me recomendó un amigo hindú al que yo quería mucho. El ya murió, pero conservo sus cartas y no olvido sus consejos valiosísimos. Cuando te sientas mal, me decía mi amigo hindú, enciérrate en tu cuarto y habla contigo misma en voz CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. alta. Y así lo hago, frente al espejo. Aquella vez, furiosa, me preguntaba: a ver, María, ¿es cierto que te casaste por interés? Nadie podía oírme, me lo preguntaba con toda sinceridad porque luego puede haber sentimientos escondidos dentro de uno y me veía en el espejo pensando en todo lo que soy y cómo soy. Pero vaya, si no estoy fea, soy guapa, muy guapa, tengo cartel, fama; no estoy bizca, ni tuerta, tengo mi sitio, gano buen dinero, cómo voy a haberme casado por interés. Soy un gran partido para cualquiera. Claro que sí. ¡Pero si pensándolo bien soy un partidazo!, ¿a poco no?, ¿no le parece que soy un partidazo? ¡Están locos! ¡Qué me voy a haber casado por interés ni qué nada! Así hablará la Doña durante la charla que está por iniciarse. Catarata de palabras, incontenibles, matizadas unas veces por el ademán de sus manos siempre inquietas, expresivas; otras por las cejas arriba y abajo; por la mirada que desciende y se recoge, como retrocediendo, para dar oídos al interlocutor. Los dedos índice y pulgar de María se unen de pronto y trazan un fugaz pincelazo en el aire. Sus uñas se vuelven contra ella para señalarla en un ademán que las dos manos dibujan en forma simultánea, mientras sus piernas buscan continuamente una nueva posición. Ahora están aquí, rumbo a la mesa de centro, extendidas. Ahora cruzadas: la derecha sobre la izquierda, la izquierda sobre la derecha. Ahora se separan y se doblan a la manera de un buda. Ahora está de pie. Impresionante flexibilidad la de esta Doña ágil y elástica capaz de doblar sus dedos hacia atrás hasta hacer que las uñas toquen el dorso del antebrazo. Mujer que es toda nervio, corriente eléctrica, chispa, llama, incendio. No, gracias, no fumo. Muchos periodistas han quedado boquiabiertos con sus ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A respuestas. Queriendo presumir de audaces, groseros muchas veces, han asaltado a María con preguntas que no pueden reproducirse en letras de molde. Pero el ingenio de la actriz los ha derrotado. Con un par de palabras, una frase, una rápida contestación, los ha detenido en seco. En México, en Buenos Aires, en Caracas... Desde luego no lo digo por usted, pero es muy molesta la actitud de muchos periodistas que... No, en realidad yo no soy periodista... Minutos después, a medida que la charla avanza, la voz grave de María se va musicando aunque sin perder sonoridad. En ningún momento hay falsa impostación. Su lenguaje es fresco, brota salpicado de expresiones populares y refranes. Toco madera, poniendo sus dedos debajo de la mesa, cuando lo que dice pudiera convertirse en alguna calamidad. Ni lo mande Dios. Es graciosamente supersticiosa. Emplea palabras como trapos, relajo, tembeleque, tiliches, tacuche, greñas, chácharas; giros como ajustarse las pretinas, poner el ojo pelón, una señorona encopetada. Cree en la magia. Lee la revista Planeta. Colecciona porcelanas. Y ama la vida. Sobre todo eso: ama la vida. Lo dice y lo repite, otra vez porque en ese amor por la gente, por las cosas, por las obras de arte, se apoya –afirma– su incansable, sorprendente vitalidad. No CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. solamente Alex, Quique y Reina lo saben, sino las personas que trabajan a su servicio, sus criados. Pero no los llama criados, son sus colaboradores. Gente que sabe que la Doña es inflexible en sus órdenes, que la Doña no disculpa la falta de limpieza, que la Doña no soporta la desorganización. Y sus sirvientes – sus colaboradores– la quieren, nunca se van. (Yo tengo un gran respeto por el trabajo de los demás). Raúl, por ejemplo, una especie de hombre equipo que lo mismo hace de mayordomo que de electricista o carpintero, ha estado a su servicio catorce años. María lo llama cariñosamente mi tigre Raulete, mi tigre de Bengala; qué haría sin él, dice; es maravilloso. Y Raulete serio, serio, siempre serio, sonríe con timidez. No gracias, no fumo. Mi tilichero. Dejé de fumar, va usted a ver, precisamente el tres de diciembre de 1962. Y no se crea que por cuestión de salud, ni por una promesa ni