Al mediodía comió en el restaurante que había abajo de su apartamento un simple menú del día, después se dirigió a su casa, echó la siesta y finalmente se levantó sobre las 17.00 hroas se duchó y se preparó para llegar puntual al Hotel...
moreAl mediodía comió en el restaurante que había abajo de su apartamento un simple menú del día, después se dirigió a su casa, echó la siesta y finalmente se levantó sobre las 17.00 hroas se duchó y se preparó para llegar puntual al Hotel Ritz donde se celebraba el aniversario de sus padres. El padre de Leander era Catedrático de Filosofía en la Universidad Federal de Filosofía y Letras y la madre profesora de violín en el Conservatorio Autónomo de música de Ghadir, de su padre había aprendido a plantearse cuestiones como las formas de gobierno, la humanidad, el fin del hombre en esta vida, la diferencia entre la razón y la experiencia, el sentido de la vida, y un largo etc que su padre desde que Leander era muy pequeño le alentaba a plantearse, de su madre ni que decir tiene que había heredado y aprendido el gusto por la música y la capacidad de elevar su espíritu sintiendo las melodías. Todos los invitados estaban en una sala contigua al restaurante del Hotel tomando los distintos aperitivos, los hombres venían todos vestidos en traje de chaqueta con corbata y las mujeres con vestidos elegantes y vaporosos, todas muy bien peinadas, era el típico evento en que las damas aprovechaban para lucir sus mejores joyas y sus mejores abrigos de pieles. Cuando se acabó el tiempo de los aperitivos entraron todos al restaurante y tomaron asiento, al lado de cada plato había un pequeño letrero con el nombre de cada invitado. Finalmente todos se sentaron donde se les indicaba, el padre de Leander que se llamaba Ezequiel Meller se dirigió a un atril que había para dar un pequeño discurso antes de que se comenzara con la cena.-Queridos amigos, dijo Ezequiel desde el atril, estamos aquí reunidos para celebrar 40 años de matrimonio que me unen a mi esposa Elisabeth Barton. Quizás a muchos de vosotros os pueda suponer un meritorio record pero nosotros los hemos conseguido. ¿Y qué podría yo decir sobre lo que me ha aportado el matrimonio? Pues os diré la verdad, el matrimonio me ha convertido en alguien más cínico, más astuto, más analítico, más beligerante, más paciente pero más malvado quizás, recordando las palabras de Séneca cuando dijo "Vuelvo más avaro, más ambicioso, más sensual, aún más cruel y más inhumano, porque estuve entre los hombres", pues estas palabras las hago mías para definir el efecto que ha tenido en mí el matrimonio.-Si amigos, continuó Ezequiel me siento identificado con el gran filósofo romano, la convivencia desgasta hasta puntos indecibles, pero ha debido que existir un salvavidas en nuestro matrimonio ¿Quizás la comprensión, el culto al sacramento, quizás el amor a nuestro hijos? Sí amigos, ha sido un cúmulo de cosas que con el paso del tiempo uno no llega a descifrar del todo. Ezequiel continuaba con su discurso, los invitados lo escuchaban atentamente, aunque la mayoría de todos se preguntaban si lo que el padre de Leander estaba dando era un discurso de alegría y satisfacción sobre su matrimonio, o por el contrario un discurso lleno de reproches y resentimiento.. Nuestro protagonista sabía perfectamente a qué cuestiones se refería su padre en su discurso, no había sido un matrimonio fácil el de sus padres, más bien la convivencia, el ego de cada uno y el instinto de posesión les había dado más de un disgusto. El padre de