Produjeron un gran viraje con esta producción, ya que no era lo que esperaba la prensa, ni su público, asemejándose a los shows en vivo, donde reinaba la naturalidad, los pifies y la psicodelia post punk.
Este tipo de saltos se ven desde Chopin en adelante, y allí uno corrobora que la mano lejos del teclado, además de provocar errores y pifies, genera sonidos feos, muy duros.