por nada, sólo para ponerme a prueba yo misma, para medir mi fuerza de voluntad. Antes llegaba a fumarme tres cajetillas diarias y ahora ya ve, ni un solo cigarro desde hace tres años y pico. No sé qué sabor tiene el whisky... Porque todo, todo, todo se consigue a pura fuerza de voluntad. Tienes que hacer esto, María, y lo hago. Una actriz como yo no puede mantenerse en la primera fila durante veintitantos años si no es a base de sacrificios que luego ya ni sacrificios resultan. A mí hábleme de un gran filete, todo grasoso, y puf, no lo tolero ni en la imaginación. Mi dieta es rigurosa, nada de grasas y harinas; al mediodía: dos huevos cocidos, un plato de carne asada con alguna verdura, y dos o tres guayabas que son muy alimenticias y muy sabrosas: para mí no hay mejor fruta que mis guayabas totonacas. Pero claro, no bebo agua durante las comidas. Los ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A domingos hago una excepción y mando a descansar la dieta. Como lo que se me antoja. Es mi día libre. María sale de la biblioteca rumbo a la sala donde habrá de ocurrir la conversación. Ya no necesita del fuete de doña Bárbara porque ahora es, simple y femeninamente: María. Con ella va el perfume Joy, de Jean Patou, que la envuelve y hace perdurar su presencia en las distintas habitaciones de su casa. Por primera vez en la historia del periodismo, la Doña accederá a abrir esas habitaciones a la cámara de una revista. No sólo eso: María en persona se ocupará de disponer el extraordinario arreglo de la mesa del comedor; tenderá su cama, su célebre cama de plata diseñada por Diego Rivera con los exquisitos e increíbles encajes valencianos confeccionados a mano; permitirá la entrada a su baño de mármoles negros, a su íntimo boudoir. Cada habitación prepara, como sonriendo, sorpresa tras sorpresa. Primero es la antesala de la alcoba: lámpara y muebles de porcelana de Meissen, dos cuadros más de la Doña pintados por García Ocejo y un gran estantero que crece hasta el techo y donde María conserva, exhibe, objetos, libros, fotos, chácharas; recuerdos de su vida y su carrera triunfal en ordenado desorden. Allí se encuentra, superviviendo, todo lo que está más cerca de su corazón. Reina lo llama La repisa de los recuerdos. Para la Doña es Mi tilichero. Después la alcoba que la cámara de Alex Klein puede describir mejor que las palabras. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. El baño. El boudoir: nuevas repisas, nuevos estanteros henchidos con porcelanas de la primera firma mundial en porcelanas: Jacob Petit, el célebre artista de principios del siglo XIX. Es difícil conseguir una nueva pieza auténtica, informa la Doña. Yo salgo tras ellas y recorro galerías de arte y casas europeas de antigüedades en busca de un Jacob Petit. Es mi vicio. Mire, mire, vea esto. Vea qué trabajo, qué primor, qué delicadeza. Fabulosos. Cada pieza es para estarla admirando toda la vida. Por eso cuando me preguntan si me aburro yo me río. Cómo vaya aburrirme en mi casa teniendo estas preciosidades. Pero mire, mire esta figura. Y no son únicamente las porcelanas de Jacob Petit, sino los muebles de Meissen y los encajes valencianos y los recuerdos y todo lo que llena esta casa lo que le da un calor, un clima, un ambiente único de algo que vive por alguien y para alguien: una mujer de fina sensibilidad: la Doña. Cuando era niña, me acuerdo, tenía unas postales de la Capilla Sixtina: me fascinaban los murales de Miguel Ángel. Y la primera vez que fui a Roma corrí a admirar aquellas maravillas. No pude decir nada. Me quedé así, sin moverme, y de pronto empecé a sentir que me estaban escurriendo las lágrimas... tamaños lagrimones y yo sin poder decir nada. ¿Usted conoce la galería Degli Uffizi, en Florencia? Pues allí hay un Tiziano, un retrato de un cardenal joven, con su uniforme o como se diga, al que voy a saludar cada vez que llego a Florencia. Tiene una expresión, una majestad, un señorío... es guapísimo, es un cuadro fabuloso. No qué va, yo qué voy a aburrirme habiendo tanto que admirar en el mundo. Y me gustaría que la gente supiera eso de mí. Su reportaje se podría llamar Por qué no se aburre María Félix. ¿No le parece un buen título? ¿Verdad ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A que sí? Por qué no se aburre María Félix, y usted podría hablar de todo lo que tengo aquí en