Lleva adentro la litera una caja de ataujía, de negro plomo aforrada y de brocado vestida, con gonces y cerraduras, con biseles y
aldabillas de oro a cincel trabajado, en labores muy prolijas.
Ángel de Saavedra
Pero no era raro que, a mitad de camino, le asaltase la duda de si la barra de la puerta estaría bien puesta, y las
aldabillas bien echadas.
Hans Christian Andersen
La armadura de placas de acero, unidas entre sí con ganchos, tuercas, aldabillas y clavos sujetas al guerrero mediante correas y hebillas, empezó a usarse en el siglo XIV y alcanzó toda su perfección a fines del XV, transformándose a mediados del XVI en una vestidura de gala para el guerrero, adornada y embellecida con los primores del arte escultórico y de las industrias metálicas.