Entonces, en nuestra adversidad, recapacitamos sobre nuestros deberes religiosos. Huimos hacia los dioses en el Capitolio, en la sede de Júpiter Óptimo Máximo; entre las ruinas de todo lo que poseíamos escondimos bajo tierra nuestros tesoros sagrados, el resto lo llevamos lejos de la vista del enemigo a ciudades vecinas; ni siquiera abandonados como estábamos por los dioses y los hombres, interrumpimos el culto divino.
Pero, incapaces de huir hacia arriba, huimos hacia abajo; incapaces de salvarnos por el lado sublime de nuestra naturaleza, nos escurrimos por el lado grotesco.
Hemos traído a usted hasta aquí para que bendiga ese agua, en que arrojamos el cadáver de mi hermano cuando
huimos de Tarragona la noche del 28 de junio de 1811.
Pedro Antonio de Alarcón
Pero, cuando nos conformamos deseando las cosas que queremos, se llama deseo, y cuando nos conformamos gozando de los objetos, que nos son más agradables y apetecibles, se llama alegría, y asimismo cuando nos es menos conforme y huimos de lo que no queremos que nos acontezca...
Huye uno, otro cae muerto, éste recibe una herida, aquél suplica, buscando un refugio contra la muerte, y todos huimos en las tinieblas; y unos caían muertos, y otros yacían moribundos.
Grande es la fuerza de los males que vencen este instinto, con que de todos modos, con todas nuestras fuerzas huimos la muerte, y de tal manera queda vencido, que la que ya huíamos, la deseamos, y cuando no la pudiéramos haber de otra conformidad, el mismo hombre se la da a si mismo.
Una idea libre, vaga, Turbulenta, revoltosa, Un fantasma de una cosa Que no hemos visto jamás; Una fosfórica llama Que nos sigue y la seguimos, Adelante si la huimos, Si la buscamos, detrás.
La muerte no comporta ninguna molestia, pues, hace falta existir para poder sentir alguna (argumento tomado de Epicuro – Diógenes Laerci, X, 124-125) y si tanto deseas una vida más larga, piensa que ninguna de aquellas cosas que desaparecen de la vista para volver a salir, no se eliminan. Acaban su carrera, pero no desaparecen, y la muerte, que tanto tememos y huimos, interrumpe la vida, no la quita.
Y avenísos tanto mejor los hombres con nosotros que con ellos cuanto no se puede encarecer, pues nosotros
huimos de la cruz y ellos la toman por instrumento para hacer mal.
Francisco de Quevedo
Dos vigilantes a todo correr se acercaban, dudamos... y súbitamente a grandes saltos
huimos, abandonando la "bombarda" al enemigo.
Roberto Arlt
Salimos de aquel término confuso de aquel caos indigesto, a que obligaba el primero que en plática las puso.
Huimos la observancia que forzaba a tratar tantas cosas diferentes en término de un día que se daba.
Juan de la Cueva
¡Oye mi acento amoroso! Dispuesto a servirte estoy; pero no olvides que soy muy amigo de tu esposo. ¡Si
huimos nos delatamos! ¡Es peligrosa tu idea!
Vital Aza
¡Mordió muy hondo!
Huimos del gabinete, cerramos con llave, para asegurar a Medorita, y esperamos al veterinario, avisado urgentemente.
Emilia Pardo Bazán
Adora, y calla. EL CORO A esta sagrada Acrópolis huimos, Al resonar el pavoroso estruendo. ETEOCLES No recibáis con lágrimas y voces A los muertos y heridos; en su sangre Ares se goza y se apacienta ledo.
En el punto donde el brazo se une al hombro, le practicamos la amputación del miembro prisionero y lo dejamos abandonado; cubrimos la herida con lienzo, para que la sangre que chorreaba no descubriera nuestra pista y huimos llevándonos lo que quedaba de Lamaco.
—No creía que unas simples hormigas pudieran organizarse con tanta perfección...— Prosiguió alarmado Joaquín mientras comenzaba a movilizarse como eludiendo obstáculos. —¡Parecen millones! Si no
huimos, peligramos... Es como si protestaran por las que aplastamos...
Antonio Domínguez Hidalgo
Aún habrá algunos justos en las ciudades después que se haya promulgado el decreto de muerte En el tiempo de angustia, huimos de todas las ciudades y pueblos, pero los malvados nos perseguían y entraban a cuchillo en las casas de los santos.-PE 34 (1851).