mi casa. Venga, venga para acá. Pase. Y conducido por María, antes de dar comienzo a la plática formal, penetro en las habitaciones exclamando oh, oh, oh, ante lo que mis ojos descubren. En todo se refleja ella: sus gustos, su sentido del orden, su secreta femineidad. La señora Félix, María, la Doña, está siempre ahí, expresada en el ambiente y en los detalles de cada habitación. Al grado de que ella podría hacer suya, mejor que nadie, aquella frase de Pita Amor: "Yo soy mi casa." De La Talacha Periodística, Ed. Diana, México. Originalmente en Revista Claudia, mayo de 1966 CULTURA y ESCRITURA Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. ENTREVISTAS RADIOFÓNICAS ® ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A No son horas es un programa radiofónico de la emisora española Onda Cero, que se emite de lunes a viernes de cuatro a seis de la madrugada. Estaba presentado en sus inicios por José Luis Salas y Sergio Fernández Meléndez, El Monaguillo. Actualmente, el segundo cuenta con espacio propio, por lo que desde septiembre de 2008 continúa en antena bajo la batuta de José Luis Salas. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. ENTREVÍSTA RADÍOFONÍCA A SALVADOR ALDEGUÍER POR EL DOBLAJE DE ROMPE RALPH Salvador Aldeguer habla en el programa de Onda Cero "No son horas" del doblaje de la película de animación "Rompe Ralph" en la que presta la voz al protagonista. Escucha la entrevista completa, https://www.youtube.com/watch?v=B2IeEU2mTo8 de 11’ 56”, en ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Carmen Aristegui es una periodista mexicana, conductora de radio y televisión. Es egresada de la carrera de Ciencias de la Comunicación, estudió en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. Conduce en CNN en Español y Noticias MVS, además es editorialista en la sección Opinión del periódico Reforma. Es considerada una de las mejores periodistas de América Latina. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. NO MÍNÍMÍZO NÍ MAQUÍLLO SON ACTOS VANDALÍCOS VENGAN DE DONDE VENGAN : FAUSTO VALLEJO En esta entrevista, publicada el 29 de octubre de 2013, “No minimizo, ni maquillo son 'actos vandálicos vengan de donde vengan'” dijo el gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo en entrevista con Carmen Aristegui sobre los enfrentamientos entre integrantes de autodefensas de la entidad y delincuentes. Escucha (y ve) la entrevista https://www.youtube.com/watch?v=WIpOQOPYQFo completa en ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A Julia Rodríguez D E L A P E R I O D Í S T I C A conduce Por la Vereda programa radiofónico donde sabemos que con la edad se adquiere estabilidad emocional, dones hay que aprovechar para disfrutar la vida. Este programa brinda información de interés para los adultos mayores y consejos de utilidad para vivir en plenitud. Por la XWB, 1220 AM. Todos los domingos a las 10:00 horas CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. UNA HÍSTORÍA OLVÍDADA, ENTREVÍSTA RADÍOFONÍCA Entrevista sobre una obra de teatro con el autor y algunos de los actores. Con datos, representación de una escena de la misma al aire y todo ante un micrófono radial. Escucha la entrevista https://www.youtube.com/watch?v=C94nTBqyaMM completa en ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A ENTREVISTAS TELEVISIVAS CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Jacobo Zabludovsky nació en la ciudad de México el 24 de mayo de 1928. Se graduó como Licenciado en Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México el 21 de julio de 1967. Inició actividades periodísticas en 1946 en Cadena Radio Continental como ayudante de redactor de noticieros. En 1947 ingresó a la XEX, como Subjefe de Servicios Informativos. En 1950, al empezar la televisión en México, inició la producción y dirección del primer noticiero profesional de la televisión Mexicana y desde entonces, ininterrumpidamente dirigió y presentó ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A telenoticieros hasta el 30 de marzo del 2000, fecha en que renunció a Televisa, S.A. En cine, dirigió el noticiero EL MUNDO EN MARCHA. Ha sido colaborador de los diarios Novedades y Ovaciones y de los semanarios Claridades y El Redondel. Desde 1959 es redactor de planta de la revista Siempre. Series periodísticas que ha tenido a su cargo: PRIMERA PLANA, SIGLO