Los machos tienen un comportamiento único de marcaje oloroso denominado «marcado de espolón» (spur marking, en inglés), y participan en una especie de «luchas apestosas» frotándose la cola con sus glándulas de olor de las muñecas, y luego azotándola hacia los machos oponentes.
En este horrible agujero de miseria, decenas de miles de personas viven hacinados dentro de un laberinto de estrechas, siniestras y apestosas calles, eclipsadas por la niebla.
El sitio web apestan.com pone a cablemás en el lugar número 41 de su lista de "empresas más apestosas" (aún por debajo de Cablevisión, quién ocupa el sitio 12) y una búsqueda en el mismo sitio usando el filtro "cablemas" revela más de 2,500 quejas relacionadas con el servicio (08/11/2012).
Él, como muchos otros, sabía que la gente que vivía en esas orillas, los ho-chunk, uno de los grupos de los winnebago («pueblo de las aguas apestosas») eran conocidos como «el pueblo del mar», por lo que supuso que debían encontrarse cerca del océano Pacífico, lo que proporcionaría un contacto directo con China.
Cada piedra de las apestosas aceras, cada ladrillo de las pestilentes viviendas desvencijadas y atestadas, encontraba una lengua e imploraba mi nombre según huía: ¿Qué has hecho con tu hermano Abel?
Este pequeño monstruo, este abominable microbio se abalanzó a la amiga envidiosa, se le colgó al cuello y la besó con su boca sin dientes, cubriéndola de
apestosas babas.
Juan Valera