Sabrás, si de amor sabes, de qué estado quedé yo en él pensando noche y día; mas cierta de que dentro de mi amado la misma llama habitación hacía. Tampoco a aquel deseo él nada opuso, antes la traza de yo huir dispuso.
Pero como ya en la ciudad unos siguiesen las partes de Octavio, otros las de Marco Antonio y los ejércitos venales corriesen a juntarse, como a voz de pregonero, donde los llamaba mejor paga, desesperando de la república, determinó Marco Bruto huir de Italia; y por Lucania, a pie, se fue al mar de Elea.
La decisión de
huir y sus peligros -para los que el mensú necesita todas sus fuerzas- es capaz de contener algo más que una fiebre perniciosa.
Horacio Quiroga
Y un momento después surgían de un recodo de la picada el capataz y tres peones corriendo... La cacería comenzaba. Cayé amartilló su revólver sin dejar de
huir. -¡Entregate, añá!
Horacio Quiroga
Comprendo que a un loco se le pueda ocurrir que sea preciso huir de un amo, cuéstele lo que le cueste, y no comprenda que siempre se debe estar unido a lo que es bueno y no perderlo nunca de vista.
Porque os juro, por el perro, que estos nervios y estos huesos que tengo aquí estarían hace ya mucho tiempo en Megara o en Beocia, si hubiera pensado que eso era mejor para ellos y si no hubiese estado persuadido de que era mucho mejor y más justo permanecer aquí para sufrir el suplicio a que mi patria me ha condenado, que escaparme y huir.
La señora Catalina entraba y salía procurando huir del tremendo espectáculo; la Florina y Antonia la Salpullío gimoteaban secándose los ojos con el pico del delantal; en el umbral de la habitación, algunos vecinos piadosos fumaban en la antesala esperando el fatal momento y entreteniendo la lúgubre espera poniendo orden en la marcha del Gobierno y dando solución a los más grandes conflictos internacionales.
Querría huir, y como herido ciervo dondequiera que va, lleva la flecha: de sí vergüenza y de su amor padece, y calla, aunque es sanar cuanto apetece.
No tanto hizo el escudo que no entre, aun siendo fuera acero y dentro palma, y que haga huir al punto por el vientre de aquel gran cuerpo aquella ínfima alma.
Iban a venderle para degollarle y devorar sus restos. ¡Horrible destino! Nada podía hacer para evitarlo. ¿
Huir del corral? ¿Esconderse? ¿Y adónde iba?
Emilia Pardo Bazán
Nosotros quedamos vencedores, y Ramón tuvo que
huir con los muy mermados restos de sus alaveses; pero no sin que antes hubiera dado muerte por sí mismo, de un pistoletazo, al que la víspera era su Teniente Coronel; el cual en vano procuró defenderse de aquella furia.
Pedro Antonio de Alarcón
Pero si hay algo que me asuste más que una mujer, es una señora, y, sobre todo, una señora inocente y sensible, con ojos de paloma y labios de rosicler, con talle de serpiente del Paraíso y voz de sirena engañadora, con manecitas blancas como azucenas que oculten garras de tigre, y lágrimas de cocodrilo capaces de engañar y perder a todos los santos de la corte celestial... Así es que mi sistema constante se ha reducido a
huir de ustedes.
Pedro Antonio de Alarcón