TEZCATLIPOCA los había emborrachado con un brebaje mágico para que los TOLTECAS no vieran lo que hacía el mago y mucho menos sintieran lo que les acontecía.
Habiendo celebrado consejo, Supremo Maestro Mago, Brujito, hablaron con un abuelo, y verdaderamente blanca era la cabellera de este abuelo, y con una abuela, y verdaderamente era una abuela encorvada, quebrantada por la vejez .
Mientras que se cuidaban los ojos de Principal Guacamayo se desollaron sus ojos, se acabó de quitarle sus metales preciosos. Pero él no podía ya sentirlo; todavía veía cuando lo que le enorgullecía hubo acabado de serle quitado por Maestro Mago.
Brujito. Así murió Principal Guacamayo cuando Maestro Mago vino a recuperar su brazo. La que se Torna Invisible, esposa de Principal Guacamayo, murió también.
Se dice también que entraron en la constelación llamada a causa de ellos el Montón, pero esto no es quizás más que una fábula. Aquí contaremos también la derrota de Sabio Pez-Tierra por los dos engendrados Maestro Mago, Brujito.
He aquí la derrota, la muerte de Sabio Pez-Tierra cuando fue vencido por los engendrados Maestro Mago. Brujito. He aquí lo que hirió el corazón de aquellos engendrados: los cuatrocientos jóvenes matados por Sabio Pez-Tierra.
Y sin embargo se mueven un Leonardo, un Michelangelo, un Macchiavello. El yo en su afán de ser mago, divino, poderoso y elevado, se desarrolla entre conflictos de inferioridad sobre sus mecenas.
“De ningún modo, no queremos; solamente tú ve allá; no es posible perderse; ve solamente al borde del agua y llegarás al pie de una gran montaña donde resuena en el fondo de la barranca; vete, llega”, respondieron Maestro Mago, Brujito.
Ahora las mayorías bailarán al ritmo que se les toque y no conforme TEZCATLIPOCA con sus logros obtenidos, continuó tramando la manera de no sólo contrarrestar el poderío de QUETZALCOATL, sino acabar con su influencia. Para eso estaba dispuesto a utilizar todas sus capacidades de mago para perder eternamente a su hermano.
No soy el magis, magister; menos el dixit; ni siquiera el mago, pero creo que algo podrá extraerse de mis propuestas iniciales según intentan convencerme mis “fanáticos”.
Hosanna en las alturas. Te amo Señor, por ser Maestro, magister, magis, mago de la sabiduría imperecedera. Después de todo antes de la muerte te sentimos Señor en plena vida y descubrimos el instante de tu abrazo feliz -pequeña muerte- sin que fenezcamos.
Por de pronto traigo sobre el fuego para que permanezca sobre el fuego hasta que, en verdad, vengan a recogerlo, a tomarlo, esos engañadores”, respondió Principal Guacamayo, suspendiendo el brazo de Supremo Maestro Mago.