La comisión el día que se instaló, el día que tuvimos nuestra sesión luctuosa, pretendió empezar a trabajar, pretendió empezar a establecer contacto con las autoridades para incorporarse a los trabajos de rescate, salvamento y análisis y alcances de la situación, no lo pudo hacer, al día siguiente de que se instaló la comisión se pretendió ir en recorrido, no fue posible siquiera contar con vehículos para ello, tuvimos que recurrir a los vehículos que voluntariamente pusieron unos compañeros del PST.
No obstante la luctuosa época que pesaba como un sudario sobre la hermosa metrópoli del Plata, sus habitantes se entregaban a una recrudescencia de alegría que abría sus teatros y llenaba sus calles de bulliciosas mascaradas.
Príamo llamó a Helena y le dijo: “Ven acá, hija querida; siéntate a mi lado para que veas a tu anterior marido y a sus parientes y amigos —pues a ti no te considero culpable, sino a los dioses, que promovieron contra nosotros la
luctuosa guerra de los aqueos— y me digas cómo se llama ese ingente varón, quién es ese aqueo gallardo y alto de cuerpo.
Homero
Y Atenea, hija de Zeus, que lleva la égida, dejó caer al suelo el hermoso peplo bordado que ella misma tejiera y labrara con sus manos; vistió la coraza de Zeus que amontona las nubes, y se armó para la
luctuosa guerra.
Homero
Gozábase en verlos la
luctuosa Discordia, única deidad que se hallaba entre los combatientes; pues los demás dioses permanecían quietos en sus palacios construidos en los valles del Olimpo y acusaban al Cronión, el dios de las sombrías nubes, porque quería conceder la victoria a los teucros.
Homero
Pronto se encontró, en la izquierda de la batalla
luctuosa, con el divino Alejandro, esposo de Helena, la de hermosa cabellera que animaba a sus compañeros y les incitaba a pelear; y deteniéndose a su lado, díjole estas injuriosas palabras: —¡Miserable Paris, el de más hermosa figura, mujeriego, seductor!
Homero
Entre dos propósitos vacila en mi pecho el corazón: ¿lo arrebataré vivo de la
luctuosa batalla, para dejarlo en el opulento pueblo de la Licia, o dejaré que sucumba a manos del Menetíada?
Homero
Los vándalos prosiguieron en el saqueo y abriéndose paso por entre un pueblo digno de respeto, que ya fue ultrajado por la bota del invasor del país del sur en el 41 y arrasadas todas sus expresiones de progreso en aquel año, de recordación luctuosa anualmente para los ecuatorianos que sintieron en carne viva la afrenta y la humillante derrota.
Rodríguez, al tener conocimiento de la luctuosa noticia, solicitó permiso del Gobierno para aplazar su viaje diplomático a Buenos Aires y permanecer en Santiago en servicio de la causa de la libertad y de la patria en peligro.
¡Ah! ¿dónde está la mano milagrosa que daba la salud a quien yacía en soledad luctuosa junto al negro ataúd? ¿Dónde el talle gentil, el rostro bello que mi alma cautivó?
Eliseo Mendoza Berrueto En la ciudad de México, a las doce horas y diez minutos del viernes veinte de septiembre de mil novecientos ochenta y cinco, con asistencia de doscientos setenta y tres ciudadanos diputados, de conformidad con los artículos 21 y 23 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General, la Presidencia declara abierta la Sesión Solemne Luctuosa, con motivo de la tragedia que vive nuestro país, ocasionada por el terremoto.
A las doce horas y cuarenta minutos se levanta la Sesión Solemne Luctuosa y se cita a sesión ordinaria para el martes veinticuatro de los corrientes, a las diez horas.» Está a discusión el acta.