Usted me repetía siempre: «Amigo Custodio, deje correr la bola; no se empeñe nunca en desengañar a los bobos, que al fin no se desengañan, e interpretan mal los esfuerzos que se hacen para combatir sus preocupaciones.
si sabe que no sabe nada; y no a la manera del hijo de Sofronisco, sino nada, lo que llama nada. Sabe lo necesario para deslumbrar a los ignorantes y embaucar a los bobos: sabe que es un pícaro.
«Mal de muchos consuelo de
bobos», dice el refrán, y yo digo que los pequeños no debemos rasgar sangre al ser víctimas de chanzas pesadas, cuando los prohombres han tenido que soportarlas, bien que refunfuñando y mordiéndose los labios.
Ricardo Palma
Hoy hemos eliminado a Dios, porque nuestra fatuidad nos hace pensar que nos bastamos y nos sobramos para todo y que Dios no pasa de ser un símbolo convencional para embaucar
bobos y hacer a los frailes caldo gordo.
Ricardo Palma
Las indias, sobre todo, venían desde largas distancias y le pagaban un peso por consulta. En Lima hay
bobos que, por parecerse a Napoleón el Grande, pagan cuatro soles a la echadora de cartas.
Ricardo Palma
Cuando desapareció en el umbral de la puerta el último faldón de frac bordado y el último uniforme, el rey Bonoso y la reina Serafina se dieron un abrazo para desahogar el júbilo, que no les cabía en el pellejo. Estaban así abrazados y llorando como unos
bobos, cuando he aquí que de pronto se les presenta el hada del Deseo cumplido.
Emilia Pardo Bazán
«Los milanos, prorrumpe, y los halcones (No ofendo a los presentes, ni quisiera), Sin esperar tampoco a que me muera, Hallan para sus uñas y su pico Estuche entre los lomos del borrico. Ellos querrán ahora, como
bobos, Comer la yerba a los señores lobos.
Félix María Samaniego
Vuelven aquellos bobos sorprendida la faz buscando de ella alguna traza; como el perro si tal vez en la huida pierde la liebre a la que daba caza, que al improviso en mínima guarida o espeso escobo o breña se arregaza.
En este tiempo florecían en Lima Santo Toribio, San Francisco Solano y Santa Rosa, y el padre Ojeda, de la recoleta dominica, escribía los primeros versos de su inmortal poema La Cristiada. No es de extrañar, pues, que los milagros anduviesen
bobos y a mantas.
Ricardo Palma
-prorrumpieron el Negro y el Guerrero-. Nos inclinamos ante tu sabiduría. ¡Éramos unos
bobos! -Naturalmente sonrió, dentro de su ondulosa barba argentada, el Anciano.
Emilia Pardo Bazán
Vio un montón de tierra que estorbaba el paso Y unos preguntaban ¿qué haremos aquí?
Bobos dijo el niño resolviendo el caso; Que abran un grande hoyo y la echen allí Lo enviaron por agua, y él fue volandito Llevando el cedazo para echarla en él Así que la traiga el buen Simoncito Seguirá su historia pintoresca y fiel.
Rafael Pombo
Afortunadamente podemos decir que esta es la única guerra y la única Revolución que no ha producido generales ni coroneles; pero cuando veo a esos tipos que se hacen los bobos y se ponen un galoncito por aquí...