El curtido de pieles se debió practicar en los pueblos más remotos por medio de sustancias grasas, pero es muy probable que ya los fenicios curtieran con tanino y que poseyeran también el arte de colorear las pieles, de quienes sin duda lo aprendieron los griegos y romanos que empleaban el cuero por ejemplo en sus escudos.
Si porque el temporal, a la larga, influye en el comercio, lo hemos de poner, a pesar de ser astronomía, en el artículo comercio, pongamos al arte del curtidor en el artículo zapatería; porque si los curtidores no curtieran, los zapatos no calzaran.