VEINTE, LA VERDAD EN EL ESPACIO, TELEMUNDO, SU DIARIO NESCAFÉ, HOY DOMINGO, HOY SÁBADO, DOMINGO A DOMINGO, 24 HORAS, CONTRAPUNTO, SOMOS, ECO-COMENTARIOS Y EL NOTICIERO (CABLEVISIÓN). Fue Coordinador de Radio y Televisión de la Presidencia de la República y Consejero de la Dirección de Difusión y Relaciones Públicas de la Presidencia de la República en los regímenes de los Licenciados Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz. Es autor de los libros La Conquista del Espacio, La Libertad y la Responsabilidad En La Radio y La Televisión Mexicanas, Charlas con Pintores, Siqueiros Me Dijo, En El Aire y Cinco Días de Agosto (en coautoría con Jesús Hermida). CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. SALVADOR DALÍ muy mal ENTREVÍSTADO POR JACOBO ZABLUDOVSKY COMPLETA Hay entrevistas que no deberían salir al air jamás por ser tan equívocas. Sin embargo, para cuestiones educativas y pedagógicas del periodismo sirven perfectamente como ejemplos de cómo no llevar a cabo una entrevista profesional. Tal es el caso de la entrevista que Jacobo Zabludovsky realizó al Divino Salvador Dalí en 1971. Verdaderamente es un clásico de la televisión mexicana por mala, por tener todos los errores posibles de conducción de una entrevista. Solo por eso vale la pena ver los casi 27 minutos que dura esta. Disfrútala en https://www.youtube.com/watch?v=fQBcP7nxsDc ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Ana Pastor García (Madrid, 9 de diciembre de 1977), conocida como Ana Pastor, es una periodista y presentadora española. Actualmente es la presentadora del programa semanal El objetivo, en La Sexta. Esporádicamente realiza entrevistas para CNN en Español bajo el nombre de 'Frente a frente'. Se le puede seguir en Twitter en @_anapastor_; en Facebook en https://www.facebook.com/pages/Ana-Pastor/103102519729360?fref=ts. CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. RAFAEL CORREA EN CNN: CAPRÍLES ES UN GOLPÍSTA Otra entrevista desubicada y caprilera de la española antichavista Ana Pastor (desinformación: ni una palabra de la guerra mediática, económica o eléctrica para desestabilizar Venezuela. Propaganda: cualquier palabra de la oposición a Venezuela. Y omisión de los asesinatos y la violencia promovida por el golpismo petit yankee de los entreguistas ultraderechistas de la MUD y el ex candidato Henrique Capriles Radonski, perdedor, que no reconoce su derrota). El Presidente Correa excelente (vapulea nuevamente a la derechista Anita) como siempre, con la excepción de sus valoraciones sobre los dictadores del ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A Vaticano, del régimen español, y sobre Rajoy. Se hizo horas después de la emitida por RTVE Canal 24h donde Correa también vapulea a la periodista Ana Ibáñez http://www.youtube.com/watch?v=Lr2fLh... Disfruta de esta entrevista en donde el entrevistado es más inteligente y con más información y datos que la entrevistadora en dos direcciones: https://www.youtube.com/watch?v=4JHLNXBOiGQ https://www.youtube.com/watch?v=MZx_kq4yfBE CULTURA y ESCRITURA ® Si se piensa, se escribe; si se escribe, se enseña. Sabina Berman es una escritora, dramaturga, narradora, ensayista, directora de teatro y directora de cine mexicana de origen judío. Ha sido ganadora cuatro veces del Premio Nacional de Dramaturgia en México y el Premio Juan Ruiz de Alarcón. Sabina Berman Goldberg nació el 21 de agosto de 1955 en la ciudad de México, donde reside. Proveniente de una familia judío polaca, tercera de cuatro hermanos e hija de Enrique Berman, quien emigró durante el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río y se estableció en México, convirtiéndose en un importante industrial, y la psicoanalista Raquel Goldberg. Estudió psicología y letras mexicanas en la Universidad Iberoamericana. Se formó como persona de teatro en los escenarios. Vivió nueve años con el director de teatro Abraham Oceransky. ( n a n o ) A N T O L O G Í A E N T R E V I S T A D E L A P E R I O D Í S T I C A PACO ÍGNACÍO TAÍBO ÍÍ – SHALALA #MORENA Ingenio, talento, ironía, desparpajo, maledicencia, equívocos, política correcta e incorrecta, literatura, netas y risas… Todo Paco Ignacio Taibo II en entrevista con Sabina Berman en Shalalá. Sí, para ser Televisión Azteca es un buen programa, a veces. Disfrútalo en https://www.youtube.com/watch?v=-9Pb93Yz7S8